domingo, 24 de agosto de 2025

CINCO LUNES A SANTA CATALINA THOMÁS

 


DEVOTO QUINARIO O CINCO LUNES DE CUARESMA

EN HONRA DE SANTA CATALINA THOMAS 

Virgen, Canonesa de San Agustín 

En preparación a su muerte preciosa que fué el Lunes Santo


Palma de Mallorca

1933


INDULGENCIAS

El Lunes Santo, como también todos los lunes del año, en conmemoración del Feliz Tránsito de la Santa Mallorquina, pueden ganar indulgencia plenaria en la forma acostumbrada, todos los fieles que visitaren el sepulcro de Santa Catalina Thomás. Dicha indulgencia puede igualmente ganarse el dia 1. de Mayo, en qué nació la Santa, y el 28 de Julio, fiesta de la misma.



Santa Catalina Thomás fué tan amada y favorecida del divino Redentor, que ya a los cinco años de su edad le apareció crucificado cual estuvo en el Calvario, diciéndola desde la cruz. «Hija, tú has de ser mía, y me servirás; mira lo que me cuestas.» Desde entonces empezó a servir a su Majestad con tal fervor e imitación de vida, que mereció la gracia de vivir y morir crucificada con el Señor.


El fin principal de este DEVOTO QUINARIO es para que los devotos de esta bienaventurada virgen, se muevan con su ejemplo a servir e imitar con fervor al Redentor divino, recurriendo como ella frecuentemente a sus llagas y mirando con reflexión cuánto le costó el redimirnos y para prepararse a honrar y celebrar dignamente todos los años el Lunes Santo, día en que nuestra amada virgen murió a la vida pasajera para vivir y reinar eternamente en el cielo.



LUNES PRIMERO

(SEGUNDO DE CUARESMA)


Hecha la señal de la cruz y considerándose en la presencia de Dios, se dirá la siguiente:


ORACIÓN PREPARATORIA

¡Oh Padre celestial y Dios eterno, que amásteis tanto a los hombres, que le disteis a vuestro unigénito Hijo, hasta entregarle a la muerte de cruz por redimirnos! No permitáis que se malogre en mí el infinito valor de tan preciosa redención. Considerando que solo mis culpas pueden impedirme tanto bien, herido mi corazón de dolor, os digo con toda el alma que me pesa de haber pecado por ser Vos el ofendido. Pésame, Padre amantísimo, de haberos agraviado, por vuestra infinita bondad que amo más que mi vida. Y resuelto ya de veras a consagrarme todo a vuestro servicio, os suplico me déis gracia para aprovechar este rato a gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.


PUNTO DE MEDITACIÓN

Imaginate, alma mía, al pié de la cruz; y sin dar lugar a otro pensamiento, repara con atención: ¿Quién es el que padece en ella?.-Después de haber considerado bien con la luz de la fe que te alumbra que el que miras padecer en tan infame suplicio no es algún ladrón, homicida o malhechor, sino el Hijo del Altísimo y tu Dios que siendo inmortal e impasible, quiso hacerse hombre para padecer y morir por tu amor, forma este breve coloquio, ¡Oh mi Dios! Vos en cruz y entre dos ladrones, como si fuérais el más delincuente del mundo; y puedo veros así sin lágrimas en mis ojos!--Vos, Criador de mi alma, penando en esa cruz hasta morir por mí: y ¡puedo veros, Señor, sin morir de amor por Vos! ¡Oh cuán duro soy de corazón, si a vista de lo que os cuesta mi alma no la sacrifico toda a vuestro amor y servicio.


Meditese un rato, y después se dice la siguiente: 


ORACIÓN

¡Oh esposa muy amada de Jesús, Santa Catalina Thomás! ¡Oh piadosa abogada de los que devotamente imploran tu protección y amparo! Por aquel favor que te hizo el Redentor divino cuando a los cinco años de tu edad te apareció crucificado del modo que estuvo en el Calvario, llenándote el alma de compasión y dolor; te suplico me alcances una tierna compasión de sus penas, y un vivo dolor de mis culpas. Y por aquellas palabras que te dijo desde la cruz: «Hija, tú has de ser mía; mia lo que me cuestas», con que abrasada en deseos de padecer mucho por el Señor, llegaste a gozar la dicha de vivir y morir crucificada con El; te pido me alcances gracia para que abrazándome como tú con la cruz de la mortificación, llegue a verme tan unido con Cristo que ni la tribulación, ni la angustia, ni la vida, ni la muerte me separen de su amor. Y por aque! contínuo recurso que tenías a sus cinco principales llagas, suplica a su Majestad Divina se digne aceptar estos cinco Padre-nuestros, Ave-Marías, y Gloria-Patri, que en veneración de las mismas llagas le ofrezco; y me conceda las gracias que le pido, en las siguientes adoraciones:


