NOVENA AL ANACORETA SAN SATURIO DE SORIA
Compuesta por un
devoto del Santo
Soria 1919
ORACIÓN PARA TODOS
LOS DÍAS
Glorioso Confesor y penitentísimo Anacoreta San Saturio,
sí es para gloria de Dios y honra vuestra que yo consiga lo que pido en esta Novena,
alcanzadme esta gracia del Señor, y si no, yo dejo en vuestras manos mi
petición, para que pidáis en mi nombre aquello que más convenga para gloria
suya y provecho de mi alma. Amén.
DIA PRIMERO
Dios y Señor de los pobres de espíritu, a quienes prometéis
el reino de los cielos en que están las verdaderas riquezas, mirad á, vuestro
siervo San Saturio, cuyo espíritu se mostró tan desasido de las conveniencias
del mundo, que desposeyéndose de sus bienes, apenas 'usaba de lo preciso para
mantener la vida; y concededme por su intercesión un total desprecio de los
bienes del mundo, con un deseo ardiente de los eternos que tenéis preparados
para vuestros escogidos, y la gracia que pido en esta Novena, a mayor honra y
gloria vuestra. Amén.
Aquí se rezarán tres Padre nuestros y tres
Ave Marías.
ORACIÓN FINAL
Benignísimo Protector mío
San Saturio, cuyo ardiente celo de la salvación de las almas os hizo salir de
vuestro retiro, interrumpiendo el íntimo y amoroso trato con Dios por medio de
la oración, en que erais inundado de celestiales dulzuras; yo os pido con todo
mi corazón, que delante del divino acatamiento tengáis especial solicitud y
cuidado de la mía. Alcanzad de la infinita misericordia de aquel Señor, a quien
tanto amasteis, que yo también acierte a< amarle y servirle, no desdiciendo
en mis obras, palabras y pensamientos de las obligaciones estrechas de
cristiano. Logre yo por vuestro patrocinio esfuerzo para empezar una vida
arreglada a los divinos preceptos, empleada" en el ejercicio de las
virtudes, a que corresponda una muerte preciosa en el divino acatamiento. Y para
bien os suplico consigáis para mí la gracia que pido en esta Novena, si ha de
ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de mi alma, Amén.
Aquí se pedirá a San Saturio la gracia que se desea
conseguir, usando de las palabras o afectos que dictare a cada uno su devoción.
GOZOS
Pues
sois, Saturio glorioso,
Nuestra
alegría y consuelo:
Conservad
el patrio suelo
En
el más, dulce reposo.
A
una colina eminente
huyendo
del mundo vais,
y
en sus entrañas buscáis
una
cueva diligente,
á
quien dá furtivamente
luz
el astro luminoso
En
tan triste soledad,
abismado
en penitencia,
castigáis
vuestra inocencia
para
evitar la maldad;
testigo
de esta verdad,
ese
sitio tan espantoso:
Por
los rugientes silbidos
pudo
llamarse de veras
más
habitación de fieras
que,
de justos fugitivos,
más
vos hallasteis motivos
para
preferirla ansioso:
Con
desabrido alimento
en
continuas oraciones,
con
duras maceraciones
pasáis
la Vida contento;
de
Anacoretas portento,
sois
Saturio prodigioso:
Con
vuestra predicación,
en
hábito penitente,
sostenéis
constantemente
al
pueblo en la religión;
y
una sólida instrucción,
le
dirige al fin dichoso:
Destruida
la herejía
con
un celo nunca visto,
á
las banderas de Cristo
todos
vienen a porfía,
cantando
con melodía,
el
triunfo más portentoso:
Justamente
admira el mundo
de
tu santidad la prueba;
pues
que vuelves a la cueva
y
su retiro profundo,
después
que has hecho fecundo
terreno
tan infructuoso:
Por
inspiración del cielo
á
ello el joven Prudencio,
viene
a buscar con silencio
su
deseado consuelo;
mira
con ardiente anhelo,
y
ve el monte delicioso:
Más
no pudiendo pasar
el
río por su corriente,
le
sirve de barca y puente
el
deseo de llegar;
pone
el pie sin reparar,
y
allá llega venturoso:
Por
siete años compañía
os
hace en la soledad;
con
vos vive en santidad
alabando
noche y día,
con
cánticos de alegría,
al
Dios justo y poderoso:
Vuestra
patria nuinantina
y
los pueblos comarcanos
con
sentimientos cristianos
buscan
protección divina,
y
su afecto los inclina
al
santuario milagroso:
Un
niño cayó jugando
en
el cauce del molino,
su
madre os encuentra fino
cuando
á Saturio llamando
su
niño viene saltando
risueño,
alegre y hermoso:
Otra
madre que angustiada
á
vos su niña presenta,
también
el remedio encuentra
dejándola
consolada:
pues
estando desandada,
sana
se la dais piadoso:
