LETANIAS
DE SANTA MARTA DE BETANIA
Señor,
ten piedad de nosotros
Jesucristo,
ten piedad de nosotros
Señor,
ten piedad de nosotros,
Padre
Celestial, que eres Dios
Redentor
del mundo, que eres Dios
Espíritu
Santo, que eres Dios
Santísima
Trinidad, que eres un solo Dios
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Marta, Santa Anfitriona de Jesucristo,
Santa Marta, que se apresuró a abrir la puerta de su
casa,
Santa Marta, que recibió a Jesucristo en su casa,
Santa Marta, que con santo decoro hizo agradable su casa
a Jesús,
Santa Marta, que recibió al que come sólo entre los
lirios,
Santa Marta, Sierva casta y pura,
Santa Marta, Sierva virtuosa y caritativa,
Santa Marta, fiel sierva,
Santa Marta, Sierva amable y misericordiosa,
Santa Marta, sierva prudente,
Santa Marta, sierva cuidadosa,
Santa Marta, sierva feliz,
Santa Marta, sierva del Verbo encarnado,
Santa Marta, que dio pan a Jesucristo cuando tuvo hambre,
Santa Marta, que apagó la sed de Jesucristo dándole de
beber con sus propias manos,
Santa Marta, que dio un retiro a Jesucristo cuando era
peregrino en la tierra,
Santa Marta, que relajó a Jesús después de sus trabajos,
Santa Marta, que usó sus bienes y su cuidado al servicio
de Jesucristo,
Santa Marta, que renunció a todo para seguir a
Jesucristo,
Santa Marta, verdadero ejemplo de vida activa,
Santa Marta, que llevó a tu hermana Magdalena a las manos
de Jesucristo,
Santa Marta, que invitó a tu hermana a ayudarte,
queriendo que ella participara en tu santo ministerio,
Santa Marta, que tuvo la santa vergüenza de trabajar sola
al servicio de tan gran huésped,
Santa Marta, buena santa a quien podemos llamar madre de
los santos Lázaro y Magdalena porque eres su querida hermana,
Santa Marta, que en la enfermedad de Lázaro recurrió a
Jesús, que es médico, que trae salud y vida a todas partes,
Santa Marta, que, con un celo lleno de esperanza y
fe, corrió al encuentro de Jesús,
Santa Marta, que, para estallar la gloria del Hijo de
Dios, soltó el hedor del cuerpo de Lázaro, muerto durante cuatro días,
Santa Marta, que, uniendo tus lágrimas a tus oraciones,
ablandó el corazón de Jesús,
Santa Marta, que como recompensa a la fe firme que
tienes, tocando el misterio de la Resurrección, obtuvo la de Lázaro, Santa
Marta, feliz compañera. y fiel sierva de la Santísima Madre de Dios,
Santa Marta, que escuchó la predicación de Jesús,
Santa Marta, que vio a Jesús muerto y colgado en la cruz
Santa Marta, que tuvo el consuelo de ver a Jesús
resucitado,
Santa Marta, que vio a Jesús ascendiendo al cielo
Santa Marta, que recibió el Espíritu Santo con los
apóstoles en el Cenáculo,
Santa Marta, bendita discípula de Jesucristo,
Santa Marta, apóstol incansable,
Santa Marta, que dispensa fielmente las gracias que Dios
ha puesto en tus manos,
Santa Marta, que tenía un celo incomparable por la
propagación de la fe,
Santa Marta, que evangelizo en Francia por la felicidad
de nuestra nación,
Santa Marta, que con la austeridad de tu vida predicó el
mérito de la abstinencia,
Santa Marta, que con tus sufrimientos necesarios y
voluntarios suavizó el camino de la paciencia,
Santa Marta, inocente expuesta a la misericordia de las
olas,
Santa Marta, santa preciosa por la divina prudencia
conservada como tesoro de su Iglesia,
Santa Marta, que viajó por la Provenza dejando huellas de
tus bendiciones por todas partes,
Santa Marta, que por un singular favor eligió Tarascon
para su estancia,
Santa Marta, que de pueblo bárbaro los hizo fieles
cristianos,
Santa Marta, que ató a sus pies a un monstruo que llevó