A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

¡Oh amabilísimo Jesús, por mi amor crucificado! Yo Os adoro con todo mi corazón; y por la llaga de vuestra mano derecha, que tantas veces adoró Santa Catalina Thomás, os pido enderecéis a Vos todas mis operaciones. Así sea.


A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

¡Oh piadosísimo Jesús, por mi amor crucificado! Yo Os adoro con todo mi corazón; y por la llaga de vuestra mano izquierda, que tantas veces adoró Santa Catalina Thomás, Os pido me perdonéis mis siniestras intenciones. Así sea.


A LA LLAGA DEL PIÉ DERECHO

¡Oh benignísimo Jesús, por mi amor crucificado! Yo Os adoro con todo mi corazón; y por la llaga de vuestro pié derecho, que tantas veces adoró Santa Catalina Thomás Os pido me dirijáis por las sendas de Vuestros mandamientos. Así sea.


A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO

¡Oh clementísimo Jesús, por mi amor crucificado! Yo Os adoro con todo mi corazón; y por la llaga de vuestro pié izquierdo, que tantas veces adoró Santa Catalina Thomás, os pido me perdonéis mis culpables omisiones. Así sea.


A LA LLAGA DEL COSTADO

¡Oh amorosísimo Jesús, por mi amor crucificado! Yo Os adoro con todo mi corazón; y por la llaga de vuestro dulce costado, que tantas veces adoró Santa Catalina Thomás, Os pido me déis entrada en vuestro divino corazón para que, purificada mi alma con el fuego de su amor, viva siempre unida a vos. Así sea.


Ahora se rezarán cinco Ave Marias y un GloriaPatri, en memoria de la muerte preciosa que tuvo Santa Catalina Thomás en Lunes Santo, para que nos alcance del Señor una santa y feliz muerte. Y después la siguiente: 


ORACIÓN

¡Oh bienaventurada Catalina, esposa muy querida de Jesús! Todos nos gozamos en el Señor y le damos contigo las gracias, por la muerte tan feliz con que quiso coronar tu sanța vida en día de Lunes Santo. Séate mil veces en hora buena. Y por el favor que el Señor te hizo entonces de aparecerte crucificado como al principio de tu vida, para asistirte al fin de ella, tomar tu alma en sus manos y llevarla al cielo, suplica al mismo Señor que, por los méritos de sus cinco adoradas llagas nos otorgue liberal estos cinco favores que deseamos. El primero, que nos conceda la gracia de vivir siempre aparejados para la muerte. El segundo, que antes de ella, nos dé tiempo para recibir con buena disposición los Santos Sacramentos. El tercero, que nos dé luego una perfecta conformidad con su voluntad divina. El cuarto, que en aquella hora desprenda nuestro corazón de las cosas de esta vida y nos abrase en deseos de verle y gozarle en la otra El quinto, que así como el Señor te asistió en la hora de la muerte, nos asista también en aquella hora tan importante; a fin de que logrando por tu medio la dicha de morir en gracia, subamos a vivir contigo, para alabar a Dios eternamente en la gloria.


Se canta la antífona y oración de la Santa.


ANTIFONA

Qui tribulabant eam inimici ejus, ipsi infirmati sunt, et coeciderunt; quoniam eripuit eam Dominus a tentatione, et possuit immaculatam viam ejus.


L. Ora pro nobis, beata Catharina.

R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.


OREMUS

Supernorum numerum donatur Deus, qui beatam Catharinam Virginem insidias diaboli superare fecisti, concede quaesumus, ut eius meritis et precibus, nos quoque hostium impetus vincere, et aeternam palman assequi valeamus. Per Christum Dominum nostrum. Amen.



