martes, 31 de agosto de 2021

SÚPLICA A SAN RAMÓN NONATO


 ORACION A SAN RAMON NONATO

ESPECIAL PROTECTOR DE LOS CAUTIVOS, MUJERS PARTURIENTAS Y PARA TODO TIPO DE NECESIDADES.


Imprenta de la Testamentaria de Antonio Vanegas Arroyo, 

Calle Santa Teresa No. 40, México. Año 1920.


ORACIÓN.


Padre Señor San Ramón

Te pido con grande fe

Por medio de esta oración,

Que tu protección se extienda

Que nos guíe por buen camino,

Líbranos de malas lenguas

Te pido santo dichoso,

Tú que gozas del Señor,

Líbranos de un criminoso,

Líbranos de un malhechor

Que vaya a algún tribunal

A imputar mal de nosotros;

Tú nos has de acompañar,

Favorece a tus devotos

Que te vienen a implorar;

Tú que eres fiel abogado

De las mujeres casadas,

Colócales un candado

A las gentes mal habladas,

Glorioso Ramón Nonato,

Por el dolor que sentiste

Y el martirio que sufriste

Tú les des un feliz parto

A las mujeres casadas

Que en tan gran tribulación

Vinieran ante ti postradas

A pedir tu protección,

Oye nuestra humilde voz

Diciéndote con afán,

Que alcances allá de Dios

Mande un buen temporal,

Como Señor San Isidro

Este privilegio tienes;

Multiplica nuestros bienes

Ramón Nonato te pido.

Desde la Tierra a la Gloria,

Que es la que todos deseamos,

Haz que cantemos victoria

Todos los que a ti llamamos

En la purificación

De la Santísima Virgen,

En ese día tan feliz

Nació Señor San Ramón,

Nuestra devoción te dice

Que a ti nos encomendamos,

Que nadie nos fiscalice

Con el fin de calumniarnos,

Por esa sangre preciosa

Que de tus labios vertías,

Cuando el candado ponían

En tu boca milagrosa.

Diez veces cada mes

El candado así te abrían,

Y luego te lo ponían

Para hacerte padecer.

Pero un día en tus manos

Gran milagro se veía:

Los dulces nombres grabados

De Jesús y de María,

Por tantos padecimientos

Que por tu fe toleraste,

Líbranos de cruel desastre

Y de malos pensamientos.

Tu devoción es la base

De los pobres afligidos;

De los presos en la cárcel,

De los que se hallan cautivos,

Mándales a manos llenas

Tu bendición desde el Cielo;

Alíviales en sus penas.

Mándales algún consuelo,

A las ánimas benditas,

Ramón Nonato te pido

Tú las lleves, ¡pobrecitas!

Al cielo a gozar contigo

Haz que todos frecuentemos

La sagrada Comunión

Y que todos procuremos

Conservar tu devoción.

Amén.


Están concedidos 80 días de indulgencia por el Señor Obispo de Monterrey, a todas las personas que trajeran esta oración.

-Colaboracion de Carlos Villaman


lunes, 30 de agosto de 2021

NOVENA A LA NATIVIDAD DE MARÍA SANTÍSIMA


 NOVENA A LA MATRONA SANTA ANA

EN LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, NUESTRA SEÑORA, SU SANTÍSIMA HIJA


Consagra la devoción de un humilde capellán esclavo suyo


Sácala a la luz el Br. D. Baltasar Guerrero Portillo, su afectísimo hijo, rendido esclavo, humilde capellán y protector de su cofradía, fundada con autoridad apostólica en la parroquial Iglesia de San José, de la Ciudad de Puebla de los Ángeles


Dedicada a la gloriosa Santa, y se empieza el día treinta y uno de agosto


Reimpresa en Puebla de los Ángeles, por Cristóbal Tadeo de Ortega y Bonilla, en la calle de los mercaderes. Año de 1738


ORACIÓN PREPARATORIA

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, dador universal de la gracia, ampáranos Señor y danos un dolor perfecto de nuestros pecados, para que en tu gracia andemos esta novena, en honra y gloria del Nacimiento de Nuestra Señora la Virgen María, dándole los debidos parabienes a Señora Santa Ana, por este admirable nacimiento, por el cual nos conceda un ardiente amor y una cordial devoción. Concédenos Señor, un dolor verdadero y lagrimas de contrición, para confesar enteramente todas nuestras culpas, y un aborrecimiento de ellas, de fuerte que el corazón se nos parta de dolo de haberte ofendido, que arrepentidos proponemos con tu gracia divina, nunca más ofenderte, que así lo esperamos de tu infinita misericordia, por la intercesión y méritos de tu soberana Abuela Señora Santa Ana, para que en tu gracia andemos esta novena, en memoria de los nueve meses que tu Santísima Madre nuestra Señora la siempre Virgen María, estuvo en el vientre de su Santa Madre y ama nuestra Señora Santa Ana, por cuya protección merezcamos el recibirte Sacramentado dignamente, en este día y en los demás de ella, para lograr lo que te pedimos, si es para honra y gloria tuya, y bien de nuestras almas. Amen. 


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, Ana gloriosa, que mereciste ser escogida del Eterno Padre, dándote un entendimiento tan soberano, para que llena de fe, tuvisteis tolerancia en tanta esterilidad, sufriendo tantas afrentas y trabajos: alcánzanos Señora y ama nuestra de tu Santísimo Nieto, que nuestros entendimientos con la luz clarísima de la fe, no pierdan de vista a Dios en todas nuestras acciones, que por tu intercesión esperamos gozar de su Divina Majestad en la gloria. Amen. 

- Se rezan nueve Padres nuestros y nueve Aves Marías con Gloria Patri, en reverencia de los nueve meses que Nuestra Señora estuvo en el vientre de Señora Santa Ana. 


DEPOSITO DE LA NOVENA

Oh gloriosísima Matrona Señora Santa Ana, Madre soberana de María Santísima y Abuela feliz de Dios: nosotros te depositamos estos nueve Padres nuestros y Aves Marías, en honra, agradecimiento y recuerdo de los nueve meses que en tu vientre trajiste a la Madre de nuestro Redentor, te consagramos, dándote regocijados de tan soberanas dichas, los debidos plácemes, y pidiéndote con afecto de Hijos, y rendimientos de esclavos, te dignes aceptar con nuestro afecto estos cortos obsequios, y por ellos merezcamos el patrocinio de tu intercesión piadosa, para alcanzar de Dios nuestro Señor, lo que en esta novena te pedimos, y que todo sea en gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amen- 

-Se rezan cinco Salves a los Cinco Señores.


DEPOSITO DE LAS CINCO SALVES

Suplicámoste Dios y Señor nuestro, que aceptes estas cinco salves, que depositamos a los cinco Señores Jesús, María, José, Joaquín, y Ana, para que, por su intercesión, merezcamos el conseguir lo que en esta novena pedimos a Señora Santa Ana, que nos alcance de su Santísimo Nieto, favores de su agrado y gracia, con que merezcamos servirle, agradarle y no ofenderle. Amen. 


DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Saludámoste gloriosa Matrona Señora Santa Ana, por los inefables gozos, alegrías y consuelos espirituales, con que después de la ignominiosa esterilidad, dos veces infecunda, que con tu Santo Esposo San Joaquín padeciste, te lleno el Señor el ánimo, espíritu  y corazón, cumpliendo su profética promesa de la generación de aquel prodigioso mixto de naturaleza y gracia, amasado de esta, en aquella a esfuerzos de la Divina Omnipotencia, esmeros de celestiales favores e influjos de vuestras heroicas virtudes, María Santísima, que concebida de tu Santo Esposo en tu vientre preciosísimo, venera hoy nuestra devoción: Gozamos Señora nuestra de nuestros festivos júbilos, y convidamos a toda la Corte Celestial, para que de nuestra parte te den los debidos plácemes, y con nosotros celebren esta Concepción graciosa, alcanzándonos para aplaudirla, la pureza de alma y cuerpo, que es lo que, para agradar en esta novena pedimos, por vuestra intercesión a Dios nuestro Señor. Amen. 


DÍA SEGUNDO 

ORACIÓN

 Oh Soberana Matrona Señora Santa Ana, Dios te salve Abuela querida del Eteno Verbo, Madre de la Madre de Dios, sabe pía y muy benigna Arca del Tesoro, Ciprés consagrado, salve Concha nitidísima donde la mejor perla, María Santísima, fue concebida, llena de los orientes de la gracia. Ave Turris vencedora, Ave Sol resplandeciente, Ave Rosa entre las flores, Ave Azucena olorosa, dulcísima Madre de la mejor Hija, Soberana Matrona Señora Santa Ana, recíbenos estos elogios, con que hoy, segundo día, te saludamos, aceptando nuestros corazones, que humildes te dedicamos, alcanzándonos de Jesús, tu Santísimo Nieto, el buen suceso de lo que te pedimos, si es de su divino agrado. Madre y Señora Santa Ana, sednos piadosa ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen. 


OFRECIMIENTO

Salúdote Soberana Matrona, Señora Santa Ana, por aquel singularísimo favor, con que luego que concebiste tu Santísima Hija María, Señora nuestra, por la unión de tu purísima Alma, con tu castísimo cuerpo, se dispuso el Altísimo Señor, para purificar tu cuerpo y elevar ilustrada tu alma, con aquella visión intelectual que tuviste del mismo Dios, iluminándote con altísimas inteligencias del misterio soberano de la Encarnación, infundiéndote un intimo conocimiento de su alteza, y de todos los divinos atributos que en sobresalen, declarándote el cómo había de nacer de Madre Virgen, y de que esta Virgen Madre de Dios, era la que acababas de concebir, y en tu vientre se formaba, quedando con esto tu Espíritu, cuanto mas apartado de toda criatura, mas unido y reconcentrado con Dios: por este favor te pedimos Señora y Madre nuestra, nos alcances del Señor, que apartándonos de todo lo terreno, por aborrecimiento a las cosas mundanas que le desagradan, nos una a su Majestad, reconcentrándonos así con el amor, conocimiento, y aprecio de su Encarnación Sacrosanta, y nos conceda lo que en esta novena le pedimos, si es de su divino agrado. Amen. 


DÍA TERCERO

ORACIÓN

Oh Matrona Señora Santa Ana, Raíz en donde nace la mejor vara, María, para que de ella brote la mejor flor, Jesús, tu santísimo Nieto. Oh Ana, que con tanta esterilidad como padeciste, te envió Dios el consuelo puro y sin macula de culpa, enclaustrando en tus entrañas a la hermosa entre todas las mujeres, María Santísima nuestra Señora, ya no pasaras tanto oprobios como has pasado en tu esterilidad, pues el Sumo Sacerdote te arrojaba del Templo, diciéndote que como pasabas a aquel lugar sin fruto, y tu clamas al Cielo con suplicas y oraciones, que eras tus ojos dos fuentes, traspasando tu cuerpo con ayunos y mortificaciones, dando tu caudal a los pobres, por este deseado fruto, gózate Matrona y ama nuestra, pues tienes por hija a una Reina. Y tu querido Joaquín, que padeciste las mismas afrentas, regocíjate, que el Señor te ha dado una Hija, que es la que ha de ser Madre del Mesías prometido, y en compañía de tu Santa Esposa, recíbenos este tercer día de la novena, que en memoria de los nueve meses que estuvo en el vientre de Señora Santa Ana, tu Santísima Hija, te pedimos nos alcances pureza de alma y cuerpo, y lo que te pedimos, si es para gloria de Dios y bien nuestro. Amen.


OFRECIMIENTO

Salúdote Excelentísima Matrona Señora Santa Ana, a quien por amor de la que en tu vientre se forma para digna Madre del Hijo de Dios, te elevo y purifico todo lo corporal, e ilustro tu espíritu y tus potencias, en que el punto de la Concepción Purísima de tu Santísima Hija, su privilegiado cuerpecito, con especial influjo de Dios, dispuesta en un instante simultáneamente, se organizase, se formase y animase juntamente: pedímoste Señora, por estos especiales beneficios del Señor, nos alcances de su Majestad, pureza de cuerpo y de alma, ilustración del espíritu y las potencias, fervor de la voluntad y el corazón, para saberle agradecer a nuestro gran Dios y Señor estas mercedes y privilegios, que para bien de nuestras almas y consuelo de nuestros corazones te hizo, y concédenos lo que en esta novena te pedimos, si nos conviene para mayor honra, gloria y servicio de Dios nuestro Señor, y tuyo. Amen. 


DÍA CUARTO

ORACIÓN

Oh dulcísima Señora Santa Ana, Madre de la Hija mas pura, la mas poderosa. Dios te salve, Torre guarnecida de diamantes, Dios te salve, Luciente Estrella. Oh Ana, y Señora, a quien Jesús ama tanto, que se alegra que te celebren por fértil campo que tuvo en sus entrañas escondido nueve meses el más rico tesoro, María Santísima Señora nuestra. ¡Oh Señora y ama nuestra! que alegrías y regocijos tendrías en ellos, rodeada de Ángeles que te servían de escuadra, en defensa de su Reina y Señora que estaba en tu castísimo vientre: damoste regocijados los debidos plácemes por las alegrías y júbilos que en estos nueve meses tuviste, y te suplicamos con el rendimiento de esclavos, nos recibas en este cuarto día de la Novena, con lo fino y amoroso de vuestros corazones y alma, para que a la hora de nuestra muerte, nos confortes con tu amorosa presencia, librándonos en aquel riguroso trance, de las acechanzas y tentaciones del infernal dragón, presentando nuestras almas con la divisa de tu nombre, que es gracia a Dios nuestro Señor. Amen.