el miedo y la muerte a todas partes,
Santa Marta, que exterminó la idolatría,
Santa Marta, vid floreciente que persigue el juramento,
Santa Marta, Que supo de antemano el día y la hora
de tu muerte,
Santa Marta, que, desde la muerte del Señor, llevas
siempre en tu seno la figura de la Cruz,
Santa Marta, que abrió el camino de la vida religiosa a
todas las vírgenes cristianas,
Santa Marta, que miraba la llegada de la muerte con
rostro sereno y corazón lleno de alegría,
Santa Marta, que al final de tus días has estado en el
continuo ardor del deseo de ver divina Hostia,
Santa Marta, que, recordando los dolores de Jesús,
felizmente terminó el tuyo y devolvió el alma a su creador,
Santa Marta, que fue recibida en el palacio del cielo,
por Aquel a quien habías recibido en tu casa en la tierra,
Santa Marta, que fue sepultada por las propias manos de
Jesucristo,
Santa Marta, santa gloriosa, de cuya tumba, como de
un manantial vivo, fluyen incesantemente los dones del cielo,
Santa Marta, mujer milagrosa,
Santa Marta, que tú mismo fuiste uno de los mayores
milagros del mundo,
Santa Marta, que recibió de Dios para curar todas las
enfermedades,
Santa Marta, antigua e ilustre protectora de los reyes en
sus enfermedades,
Santa Marta, ángel de la guarda de los pueblos,
Santa Marta, que continuamente desvía los golpes de
la ira de Dios de las cabezas de tus siervos,
Santa Marta, que detuvo las plagas que infligieron, en
diversas ocasiones, a los pueblos vecinos de tus Santas Reliquias,
Santa Marta, que preservará y curará de la plaga a todos
los que han recurrido a ti,
Santa Marta, que por un privilegio especial cura todas
las enfermedades de la sangre,
Santa Marta, santa feliz, que preside a los que viajan
sobre el agua,
Santa Marta, que nos ayuda en todos los peligros,
Santa Marta, que apacigua las tormentas,
Santa Marta, estrella favorable, que nos envía lluvia del
cielo en nuestras necesidades,
Santa Marta, nuestra santa abogada,
Santa Marta, nuestra patrona,
Santa Marta, nuestro amor y nuestra gloria
En todas nuestras necesidades, R/: ayúdanos
Santa Marta,
En todas las ocasiones de nuestra vida,
En la hora de nuestra muerte
Por tu maravillosa caridad,
Por la santa asiduidad de tu cuidado hacia Jesús,
Por tu santa y viva fe,
Por todas tus grandes virtudes,
Por tus insignias méritos,
Escúchanos, Gran Santa, nosotros que estamos bajo tu
protección, te suplicamos que supliques el perdón de nuestros pecados a Jesús,
tu Divina Hostia, por favor escúchanos.
Te pedimos que seas nuestro guía, y que nos conduzcas
ante ti, por favor escúchanos.
Te pedimos que nos brindes esta gracia, que tu Santa y
Divina Hostia permanezca siempre con nosotros, por favor escúchanos.
Te pedimos que pongas bajo tu protección y resguardes a
esta familia, y a todos los que confían en tu santa protección, por
favor escúchanos.
Santa Anfitriona de Jesús, por favor
escúchanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos,
Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten
piedad de nosotros.
ANTÍFONA:
Jesús entró en la casa de de Betania y una mujer feliz llamada Marta lo recibió
en su casa.
ORACIÓN: Dios Todopoderoso y Eterno, que quisiste que la Virgen Marta tuviera el honor de recibir a su único Hijo en su casa cuando anduvo en la tierra por la salvación de los hombres, por favor concédenos, que los méritos e intercesiones de esta Gloriosa Santa, sea recibido, por tu misericordia, en el palacio del cielo, por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
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