APOSTOLADO DE LA PIEDAD POPULAR
Nuestra misión es rescatar la tradición y la piedad católica, contenida en las formas de expresión hacia Cristo, María, los Angeles y los Santos: Las Novenas, Triduos, Quinarios y aquellas devociones que enriquecen nuestra fe.
martes, 1 de julio de 2025
domingo, 1 de junio de 2025
miércoles, 21 de mayo de 2025
LETANÍAS A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
LETANÍA A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
Traducida del francés.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
-Santa María, Madre del Perpetuo Socorro. R/: Ruega por nosotros.
-Madre del Perpetuo Socorro, Mujer bendita que has hallado gracia delante de Dios.
-Madre del Perpetuo Socorro, Madre espiritual de nuestras almas.
-Madre del Perpetuo Socorro, Madre del Amor Hermoso.
-Madre del Perpetuo Socorro, que tanto nos amaste que sacrificaste a tu único Hijo por nosotros.
-Madre del Perpetuo Socorro, que cooperaste a nuestra salvación por el mérito de tus dolores.
-Madre del Perpetuo Socorro, en cuyas manos Dios ha puesto todo el precio de la Redención.
-Madre del Perpetuo Socorro, a quien no nos cansamos de llamar Madre nuestra.
-Madre del Perpetuo Socorro, a quien Dios creó como un cebo suave para atraer a los pecadores.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres la rapaz de corazones.
-Madre del Perpetuo Socorro, que superas en amor a todas las madres juntas.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres la mediadora de la paz entre Dios y los hombres.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres todopoderosa por el poder omnipotente de tu Hijo.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres la dispensadora de los tesoros del Corazón de Jesús.
-Madre de Perpetuo Socorro, que no puedes ver nuestras miserias sin compasión.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres inmensamente rica en misericordia.
-Madre del Perpetuo Socorro, que nunca rechazas a nadie que te implora.
-Madre del Perpetuo Socorro, que estás perpetuamente en oración por nosotros a tu divino Hijo.
-Madre del Perpetuo Socorro, que tienes el privilegio de ser siempre escuchada por tu Hijo.
-Madre del Perpetuo Socorro, que obtienes el perdón para todo pecador tan pronto como recurre a ti.
-Madre del Perpetuo Socorro, cuya invocación es un medio seguro para vencer todos los asaltos del infierno.
-Madre del Perpetuo Socorro, que consuelas en sus aflicciones a todos los que confían en ti.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres nuestro refugio seguro en todos los peligros de esta vida.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres nuestro alivio en nuestras penas.
-Madre del Perpetuo Socorro, que tienes favores especiales para los fieles imitadores de tu castidad.
-Madre del Perpetuo Socorro, que inflamas de divino amor a todos los que te aman.
-Madre del Perpetuo Socorro, que no dejas de ocuparte de la gran materia de nuestra salvación.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres, después de Dios, nuestra única esperanza.
-Madre del Perpetuo Socorro, en quien todavía debemos esperar cuando ya no hay más esperanza.
-Madre del Perpetuo Socorro, que prometes perseverancia a todos los que te sirven fielmente.
-Madre del Perpetuo Socorro, que eres la consoladora de los moribundos.
-Madre del Perpetuo Socorro, que alivias y liberas a las almas del Purgatorio.
-Madre del Perpetuo Socorro, que prometes la vida eterna a los que te hacen conocer y amar por los demás.
-Madre del Perpetuo Socorro, gran Soberana de cielo y tierra.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, óyenos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
L/: ¡Oh Señora Nuestra del Perpetuo Socorro!
R/: Demuestra que eres verdaderamente Madre nuestra.
ORACIÓN
Oh Señor Jesucristo, que nos diste a tu Madre María, cuya ilustre imagen veneramos, como Madre nuestra siempre dispuesta a socorrernos, te rogamos que, implorando asiduamente su maternal auxilio, merezcamos gustar el fruto de tu redención. Así sea.
martes, 20 de mayo de 2025
HORA DE GUARDIA ANTE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
sábado, 10 de mayo de 2025
NOVENA BREVE A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
BREVE NOVENA
EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
Tomada del "Pequeño Manual de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro". Compuesto por un Padre Redentorista, y publicado en Buenos Aires, Argentina, en 1951.
