domingo, 16 de octubre de 2022

LETANÍAS Y ORACIONES A SANTA ÚRSULA, VIRGEN Y MARTIR

LETANÍAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN Y MÁRTIR ÚRSULA.

 

Señor, ten piedad de nosotros!

¡Cristo, ten piedad de nosotros!

Señor, ten piedad de nosotros!

¡Cristo, óyenos!

¡Cristo, escúchanos!

 

¡Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros!

¡Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros!

¡Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros!

¡Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros!

 

Santa María, ROGAD POR NOSOTROS

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de todas las vírgenes,

Santa Úrsula con tu santa compañía,

Tú que desde tu juventud te entregaste completamente a Dios,

Que despreciaste generosamente todo lo que sólo pertenece a este mundo,

Que practicaste como niña la obediencia a tus superiores,

Que tuviste la virtud como el más hermoso adorno del alma,

Que valoraste especialmente la castidad virginal y la guardaste con esmero,

Que no pediste otro novio que Jesús,

Que también atrajiste, ganaste y conservaste a muchos otros para tu divino esposo,

Que en el peligro confiaste firmemente en el designio divino,

Que preferirías morir antes que negar tu santa fe, o sufrir la pérdida de la virginidad

Que, con la palabra y el ejemplo, has animado también a tus compañeros a perseverar en la fe y a la perseverancia en el suplicio,

Que, como ellos, has unido el honor de la virginidad con la palma de la tortura,

Que ahora cantarás para siempre con ellos el cántico de las castas en el salón de bodas del divino Cordero,

 

Para que también en nosotros se conserve la santa fe, ROGAD POR NOSOTROS

Para que estemos siempre sujetos a la voluntad de Dios,

Para que en las tribulaciones confiemos constantemente en Dios. ,

Para que nos esforcemos por amar activamente a Dios y al prójimo,

Para que hagamos verdadera penitencia por nuestros pecados,

Para que luchemos firmemente en las tentaciones

Para que estemos dispuestos a sufrir y sacrificar todo por nuestra santa religión,

Para que sigamos tus virtudes,

Para que permanezcamos protegidos de todos los males del cuerpo y del alma,

Para que tengamos una feliz hora de la muerte, y un día alcancemos el cielo,

Que las Almas que sufren en el purgatorio sean redimidas de sus tormentos,

 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ¡perdónanos, Señor!

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ¡Escúchanos, oh Señor!

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ¡Ten piedad de nosotros!

¡Cristo, óyenos! ¡Cristo, escúchanos!

 

Padrenuestro, Avemaría.

 

V. ¡Ruega por nosotros, Santa Úrsula con tu Santa Compañía!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 

Oración. Oh Dios! Tú que concediste a Santa Úrsula y su compañía la gracia de ser adornadas con la crucifixión por Tu santa fe y la virtud de la castidad: concédenos Tu bendición perpetua por sus méritos e intercesión, para que podamos seguir su ejemplo contra los enemigos de nuestra alma, luchar con firmeza y participar de la recompensa eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

TRES ORACIONES MÁS A SANTA ÚRSULA.

 

 

PRIMERA ORACIÓN

PARA MANTENER LA PUREZA.

¡Oh Santa Virgen Úrsula! Alabo y doy gracias a Dios porque os ha dado el don de la castidad virginal, y os ha dotado de tan gran aprecio por ella, que no sólo animasteis a vuestras compañeras a amar esa virtud, sino que incluso preferisteis la muerte con ellos, antes que sufrir la pérdida de tu virginidad. Ruega por mí para que pueda adquirir y conservar esta virtud y que prefiera sufrir la muerte, antes que cometer una severa traición pecaminosa a esta virtud y permanecer firme en ella. Obtenme seguridad en los peligros, fuerza y ​​valor en las tentaciones, para que pueda mantener siempre la castidad propia de mi condición.

