lunes, 30 de agosto de 2021

NOVENA A LA NATIVIDAD DE MARÍA SANTÍSIMA


 NOVENA A LA MATRONA SANTA ANA

EN LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, NUESTRA SEÑORA, SU SANTÍSIMA HIJA


Consagra la devoción de un humilde capellán esclavo suyo


Sácala a la luz el Br. D. Baltasar Guerrero Portillo, su afectísimo hijo, rendido esclavo, humilde capellán y protector de su cofradía, fundada con autoridad apostólica en la parroquial Iglesia de San José, de la Ciudad de Puebla de los Ángeles


Dedicada a la gloriosa Santa, y se empieza el día treinta y uno de agosto


Reimpresa en Puebla de los Ángeles, por Cristóbal Tadeo de Ortega y Bonilla, en la calle de los mercaderes. Año de 1738


ORACIÓN PREPARATORIA

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, dador universal de la gracia, ampáranos Señor y danos un dolor perfecto de nuestros pecados, para que en tu gracia andemos esta novena, en honra y gloria del Nacimiento de Nuestra Señora la Virgen María, dándole los debidos parabienes a Señora Santa Ana, por este admirable nacimiento, por el cual nos conceda un ardiente amor y una cordial devoción. Concédenos Señor, un dolor verdadero y lagrimas de contrición, para confesar enteramente todas nuestras culpas, y un aborrecimiento de ellas, de fuerte que el corazón se nos parta de dolo de haberte ofendido, que arrepentidos proponemos con tu gracia divina, nunca más ofenderte, que así lo esperamos de tu infinita misericordia, por la intercesión y méritos de tu soberana Abuela Señora Santa Ana, para que en tu gracia andemos esta novena, en memoria de los nueve meses que tu Santísima Madre nuestra Señora la siempre Virgen María, estuvo en el vientre de su Santa Madre y ama nuestra Señora Santa Ana, por cuya protección merezcamos el recibirte Sacramentado dignamente, en este día y en los demás de ella, para lograr lo que te pedimos, si es para honra y gloria tuya, y bien de nuestras almas. Amen. 


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, Ana gloriosa, que mereciste ser escogida del Eterno Padre, dándote un entendimiento tan soberano, para que llena de fe, tuvisteis tolerancia en tanta esterilidad, sufriendo tantas afrentas y trabajos: alcánzanos Señora y ama nuestra de tu Santísimo Nieto, que nuestros entendimientos con la luz clarísima de la fe, no pierdan de vista a Dios en todas nuestras acciones, que por tu intercesión esperamos gozar de su Divina Majestad en la gloria. Amen. 

- Se rezan nueve Padres nuestros y nueve Aves Marías con Gloria Patri, en reverencia de los nueve meses que Nuestra Señora estuvo en el vientre de Señora Santa Ana. 


DEPOSITO DE LA NOVENA

Oh gloriosísima Matrona Señora Santa Ana, Madre soberana de María Santísima y Abuela feliz de Dios: nosotros te depositamos estos nueve Padres nuestros y Aves Marías, en honra, agradecimiento y recuerdo de los nueve meses que en tu vientre trajiste a la Madre de nuestro Redentor, te consagramos, dándote regocijados de tan soberanas dichas, los debidos plácemes, y pidiéndote con afecto de Hijos, y rendimientos de esclavos, te dignes aceptar con nuestro afecto estos cortos obsequios, y por ellos merezcamos el patrocinio de tu intercesión piadosa, para alcanzar de Dios nuestro Señor, lo que en esta novena te pedimos, y que todo sea en gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amen- 

-Se rezan cinco Salves a los Cinco Señores.


DEPOSITO DE LAS CINCO SALVES

Suplicámoste Dios y Señor nuestro, que aceptes estas cinco salves, que depositamos a los cinco Señores Jesús, María, José, Joaquín, y Ana, para que, por su intercesión, merezcamos el conseguir lo que en esta novena pedimos a Señora Santa Ana, que nos alcance de su Santísimo Nieto, favores de su agrado y gracia, con que merezcamos servirle, agradarle y no ofenderle. Amen. 


DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Saludámoste gloriosa Matrona Señora Santa Ana, por los inefables gozos, alegrías y consuelos espirituales, con que después de la ignominiosa esterilidad, dos veces infecunda, que con tu Santo Esposo San Joaquín padeciste, te lleno el Señor el ánimo, espíritu  y corazón, cumpliendo su profética promesa de la generación de aquel prodigioso mixto de naturaleza y gracia, amasado de esta, en aquella a esfuerzos de la Divina Omnipotencia, esmeros de celestiales favores e influjos de vuestras heroicas virtudes, María Santísima, que concebida de tu Santo Esposo en tu vientre preciosísimo, venera hoy nuestra devoción: Gozamos Señora nuestra de nuestros festivos júbilos, y convidamos a toda la Corte Celestial, para que de nuestra parte te den los debidos plácemes, y con nosotros celebren esta Concepción graciosa, alcanzándonos para aplaudirla, la pureza de alma y cuerpo, que es lo que, para agradar en esta novena pedimos, por vuestra intercesión a Dios nuestro Señor. Amen. 


DÍA SEGUNDO 

ORACIÓN

 Oh Soberana Matrona Señora Santa Ana, Dios te salve Abuela querida del Eteno Verbo, Madre de la Madre de Dios, sabe pía y muy benigna Arca del Tesoro, Ciprés consagrado, salve Concha nitidísima donde la mejor perla, María Santísima, fue concebida, llena de los orientes de la gracia. Ave Turris vencedora, Ave Sol resplandeciente, Ave Rosa entre las flores, Ave Azucena olorosa, dulcísima Madre de la mejor Hija, Soberana Matrona Señora Santa Ana, recíbenos estos elogios, con que hoy, segundo día, te saludamos, aceptando nuestros corazones, que humildes te dedicamos, alcanzándonos de Jesús, tu Santísimo Nieto, el buen suceso de lo que te pedimos, si es de su divino agrado. Madre y Señora Santa Ana, sednos piadosa ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen. 


OFRECIMIENTO

Salúdote Soberana Matrona, Señora Santa Ana, por aquel singularísimo favor, con que luego que concebiste tu Santísima Hija María, Señora nuestra, por la unión de tu purísima Alma, con tu castísimo cuerpo, se dispuso el Altísimo Señor, para purificar tu cuerpo y elevar ilustrada tu alma, con aquella visión intelectual que tuviste del mismo Dios, iluminándote con altísimas inteligencias del misterio soberano de la Encarnación, infundiéndote un intimo conocimiento de su alteza, y de todos los divinos atributos que en sobresalen, declarándote el cómo había de nacer de Madre Virgen, y de que esta Virgen Madre de Dios, era la que acababas de concebir, y en tu vientre se formaba, quedando con esto tu Espíritu, cuanto mas apartado de toda criatura, mas unido y reconcentrado con Dios: por este favor te pedimos Señora y Madre nuestra, nos alcances del Señor, que apartándonos de todo lo terreno, por aborrecimiento a las cosas mundanas que le desagradan, nos una a su Majestad, reconcentrándonos así con el amor, conocimiento, y aprecio de su Encarnación Sacrosanta, y nos conceda lo que en esta novena le pedimos, si es de su divino agrado. Amen. 


DÍA TERCERO

ORACIÓN

Oh Matrona Señora Santa Ana, Raíz en donde nace la mejor vara, María, para que de ella brote la mejor flor, Jesús, tu santísimo Nieto. Oh Ana, que con tanta esterilidad como padeciste, te envió Dios el consuelo puro y sin macula de culpa, enclaustrando en tus entrañas a la hermosa entre todas las mujeres, María Santísima nuestra Señora, ya no pasaras tanto oprobios como has pasado en tu esterilidad, pues el Sumo Sacerdote te arrojaba del Templo, diciéndote que como pasabas a aquel lugar sin fruto, y tu clamas al Cielo con suplicas y oraciones, que eras tus ojos dos fuentes, traspasando tu cuerpo con ayunos y mortificaciones, dando tu caudal a los pobres, por este deseado fruto, gózate Matrona y ama nuestra, pues tienes por hija a una Reina. Y tu querido Joaquín, que padeciste las mismas afrentas, regocíjate, que el Señor te ha dado una Hija, que es la que ha de ser Madre del Mesías prometido, y en compañía de tu Santa Esposa, recíbenos este tercer día de la novena, que en memoria de los nueve meses que estuvo en el vientre de Señora Santa Ana, tu Santísima Hija, te pedimos nos alcances pureza de alma y cuerpo, y lo que te pedimos, si es para gloria de Dios y bien nuestro. Amen.