DÍA PRIMERO
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro, mi dulcísima Madre!, postrado humildemente ante vuestra bendita Imagen, vengo a exponeros mis necesidades con la confianza y la sencillez de un niño, a implorar vuestra protección y a suplicaros que me concedáis vuestro "perpetuo socorro". Os suplico, pues, derraméis con liberalidad infinita vuestros favores sobre los que os invocan, que os dignéis dirigirme vuestras miradas misericordiosas. No soy digno de que me escuchéis, pero lo espero de vuestra tierna caridad, que sobrepuja con mucho a mi miseria, y os suplico, me concedáis durante esta novena la gracia de... (Aquí se expresa la intención de la novena). ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, escuchadme, bendecidme y consoladme, Virgen Inmaculada, Madre de Dios y nuestra buena Madre, rogad por nosotros a Jesús.
-Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
ORACIÓN FINAL
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Virgen, Madre de las vírgenes!, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No despreciéis mis súplicas, ¡oh Madre del Verbo! antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Así sea.
3 años de indulgencia
¡Madre mía, esperanza mía!, yo me acojo bajo vuestro manto maternal, y amparado en él quiero vivir y morir. No permitáis que hoy ni nunca, ofenda a vuestro Divino Hijo; bendecidme, Madre mía.
Seáis amada, seáis alabada, seáis invocada, seáis eternamente bendita ¡oh Virgen del Perpetuo Socorro!, mi esperanza, mi amor, mi Madre, mi refugio, y mi vida. Amén.
DÍA SEGUNDO
¡Madre del Perpetuo Socorro, mi dulce Señora tan amada! Virgen compasiva, que os inclináis con bondad a los más pequeños y miserables, vuestro Corazón maternal no resiste jamás a la oración tierna y suplicante del que os invoca con confianza. ¡Oh Madre mía! ya veis mis luchas, mis sufrimientos, mis dificultades y mis necesidades. Os suplico que tengáis piedad de mí, protegedme; que me asista vuestro "perpetuo socorro" para sostenerme, fortalecerme y guiarme. Sed mi refugio en la hora del peligro, iluminadme en mis dudas y defendedme contra mis enemigos. ¡Oh Madre mía muy amada!, prestadme vuestra perpetua asistencia cada hora del día y de la noche hoy, mañana y siempre, a fin de que ame a Jesús, vuestro Divino Hijo, sobre todas las cosas; que nunca le ofenda voluntariamente y que os ame yo también, Madre mía Inmaculada, y os sirva fiel mente con el más tierno amor hasta mi último suspiro.
(Lo demás como el primer día)
DÍA TERCERO
¡Oh Señora Nuestra del Perpetuo Socorro, cuánto me complace contemplar vuestra bendita Imagen! Vuestra mirada tierna y compasiva ha encontrado el camino de mi corazón, y con el abandono de un niño vengo a contaros así mis penas como mis alegrías, mis temores como mis esperanzas, mis dolores, mis angustias, mis votos y mis deseos. ¡Oh Madre! oídlo todo, interesaos por todo lo que preocupa mi corazón, disponed de todo para mi mayor bien, pues sois tan poderosa y buena. No puedo apartar mis ojos de vuestra milagrosa Imagen, sin que vea vuestra sonrisa, ni quiero dejaros hasta que me digáis: "Te he comprendido; mi Perpetuo Socorro está contigo, consuélate, sé salvo." ¡Oh Madre!, Vos, que tanto sufristeis, tened misericordia de los que lloran. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, interceded por mí.
(Le demás como el primer día)
DÍA CUARTO
¡Oh Señora mía, tan dulce y tan hermosa! ¡Oh Madre admirable y perfecta! ¡Oh María, a quién llamamos el Perpetuo Socorro de los cristianos! ¡Sois tan poderosa, tan llena de bondad! Cuando Jesús vivía en Nazaret. os obedecía; ahora que estáis con Él en el Cielo, puede negaros cosa alguna! No: nada os rehusa y sois la dispensadora de sus gracias. Os ha confiado la misión de socorrer a los desamparados, de consolar a los que lloran y de reconciliar a los pecadores con su Padre. ¡Oh Madre!, no olvidéis, que si sois una Reina poderosa, sois una Madre toda misericordiosa. Dejaos conmover por mis gemidos, por mis súplicas y por mis lágrimas. ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro !, hacedme comprender, os lo suplico, al oir mis humildes oraciones, todo lo que encierra de fuerza, de grandeza y de soberana eficacia vuestro hermoso título de Nuestra Señora del Perpetuo Sorro.