Tu ejemplo, tu heroica muerte, sea para mí un estímulo para hacerme una santa enmienda, para mantener mis sentidos alerta, y para evitar todo lo que pueda ser peligroso para esta virtud; por otro lado, obtenedme el don de la oración con vigilancia, evitando todos los peligros y malas oportunidades, y en general empleando todos los medios adecuados para mantener la pureza. Así como tú combatiste con gallardía todas las lisonjas y amenazas de tus enemigos, así también yo no temeré promesas, ni burlas, ni otras plagas, sino que seguiré tu glorioso ejemplo, sin vacilar en declararme contra el vicio de la fornicación, y no permitir que caiga este mal sobre mí, ni tolerar lo mismo en mis subordinados, ni dar ocasión para ello con palabras, acciones, vestidos o cualquier cosa, ni permitir tales cosas, sino andar modesta y honradamente solo o con los demás en constante recuerdo de la presencia de mi Dios y los mandamientos cardinales, para que no sea culpable de pecados míos o ajenos por mis malos pensamientos o deseos, y menos aún por palabras o hechos lascivos, sino que ande casto en cuerpo y alma, y ​​sea hallado puro de corazón digno de la vista de Dios. Que Jesucristo, tu esposo, nos conceda esta gracia por tu intercesión y méritos. Amén.

 

 

SEGUNDA ORACIÓN

POR LA PACIENCIA EN LA CRUZ Y EL SUFRIMIENTO.

¡Dios guió maravillosamente los días y los destinos de tu vida, Santa Úrsula! durante mucho tiempo no escuchó tus deseos de vivir siempre en estado virgen, sí, más bien parecía haberte destinado a casarte. En el mar tuviste que soportar tormentas y grandes peligros, y poco después te encontraste con otros aún mayores que amenazaron tu fe y tu inocencia. Sin embargo, no dejaste que tu coraje se hundiera, sino que perseveraste en la oración y confiaste inquebrantablemente en el designio y la ayuda de tu Dios, sufriste todas tus penalidades con la mayor paciencia, soportaste todas las pruebas con firmeza inquebrantable, e incluso en tu martirio no te volviste voluble, sino que confiaste en tu Dios hasta el final, y animaste a tus compañeras a esperar también en El. Oh Gran mártir, Santa Úrsula!, que por tu sumisión a la voluntad de Dios y tu inquebrantable paciencia te has ganado tan grandes méritos y tanta gloria en el cielo: ruega por mí para que pueda ser tan devoto a la voluntad de Dios y tan paciente como tú en mis sufrimientos y soportarlos con resignación y buen ánimo. ¡Que el ejemplo del Redentor sufriente sea tan vívido en mi mente como tú y me anime a ser paciente! Obtenedme la gracia de que, a su ejemplo, sufra con humildad, mansedumbre y paciencia, confiando firmemente en la bondad y el socorro de Dios, y perdonando de corazón a mis ofensores, para que, soportando con paciencia mis aflicciones, pueda expiar mis pecados y aumentar mis méritos para cielo. Es verdad que pido a mi Dios que me quite los sufrimientos, o al menos que los disminuya, pero sobre todo pido paciencia, que si es su voluntad que yo sufra, sea sólo por él con sumisión a su voluntad, para su honra y para la salvación de mi alma, hasta el final de mi vida llevar mi cruz con firmeza, para que cuando a través del sufrimiento paciente haya llegado a ser como su Hijo, pueda llegar a mí su recompensa prometida. Amén.

 

 

TERCERA ORACIÓN.

POR UNA MUERTE FELIZ.

Te venero en la gloria que gozas ahora, Santa Úrsula, con tu compañía virginal, por tu gran triunfo en el cielo. Es verdad que te lo ganaste con virtud y perseverante valentía en tu torturante muerte. Sólo Dios os ha dado esta gracia y os ha armado con una perseverancia singular. ¡Oh, me gustaría ser perdonado por Dios tan fácilmente! Por grandes que sean los beneficios de Dios, ciertamente la gracia de una muerte feliz es mayor. Sé que debo morir: pero no cuándo, ni cómo; y, sin embargo, depende del estado de mi alma en el momento de mi muerte si me espera una eternidad eternamente feliz o infeliz. Obtenedme la gracia de que siempre esté listo para acumular verdaderas penitencias y un tesoro de buenas obras que se encuentren pesadas en la balanza de Dios. Ayúdame Dios a que no muera sin una recepción digna del Santísimo Sacramento del Altar, sino que anticipe la muerte fortalecida, gozosa y contenta, en el ejercicio de la fe, la esperanza, el amor y el arrepentimiento me prepare para ella, y mediante la transferencia paciente alma limpiada de todo dolor en manos de mi Hacedor. Entonces encuéntrame con tu santa compañía, para que podamos cantar las alabanzas de Dios juntos para siempre y glorificar Su misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