OFRECIMIENTO

Saludámoste misteriosa Arca, Señora Santa Ana, que encierras la fecunda vara que dio la mejor Flor del campo, dulce Mana para sustento del escogido pueblo, y las tablas de la Evangélica Ley, en tu ya concebida Hija, para Madre de Jesús, adornada desde hoy la mas perfecta, pura, bella, hermosa, agradable y graciosa de todas las puras criaturas, en lo corporal, y en el alma libre de toda mancha, imperfección y defecto de la culpa, colmada de todas las gracias, virtudes, dones y perfecciones, prerrogativas y excelencias convenientes a suprema dignidad, en cuya Soberana Concepción cedió la naturaleza a la gracia, y se paro temblando absorta, porque no se atrevió a procurar el engendro de la gracia, sino que aguardo un poco, mientras la gracia producía en el su fruto, nosotros te pedimos por los júbilos singularísimos que en todo esto lleno tu Espíritu y alma, y rebosando hasta por los ojos, salían a bañar todo tu cuerpo santo, nos alcance tu intercesión piadosa, el que preocupados todos de la divina gracia, detestemos con firme resolución todo lo que de Dios nos aparta, cumpliendo perfectamente su santa Ley y mandatos, y que por ti nos conceda lo que en esta novena le pedimos, si es de su divino agrado y tuyo. Amen. 


DÍA QUINTO

ORACIÓN

¡Oh bienaventurada Madre! ¡Oh incomprensible grandeza de Señora Santa Ana! que Dios te hizo su Soberana Abuela, a ti esta obligada toda criatura, porque te ofreció aquel don, que se aventaja a todos los demás dones, pues nos diste una Madre para nuestro Redentor, el, que siendo Dios, se hizo hombre, naciendo de Madre Virgen, y esta Madre naciendo de ti, para nuestra Protectora, guía, amparo y defensa, logremos por tus ruegos, su intercesión, y recíbenos este quinto día de la novena, en memoria del quinto mes en que tu vientre estuvo tu Santísima Hija, María Señora nuestra, alcanzándonos de tu Santísimo Nieto, lo que pedimos, si es para gloria suya y bien nuestro. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Real camarín y ama nuestra Señora Santa Ana, donde se armó, dispuso, enriqueció y adorno el lecho virginal, y reclinatorio preciosísimo del verdadero Salomón, Cristo, por los inexplicables gozos que sentisteis cuando viéndolo formado en tu vientre santo, los Ángeles se regocijaron, festivos gozándose de sus exquisitos privilegios, y dando a Dios especiales gracias por ellos, reconociéndola, adornándola, y como jurándola por Señora y Suprema Emperatriz, deseando servirla y asistirla, le dieron la obediencia, y por su respecto y atención, a ti Soberana y Señora Santa Ana, te asistieron como de guardia y respeto obsequioso: Haz, Madre y ama nuestra, que por estos tus gozos y privilegios, merezcamos la especial asistencia y defensa de nuestros Santos Ángeles de la Guarda, que nos libren de todos nuestros enemigos visibles e invisibles, nos dirijan y encaminen a el servicio de Dios nuestro Señor, y contigo nos alcancen de su Majestad, lo que en esta novena le pedimos, que sea de tu divino agrado. Amen.  


DÍA SEXTO

ORACIÓN

Oh portento nunca bien ponderado de Santidad, insigne Matrona Señora Santa Ana, Madre de la hija mas pura, y palma frondosa, Dios te salve, que disteis por fruto a la mas dulce y siempre Virgen María, relicario purísimo de Dios ¡Oh Ana y Señora! dichoso el que te sirve como tu Santísima Hija quiere, pues dice: “Quien a mi Madre sirviere, de hermano le nombrare, y tendrá en mi una Madre y una Abogada que le defienda” ¡Oh emperatriz de los Cielos! espejo en que Dios se mira, míranos como Hijos y hermanos tuyos, y pues merecemos este nombre, recibe este día de la novena, que a tu querida Madre hacemos, alcanzándonos de Dios nuestro Señor, lo que pedimos a Señora Santa Ana, logremos por tu patrocinio ahora y siempre. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Riquísimo Gasofilacteo del Templo de Dios y Matrona nuestra Señora Santa Ana, por los intensísimos y heroicos actos de amor, agradecimientos, cultos, alabanzas y gracias que continuamente dabas a su Majestad, viendo depositado, aquel celestial preciosísimo Tesoro, de la que había de ser Purísima Madre, gozándose de ser tu Hija, y tenerla en tus dichosas entrañas, abismándote humillada, y deshaciéndote abatida hasta la nada, y ensalzando en todo y por todo a la Divina Bondad y largueza, que tanto abismo de gracias, dones, excelencias, privilegios y prerrogativas había desatado en tu hija, y depositando con ella en tu vientre, para que, participando de ellas, no solo tu extática alma, sino tu arrobado cuerpo volase como Argentífera a la pronta excursión de la voluntad divina, con el más perfecto cumplimiento de todas tus obligaciones, has soberana Señora y Madre nuestra, que cumpliendo nosotros con las que tenemos de hijos, devotos y esclavos tuyos, imitando tus virtudes, sirvamos a Dios, a su Madre y a ti, y por estos tus merecimientos, alcánzanos de su bondad y franqueza, lo que en esta novena le pedimos, si es de su santo agrado y el tuyo. Amen.


DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

¡Oh Tesorera del Sagrario mas puro del Hijo de Dios, y Matrona Señora Santa Ana! jazmín oloroso, rosa bellísima por la purpura de tus mortificaciones y ayunos, complemento de las mas perfectas virtudes, que con tu tolerancia en tanta esterilidad y continuas suplicas a Dios, mereciste ser consolada y enriquecida con la más preciosa Margarita, María Santísima nuestra Señora, que ya en los palacios de tu vientre, tienes jurada Reina de los Ángeles. Oh dicha incomprensible de haberte el Señor levantado a ser Madre de la Madre de Dios, por este tan soberano beneficio te pedimos, si con afectos de hijos, con rendimiento de esclavos, nos aceptes este séptimo día de la novena, y con el corto de nuestros obsequios, lo fino de nuestro amor, suplicámoste nos alcances de tu Santísimo Nieto, el buen despacho de nuestras peticiones, y lo que mas nos convenga para nuestra salvación. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste, septenario de dones del Espíritu Santo y virtudes del Altísimo Dios Señora Santa Ana, por aquella obsequiosa cooperación, hacendosa familiaridad, indemne reconocimiento, pronta obediencia, rendida adoración, humilde acatamiento y apreciada asistencia, con que los siete Príncipes de los Ángeles, con sus ejércitos y coros Angélicos asistieron a tu Santísima Hija María, desde el punto de su generación y Concepción en tu vientre santo, y por su respeto concomitante, y necesariamente a tu su dichosísima Madre Señora Santa Ana, como de guardia, Embajadores, Confesores, Asistentes, Familiares, Ministros y Cortesanos, y por estos singularísimos privilegios, aquellas tus excelentísimas virtudes y gracias, repetimos nos alcances de quien tan indecibles favores te hizo, infunda en nuestros corazones y almas, los dones del Espíritu Santo, y nos llene de las virtudes y gracias, que para servirle, agradarle, y salvarnos, necesitamos, y nos conceda lo que en esta novena lo que pedimos, si es de su divino agrado. Amen. 


DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Oh Purísima Misteriosa fuente, segura guía, resplandeciente lucero, brillante Matrona Señora Santa Ana, bendito el vientre en que enclaustrasteis a nuestra Señora, la siempre Virgen María. Oh que alegría seria en ti verte ya cercana a aquel dichosísimo parto en que habías de dar a la más pura luz, y alegría del mundo, toda absorta con aquellas felices nuevas que el Arcángel San Gabriel te anuncio habías de parir una Hija poniéndole por nombre María, la cual ha de ser Madre del Mesías prometido, ¿Qué coloquios tendrías llena de alegría? por estos júbilos te suplicamos, nos aceptes este octavo día de la novena, que si hasta aquí ha sido en nosotros una devoción tibia, desde hoy será tan ardiente y firme, que visiblemente moriremos antes que desfallecer, suplicámoste para el cumplimiento de esta palabra, nos alcances de tu Santísimo Nieto, la perseverancia en el cumplimiento de su santa ley, y lo que pedimos, si es para gloria suya y bien nuestro. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Velona Sagrada, y mujer fuerte, por aquellas celestiales músicas y aclamaciones angélicas, con que te cantaban las victorias y celebraban los triunfos que conseguiste contra el demonio, que atormentado con los indicios de tu preñez, pretendió tantas veces, por tantos medios, con tan variadas industrias, exquisitas sugestiones, y rabiosas mañas, quitarte la vida y a tu Santísima Hija, ya queriéndote echar la casa encima, ya con asombrosos espantos y sustos terribles, ya con atroces tentaciones, ya excitando, moviendo y sugiriendo para ellos criaturas extrañas y domésticas, familiares, que con odios, rencores o venenos, te matasen, y con tu generoso, humilde, paciente, sufrido, y amoroso animo y corazón, resististe, venciste y atrajiste a tu apreciativo amor y conocimiento, rechazando con desprecio todos sus infernales asaltos, en que con el ejercicio perfecto de todas las virtudes, te levantasteis a la perfección del mayor merecimiento, haz que, por el Señora y Madre nuestra, merezcamos ser libres de todas las asechanzas, sañas, tentaciones y sugestiones del enemigo, y que logremos una caridad perfecta y formada de todas las virtudes, alcanzándonos lo que en esta novena pedimos, si nos conviene al servicio de Dios. Amen. 


DÍA NOVENO

ORACIÓN

Espejo de Santidad y Matrona nuestra Señora Santa Ana, saludámoste Reina y manantial de virtudes, saludamos vuestro glorioso alumbramiento, el dichoso nacimiento de la Reina de misericordia, consuelo de afligidos, salud de los enfermos, sagrada estrella de la mañana, María Santísima Señora nuestra, seas bienvenida Emperatriz de los cielos, alegría de los santos, regocijo festivo del mundo, pues ya tiene a la Madre de su Redentor, saludamos vuestro virginal corazón, el cual fue puro y limpio de todo pensamiento de pecado, saludamos gloriosísima Madre Señora Santa Ana, tu venerable vientre, saludamos los nueve meses de tu preñez, en los que hospedasteis en el a la gloriosísima siempre Virgen María nuestra Señora, saludamos tu santísima anima adornada de todos los preciosos dones y gracias de que Dios te adorno, para ser inmediatísima Abuela del Verbo, y a tu Santísima Señora y Madre de Dios, te saluden y den el parabién de tu feliz nacimiento los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines, Tronos, Dominaciones, Principados y Virtudes. Oh caritativa Señora Santa Ana, goza muy en hora buena este deseado fruto, esta hermosa Niña, este espejo cristalino, este jazmín oloroso, esta cándida azucena. Oh Señora y como solo los Ángeles e inteligencias celestiales eran dignos de darte este parabién, merezcamos hoy tus hijos y esclavos, ayudados de la gracia divina, que con fervoroso afecto digamos: Seas bienvenida dichosísima Niño, Hija de Dios Padre, hermosísima Niña, para ser Madre de Dios Hijo, dulcísima Niña, Esposa del Espíritu Santo, siempre virgen María, templo de la Santísima Trinidad, arco hermoso que diste la paz, floresta amenísima de Dios, por cuya intercesión esperamos el bien de nuestras almas, y tú, dulce Madre Señora Santa Ana, recibe nuestros corazones, que humildes te ofrecemos esta novena, que obsequiosos te dedicamos los nueve meses que en tu vientre Santo estuvo tu Santísima Hija y Señora nuestra la Virgen María, para que la presentes a tu Santísimo Nieto, como cosa tuya, y le pidas nos conceda la gracia para servirle, ternura para amarle, fuerzas espirituales para agradarle, dolor de nuestros pecados para gozarle, y que todas nuestras obras redundes en honra, gloria y alabanza suya. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste clara Aurora, que al romper el alba pariste a los nueve meses aquel claro, refulgente y todo lucido día de la ley de gracia, María Santísima, para nueva bienaventuranza del Cielo, gloria singular de la tierra, restauración de los Ángeles, redención de los hombres, y regocijo colmado de ambos orbes, sálvate Dios, florido fecundo y amenísimo campo, que brotaste la vara sacerdotal y floreciente centro de quien sin nudo de corrupción, descapullo la escogida flor del Mesías, Jesús Nazareno, que quiere decir florido, saludámoste imperial Matrona, y damoste la enhorabuena de tu feliz parto, deseando acompañar con júbilos y festejos a los Ángeles, que contentos lo celebran, dando a Dios las gracias, los plácemes a el mundo, la noticia al Limbo, y con todos adoramos a tu tierna Hija, Reina nuestra y Madre de nuestro Redentor: gozamonos Madre y Señora Santa Ana de estos inefables gozos y regocijados júbilos que tuviste en tu felicísimo parto, sin dolor, asedio ni molestia, todo lleno de alegría verdadera, y por él te pedimos, nos alcances los verdaderos gozos de la gloria, los prententaneos auxilios de la gracia, los aumentos a la Santa Iglesia y su Cabeza, la paz entre los príncipes cristianos, la exaltación de nuestra fe católica, la extirpación de las herejías, y reducción de los infieles y sectarios al gremio de la Iglesia, los buenos deseos a los navegantes, la libertad a los cautivos, la conversión de los pecadores, los bienes temporales para nuestra salud y sustento, el socorro de nuestras necesidades, el alivio de las benditas Almas del Purgatorio, y lo que en esta novena te hemos pedido, para que favorecidos de tu patrocinio, vayamos a gozar a Dios en la gloria. Amen.

domingo, 29 de agosto de 2021

TRIDUO A LA LENGUA DE SAN ANTONIO DE PADUA

TRIDUO A LA LENGUA INCORRUPTA DEL GLORIOSO SAN ANTONIO DE PADUA

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Postrado a tus pies, oh amantísimo protector mío San Antonio, te ofrezco este ejercicio que voy a practicar en tu nombre, para alabar a Dios, como tu lo hiciste con tu lengua bendita, para que me alcances del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final y la gracia que solicito en este ejercicio. Amen.

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Oh glorioso San Antonio de Padua, que por haber empleado tu bendita lengua en alabar al Señor y por haber predicado tan fielmente el amor a Jesús y a la Virgen María, mereciste que Dios la conservara incorrupta hasta nuestros días. Acepta mi felicitación por la honra y gloria de este prodigio, mientras en espíritu venero tan preciosa reliquia, y te ruego me alcances la gracia de amar, servir y alabar a Jesús y María todos los días de mi vida. Amen.