(Lo demás como el primer dia).
DÍA QUINTO
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! ¡cuánta dulzura, cuánta confianza, cuánto consuelo experimento cuando pronuncio vuestro bendito nombre! ¡Dichoso el que os ama y dichoso el que os invoca! Cuánto más os suplico, más siento lleno de esperanza mi corazón, y más imposible me parece, que os neguéis a oírme y a alcanzarme del Sagrado Corazón de vuestro Hijo adorable la gracia que implore con todo el fervor de que soy capaz ¡Oh Madre Amadísima, mi apoyo, mi refugio y mi dulce esperanza, mi divino tesoro! recompensad mi fe en Vos con uno de esos favores maravillosos que aumentan mi confianza y mi amor, con una de esas gracias divinas, que se recuerdan siempre. ¡Oh Señora nuestra del Perpetuo Socorro!, os amo con todas las fuerzas de mi alma. Haced que os ame cada día más y que vuestros beneficios me exciten a amaros más. Así sea.
(Lo demás como el primer día).
DÍA SEXTO
¡Oh Señora nuestra del Perpetuo Socorro, cuántos títulos tenéis a mi confianza y a mi ternura! Vos sois refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos y esperanza de los desesperados. Cuando me veo rodeado de tinieblas por todas partes y me encuentro abandonado de todos, miro vuestra venerada Imagen, levanto mis ojos desconsolados hacia vuestro dulce rostro y al través de mis lágrimas veo vuestra mirada compasiva fija en mí, que parece decirme: "Ten valor; espera, aquí estoy; una Madre nuncaabandona a su hijo". ¡Oh no!, una Madre no abandona a su hijo, y menos una Madre como Vos, ¡oh Señora Nuestra del Perpetuo Socorro! Desde lo profundo de mi miseria exclamo a Vos ¡oh María!, socorredme, apresuraos a oir mis votos, presentad a Jesús mi súplica y seré oído.
(Lo demás como el primer día),
DÍA SÉPTIMO
Reina de los Angeles, Reina de los elegidos, Casa de Oro, Puerta del Cielo; todos estos títulos son vuestros Madré mía, y me dicen bastante que para llegar al Paraíso es preciso confiar en Vos. Sois la Soberana del cielo y conducís a Jesús a vuestros fieles siervos e hijos devotos. Os suplico, pues sois Reina del Paraíso, me introduzcáis en esa bienaventurada mansión y hagáis que camine constantemente por la senda que allá conduce. ¡Oh María!, bien sabéis cuánto necesito para ello de vuestro Perpetuo Socorro; las tribulaciones son tan fuertes, tantos los escollos, los senderos tan espinosos y tan ásperos. Llevadme de la mano, y velad siempre sobre mí, para que nunca me separe del camino seguro que conduce a la eterna bienaventuranza.
(Lo demás como el primer día).
DÍA OCTAVO
¡Oh Nuestra Señora del Perpetuo Socorro!, no cesaré de suplicaros, porque no puedo dejar de esperar que no queráis desmentir vuestro título tan glorioso y consolador del Perpetuo Socorro. Vos sois la Estrella resplandeciente que conduce a Jesús, que brilláis a mis inquietas miradas, e ilumináis mi camino, en medio de la noche sombría, que me rodea. ¡Oh María, Madre mía!, iluminadme más y más, que vuestros rayos benéficos enjuguen mis lágrimas y reanimen mi corazón helado por el dolor. ¡Oh Madre! infundidme valor, fortaleced mis buenas resoluciones, oid mis deseos, y hacedme sumiso a la voluntad de Dios, suceda lo que quiera y cualesquiera que sean los designios de su Providencia respecto a mí. Enseñad me la resignación en las adversidades, y que vuestro Perpetuo Socorro me ayude a someterme a todo lo que Dios quiera, ¡Oh María !, tened misericordia de vuestro siervo e hijo vuestro, sed la guardiana de mi fe, de mi amor y de mi esperanza. Así sea.
(Lo demás como el primer día).