 

OFICIO PARVO DE SANTA ÚRSULA, VIRGEN Y MARTIR


 

EJERCICIOS DEVOCIONALES EN HONOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN Y MÁRTIR ÚRSULA Y SU SANTA COMPAÑÍA.

 

Publicado por Nikolaus Doll. Augsburgo, Alemania. Año 1843.

 

 

OFICIO LITURGICO EN HONOR DE LA SANTISIMA VIRGEN Y MARTIR URSULA Y SUS SANTAS ACOMPAÑANTES.

 

 

ORACIONES INICIALES

 

¡A Ti sea Señor por siempre todo el poder, el honor y la gloria! ¡Has creado para ti un ejército de vírgenes, que en su tierna juventud permanecieron dedicadas a la virtud, amantes de la castidad hasta la muerte! Inflámanos con igual amor; ¡Que nosotros entre estos coros de doncellas te cantemos a Ti, Santísimo Dios!  Alabado seas para siempre!

 

A MAITINES

 

V. Señor abre mis labios.

R. Y mi boca proclamará tus alabanzas.

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, eternamente y por los siglos de los siglos. Amén.

 

DESDE NIÑA, ÚRSULA DESPRECIA GENEROSAMENTE AL MUNDO.

 

Una hija de buena familia desde temprana edad

Despreció el esplendor del mundo y su vanidad;

Rechazó los lujos y lisonjas de la Corte

Pues Dios la había escogido para sí mismo,

La había elegido para ser su consorte.

Oración unida a la verdadera virtud,

Un corazón puro según la mente de Cristo

Era ya el adorno de su juventud,

Poderoso amor que la atrajo al cielo.

 

Meditemos, pues Úrsula nos muestra,

Que no es excusa nuestra juventud,

Para emplearnos tempranamente en obras de virtud,

Y así ganar la gloria del cielo, con dignidad cierta.

 

Antífona. No améis al mundo porque en él todo es vanidad, temed a Dios y guardad sus mandamientos.

 

V. Acuérdate de tu Hacedor en los días de tu juventud,

R. Y sabed que Él os llamará antes de Su juicio.

 

Oración. Oh Dios! Tú que concediste a santa Úrsula la gracia de conquistar y vencer al mundo y sus goces: haz que, siguiendo su ejemplo, no nos dejemos engañar por los ilusorios bienes de los mismos, sino que luchemos con anhelo activo por los tesoros eternos en el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A LAUDES

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

URSULA DESEA PERMANECER VIRGEN PARA SIEMPRE.

 

Totalmente entregada al amor de Dios,

Como virgen, casta y pura, y consagrada al Señor

Durante toda la vida, sólo para casarse con Jesús:

Pero deja a la voluntad de Dios lo que Él decida

Según su sabio consejo,  Él ha decretado

Y ella cumple su designio bien aceptado.

 

Qué tranquila fluye mi vida, entretanto

Cuando imitando a Úrsula, también yo,

Devotamente me entrego a la voluntad de Dios:

Y puedo dedicarme a Su servicio santo.

 

Antífona. Qué hermosa es la virtud de la castidad, porque nos coloca en constante memoria delante de Dios y de los hombres. La santificación es la voluntad de Dios.

 

V. Modelad la sana enseñanza que habéis oído en el amor de Jesús;

R. Y custodiad los bienes depositados por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

 

Oración. Oh Dios!,  de donde brotan los santos deseos, las buenas intenciones y las justas obras: ilumíname en todo lo que me propongo hacer por tu Espíritu Santo, para que quiera siempre, como santa Úrsula, sólo lo que te agrada y lo que tu Señor deseas. Infúndeme gracia para hacer vigorosamente tu voluntad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A PRIMAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA OBEDECE Y SU ORACIÓN ES ESCUCHADA POR DIOS

 

Un príncipe quiere elegirla como esposa,

Por su voto de castidad tiene miedo de casarse,

Pero Dios escucha su súplica silenciosa.