OFRECIMIENTO

Salúdote Excelentísima Matrona Señora Santa Ana, a quien por amor de la que en tu vientre se forma para digna Madre del Hijo de Dios, te elevo y purifico todo lo corporal, e ilustro tu espíritu y tus potencias, en que el punto de la Concepción Purísima de tu Santísima Hija, su privilegiado cuerpecito, con especial influjo de Dios, dispuesta en un instante simultáneamente, se organizase, se formase y animase juntamente: pedímoste Señora, por estos especiales beneficios del Señor, nos alcances de su Majestad, pureza de cuerpo y de alma, ilustración del espíritu y las potencias, fervor de la voluntad y el corazón, para saberle agradecer a nuestro gran Dios y Señor estas mercedes y privilegios, que para bien de nuestras almas y consuelo de nuestros corazones te hizo, y concédenos lo que en esta novena te pedimos, si nos conviene para mayor honra, gloria y servicio de Dios nuestro Señor, y tuyo. Amen. 


DÍA CUARTO

ORACIÓN

Oh dulcísima Señora Santa Ana, Madre de la Hija mas pura, la mas poderosa. Dios te salve, Torre guarnecida de diamantes, Dios te salve, Luciente Estrella. Oh Ana, y Señora, a quien Jesús ama tanto, que se alegra que te celebren por fértil campo que tuvo en sus entrañas escondido nueve meses el más rico tesoro, María Santísima Señora nuestra. ¡Oh Señora y ama nuestra! que alegrías y regocijos tendrías en ellos, rodeada de Ángeles que te servían de escuadra, en defensa de su Reina y Señora que estaba en tu castísimo vientre: damoste regocijados los debidos plácemes por las alegrías y júbilos que en estos nueve meses tuviste, y te suplicamos con el rendimiento de esclavos, nos recibas en este cuarto día de la Novena, con lo fino y amoroso de vuestros corazones y alma, para que a la hora de nuestra muerte, nos confortes con tu amorosa presencia, librándonos en aquel riguroso trance, de las acechanzas y tentaciones del infernal dragón, presentando nuestras almas con la divisa de tu nombre, que es gracia a Dios nuestro Señor. Amen.


OFRECIMIENTO

Saludámoste misteriosa Arca, Señora Santa Ana, que encierras la fecunda vara que dio la mejor Flor del campo, dulce Mana para sustento del escogido pueblo, y las tablas de la Evangélica Ley, en tu ya concebida Hija, para Madre de Jesús, adornada desde hoy la mas perfecta, pura, bella, hermosa, agradable y graciosa de todas las puras criaturas, en lo corporal, y en el alma libre de toda mancha, imperfección y defecto de la culpa, colmada de todas las gracias, virtudes, dones y perfecciones, prerrogativas y excelencias convenientes a suprema dignidad, en cuya Soberana Concepción cedió la naturaleza a la gracia, y se paro temblando absorta, porque no se atrevió a procurar el engendro de la gracia, sino que aguardo un poco, mientras la gracia producía en el su fruto, nosotros te pedimos por los júbilos singularísimos que en todo esto lleno tu Espíritu y alma, y rebosando hasta por los ojos, salían a bañar todo tu cuerpo santo, nos alcance tu intercesión piadosa, el que preocupados todos de la divina gracia, detestemos con firme resolución todo lo que de Dios nos aparta, cumpliendo perfectamente su santa Ley y mandatos, y que por ti nos conceda lo que en esta novena le pedimos, si es de su divino agrado y tuyo. Amen. 