DÍA NOVENO
¡Oh Señora nuestra muy amada, Virgen del Perpetuo Socorro !, llegó el último día de esta novena que he hecho en honor vuestro. En este momento decisivo debo ser oído. Os he dirigido mis súplicas con confianza sin límites... Os pido humildemente que vuestra bondad y compasión para mí sean también sin límites. Bien sabéis y veis mejor que yo lo que necesite para mi santificación. ¡Oh Madre!, todo lo pongo en vuestras manos. Tengo la firme esperanza de que vuestro Corazón no ha sido sordo a mis ruegos, y que si no me concedéis ahora el favor que solicito, objeto de estos nueve días de oraciones, me concederéis más tarde lo que deseo, o me daréis en cambio, otras gracias más preciosas. ¡Oh María, dulcísima Madre mía!, sed bendita, sed amada y se os den eternamente las gracias, por haberos dignado volver vuestros ojos a este vuestro pobre hijo. Os suplico que no pongáis tasa a vuestras misericordias y extendedlas a todos aquéllos a quienes amo. Bendecidme y bendecid a todos ellos, concedednos a todos la gracia de la perseverancia final y la dicha de veros, de amaros, y de alabaros a Vos y a vuestro Divino Hijo durante toda la eternidad. Así sea.
(Lo demás como el primer día).
-Colaboración de Tomás Gutiérrez.
domingo, 13 de abril de 2025
NOVENA A JESÚS DE LAS PALMAS
NOVENA AL DULCÍSIMO JESÚS, CELEBRANDO LA ENTRADA QUE HIZO EN JERUSALÉN EL DOMINGO QUE LA IGLESIA LLAMA DE LAS PALMAS
Con licencia del Ordinario
Imprenta de la Calle Tagle.
Lima, Perú.
Se comienza el sábado de pasión para terminar el domingo llamado de las palmas.
ACTO DE CONTRICIÓN
Creo en Dios, fortaleced, Señor, mi fe. Espero en Dios, formad, Señor, mi esperanza: Amo a Dios sobre todas las cosas: encended, Señor, mi amor. Pésame de haber ofendido a Dios, por ser Dios quien es, aumentad, Señor, mi arrepentimiento, que yo propongo firmemente con tu divina gracia, nunca más volveros a ofender: tened, Señor, piedad y misericordia de mí. Amén.
DÍA PRIMERO
HUMILDAD
¡Oh mansísimo Jesús!, que después de habernos dicho que aprendiésemos de Ti a ser mansos y humildes de corazón, el día en que triunfante entraste a Jerusalén, nos volviste a enseñar con el ejemplo esta virtud, viniendo en un jumento despreciable, en que solo andan los hombres plebeyos y bajos, no obstante de entrar como Rey supremo del Cielo y de la tierra, y como tal aclamado de grandes y pequeños: concédenos piadoso esta santa virtud, por el infinito mérito de la tuya, y también lo demás que Te pedimos en esta Novena, si fuere conveniente. Amén.
Aquí se reza un Credo al Señor presentando su fe, y tres Ave Marías a Nuestra Señora, que no quiso asistir a esta entrada, por que toda la honra y gloria de este día fuese de su Hijo, y se pide primero a Nuestra Señora con la Oración siguiente que es de San Buenaventura:
¡Oh María dulcísima!, Paraíso de deleites, pon en mí tus ojos de misericordia, por el mismo gozo que te cupo, aun estando ausente, de la triunfante entrada que tu divino Hijo Jesús hizo cinco días antes de morir por el ingrato del hombre en la Corte de los judíos: enséñame, alúmbrame, encamíname, ayúdame, defiéndeme y sálvame. Sean por tus ruegos perdonadas mis culpas, pues eres el camino de la Gloria eterna, que se goza en la Jerusalén triunfante. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Soberano Redentor de nuestras almas, que quisiste entrar en Jerusalén alabado de los hombres y conocido de tus discípulos por Señor de las virtudes, porque asimismo habías de penetrar los Cielos, celebrado de los Ángeles, y que con tu liberal magnificencia la gloria de este día la comunicaste a los Padres del Limbo, y a proporción también a cuantos en el mundo tenían tu fe, haciendo el milagro de que en todo él nadie muriese, y que todos los demonios que infestaban la tierra bajasen al Infierno para que te manifestase el triunfo que conseguías del demonio y de la muerte, concédenos piadoso el que sepamos imitar tus virtudes, para que triunfando de la muerte del pecado, del demonio y de nosotros mismos, entremos en tu Gloria, a siempre verte y alabarte. Amén.