-Se rezan tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias.

 

ANTÍFONA: Oh Lengua bendita de San Antonio, que tanto alabaste al Señor, e hiciste que otras te alabaran. Ahora se ve claramente cuan grandes fueron tus méritos delante de Dios.

 

L/: Ruega por nosotros, glorioso San Antonio

R/: Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo

 

ORACIÓN: Oh Dios, de quien procede todo bien y consuelo, infunde en nuestro corazón la virtud de la fe, esperanza y caridad. Y así como conservaste incorrupta la lengua de tu siervo Antonio, concédenos por sus méritos, que, siguiendo sus ejemplos en la tierra, te bendigamos para siempre en el cielo. Por Cristo, nuestro Señor. Amen.

 

RESPONSORIO

Si buscas milagros, mira:

muerte y error desterrados,

miseria y demonio huidos,

leprosos y enfermos sanos.

 

El mar sosiega su ira,

redimense encarcelados,

miembros y bienes perdidos

recobran mozos y ancianos

 

El peligro se retira,

los pobres van remediados;

cuéntenlo los socorridos,

díganlo los paduanos.

 

El mar sosiega su ira,

redimense encarcelados,

miembros y bienes perdidos

recobran mozos y ancianos.

 

L/: Ruega a Cristo por nosotros, Antonio glorioso y santo,

R/: para que dignos así de sus promesas seamos. Amén.

 

ORACIÓN: Haced, ¡oh, Señor!, que la intercesión de vuestro confesor y doctor San Antonio llena de alegría a vuestra Iglesia para que siempre sea protegida por los auxilios espirituales y merezca alcanzar los eternos goces. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Oh compasivo San Antonio de Padua, que por la dulzura con que trataste a los pecadores, por el celo con que desterraste la herejía, por las palabras de consuelo que tuviste para los menesterosos y afligidos, te hiciste merecedor que Dios conservara fresca y sonrosada tu lengua, te suplico, mientras en espíritu venero tan preciosa reliquia, me obtengas un verdadero amor al prójimo, y en especial a los mas pobres y necesitados. Amen.

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Oh prodigioso San Antonio de Padua, que por haber empleado tu lengua en hacer que todas las criaturas alabaran al Señor, mereciste que Dios la preservara de la corrupción después de la muerte, escucha las alabanzas que por ello rinden tus devotos en la tierra, y yo, que, en espíritu, venero tan preciosa reliquia, y te pido, que por los méritos que con ella adquiriste, me alcances del Señor la gracia de resignarme por completo, ahora y siempre a la Divina Voluntad. Amen.

 

VISITA AL SEÑOR DEL CALVARIO DE TLACOTEPEC

VISITA AL SEÑOR DEL CALVARIO DE SANTA CRUZ TLACOTEPEC

 

Imprenta de la Calle de Santa Teresa, México

 

ORACIÓN

Omnipotente Señor de todo lo creado, Rey eterno del Universo, ten piedad de mi alma atribulada, perdona mis pecados, dadme valor para luchar contra los malos pensamientos. Mi corazón esta verdaderamente contrito, y por lo mismo, espero tu perdón, implorando a la vez tu amparo divinísimo en cualquier riesgo en que me vea. ¡Oh Santísimo Señor de Tlacotepec! sacrificado y moribundo, acercadme a vuestra Cruz, y no permitáis que yo jamás descienda de ella… Yo me arrojo a vuestros brazos, y me abandono enteramente a vos, no teniendo otra esperanza para mi salvación que la que nos inspira la muerte. Amen.

-Padre nuestro, Ave María y Gloria.

 

Dulcísimo Jesús, manso cordero

que a padecer por mi te sujetaste,

y tu sangre preciosa en un madero

con amor y paciencia derramaste.

-Padre nuestro, Ave María y Gloria.

 

Suspende ¡Oh Dios! tu brazo justiciero

dándonos tu perdón, Jesús, ya basta,

no nos mires, Señor, con rostro airado

misericordia, misericordia, Señor Crucificado.

-Padre nuestro, Ave María y Gloria.

 

 

DESPEDIDA

Adiós Señor del Calvario

ampáranos siempre tú,

en los caminos y riesgos

por tu amargura en la Cruz.

 

Nos despedimos pensando

que tus milagros por cien,

concederás a nosotros,

en ocasión cualquier.

 

Adiós pues, con toda el alma

te decimos con dolor

danos para concluir

¡Oh Señor! tu bendición.

TRIDUO A NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE NAUCALPAN


FLORILEGIO DEDICADO A NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE NAUCALPAN

 

Imprenta de Santa Teresa, México

 

ACTO DE CONTRICION

Jesús, Jesús mío, adorado Señor en todo el Universo ¿Quién soy que con tanto descaro hoy asisto ante tu presencia, sino un miserable gusano de la tierra, que nada absolutamente se juzga indigno de tu divina clemencia? ¡Ah Señor! tened piedad y misericordia de este infame y vil pecador, que, postrado a tus plantas, pide con el fervoroso acento de su alma el perdón de sus pasadas culpas. Has contemplado ¡Oh Divino Jesús! que el ha sido la causa de que hayas expirado en el Santo Madreo de la Cruz, el considera los amarguísimos dolores que sufre tu Madre Santísima al pie de la Cruz. Por todas estas reflexiones ¡Oh mi Señor Jesucristo! pídele a su Divina Majestad, que, considerando mi verdadera contrición, sea digno de acatar y bendecir el misterio Augusto de la Santísima Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.  

 

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

¡Oh portentosa y milagrosa Imagen, que, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, amparas y proteges a cuantos recurren a tu eficaz auxilio! a ti Madre Santísima, dedico el primer día de este triduo con todas las veras de mi corazón, a fin de que pongas remedio a mis necesidades, por la intercesión de todos los bienaventurados, los que están bajo tu patrocinio, así te lo ruego por la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Amen.

-Se rezan tres Padres nuestros y Aves Marías y la siguiente:

 

 

ANTÍFONA

¡Oh Virgen María de los Remedios! protectora singular de la Republica indiana, cuyo patrocinio es privilegiado en los años faltos de lluvias, a ti nos acogemos para que rocíes los corazones de todos los mexicanos, del agua que mano del costado de tu Santísimo Hijo, para que fructifiquen en ellos las buenas obras que se necesitan por las penurias que atravesamos, mirándonos con benignidad para que obtengamos la tranquilidad y bendición de tu Santísimo Hijo que tanto anhelamos. Amen.

-Se reza una Salve y luego se termina con lo siguiente:

 

 

ALABANZAS

Alabada sea tu gracia

Oh Virgen y Madre nuestra,

en ti la bondad se muestra

pues destierras la desgracia,

Tu, del infernal, la audacia

ahuyentas en un momento,

y en nuestro humilde aposento

allanas todos los medios,

porque eres en los remedios

un celestial aliento. Amen.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

¡Oh Santísima Madre y Señora nuestra, que, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, tienes una mirada compasiva para todos cuantos imploran tu divina gracia! A ti, Madre mía, ocurro hoy, dedicándote este triduo, a fin de que te dignes concederme lo que esta vez te pido, y es la purificación de mi alma y el alivio de todas mis necesidades espirituales y temporales, hazlo por la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Amen.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

¡Oh Santísima Virgen, adorada y venerada bajo la advocación de los Remedios! tu eres el verdadero refugio de los pecadores, el más eficaz consuelo de los afligidos, el lucero mas brillante ante el trono del Señor, la Madre singular de la caridad, a ti me acojo con todas las veras de mi corazón, para que dignes ¡Oh Madre mía! recibir este triduo que, fervorosamente te dedico, a fin de que tomando en consideración mi ardorosa fe, te dignes indicarme el camino del cielo, donde gozas y reinas en compañía del sagrado Misterio de la Santísima Trinidad, por los siglos de los siglos. Amen.

