VISITA DOMICILIARIA DE
NTRA. SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
ABOGADA DE LAS CAUSAS DIFÍCILES Y DESESPERADAS
Santuario Nacional de Ntra. Señora del Sgdo. Corazón
Rosellón, 175 - BARCELONA
CON LICENCIA ECLESIÁSTICA
SALUDO DE BIENVENIDA
Virgen benditísima, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, al trasponer los umbrales de nuestra morada, postrados a vuestros pies, os rendimos el homenaje de nuestra filial devoción y del inmenso amor que por Vos sienten nuestros pobres corazones. Vos sois, Señora, La Tesorera y Dispensadora de las gracias que encierra el Corazón de vuestro Hijo Divino, nuestro amabilísimo Redentor. Por vuestras manos quiere el Señor derramar sobre nuestras almas, sobre toda esta familia sus bondades y misericordias. Gracias, Madre amantísima, una y mil veces por haberos dignado visitarnos. Tomad posesión de esta casa, vuestra es y de vuestro Hijo, disponed de ella y de todos los que en ella habitamos. Bien convencidos estamos de nuestra pobreza y miseria. Con vuestra llegada un rayo de esperanza ha iluminado el fondo de nuestras almas. Nuestras dudas, nuestros pesares y tribulaciones se disipan al mágico influjo de vuestra bondadosa mirada. Alcanzadnos del Corazón de vuestro Hijo amantísimo, perdón por nuestras culpas e infidelidades. Bendecidnos, protegednos, ¡oh Reina poderosa! ¡oh Madre piadosísima!, para que sirviéndoos fielmente en esta vida podamos un día devolveros la visita por toda la Eternidad en el Cielo. Así sea.
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (300 días de indulgencia).
(Récese tres veces esta invocación.)
CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA
A NTRA. SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Virgen bendita, Reina Inmaculada del Universo, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, nuestra esperanza en medio de las pruebas que sufrimos; vednos congregados a toda la familia de rodillas al pie de vuestra imagen. Os elegimos por Madre y Abogada nuestra para con el Sagrado Corazón de Jesús, consagrándonos desde este día a vuestro servicio. Recibidnos con vuestra maternal bondad bajo vuestra protección. Socorrednos durante esta vida y en particular a la hora de nuestra muerte. ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Tomad en vuestras manos la defensa de nuestra casa, la tutela de nuestros intereses. Disponed de nosotros como fuere voluntad de vuestro Hijo, y según fuere la vuestra. Bendecidnos juntamente nuestros trabajos y fatigas, y haced que las empresas que acometamos sean coronadas del mejor éxito, para nuestro bien y vuestra gloria. Protegednos en las tentaciones, libradnos de nuestros peligros, proveed a nuestras necesidades, iluminadnos en la duda, consoladnos en la tribulación, curad nuestras enfermedades, y en una palabra, no nos abandonéis jamás. Ante todo preservadnos del riesgo de caer en pecado mortal, ofendiendo a vuestro Divino Hijo Jesús. ¿No seria para nosotros gran sonrojo si el demonio pudiera gloriarse de haber logrado vencer a los que os están consagrados? Haced, en fin, Señora, que cuantos aquí en la tierra nos hallamos unidos con los vínculos de la familia, tengamos un día también la dicha de vernos juntos en la mansión celestial y en compañía de la mejor de las Madres.
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (300 días de indulgencia).
(Récese tres veces esta invocación.)
CORONA DE NTRA. SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
La Coronilla o Rosario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, se compone de treinta y tres cuentas en honor de los treinta y tres años que María pasó en la tierra en compañía de su Divino Hijo.
Sobre la medalla se dice:
¡Amado sea en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús!
En la primera cuenta:
¡Corazón Sagrado de Jesús, tened piedad de nosotros!
En la segunda:
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
En la tercera:
¡San José, patrón y modelo de los amantes del Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
En las cuentas de las decenas:
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
Y en las cuentas que separan las decenas:
¡Corazón Sagrado de Jesús, tened piedad de nosotros!
A cada una de estas invocaciones hay concedidos cien días de indulgencia, aplicables a las almas del Purgatorio.
ORACIÓN
Dios mío, que habéis querido para el triunfo de vuestra misericordia y la salvación de las almas dar a María, Virgen Inmaculada, todo el poder que el más acendrado amor adquiere sobre el Corazón de Jesús, concedednos por sus ruegos y su intercesión la gracia de vivir y morir en vuestro santo amor. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.
ADIÓS DE DESPEDIDA
Madre de bondad y de misericordia, ha llegado ya el momento de separarnos de Vos. Del fondo del corazón y con todas las veras de nuestra alma os damos gracias por los favores que por vuestra poderosa intercesión hemos alcanzado en este día, del Corazón de vuestro Divino Hijo. Un pensamiento nos consuela y es que, al salir vuestra venerable imagen de esta vuestra casa, queda en ella, y quiera Dios que para siempre, vuestra maternal protección. No consintáis jamás, ¡oh, Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, que en ella se ofenda ni una sola vez, a vuestro Hijo, nuestro Redentor y Señor. Haced que los gérmenes de virtud y de piedad que durante vuestra estancia habéis sembrado en nuestros corazones crezcan y produzcan frutos de santidad. Nos consuela también el pensar que no está lejano el día en que repetiréis vuestra visita. Volved, Madre adorada; suspirando quedamos por teneros de nuevo entre nosotros, porque sabemos que quien con vos está, está también con el Corazón de Jesús. Enseñadnos a amarlo, enseñadnos sobre todo a imitar las virtudes que en él resplandecen, para que, por toda la Eternidad, podamos a vuestro lado, gozar de su gloria. Así sea.
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (300 días de indulgencia).
(Récese tres veces esta invocación.)
ORACIÓN DEL ACORDAOS
(Obradora de millones de gracias y repetida a diario por millones de labios. Sirve de Novena breve.)
Acordaos, ¡oh, Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder quevuestro Hijo Divino os ha dado sobre su Corazón adorable. Llenos de confianza en vuestros merecimientos acudimos a implorar vuestra protección. ¡Oh, celeste Tesorera del Corazón de Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, y el que podéis abrir a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra! Concedednos, os lo suplicamos; los favores que solicitamos. No, no podemos recibir de Vos desaire alguno, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. Así sea. (500 días de indulgencia cada vez).
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (300 días de indulgencia).
(Récese tres veces esta invocación.)
Son innumerables las gracias alcanzadas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón por el rezo del «Acordaos». Se recomienda vivamente a sus devotos no dejen un solo día de rezarlo.