LUNES SEGUNDO

(TERCERO DE CUARESMA)


PUNTO DE MEDITACIÓN

Imaginate, alma mía, al pié de la cruz, y mira con viva fe a Jesús penando en ella, y sin dar entrada a otro pensamiento, considera bien: ¿Qué es lo que padece? Para formar de esto alguna idea, no necesitas más que poner los ojos en aquel divino rostro afeado con bofetadas y salivas; en aquella sacratísima cabeza coronada con espinas; en aquella dulcisima boca amargada con la hiel; en aquellas manos y piés atravesados con clavos; en aquel amoroso costado abierto con una lanza; y en aquellos sagrados miembros desgarrados todos y dislocados. Considerando bien la gravedad de sus tormentos, pasmado de ver a tu Dios y Señor en un estado tan lastimoso, forma este breve coloquio. «¡Oh Dios de mi corazón, este es el estado en que os han puesto los verdugos por mis pecados; y no muero ¡Oh cuán caro os cuesta, Señor, mi salud, de pesar a vista de vuestros tormentos! ¡Oh cuán graves son mis pecados, siendo tan grandes las penas que y mi remedio! ¡Vos padecéis por ellos!»



LUNES TERCERO

(CUARTO DE CUARESMA)


PUNTO DE MEDITACIÓN

Imaginate, alma mía, al pié de la cruz y mira con viva fe a Jesús penando en ella. Y sin admitir otro pensamiento, repara con atención: ¿por quién padece? Habiendo considerado bien que padece por ti, siendo tú una criatura tan vil y tan indigna que de tuya no tienes más que miseria y pecados, forma este breve coloquio «¡Oh qué fineza de amor! ¡Vos, Señor de la majestad, padeciendo en una cruz, y por mí! ¡Oh, cuán obligado me veo a padecer cualquier trabajo por Vos! Vos, supremo Rey del cielo, penando en el suplicio más cruel, y por mí, pecador abominable! ¡Oh, cuán insensible soy, si a vista de vuestras penas, no detesto mis pecados, que fueron la causa de ellas!.



LUNES CUARTO

(QUINTO DE CUARESMA, DE PASIÓN)


PUNTO DE MEDITACIÓN

Imaginate, alma mía, al pié de la cruz y mira con viva fe a Jesús penando en ella. Y sin dar lugar a otro pensamiento, repara bien: ¿Cómo padece? Considerando que padece con una paciencia invencible y con una constancia inalterable sin decaer un momento hasta dar el último suspiro en la cruz, forma este breve coloquio: «¡Oh Redentor de mi vida! ¿Quién Os mueve a padecer tantas penas, y con tanta paciencia, sino el amor con que padecéis por mi? Pues ¿qué poco amor Os tiene, Señor, el que no quiere sufrir con paciencia la menor mortificación por Vos? ¡Oh, cuán lejos está de mí este espíritu de mortificación y paciencia que desde la cruz me inspiráis!»



LUNES QUINTO

(LUNES SANTO)


PUNTO DE MEDITACIÓN

Imaginate, alma mia, al pié de la cruz y mira con viva fe a Jesús penando en ella. Y sin dar entrada a otro pensamiento, repara con reflexión: ¿Por qué fin padece? Y habiendo considerado bien que padece únicamente por tu interés y provecho, y que si se entrega a todo género de oprobios y tormentos es para librarte de la infamia del pecado, de la indignación divina, del fuego del infierno y darte con su gracia la gloria, forma este breve coloquio: ¡Oh exceso de caridad incomparable! Vos, Señor, para librarme de los horrendos castigos que que sois el ofendido, quereis ser castigado merecen mis culpas; y pudiendo satisfacer por mí con un suspiro, Os ofrecéis con gusto a todo género de tormentos hasta morir en una cruz! ¡Oh, cuán duro soy si no amo de corazón a quien tan finamente me amó! ¡Qué ingrato si no amo más que mi vida a un Dios que dió la suya por mí!



El motivo porqué en este último lunes, después de la función del Quinario, se suele cantar el salmo: In te, Domine, speravi, etc., es porque, estando para morir Santa Catalina Thomas, rogó a la Madre Priora y a las que se hallaban presentes que lo rezasen con voz inteligible. En llegando a aquellas sacratisimas palabras que dijo Jesucristo cuando expiró: In manus tuas, etc. En vuestras manos, Señor, encomiendo mi espíritu,» entonces entregó la santa virgen su bendita alma en manos de su Criador y Redentor, a los 5 de Abril de 1574, Lunes Santo, a media noche.

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...