 

-Concedidos 40 días de indulgencias a quien rezare con devoción este triduo.

ORACION AL SEÑOR DEL PENSAMIENTO DE SANTA CLARA


ORACIÓN AL SEÑOR DE LA HUMILDAD

 

Que se venera en la Iglesia de Santa Clara de la Ciudad de Guatemala

 

Omnipotente Señor y bondadoso Padre, que, para abatir la soberbia humana, dejaste el cielo por la tierra y abrazaste a todas las humillaciones, hasta el punto de revestirte de nuestra naturaleza pecadora, cargando sobre tu purísimo cuerpo, los dolores y los oprobios que solo nosotros merecíamos. Lleno de confusión, vengo a postrarme a tus pies, pidiéndote perdón de todas mis ingratitudes.

 

Tu que todo lo sabes, conoces bien cuanta es mi debilidad y miseria y solo tu puedes remediarla. Penetre tu mirada compasiva hasta lo mas profundo de mi alma angustiada, y haz brillar en ella la esperanza y el perdón. No me dejes de tu mano, Soberano Señor, porque solo tu tienes palabras de salud y vida.

 

Muchos son los favores que has concedido a los que a ti acuden y aunque indigno de ellos, me atrevo a suplicarte que atiendas benigno mis suplicas. No olvides ¡Oh Dios! que soy tu hijo, redimido con la sangre de tus llagas. En ti y solo en ti pongo toda mi fe y confianza. Amen.

 

- Se rezan cinco Padres nuestros, Aves Marías y Glorias en memoria de las cinco Llagas y tres Salves a las tres necesidades de María al pie de la Cruz.

 

-Colaboración del Prof. Miguel Morales 

jueves, 26 de agosto de 2021

MARTES A SAN RAFAEL ARCANGEL


PIADOSA VISITA PARA LOS MARTES

EN HONRA DEL GLORIOSISIMO ARCANGEL SAN RAFAEL

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

    

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: Ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los ángeles, a los cuales encomendasteis la guarda de los hombres; yo os ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus y los de vuestro Arcángel San Rafael, que siendo de los superiores bajó a ser guía, guarda y compañero de aquel piadoso joven Tobías, librándolo en los caminos, de los peligros de cuerpo y alma; yo os suplico que me concedáis la guarda, guía y protección de este soberano Arcángel, y la gracia que pido, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.

-Aquí se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Martas, y después esta:

 

ORACIÓN

Santísimo príncipe de la gloria y poderoso Arcángel San Rafael; grande en los bienes de la naturaleza, grande en los dones de la gracia, grande en el ardor de la caridad, grande en el resplandor de la sabiduría, grande en la piedad con los hombres, grande en poder contra los demonios, grande en la dignidad, grandísimo en la humildad, medicina de Dios, médico de la salud, príncipe de los médicos, perfectísimo en las curaciones, salud de los enfermos, luz de los ciegos, gozo de los afligidos, custodia de los caminantes, guía de los peregrinos, maestro de los que desean la perfección, protector de la virtud, celador de la gloria de Dios, ensalzador de la limosna, del ayunó y de la oración; ruégote, piadosísimo príncipe, por aquella caridad con que acompañaste á Tobías el mozo, guardándole de muchos peligros y librándole a él y Sara su esposa de aquel cruel demonio Asmodeo, sanando al anciano Tobías de la enfermedad que padecía en los ojos, y llenándole su casa y familia de muchos bienes, ene asistas en las enfermedades, me acompañes en l6s caminos, y me defiendas del demonio y de la torpeza, para que viviendo castamente en esta vida, merezcamos ver la luz de Dios en la eterna: y también os suplico me alcancéis lo que pido, si es para mayor gloria de Dios. Amen.

DIA PRIMERO DE MES A LA DIVINA PROVIDENCIA


DÍA PRIMERO DE CADA MES DEDICADO A LA DIVINA PROVIDENCIA

 

Impreso en Negrón Impresos, Calle 9 No. 1000.  Río Piedras, Puerto Rico.

Año 1937.

Con licencia eclesiástica

 

Puesto de rodillas ante una imagen de la Santísima Trinidad, hecha la señal de la cruz y el acto de contrición, Señor mío Jesucristo, etc., se dará principio con la siguiente:

 

ORACIÓN

¡Oh Dios y Señor nuestro! Uno en la esencia, trino en la persona, cuya potencia, sabiduría y santidad no son como las del hombre, débil, ciego y arrastrado de sus pasiones, ¡cuán grande sois, en todos vuestros atributos, y cuán admirable es, sobre todo el de vuestra Divina Providencia!, ella se extiende a todo lo que existe en el universo porque todo él, así como las criaturas todas están a Vos sujetas y dependen de vuestra Santísima mano. Sí Padre amantísimo, nuestro Creador de nuestras almas, y de nuestros cuerpos, Autor de la religión que profesamos y de la sociedad en que vivimos: nosotros reconocemos y confesamos con toda la sinceridad de nuestro corazón que vuestra providencia vela sin cesar sobre nosotros y que en vuestras paternales manos están perpetuamente nuestras suertes. Ella se apodera de nosotros, oye todas nuestras palabras, mira todos nuestros movimientos, está presente a todos nuestros proyectos y observa hasta nuestros deseos. Un cabello no cae de nuestra cabeza sin vuestra voluntad, así como de ella el más mínimo grano de arena no rueda a la orilla del mar. ¿A quién pues, debemos acudir en todas nuestras necesidades, aflicciones y peligros sino a Vos Señor infinitamente sabio, bueno y poderoso? ¿En qué otro sino en el de Vuestra paternal Providencia descansará el hombre combatido por las tentaciones, afligido por el dolor, atribulado por la desgracia, oprimido de la miseria, abandonado de sus semejantes y aún moribundo que pisa ya las sombras de la eternidad? ¿A quién recurrirá por remedio, por consuelo, por seguridad, si no a esa sabiduría infinita que todo lo gobierna, esa bondad suprema que todo lo dirige, a esa omnipotencia sin límite que todo lo obra? A esa Divina Providencia que rige y lleva todas las cosas a su fin, recurrimos humildes y confiados, porque reconocemos que no hay criatura alguna que no lo esté sujeta, ya lo quiera y ya lo temiera y locamente se resista. A ella recurrimos, porque solo descansando con humildad y confianza en sus sabias disposiciones, no será posible hallar la tranquilidad en medio de las tempestuosas olas del mar agitado de este mundo que por todas partes nos asaltan y combaten. Creyendo como creemos que la Providencia vela sobre las necesidades de nuestra alma y de nuestro cuerpo, nos acogemos a ella por los auxilios que nos son indispensables para nuestro provecho espiritual y sustento corporal integrados igualmente en el bien de la Iglesia nuestra y en la felicidad del estado a que pertenecemos, imploramos también vuestra protección, porque respecto de la primera tenemos por garantía la promesa del que ofreció estar en su compañía hasta la consumación de los siglos y porque a pesar de la incredulidad e irreligión convencidos estamos de que la política del cielo es la que dirige a sus altos fines los sucesos de las naciones, los errores o aciertos de los gobiernos. Firmes por lo tanto en esta creencia consoladora y que cual suave bálsamo cura todas nuestras llagas, reanima nuestra abatidas fuerzas y tranquiliza nuestras aflicciones y congojas, confesamos oh Dios y Señor nuestro, vuestra infinita, santísima y poderosa Providencia y con dulces lágrimas animadas de una viva fe, de una firme esperanza, del más ardiente amor y humilde reconocimiento a los innumerables beneficios hasta ahora recibidos de vuestra liberalísima mano que actualmente recibimos y que esperamos recibir toda la eternidad, entonamos como muestra de nuestra gratitud, aquel cántico del real profeta que desea nuestra fe sea siempre la mediación de nuestras almas y la perpetua oración de nuestros labios. Mientras yo me deje gobernar por mi supremo Señor nada me faltará. Los desiertos más áridos serán para mi amenísimos y muy fecundos pastos; la sombra terrible de la muerte me verá constante e intrépido si yo tengo a mi lado esta amable Providencia, sea vara con la que me guíe o bastón con que me hiera el pensar solo en ella dejará siempre en mí la misma alegría de mi espíritu. Porque estoy seguro que de un momento a otro su misericordia me asista y dirija mis pasos al camino de la gloria. Amén.