GOZOS
Jesús mío, pues triunfando
Entraste en Jerusalén,
Ven Señor, a mi alma, ven,
Que ya te estoy esperando.
Con palmas te recibieron
Haciéndose de tu bando,
Aun los que estaban pensando
En lo que después hicieron,
Enemigos de su bien.
Los vestidos en el suelo
Festivos iban echando,
Para que fueses pisando
Como Rey de su consuelo
Adorado ya en Belén.
Que eras enviado de Dios
Y bendito iban cantando,
Y todo el pueblo expresando
Tus grandezas a una voz
Con elogios más de cien:
Ramos de árboles cortaron
Para ir la tierra adornando,
Y al mismo tiempo adorando
Al que tan presto negaron
Después de tal parabién:
Los niños, que en inocencia
Iban a Dios alabando,
También iban condenando
De la judaica demencia
El más ingrato desdén.
Con tan gran celebración,
Te tuvieron ayunando,
Pues ninguno convidando
Quiso darte refacción
En todo Jerusalén:
Sobre la ingrata ciudad
Muchos te vieron llorando,
Y al mismo tiempo anunciando
Su ruina y cautividad,
Sin el cuándo, ni el por quién:
También con celo divino
Penaste a los que tratando,
Iban tu Templo violando,
Mudándole su destino
De Oratorio en almacén:
Apiádate, oh gran Señor,
De quien pide suspirando
Cuando te está celebrando
Una limosna de amor
Con que viva y muera. Amén.
℣. Hosana al Hijo de David.
℟. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
ORACIÓN
Oh Dios, a quien es justo amar con todo el corazón, multiplica en nosotros los dones de tu inefable gracia, y pues en la muerte de tu Hijo nos hiciste esperar lo que creemos, haz que resucitando Él mismo, lleguemos al fin a que caminamos. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA SEGUNDO
POBREZA
¡Oh clementísimo Jesús!, que no contento de entrar en Jerusalén en lo despreciable de un jumento, quisiste también que no fuese tuyo sino prestado y pedido de limosna, para mayor ostentación de tu singular pobreza: concédenos benigno esta santa virtud por el infinito mérito de la tuya, y también lo demás que Te pedimos en esta Novena, si fuere conveniente. Amén.
DÍA TERCERO
OBEDIENCIA
¡Oh amabilísimo Jesús, norma de obedientes y obediente hasta la muerte!, que en la entrada que hiciste en Jerusalén, no solo obedeciste a tu Eterno Padre, por cuya disposición y providencia se ejecutó todo, sino que quisiste que tus discípulos Te hicieran subir en el jumento, como que Te lo mandaban, como lo cuenta San Mateo: concédenos piadoso esta virtud, por el infinito mérito que alcanzaste con ella, y también lo particular que Te pedimos en esta Novena, si fuere conveniente. Amén.
DÍA CUARTO
DESPRECIO DEL MUNDO
¡Oh poderosísimo Jesús, que entre los aplausos y glorias humanas con que Te recibían en Jerusalén, quisiste entrar en un contentible jumento, como despreciándolo todo, y que si admitiste este obsequio por la honra de tu Padre, fue también para que fuese después más ignominiosa y despreciable tu muerte, y los mortales conociesen los fines tan funestos con que acaban los aplausos del mundo: concédenos piadoso esta virtud, por el infinito mérito que adquiriste con ella, y también lo particular que te pedimos en esta Novena, si fuere conveniente. Amén.
DÍA QUINTO
CELO DE LA HONRA DE DIOS
¡Oh justísimo Jesús!, que aun habiendo recibido tantas honras de los judíos el día de tu entrada en Jerusalén, luego que los hallaste en el Templo vendiendo y comprando, y haciendo cueva de ladrones, como les dijiste, la que solo era Casa de Oración, no pudo el celo de la honra de tu Padre contenerse, obligándote a derribar las mesas y cátedras de la contratación, y a los que vendían y compraban, con uno como azote echarlos fuera de lugar tan sagrado: concédenos piadoso esta virtud por el infinito mérito que ganaste con ella, y también lo particular que Te pedimos, si fuere conveniente. Amén.