Ella se embarca en el mandato de los Padres por amor a Dios;

Un coro de doncellas, su séquito quiere acompañarla en esta misión.

 

 

Oh, la Suprema Voluntad sea santa para mí,

Como guía de Dios; yo le obedeceré sin escarceo

¡Entonces Dios siempre tendrá misericordia

 Y otorgara la plenitud de la gracia a más de un deseo!

 

Antífona. Obedezcan a sus gobernantes y estén sujetos a ellos: porque ellos velan como los que tienen que dar cuenta de sus almas.

 

V. Dios resiste a los soberbios.

R. Pero a los humildes les da su gracia.

 

Oración. Oh Dios! Tú que quieres que obedezcamos a nuestros superiores por ti y que premias la obediencia por la humildad: inculca en nosotros estas virtudes para que, siguiendo el ejemplo de santa Úrsula, mostremos a nuestros padres y superiores el amor y la obediencia que debemos, para que todo sea guiado por vuestra prudencia, para el fin determinado por Vos para la salvación de nuestras almas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A TERCERAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA CONFÍA EN DIOS EN LA TEMPESTAD DEL MAR

 

Ya se acerca a la tierra de los francos,

Pero de repente se levanta una tormenta.

La furia del mar, el estremecimiento del barco

Aterroriza al coro de las tiernas doncellas.

Pero a Úrsula no se la ve con temor,

No le teme a la muerte ni su proximidad;

Ella encomienda toda la vida al Señor,

Quien rápidamente mandó calma a la tempestad.

 

Como Úrsula, también yo confío plenamente

En Dios en los momentos de peligro.

Él puede lejos del mal mantenerme,

Él me salva de todos los problemas.

 

Antífona. No os dejéis asombrar por las tribulaciones que os vienen a prueba; El Señor guardará a los piadosos y los librará de los males.

 

V. El Señor sabe rescatar del peligro a los justos.

R. Los que esperan en El no serán avergonzados.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula! Tú que, junto con tus compañeras, pusiste siempre confianza inmutable en Dios en los mayores peligros y fuiste graciosamente protegido por Él: obtenedme gracia para que no me desanime en mis tribulaciones, sino aprender a confiar más en Dios, mi Padre que está en los cielos, mi única esperanza edificada, para que yo pueda tener su consuelo y salvación para descansar. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

 

A SEXTAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

POR AMOR A LA VIRTUD DE LA CASTIDAD, ÚRSULA SALIÓ AL ENCUENTRO DE LOS HUNOS.

 

Al llegar cerca de Colonia en el Rin,

Se ve amenazada por un peligro ruin;

Está cerca, emanando de una furia como ninguno

La terrible multitud de los hunos.

Ella llega y confronta al enemigo inspirada:

'¡La confianza en Dios es mi estandarte!

No temo ni a la flecha ni a la espada,

Yo permanezco en Jesús, Él en mí, nada nos aparte.

 

Con la ayuda de Dios, conquistamos con valor

Al diablo, la carne y el mundo,

Pero perderán en la lucha, por error,

Quienes cayeron en el vicio inmundo.

 

Antífona. Bienaventurado el que soporta la tentación; si es aprobado, recibirá la corona de vida que el Señor ha prometido a los que le aman.

 

V. Todos los que viven piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos por su causa.

R. Y los que son de Cristo tienen la carne mortificada contra los malos deseos.

 

Oración. Oh Dios! Tú que impusiste severas tentaciones contra la pureza a Santa Úrsula y su compañía, pero concediste la ayuda de Tu fuerza divina para la victoria en esa prueba: protégenos con gracia de todos los peligros del pecado, y ayúdanos siempre con tu gracia, para que podamos vencer con firmeza todas las tentaciones y permanecer fieles y agradables a ti con un cuerpo casto y un corazón puro. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A NONAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA EXHORTA A SUS COMPAÑERAS A MANTENER LA CASTIDAD Y SEGUIR EL MARTIRIO.