 

-Se rezan tres Credos gloriados con la siguiente:

 

 

ORACIÓN

¡Oh Dios cuya Providencia nunca se engaña ni yerra en sus disposiciones!, humildemente te pedimos aparte de nosotros todo lo que pueda perjudicar y nos des cuanto nos sea provechoso. Por Jesucristo, Señor nuestro. Amén.

 

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA

¡Oh Madre augusta de la Divina Providencia, la más ilustre y santa, la más accesible y tierna! Nosotros colocamos en vuestro maternal corazón nuestras tibias oraciones para que se inflamen con sus purísimas llamas, alcanzadnos, Señora, que nuestra humilde confianza en esa sabia, poderosa y vigente Providencia adquiera en terreno tan precioso y fecundo una belleza incorruptible, colores agradables, aromas delicados, virtudes divinas y un precio merecedor de eternos bienes de dicha feliz y perpetua de inmortales honores. Alcanzadnos de un tributo tan adorable y excelso que os hizo el brillante ornamento de la naturaleza humana y la luz más pura y esplendorosa del Empíreo, todos aquellos bienes así temporales como espirituales, sin cuyo goce no podemos hacer tranquilamente por este valle de lágrimas nuestra peregrinación a la bienaventuranza. A vuestra poderosa súplica deben los pastores de la Iglesia santa sabiduría, prudencia y celo, los magistrados la feliz dirección de los negocios públicos, los militares la clemencia que corona plausiblemente los triunfos, los pecadores su pronta sabiduría y saludable enmienda, los justos preciosos aumentos de la virtud y gracia, los labradores cosechas abundantes y la industria fecundos arbitrios y útiles progresos. En fin, hija inmortal y memorable de la Divina Providencia, cubridnos con su augusto manto para que comencemos desde este mundo, con nuestros cristianos procederes una felicidad que se consume algún día de un modo sorprendente y celestial, en los tabernáculos eternos. Amén.

 

-Se rezan tres Ave Marías saludando a la Santísima Virgen hija del Padre, madre del Hijo, esposa del Espíritu Santo, templo purísimo de la beatísima Trinidad y se ofrecerán en la siguiente:

 

 

ORACIÓN

Suplicámoste, Señor, que por la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, te dignes defender a esta familia de toda adversidad y protegerla propicio de las asechanzas de los enemigos, como te lo ruega postrada de todo corazón ante tu divina presencia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

ORACIÓN A LOS SANTOS

Oh ilustres moradores de la patria bienaventurada, Santos y Santas de la corte del Cielo, felicísimos hermanos nuestros, especialmente los que en el presente mes habéis logrado la incomparable fortuna de trocar la morada terrestre por la celestial el país de tentaciones, de dolores y peligros por la estancia gloriosa de premios, de goces y tranquilidad. Vosotros cubiertos con el escudo impenetrable de la Providencia divina, os mantuvisteis impávidos en medio de las más ejecutivas necesidades, de las más graves penas y de los mayores y más eminentes riesgos. Como nosotros habéis pasado en este valle de lágrimas días de lujo, días de quebrantos y de miseria, pero contemplando que todo cuanto os acontecía, ya en lo personal y ya en lo público, ahora fuese dulce, ahora amargo, todo venía ordenado por la inefable Providencia del Señor para vuestro bien en este mundo y vuestra dicha perpetua en la gloria, os supisteis conformar con sus adorables disposiciones , bendecirla y darle gracias por todo, recibirlo y aceptarlo como los más preciosos dones singularísimos beneficios. Alcanzadnos Señor que fiados en la Maternal Providencia que vela incesantemente sobre nosotros, nuestras más grandes tribulaciones espirituales y urgencias corporales  las miremos como amorosas pruebas y joyas futuras de nuestra corona, las calamidades públicas como medios de atraer así nuestros corazones y separarlos del amor a las enfermedades como salud y la muerte como principio de vida feliz e interminable para que purificados de esta manera como el oro en crisol, merezcamos haceros compañía en la bienaventuranza entonando cánticos que jamás tendrán fin, reservado tan sólo a los que peleando generosamente en este mundo se hagan dignos de la inmortal corona de gloria. Amén.

 

-Se rezan tres Padre Nuestros y Ave María gloriados y después se dirá la siguiente:

 

 

ORACIÓN

Concédenos, Dios Omnipotente, que la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y la de todos los santos apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y demás escogidos tuyos, nos llene perpetuamente de alegría para que al mismo tiempo que recordemos sus virtudes, experimentemos sus patrocinios. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

HIMNO DE SAN AMBROSIO Y SAN AGUSTIN: TE DEUM.

A ti Dios infinito te alabamos

A ti confesamos Señor nuestro

A ti toda la tierra venera

Por Padre Universal Santo y Eterno.

 

A ti todos los Ángeles postrados

A ti todos los ámbitos del Cielo

A ti las potestades que criaste

En la vasta región del Universo.

 

El querubín y el Serafín rendidos

Con incesante voz y acorde acento

Por Santo, Santo te proclaman

Y Dios de los ejércitos supremos.

 

El dilatado espacio de los cielos

El admirable giro de la tierra

De tu infinita majestad y gloria

Cumplida y felizmente se ven llenos

 

El gran coro de los Apóstoles gloriosos

Con el loable número profético

Y el ejército cándido de mártires

Te alaban a una voz y en un aliento.