Como
cien varas de altura
cae
un niño, y con estruendos
en
precipicios horrendos
va
a encontrar su sepultura;
os
llama, y en. tal premura
obráis
portento asombroso:
DIA SEGUNDO
Dios y Señor de los mansos, a quienes prometéis la quieta
y segura posesión de la tierra de los vivientes, mirad a vuestro siervo San
Saturio, cuyo corazón inalterable nunca padeció las inquietudes de la ira, y
concededme un corazón manso, superior a todos los acaecimientos adversos, para
que así merezca tener parte en la tierra prometida, y la gracia que os pido en
esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DÍA TERCERO
Dios y Señor de los
desconsolados, a los cuales prometéis la abundancia de celestiales consuelos:
mirad a vuestro siervo San Saturio, que se privó generosamente de los consuelos
humanos, y así mereció ser participante de los divinos; y concededme por su intercesión
tolerancia en mis aflicciones y trabajos, para que no desmerezca que vos,
Señor, me consoléis en ellos y la gracia que os pido en esta Novena, á mayor
honra y gloria vuestra. Amen.
DÍA CUARTO
Dios y Señor de los que buscan ansiosos la justicia, a
quienes prometéis que serán hartos de los verdaderos bienes; mirad a vuestro
siervo San Saturio, que deseó con tanto anhelo la santidad y justicia, que por
adquirir nuevos aumentos de ella nada tenía por dificultoso o imposible; y
concededme por su intercesión un deseo tan fervoroso de conseguirla, que ni las
prosperidades ni los infortunios basten para que yo desista de este intento, y
la gracia que os pido en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra, Amen.
DÍA QUINTO
Dios y Señor de los misericordiosos, a los cuales
prometéis el lleno de vuestras divinas misericordias, mirad el corazón
compasivo de vuestro siervo San Saturio, a quien tanto lastiman las necesidades
espirituales y temporales de sus prójimos, que por remediarlas no perdonaba
trabajo ni fatiga; y concededme por su intercesión este caritativo afecto, para
que experimente los efectos de vuestra misericordia y la gracia que os pido en esta
Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.
DÍA SEXTO
Dios y Señor de los limpios de corazón, a los cuales
prometéis la dicha incomparable de ver cara a cara vuestra infinita hermosura;
mirad al purísimo corazón de vuestro siervo San Saturio, quien retirándose a
una gruta, huyó de todas las ocasiones que pudieran deslustrar su angelical
pureza y concededme por su intercesión tal limpieza de corazón, que merezca por
ella ser recreado con la vista de vuestro rostro y la gracia que os pido en
esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DÍA SÉPTIMO
Dios y Señor de los pacíficos, a quienes
prometéis que serán llamados hijos vuestros: mirad la paz que reinó en el
espíritu de vuestro siervo San Saturio, y como procuró siempre, no solo unir a
los hombres entre sí, sino también unirlos con vos por medio de un ardiente y
verdadero amor; y concededme por su intercesión, que no deje alterar la paz de
mi alma y la procure introducir en la de los prójimos, para que logre la honra
de hijo vuestro y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor honra y gloria
vuestra. Amen.
DÍA OCTAVO
Dios y Señor de los que padecen persecuciones por la
justicia, a quienes prometéis que reinarán con Vos en el cielo, mirad a vuestro
siervo San Saturio, que persiguió constantemente a su carne con ayunos,
vigilias y otras asperezas para asegurarse más en la justicia y santidad; y
concededme por su intercesión valor cristianó para sufrir las más crueles
persecuciones de los hombres antes que abandonar la justicia, y la gracia que
os pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amen.
DÍA NOVENO
Dios y Señor de los espíritus angélicos, que nunca pierden
de vista vuestro amabilísimo rostro: concededme que yo nunca aparte de Vos la
vista de mi entendimiento, ni emplee en otro objeto los afectos de mi voluntad,
a imitación de vuestro siervo San Saturio, que empleó su vida en contemplar
vuestras perfecciones y en amaros, y la gracia que por su intercesión os pido
en esta Novena, á mayor honra y gloria vuestra. Amen.
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