 

¡Oh, hermanas! Dice Úrsula resueltamente,

Permaneced fieles a Jesús hasta la muerte;

Y nuestra sangre será derramada también,

¡Confiad! Pues ayuda a los castos el Sumo Bien.

Ahora queremos jurarle lealtad,

Que nuestra sangre fluya por su Santidad;

Él escuchará las súplicas de los suyos,

Él nos conducirá a los cielos castos y puros.

 

La salvación de nuestro prójimo

Y la gloria de Dios Es nuestro placer

Y promoverlas es nuestro deber,

Entonces, con el ejército santo,

Allí veremos su rostro con gozo y encanto.

 

Antífona. Consolaos unos a otros, edificándose el uno al otro. Servíos unos a otros, cada uno según el don que ha recibido, como fieles dispensadores de los diversos dones de Dios.

 

V. Al llevar la palabra de Dios a los hermanos, serás un siervo fiel de Jesucristo,

R. Como alguien que ha sido educado en los principios de la fe y la verdadera doctrina.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula! Tú que, con riesgo de tu vida, has animado a tus compañeras a mantener la pureza virginal y a hablar firmemente sobre Jesús: obtén para mí la gracia de que yo, como tú, esté lleno de santo celo por la gloria de Dios y la salvación de mi prójimo, en cuanto pueda, anime a los pecadores al arrepentimiento, pero fortalezca a los justos en las buenas enseñanzas y especialmente en la conducta intachable, para que pueda reemplazar las ofensas que puedan surgir, y por la santificación del nombre divino merezca mayor gloria en el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A VISPERAS

 

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA SUFRE EL MARTIRIO CON SUS COMPAÑERAS.

 

Úrsula y las vírgenes todas dan sus vidas,

Con un sentido de heroísmo por Dios fortalecidas,

En la lluvia de flechas se revela su sacrificio

Y la heroína se hunde sobre la heroína.

Mil coronas brillan en el cielo con gran gloria,

Para recompensar su martirio y su memoria.

Todas ellas mueren, y en lo alto entronizadas 

Con Jesús su Dios eternamente desposadas.

 

Oh, ¿no tenemos también nosotros

Vida como Úrsula, sólo de Dios?

Queremos dárselo todo como sacrificio

Y luchar por él hasta el último suspiro.

 

Antífona. El que me confiese delante de los hombres, yo también me confesaré delante de mi padre celestial.

 

V. No temáis al que sólo mata el cuerpo.

R. Sino al que puede sumergir cuerpo y alma en el infierno al mismo tiempo.

 

Oración. Oh Dios! Tú que diste a Santa Úrsula y a su compañía una extraña fortaleza, por la cual entregó sangre y vida por la virtud de la castidad y por tu santa fe: fortalécenos también a nosotros, que todos luchamos por tu santa religión, y especialmente por la virtud de la castidad como un ejército santo, y estemos más dispuestos a sacrificar sangre y vida antes que pecar para seros infieles y perder el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

A COMPLETAS.

 

V. ¡Conviértenos, oh Dios nuestro Salvador!

R.Y aparta de nosotros tu ira.

V. ¡Dios mío! ¡Ven en mi ayuda!,

R. Señor! apúrate a ayudarme.

V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

ÚRSULA CON SU COMPAÑÍA EN LA GLORIA.

 

¡Mirad hacia cielo y contemplemos todos!

Úrsula está en el trono de Dios: feliz, dichosa

Con un manto de luz, que la reboza,

Brilla allí con una corona de oro, bien ganada

La palma de la victoria en su mano agarrada.

Los coros de ángeles de Dios están afinados.

Llena de regocijo en su canto de alabanza:

"A Dios y al Cordero sea la gloria y el honor"

Será por siempre su canto de loor.

 

Yo también quiero adquirir el cielo,

Úrsula nos precede en el caminar;

Quiero morir al placer terrenal

Y caminar el camino de la cruz con gran celo.