DÍA QUINTO

ORACIÓN

¡Oh bienaventurada Madre! ¡Oh incomprensible grandeza de Señora Santa Ana! que Dios te hizo su Soberana Abuela, a ti esta obligada toda criatura, porque te ofreció aquel don, que se aventaja a todos los demás dones, pues nos diste una Madre para nuestro Redentor, el, que siendo Dios, se hizo hombre, naciendo de Madre Virgen, y esta Madre naciendo de ti, para nuestra Protectora, guía, amparo y defensa, logremos por tus ruegos, su intercesión, y recíbenos este quinto día de la novena, en memoria del quinto mes en que tu vientre estuvo tu Santísima Hija, María Señora nuestra, alcanzándonos de tu Santísimo Nieto, lo que pedimos, si es para gloria suya y bien nuestro. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Real camarín y ama nuestra Señora Santa Ana, donde se armó, dispuso, enriqueció y adorno el lecho virginal, y reclinatorio preciosísimo del verdadero Salomón, Cristo, por los inexplicables gozos que sentisteis cuando viéndolo formado en tu vientre santo, los Ángeles se regocijaron, festivos gozándose de sus exquisitos privilegios, y dando a Dios especiales gracias por ellos, reconociéndola, adornándola, y como jurándola por Señora y Suprema Emperatriz, deseando servirla y asistirla, le dieron la obediencia, y por su respecto y atención, a ti Soberana y Señora Santa Ana, te asistieron como de guardia y respeto obsequioso: Haz, Madre y ama nuestra, que por estos tus gozos y privilegios, merezcamos la especial asistencia y defensa de nuestros Santos Ángeles de la Guarda, que nos libren de todos nuestros enemigos visibles e invisibles, nos dirijan y encaminen a el servicio de Dios nuestro Señor, y contigo nos alcancen de su Majestad, lo que en esta novena le pedimos, que sea de tu divino agrado. Amen.  


DÍA SEXTO

ORACIÓN

Oh portento nunca bien ponderado de Santidad, insigne Matrona Señora Santa Ana, Madre de la hija mas pura, y palma frondosa, Dios te salve, que disteis por fruto a la mas dulce y siempre Virgen María, relicario purísimo de Dios ¡Oh Ana y Señora! dichoso el que te sirve como tu Santísima Hija quiere, pues dice: “Quien a mi Madre sirviere, de hermano le nombrare, y tendrá en mi una Madre y una Abogada que le defienda” ¡Oh emperatriz de los Cielos! espejo en que Dios se mira, míranos como Hijos y hermanos tuyos, y pues merecemos este nombre, recibe este día de la novena, que a tu querida Madre hacemos, alcanzándonos de Dios nuestro Señor, lo que pedimos a Señora Santa Ana, logremos por tu patrocinio ahora y siempre. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Riquísimo Gasofilacteo del Templo de Dios y Matrona nuestra Señora Santa Ana, por los intensísimos y heroicos actos de amor, agradecimientos, cultos, alabanzas y gracias que continuamente dabas a su Majestad, viendo depositado, aquel celestial preciosísimo Tesoro, de la que había de ser Purísima Madre, gozándose de ser tu Hija, y tenerla en tus dichosas entrañas, abismándote humillada, y deshaciéndote abatida hasta la nada, y ensalzando en todo y por todo a la Divina Bondad y largueza, que tanto abismo de gracias, dones, excelencias, privilegios y prerrogativas había desatado en tu hija, y depositando con ella en tu vientre, para que, participando de ellas, no solo tu extática alma, sino tu arrobado cuerpo volase como Argentífera a la pronta excursión de la voluntad divina, con el más perfecto cumplimiento de todas tus obligaciones, has soberana Señora y Madre nuestra, que cumpliendo nosotros con las que tenemos de hijos, devotos y esclavos tuyos, imitando tus virtudes, sirvamos a Dios, a su Madre y a ti, y por estos tus merecimientos, alcánzanos de su bondad y franqueza, lo que en esta novena le pedimos, si es de su santo agrado y el tuyo. Amen.


DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

¡Oh Tesorera del Sagrario mas puro del Hijo de Dios, y Matrona Señora Santa Ana! jazmín oloroso, rosa bellísima por la purpura de tus mortificaciones y ayunos, complemento de las mas perfectas virtudes, que con tu tolerancia en tanta esterilidad y continuas suplicas a Dios, mereciste ser consolada y enriquecida con la más preciosa Margarita, María Santísima nuestra Señora, que ya en los palacios de tu vientre, tienes jurada Reina de los Ángeles. Oh dicha incomprensible de haberte el Señor levantado a ser Madre de la Madre de Dios, por este tan soberano beneficio te pedimos, si con afectos de hijos, con rendimiento de esclavos, nos aceptes este séptimo día de la novena, y con el corto de nuestros obsequios, lo fino de nuestro amor, suplicámoste nos alcances de tu Santísimo Nieto, el buen despacho de nuestras peticiones, y lo que mas nos convenga para nuestra salvación. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste, septenario de dones del Espíritu Santo y virtudes del Altísimo Dios Señora Santa Ana, por aquella obsequiosa cooperación, hacendosa familiaridad, indemne reconocimiento, pronta obediencia, rendida adoración, humilde acatamiento y apreciada asistencia, con que los siete Príncipes de los Ángeles, con sus ejércitos y coros Angélicos asistieron a tu Santísima Hija María, desde el punto de su generación y Concepción en tu vientre santo, y por su respeto concomitante, y necesariamente a tu su dichosísima Madre Señora Santa Ana, como de guardia, Embajadores, Confesores, Asistentes, Familiares, Ministros y Cortesanos, y por estos singularísimos privilegios, aquellas tus excelentísimas virtudes y gracias, repetimos nos alcances de quien tan indecibles favores te hizo, infunda en nuestros corazones y almas, los dones del Espíritu Santo, y nos llene de las virtudes y gracias, que para servirle, agradarle, y salvarnos, necesitamos, y nos conceda lo que en esta novena lo que pedimos, si es de su divino agrado. Amen. 


DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Oh Purísima Misteriosa fuente, segura guía, resplandeciente lucero, brillante Matrona Señora Santa Ana, bendito el vientre en que enclaustrasteis a nuestra Señora, la siempre Virgen María. Oh que alegría seria en ti verte ya cercana a aquel dichosísimo parto en que habías de dar a la más pura luz, y alegría del mundo, toda absorta con aquellas felices nuevas que el Arcángel San Gabriel te anuncio habías de parir una Hija poniéndole por nombre María, la cual ha de ser Madre del Mesías prometido, ¿Qué coloquios tendrías llena de alegría? por estos júbilos te suplicamos, nos aceptes este octavo día de la novena, que si hasta aquí ha sido en nosotros una devoción tibia, desde hoy será tan ardiente y firme, que visiblemente moriremos antes que desfallecer, suplicámoste para el cumplimiento de esta palabra, nos alcances de tu Santísimo Nieto, la perseverancia en el cumplimiento de su santa ley, y lo que pedimos, si es para gloria suya y bien nuestro. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste Velona Sagrada, y mujer fuerte, por aquellas celestiales músicas y aclamaciones angélicas, con que te cantaban las victorias y celebraban los triunfos que conseguiste contra el demonio, que atormentado con los indicios de tu preñez, pretendió tantas veces, por tantos medios, con tan variadas industrias, exquisitas sugestiones, y rabiosas mañas, quitarte la vida y a tu Santísima Hija, ya queriéndote echar la casa encima, ya con asombrosos espantos y sustos terribles, ya con atroces tentaciones, ya excitando, moviendo y sugiriendo para ellos criaturas extrañas y domésticas, familiares, que con odios, rencores o venenos, te matasen, y con tu generoso, humilde, paciente, sufrido, y amoroso animo y corazón, resististe, venciste y atrajiste a tu apreciativo amor y conocimiento, rechazando con desprecio todos sus infernales asaltos, en que con el ejercicio perfecto de todas las virtudes, te levantasteis a la perfección del mayor merecimiento, haz que, por el Señora y Madre nuestra, merezcamos ser libres de todas las asechanzas, sañas, tentaciones y sugestiones del enemigo, y que logremos una caridad perfecta y formada de todas las virtudes, alcanzándonos lo que en esta novena pedimos, si nos conviene al servicio de Dios. Amen. 