DÍA SEXTO
MORTIFICACIÓN
¡Oh prudentísimo Jesús!, que siendo el día de tu entrada en Jerusalén de tanto aplauso, todo lo pasaste sin comer ni beber, disponiendo que de tantos, ninguno Te convidase con su mesa, por cuya causa la mañana del día siguiente, Te hallaste tan necesitado que fuiste a buscar en la infructuosa higuera el alimento: concédenos piadoso esta tan necesaria virtud, por el infinito mérito que tuviste con ella, y también lo particular que Te pedimos, si fuere conveniente. Amén.
DÍA SÉPTIMO
ORACIÓN
¡Oh sapientísimo Jesús!, que en medio de tanta conmoción, voces y aplausos que tuvo el día de tu entrada en Jerusalén, por ir sin duda en la santísima contemplación de tu Padre Dios, todo suspenso y embebido, nadie Te oyó decir una palabra fuera de las dos reprensiones que diste a los que impedían la Oración vocal y la mental: concédenos piadoso esta virtud, tan necesaria e importante, por el infinito mérito que tuviste con ella, y también lo particular que Te pedimos, si fuere conveniente. Amén.
DÍA OCTAVO
PIEDAD
¡Oh milagrosísimo Jesús!, que con la caridad y amor que en tu pecho divino ardía, aún en medio de los aplausos que chicos y grandes Te dieron el día que entraste en Jerusalén, no olvidaste a los necesitados, pues curaste y sanaste todos los ciegos y cojos que llegaron a Ti, como dice San Mateo: concédenos piadoso esta virtud de inclinarnos a favorecer, socorrer y amparar a los necesitados en cuanto alcanzaren nuestras fuerzas, por el infinito merecimiento que tuviste con ella, y lo particular que Te pedimos, si fuere conveniente. Amén.
DÍA NOVENO
REGLAS QUE DIO A SÚBDITOS Y PRELADOS
¡Oh suavísimo Jesús!, que entrando como Rey y Superior de todo el universo en Jerusalén, fue tan humilde y moderado tu porte, que los Ángeles quedaron absortos y los hombres de entendimiento asombrados, y que si castigaste fue con piedad y no con azote cumplido, beneficiando y premiando al mismo tiempo con plenitud, para dar reglas a los Superiores, y que también dispusiste que todos tus Súbditos y Vasallos, después de alabarte y bendecirte, pusiesen debajo de tus pies sus ropas, para que conociesen el respeto con que deben hablar de los que mandan y la sujeción que han de tener en sus personas y en sus bienes: concédenos piadoso por esta doctrina tan sagrada, y por el infinito merecimiento de ella, que así los Prelados como los Súbditos puntualmente se arreglen a ella, y también lo particular que Te pedimos, si fuere conveniente. Amén.
sábado, 5 de abril de 2025
NOVENA DE LOS NIÑOS A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
NOVENA BREVE DE LOS NIÑOS A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
POR EL P. DANIEL PINEDO
REDENTORISTA
MADRID
EDIT. EL PERPETUO SOCORRO
Manuel Silvela, 14
Año de 1953
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, que en el Niño de tu Imagen milagrosa, en tu título singular y en tu historia de prodigios te muestras de una manera especial Madre amantísima de los niños. A Ti venimos en este día. Te los traemos, porque Tú vivísimamente así lo deseas, como lo desea tu divino Hijo Jesús. Tuyos son. Recíbelos. Haz que sean siempre fieles servidores tuyos y concédenos la gracia que te pedimos en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios y tuya, y bien de nuestra alma, oh Madre nuestra. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Para cuando haga la Novena algún niño en particular
Oh Madre del Perpetuo Socorro, que en el Niño de tu Imagen milagrosa, en tu título singular y en tu historia de prodigios te muestras de una manera especial Madre amantísima de los niños. A Ti vengo en este día, porque yo necesito de Ti, y Tú vivísimamente así lo deseas, como lo desea tu divino Hijo Jesús. Tuyo soy. ¡Recíbeme, Madre mía! Haz que sea siempre fiel servidor tuyo, y concédeme la gracia que te pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, y tuya, y bien de mi alma. Amén.