 

Antífona. Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni la mente humana entendió lo que Dios ha preparado para los que le aman.

 

V. Bienaventurados los de limpio corazón

R. Porque ellos verán a Dios.

 

Oración. ¡Oh Santa Úrsula, virgen firme y ahora mártir glorificada de Jesucristo! tú que tienes intacta la corona de la virgen unida a la palma del martirio, y tú y tus Santas Compañeras, a quienes con tu ejemplo llevaste al cielo, deben sentirse recompensadas de tantas maneras: ruega junto con ellas por mí, para que pueda pensar continuamente en las alegrías del cielo, y así animarme a imitar tu constancia, y con una muerte feliz llegue a estar en tu compañía en el cielo; Y así seguir al Cordero para siempre, y poder regocijarme en cantar el cántico de la santidad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

 

CONCLUSION

 

Oh Dios! para mostrarte nuestra fe cristiana te hemos de alabar

Cantamos este himno; ¡Guíanos a la Patria celestial,

Para que seamos castos de cuerpo, de alma pura,

Siempre gratos a ti! Como la gran Santa Úrsula,

Por sus ruegos, concédenos bondadosamente

El perdón de nuestras pecados copiosamente.

Fortalécenos, para que demos vida y sangre

Antes que aprobar un pecado que a Dios desaire;

Que sobrevivamos bien a la batalla de la virtud,

Y sigamos fielmente tu camino, oh Cristo Jesús.

Ayúdanos al final de la vida, y así lograrte:

Para que tu cielo sea en premio nuestra mejor parte.


-Colaboración de Carlos Villaman 

miércoles, 12 de octubre de 2022

TRES LUNES A SAN NICOLÁS DE BARI


 

DEVOTA CAMINATA DE LOS TRES LUNES

EN HONOR DEL GLORIOSO SAN NICOLÁS DE BARI

OBISPO DE MIRA

 

Barcelona, año de 1947

 

ORACIÓN PRIMERA

PARA TODOS LOS DÍAS

Creo fiel y verdaderamente en la Santísima Trinidad, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y propongo vivir y morir en la fe y dar mi vida por ella y por los misterios que tiene y cree nuestra Santa Madre Iglesia, espero igualmente en la misericordia infinita de Dios nuestro Señor, que por los méritos de tu siervo San Nicolás, me ha de conceder lo que pido en este día, si conviene a mayor gloria suya y aprovechamiento de mi alma, sujetándome en todo a su Divina Majestad, para que disponga de mi según sea su santísima voluntad. Amén.

 

ORACIÓN SEGUNDA

PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh Dios! Que en la benditísima alma de tu siervo San Nicolás, Obispo, infundiste la confianza en Ti, para que con ella obrara tantos milagros a mayor gloria tuya y bien de sus prójimos. Suplicamoste Señor, rendidamente, que por tus méritos infundas Tú en nosotros la misma confianza para servirte con ella, por medio de nuestras palabras, obras y pensamientos, enderezados a todos a confiar en Ti, y a esperar de tu infinita bondad y misericordia nos des tu santo temor, para que te sirvamos en gracia y vayamos a gozarte en tu compañía en la gloria. Amén.

-Se rezan tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias en honra del misterio santísimo de la Trinidad.

 

LUNES PRIMERO

ORACIÓN

Oh Glorioso San Nicolás, por la preciosa Sangre de mi Señor Jesucristo que derramó en la calle de la Amargura, por la corona de espinas que pusieron en su santísima cabeza, por la bofetada que le dieron en su santísimo rostro, por la lanzada que le dieron en su santísimo costado, ¡oh, divino amor! por los azotes que le dieron en sus santísimas espaldas, por el dolor que sintió su Santísima madre en la calle de la Amargura, cuando le vio caer con la cruz a cuestas por nuestras culpas; por todo lo que sintió en su santísima Pasión y por la copiosísima sangre que El derramó, te suplico, señor San Nicolás, que te intereses por las necesidades y aflicciones que me rodean, y me des una respuesta favorable en todas mis aflicciones.