 

A ti por todo el orbe de la tierra

La Iglesia universal como a su centro

En la fe de que debe, te confiesa

Con inmutable espíritu y afecto.

 

Por Padre de un inmenso poderío

Por Hijo venerado y verdadero

Por Espíritu Santo que procede

Del amor de los dos divinos pechos.

 

Tú eres Rey de la gloria Jesucristo

Tú eres Hijo del Padre sempiterno

Que por librar al hombre de la  culpa,

No rehusaste ya virgíneo seno.

 

Tú, venciendo las armas de la muerte,

Abriste a todo fiel creyente pueblo

De los antiguos padres y profetas

El esperado reino de los cielos.

 

Tú allá en la gloria de tu inmenso Padre

Posees a la diestra de su Imperio

Sobre todos los justos venturosos

El eterno feliz, glorioso asiento.

 

En el último día de los siglos,

Con alta Majestad en trono regio,

Creemos que vendrá, como lo ha dicho

A juzgar a los hombres juez severo.

 

Pedímoste, Señor, que a tus esclavos,

A aquellos infelices que tú mismo

Con tu preciosa Sangre redimiste,

Socorras a sus males y en sus riesgos.

 

Haz que entre el santo número de justos

Por la preciosa vida que sangriento

En la cruz nuestros pecados,

Felices en tu gloria nos contemos.

 

Por tu suma piedad y por tu gloria,

Soberano Señor, salva a tu pueblo,

Y sobre la heredad que es solo tuya

Eche la bendición tu brazo inmenso.

 

Gobierna, pues, Señor, a los vasallos

Dirige sus acciones y sucesos

Y ensalza su poder eternamente

En los dichosos siglos venideros.

 

Todos aquellos días sucesivos

Que numera la serie de los tiempos

A ti te bendecimos justamente

Y tus obras, Señor, por tu respeto.

 

Alabamos también tu Santo Nombre

Aquel a quien se humilla el orbe entero

Ensalzando sus timbras y blasones

Por los siglos de los siglos sempiternos.

 

Dígnate, gran Señor, que en este día

Tu gracia puntual en socorrernos

Nos guarde caer infelizmente

En infames ofensas y defectos.

 

Tú Señor, que penetras los incultos

Tú que ves la maldad de nuestros yerros

Ten piedad de nosotros y perdona

La culpa que tan ingratos te ofendemos.

 

Sea tal tu piedad entre nosotros

Cual es nuestra pena y nuestro anhelo

Por la fe de promesas infalibles

La esperanza, Señor que en ti tenemos.

 

Con esa inalterable confianza

En tu misericordia solo espero

Creyendo firmemente, que por ella

No seré confundido en el infierno.

 

 

 

CANTICO DE LOS TRES NIÑOS

Bendecid al Señor sus obras todas

Loadlo y ensalzadlo en las futuras

Edades que por los siglos se prolongan

Bendecid, Señor, oh luminosas,

Esfera del celeste firmamento

Bendecid al Señor ángeles suyos

Aguas que sobre el cielo suspendidas

De su mano y poder pendéis gustosas

Huestes que del Señor en las banderas

Militáis, al Señor rendid devotas

Bendiciones a un Sol dorado.

Cándida Luna, bendición y gloria

Dad al Señor, estrellas que en el cielo

Resplandecéis en noche tenebrosa,

Bendecid al Señor. Lluvias, rocíos,

Bendecid todos al Señor ahora

Vientos de Dios, vosotros también todos

Bendecid al Señor. Tú que devoras

Fuego, tu ardor que abrasa bendecido

Frío y calor, bendecidlo, copiosas

Rociadas y escarchas que en las flores

Brillar hacéis vuestro menudo aljófar

Bendecid al Señor duras heladas,

Intensos fríos, que en las altas rocas

Reináis, dad al Señor mil bendiciones

Hielos y nieves, plateadas alfombras,

Del campo, bendecid al Señor, días

Y noches, bendecidlo. Luz hermosa,

Horrorosas tinieblas, bendecidlo,

Rayos y nubes, bendecidlo, todas.

La tierra hoy al señor bendiga y loe

Y ensalce siglos mil. Majestuosas

Montañas y collados, bendiciones

Le tributad. Cuanto en la tierra brota

Bendición de al Señor. Vos, cristalinas

Fuentes, lo bendecid. En altas olas,

Mares y ríos, al Señor excelso

Bendecid. Tú, ¡oh ballena!, y cuanto more

En el agua, al Señor bendecid todos.

Aves del cielo, bendecid vosotros

Al Señor; Bestias todas y ganados

Bendecid al Señor; vos numerosa

Prole de los humanos bendecidlo

Bendígalo Israel y en las remotas

Edades lo celebre y glorifique

Del Señor sacerdotes, vuestras bocas

Bendigan al Señor: ¡Oh siervos tuyos!

Bendecid al Señor; Almas devotas

De lo justo, con vida y con aliento

Bendecid al Señor, Satos en obras

Y en espíritu, humildes bendecidlo

Ananías, Azarías a Vos os toca

Y a Misael en altas bendiciones

Al Señor ensalzar y honrar ahora

Al Padre demos con el Hijo gloria

Y por los siglos de los siglos. Todos

Y al Espíritu Santo y alabemos

Y ensalcemos su alteza misteriosa

Una Triana por siglos eternales

Bendito eres Señor en la lumbrosa

Esfera del celeste firmamento

Y digno de alabanza y honra

Y para tu loor ensalzamiento

Los siglos son de duración muy corta.

 

 

 

LETANIAS DE LOS SANTOS

Kyrie eleison

Criste eleison

Kyrie eleison

 

Cristo óyenos

Cristo escúchanos

 

Dios Padre Celestial.               Ten misericordia de nosotros

Dios Hijo Redentor del Mundo

Dios Espíritu Santo

Santa Trinidad, un solo Dios

 

Santa María          Ruega por nosotros

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las Vírgenes

 

San Miguel                                                         

San Gabriel

San Rafael.

Todos los santos ángeles y arcángeles                  

Todos los santos coros de los bienaventurados espíritus 

San Pedro

San Pablo

San Mateo

San Simón

Santiago

San Tadeo

San Juan

San Matías

Santo Tomás

San Bernabé

San Felipe

San Lucas

San Bartolomé

San Marcos Evangelista

 

Todos los santos apóstoles y evangelistas                      

Todos los santos discípulos del Señor

Todos los santos inocentes                                           

 

San Esteban

San Lorenzo

San Vicente

Santos Fabián y Sebastián

Santos Cosme y Damián

Santos Juan y Pablo

Santos Gervasio y Protasio

Todos los Santos mártires                                   

San Silvestre

San Gregorio

San Ambrosio

San Jerónimo

San Martín

San Nicolás

 

Todos los santos pontífices y confesores              

Que te dignes escucharnos Hijo de Dios Escúchanos, Señor.

 

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, óyenos Señor

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

 

Que libres de la eterna condenación a nuestras almas y a las de nuestros hermanos, parientes y amigos.

 

Kyrie eleison

Criste eleison

Kyrie eleison

Amén.

 

 -Colaboracion de Carlos Villaman 


 

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...