DÍA PRIMERO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO HA REVELADO A LOS NIÑOS SU NOMBRE, TODO MISERICORDIOSO, Y EL LUGAR PREDILECTO DE SU CULTO
CONSIDERACIÓN
«Avisa a tu madre, dijo, apareciéndose a una niña de seis años, que Santa María del Perpetuo Socorro quiere que ponga su Imagen en la Iglesia dedicada a San Mateo, sita entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán.» Trasladada solemnemente a ella, allí reina y desde allí -hoy en día Iglesia de San Alfonso en Roma-, dispensa sus gracias sobre el mundo entero. Pedidle la humildad y la santa pureza.
(Medítese brevemente, y pídase a la Virgen la gracia que se desea obtener de Ella en esta Novena.)
INVOCACIONES
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! ¡Oh Vos, cuyo solo Nombre inspira confianza! R/: Madre de amor venid en mi socorro.
En el momento peligroso de la tentación, para que yo resista.
Contra mi propia inconstancia y para perseverar hasta el fin.
Oh Madre mía, hasta mi último día, hasta mi último suspiro.
ORACIÓN FINAL
Oh Santísima Virgen María, que para inspirarnos una confianza sin límites habéis querido tomar el dulcísimo nombre de Madre del Perpetuo Socorro. Yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar. Obtenedme la gracia de las gracias, la gracia de suplicaros sin cesar, con la confianza de un hijo, a fin de que, por la virtud de esta súplica constante, obtenga vuestro Perpetuo Socorro y la perseverancia final. Bendecidme. oh tierna y cuidadosa Madre, y rogad por mí, ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, rogad por nosotros! (300 días de indulgencia).
JACULATORIA FINAL
Seáis amada, seáis alabada, seáis invocada, seáis eternamente bendita, oh Virgen del Perpetuo Socorro, mi esperanza, mi amor, mi Madre, y mi vida. Amén.
DÍA SEGUNDO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO ES MADRE DE LOS NIÑOS POR SUS DOLORES.
CONSIDERACIÓN
Los inmensos dolores espirituales de la Virgen María están admirablemente expresados en la Imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro. La actitud de la Virgen, del Niño Jesús y de los Santos Angeles demuestran soberanamente esta inmensa realidad. «En cuanto de Ella dependía, escribe el Papa Pío XI, inmoló a su divino Hijo en el Calvario, de tal suerte, que juntamente con Cristo hemos de decir que redimió al género humano. Pedid evitar siempre el pecado, causa de los dolores de la Virgen María.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA TERCERO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO ES MADRE DE LOS NIÑOS, PORQUE SON HERMANITOS DE JESÚS.
CONSIDERACIÓN
El niño acogido a su seno, en su Santa Imagen, y el estrecharle Ella entre sus brazos, lo demuestran claramente, pues San Pablo dice de Jesucristo: «Dios predestinó a su Hijo a que fuese el primogénito entre muchos hermanos». Los niños, pues, son hijos de la Virgen María, y hermanitos de Jesús, particularmente, los niños cristianos buenos y puros. «El que es devoto de la Virgen María se salva, y el que no lo es, no se puede salvar» dice San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia. Niños: pedid siempre la gracia de ser devotos de la Virgen María, esforzaos por serlo y os salvaréis.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA CUARTO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO INCULCA A LOS NIÑOS LA DEVOCIÓN A LOS SANTOS ANGELES, PARTICULARMENTE AL ÁNGEL DE LA GUARDA.
CONSIDERACIÓN
Mirad cómo en su Imagen enseñan los Angeles a Jesucristo los instrumentos de la Pasión, obra cumbre que en este mundo debía realizar Jesús hecho hombre. Inspirar el bien es el principal oficio de los Santos Angeles. Así les inculca la Virgen del Perpetuo Socorro fuertemente a los niños el poder y eficacia del valimiento de los Santos Ángeles, particularmente de los Angeles de la Guarda. Invocadles confiadamente, sobre todo al Angel de la Guarda, y os protegerán siempre. Pedid esta gracia.
(Meditese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA QUINTO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO CURA LAS ENFERMEDADES CORPORALES DE LOS NIÑOS.