DÍA NOVENO

ORACIÓN

Espejo de Santidad y Matrona nuestra Señora Santa Ana, saludámoste Reina y manantial de virtudes, saludamos vuestro glorioso alumbramiento, el dichoso nacimiento de la Reina de misericordia, consuelo de afligidos, salud de los enfermos, sagrada estrella de la mañana, María Santísima Señora nuestra, seas bienvenida Emperatriz de los cielos, alegría de los santos, regocijo festivo del mundo, pues ya tiene a la Madre de su Redentor, saludamos vuestro virginal corazón, el cual fue puro y limpio de todo pensamiento de pecado, saludamos gloriosísima Madre Señora Santa Ana, tu venerable vientre, saludamos los nueve meses de tu preñez, en los que hospedasteis en el a la gloriosísima siempre Virgen María nuestra Señora, saludamos tu santísima anima adornada de todos los preciosos dones y gracias de que Dios te adorno, para ser inmediatísima Abuela del Verbo, y a tu Santísima Señora y Madre de Dios, te saluden y den el parabién de tu feliz nacimiento los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines, Tronos, Dominaciones, Principados y Virtudes. Oh caritativa Señora Santa Ana, goza muy en hora buena este deseado fruto, esta hermosa Niña, este espejo cristalino, este jazmín oloroso, esta cándida azucena. Oh Señora y como solo los Ángeles e inteligencias celestiales eran dignos de darte este parabién, merezcamos hoy tus hijos y esclavos, ayudados de la gracia divina, que con fervoroso afecto digamos: Seas bienvenida dichosísima Niño, Hija de Dios Padre, hermosísima Niña, para ser Madre de Dios Hijo, dulcísima Niña, Esposa del Espíritu Santo, siempre virgen María, templo de la Santísima Trinidad, arco hermoso que diste la paz, floresta amenísima de Dios, por cuya intercesión esperamos el bien de nuestras almas, y tú, dulce Madre Señora Santa Ana, recibe nuestros corazones, que humildes te ofrecemos esta novena, que obsequiosos te dedicamos los nueve meses que en tu vientre Santo estuvo tu Santísima Hija y Señora nuestra la Virgen María, para que la presentes a tu Santísimo Nieto, como cosa tuya, y le pidas nos conceda la gracia para servirle, ternura para amarle, fuerzas espirituales para agradarle, dolor de nuestros pecados para gozarle, y que todas nuestras obras redundes en honra, gloria y alabanza suya. Amen. 


OFRECIMIENTO

Saludámoste clara Aurora, que al romper el alba pariste a los nueve meses aquel claro, refulgente y todo lucido día de la ley de gracia, María Santísima, para nueva bienaventuranza del Cielo, gloria singular de la tierra, restauración de los Ángeles, redención de los hombres, y regocijo colmado de ambos orbes, sálvate Dios, florido fecundo y amenísimo campo, que brotaste la vara sacerdotal y floreciente centro de quien sin nudo de corrupción, descapullo la escogida flor del Mesías, Jesús Nazareno, que quiere decir florido, saludámoste imperial Matrona, y damoste la enhorabuena de tu feliz parto, deseando acompañar con júbilos y festejos a los Ángeles, que contentos lo celebran, dando a Dios las gracias, los plácemes a el mundo, la noticia al Limbo, y con todos adoramos a tu tierna Hija, Reina nuestra y Madre de nuestro Redentor: gozamonos Madre y Señora Santa Ana de estos inefables gozos y regocijados júbilos que tuviste en tu felicísimo parto, sin dolor, asedio ni molestia, todo lleno de alegría verdadera, y por él te pedimos, nos alcances los verdaderos gozos de la gloria, los prententaneos auxilios de la gracia, los aumentos a la Santa Iglesia y su Cabeza, la paz entre los príncipes cristianos, la exaltación de nuestra fe católica, la extirpación de las herejías, y reducción de los infieles y sectarios al gremio de la Iglesia, los buenos deseos a los navegantes, la libertad a los cautivos, la conversión de los pecadores, los bienes temporales para nuestra salud y sustento, el socorro de nuestras necesidades, el alivio de las benditas Almas del Purgatorio, y lo que en esta novena te hemos pedido, para que favorecidos de tu patrocinio, vayamos a gozar a Dios en la gloria. Amen.

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