-Hacer la petición y decir tres veces: "Señor San Nicolás, óyeme" Después se reza un Ave María y Gloria y se dice: Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, en los cielos y en la tierra y en todo lugar. Sea para siempre alabado en todo lugar.

Para terminar, se dice lo siguiente:

 

ALABANZA

San Nicolás, Padre amado,

Siervo de Dios el más fiel,

Se mi abogado con Él

En este trance apurado.

Tú, que jamás te has negado

De tus devotos al ruego

Y en tu corazón el fuego

De la caridad no muere,

Haz que mi pena acelere

Pues en tus manos me entrego.

 

ORACIÓN

¡Oh San Nicolás bendito! Cuya humildad te ha hecho predilecto de Dios, acoge benigno la súplica que te hago en esta tribulación y preséntala a Cristo nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh gloriosísimo San Nicolás! Mi corazón se llena de gozo, porque la Majestad Soberana de nuestro Creador y Señor te hizo un gran santo, adornándote de tantas prerrogativas, por todas las cuales doy a la Santísima Trinidad repetidas gracias. Por lo mismo, te pido te dignes interceder por mí ante el Divino Jesús, por la prosperidad de nuestra Santa Madre Iglesia, paz entre las naciones, extirpación de las herejías, conversión de los infieles y pecadores, perseverancia de los justos, alivio y descanso de las benditas Almas del Purgatorio, y porque logre los favores que deseo, si son para mayor honra y gloria de Dios y bien de mi alma. (Pida la gracia) Ampárame Santo mío, con tu poderoso brazo, y porque reconozco no merecer lo que pido, encamino mi petición presentando antes delante de Dios todos tus méritos. De ti se predica que eres muy poderoso para con Dios, y así confiado en tantos favores por todos recibidos, espero no seré desairado. Compadécete de mí, que, aunque no soy devoto tuyo como debo, lo deseo ser y espero de tu patrocinio el logro de mis súplicas, y, de no convenirme, una perfecta resignación con la santa voluntad de Dios. Amén.

 

-Una Salve a María Santísima de Guadalupe por los devotos del Santo y luego la siguiente:

 

ORACIÓN

Oh Dios, que adornaste al bienaventurado Nicolás, Obispo, con el don de innumerables milagros, concédenos, por sus méritos y ruegos, seamos libres de las llamas eternas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

 

 

SEGUNDO LUNES

-Se reza la misma oración del primer lunes, después se hace la petición y se dice tres veces: "Señor San Nicolás, guíame", el Alabado y luego esta:

 

ALABANZA

Glorioso San Nicolás,

Venerado Santo mío,

Yo en tus bondades confío

Que mi pena sanarás,

Espero que rogarás

Por este gran pecador,

Y que a mi acerbo dolor

Ministrarás el consuelo,

Ya que tú eres en el cielo

De los pobres protector.

 

ORACIÓN

Beatísimo y perfecto modelo de virtudes, San Nicolás glorioso, no desoigáis el llamamiento que te hago y auxíliame en el duro trance en que te imploro con toda la fe de mi corazón. Óyeme, Santo bendito, óyeme. Amén.

 

TERCER LUNES

Se reza la misma oración del primer lunes, después se hace la petición y se dice tres veces: "Señor San Nicolás, vengo por mi petición; Señor San Nicolás, vengo por mi petición; Señor San Nicolás, vengo por mi petición" luego el alabado y se concluye con la alabanza y oración final.

 

ALABANZA

Lleno de dulce esperanza

hoy vengo a ti, santo mío,

pues en tu bondad confío

de encontrar mi bienandanza.

Yo se bien que mi confianza

No ha de salir defraudada,

y que veré despachada

mi ferviente petición

pues calmarás la aflicción

de esta alma atribulada.

 

ORACIÓN FINAL

Gloriosísimo San Nicolás, humilde y virtuoso Arzobispo de Mira, acuérdate que no se ha oído decir que no alcance tu favor quien a ti se acerca en sus tribulaciones. Confío en ti, espero en ti y te pido seas mi intérprete para con Dios Nuestro Señor, a fin de obtener esta gracia que con toda mi alma te he pedido. Sé mi guía, sé mi salvaguardia y purifica mi alma Amén.

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...