CONSIDERACIÓN
En su solemne traslado de 1866 en Roma, una madre pide la curación de su hijo de cuatro años de edad, próximo a la muerte por unas fiebres malignas, y la obtiene. Otra, en ese mismo día y solemnidad, pide la curación de su niña de ocho años, casi completamente paralítica de ambas piernas, y la consigue. En la ciudad de Huete (Cuenca, España), un niño ciego, aconsejado por su madre, pide al Perpetuo Socorro la curación de sus ojos, e instantáneamente es curado. Niños: en vuestras enfermedades corporales, pedid a la Virgen del Perpetuo Socorro la curación, y, si os conviene, ciertamente la obtendréis.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA SEXTO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO ENSEÑA A LOS NIÑOS A SER LIMOSNEROS CON LOS POBRES.
CONSIDERACIÓN
Cuando en 1922, un hambre extraordinaria asoló a Rusia, llevándose por millares las vidas de los niños, la Virgen del Perpetuo Socorro inspiró al Papa Pío XI, que la nombrara Patrona de la Comisión organizada para socorrerles. De esta manera enseñaba a los niños cómo han de socorrer siempre que puedan a los pobres. Y que nadie invoca a la Virgen que no sea por Ella atendido, aunque no sea católico. Los niños rusos son muy devotos de la Virgen del Perpetuo Socorro. Niños: siempre que podáis, sed en vuestras limosnas generosos con los pobres, por amor a la Virgen, sobre todo con los pobres espirituales.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA SÉPTIMO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO ESCOGE A MUCHOS NIÑOS PARA MISIONEROS SUYOS
CONSIDERACIÓN
Desde que el Papa Pío IX la entregó a los PP. Redentoristas, cientos y cientos de niños le deben su vocación de Sacerdotes y Misioneros, gracia la mayor que se puede recibir en este mundo, porque es ser "dispensadores de los misterios de Dios" a los hombres (San Pablo) e "hijos de la vocación religiosa" (San Alfonso María de Ligorio). Sin la Virgen del Perpetuo Socorro, ni hubieran sido Misioneros, ni hubieran perseverado en su santa vocación. Si queréis conseguir esta gracia, pedídsela a la Virgen María del Perpetuo Socorro.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA OCTAVO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO DA A LOS NIÑOS QUE HAN ALCANZADO EL USO DE LA RAZÓN LA SAGRADA COMUNIÓN, CUANTAS VECES ELLOS QUIEREN.
CONSIDERACIÓN
¿Qué devoto del Perpetuo Socorro no ha visto, leído u oído contar las Comuniones nutridas y fervorosas de los niños, no ya sólo en las Santas Misiones, Ejercicios espirituales, Novenas anuales y cultos mensuales, sino también en los actos privados de cada día, en todas partes? Es que la Virgen sabe la debilidad de los niños, el poder de la Sagrada Comunión, y su necesidad para cuantos han alcanzado el uso de la razón, y su oficio de Dispensadora única de esta misma Sagrada Comunión. Por conocerlo así, los mismos niños le piden humilde y constantemente que Ella misma los prepare a comulgar, y como todo el que pide recibe, de ahí que con mucha frecuencia, y hasta diariamente, comulgan devotamente y con fruto. Mañana, último día de la Novena, comulgad en honor de la Virgen María, si no tenéis notable impedimento para ello.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
DÍA NOVENO
LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO LLEVA A LOS NIÑOS DEVOTOS SUYOS, EN LA HORA DE LA MUERTE, AL CIELO.
CONSIDERACIÓN
La Virgen del Perpetuo Socorro tiene poder y querer, porque Dios se lo ha dado, para llevar a los niños devotos suyos, en la hora de la muerte, al Cielo. Además se llama y es Perpetuo Socorro y Madre de los niños. Quienes han sido, pues, devotos suyos fieles, y así han muerto, ciertamente se han salvado. La Iglesia nos lo enseña de esta manera, y nosotros firmemente lo creemos, Niños: pedid el ser devotos sinceros, hasta la hora de la muerte, de la Virgen María, en este dulcísimo título de Madre del Perpetuo Socorro.
(Medítese brevemente... Invocaciones y Oración final, como en el día primero.)
ANOTACIONES
Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...
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NOVENA AL SANTO CRISTO APARECIDO EN SAN MIGUEL DE LAS CUEVAS CHALMA Por el P. Francisco de Florencia, de la compañía de Jesús Año de 181...
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NOVENA EN HONOR DEL SEÑOR DE LA JUSTICIA Que se venera en la Basílica del Rosario de Lima Lima, 1869 ACTO DE CONTRICIÓN Oh...