TRIDUO
A NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO
QUE
SE VENERA EN LA SANTA IGLESIA CATEDRAL METROPOLITANA DE LA NUEVA GUATEMALA DE
LA ASUNCIÓN
SE
REZA EL VIERNES, SÁBADO Y DOMINGO DE CADA SEMANA
Con
Licencia de la Autoridad Eclesiástica
Reg.
Lib. Fol. 61, no. 1474
Talleres
Tip. San Antonio, 13 calle oriente, no. 30
Año
de 1932
Puesto
de rodillas delante de Nuestra Señora, se dirá:
Por
la señal ✠
de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Confundido
y avergonzado me postro a tus pies, Señor, confesando sinceramente que eh sido
ingrato contigo, Dios mío, bondadoso y clemente, que mientras yo, insensato,
corría tras los placeres con que me brindan los más terribles enemigos de mi
alma, Tú, cual padre tierno me libras de los peligros en que ciego me ponía. Llamabas
a las puertas de mi corazón, para que, desalojando de el al demonio que, como
dueño absoluto lo poseía, lo ocuparás Tú, bien mío, como el único a quien
pertenece y para quien fui criado, pero ya, Jesús mío, atendí a tus voces, ya
detesto y aborrezco el pecado por ser ofensa contra Ti, Santo Bueno, y digno de
ser amado sobre todas las cosas, y propongo, ayudado de tu divina gracia, no
volver a pecar, apártame de las ocasiones de ofenderte y hacer una humilde
confesión de mis culpas. Yo espero de tu bondad y misericordia infinita, y de
los méritos e intercesión de María Santísima, a quien invoco con el consolador
título de Socorro de los Pobres, me concederás el perdón que humilde y contrito
solicito, y la perseverancia en tu santa gracia, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
¡Socorro
de los Pobres! Que título tan consolador para mí, pobre pecador afligido y
agobiado por la necesidad y la miseria. ¿A quien recurriré para mi remedio? A
ti que eres mi Madre. ¿Qué amor hay más tierno y delicado que el de Madre? Tu me adoptaste por hijo en los momentos más
terribles de tu Santísima Vida. Al pie del ignominioso leño del que pendía tu
Hijo Sacrosanto, mi Señor Jesucristo. Pues, Señora, si tan caro te eh costado
¿me abandonarás en mi desgracia? ¿desatenderás mis súplicas? ¿Despreciarás mis
súplicas? ¿Despreciarás las lágrimas que derramo al pie de tus altares?...
Socorro de los Pobres, favoréceme, ampárame y no me abandones en mi vida y en
la muerte. Amén.
En
ti pongo mi confianza
tu
conoces mi aflicción,
¡Poderosa
Hija del Padre
Socorro
por compasión!
-Ave
María y Gloria Patri.
imploro tu protección,
Madre de Dios Hijo,
¡Socorro por compasión!
De
mis penas el remedio,
me
alcance tu intercesión:
¡Del
Santo Espíritu Esposa
Socorro
por compasión!
-Ave
María y Gloria Patri.
De
la Augusta Trinidad
Eres
Templo muy amado:
Por
eso te preservó,
del
original pecado.
-Ave
María y Gloria Patri.
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
¡Oh
Hermosísima Señora! Más bella que la Aurora, que disipando las tinieblas de la
noche, anuncia al Sol que todo vivifica
y hermosea, pues tu precedisteis a tu Divino Sol de Justicia, Jesucristo
nuestro Señor, y coadyuvaste eficazmente a la redención del género humano,
siendo esto y por haber sido preservada de la culpa original, la criatura más
agradable al Señor, esto me anima y consuela en el triste estado en que estoy,
para esperar de tu intercesión poderosa, el remedio de mis males y el consuelo
en mis necesidades. Así lo espero de tu piedad, y con entera confianza a ti
clamo diciendo: ¡Socorro de los pobres, ampárame en todos los instantes de mi
vida y en la hora de la muerte! Amén.
-Aquí
se hace la petición y se concluye con los versos y una Salve por el autor de
esta devoción.
VERSOS
Eres en toda ocasión
R/: Socorro, Madre
piadosa
Socorro por compasión.
-Al
infeliz desvalido
Impartes
tu protección.
-Al
pecador obstinado
le
consigues conversión.
-El
que a ti acude afligido
Consuelo
halla en su aflicción.
-Al
que se ve perseguido
defiende
tu protección.
-Tu
al que se halla atribulado
sosiegas
sin dilación.
-Tu
al que de Dios se ha olvidado
le
alcanzas gracia y perdón.
-Al
huérfano y a la viuda
libras
de la perdición.
-A
la doncella virtuosa
libras
de la seducción.
-A
tus devotos, Señora,
protege
en toda ocasión.
-Enciende
en todos tus hijos
fervorosa
oración.
-Que,
en la hora de nuestra muerte,
tengamos
gran contrición.
-Que
siempre de Dios gocemos
en
la celeste mansión.
-Pues
Socorro de los Pobres
Eres
en toda ocasión
R/:
Socorro, Madre piadosa
Socorro
por compasión.
-Se
reza una Salve.
DÍA
SEGUNDO
ORACIÓN
¡Oh
bellísima Señora, única esperanza de los desgraciados pecadores! Estrella de la
mañana, que aseguras la salvación de los desgraciados pecadores, que cual
abandonados náufragos estamos a punto de perecer en el embravecido mar de este
mundo, combatidos por tantos riesgos y peligros que cual encrespadas olas,
amenazan sumergirnos para siempre en los profundos abismos del infierno, por
eso a Ti, Señora, llamamos, a Ti nos acogemos y solo por Ti esperamos llegar al
punto de salvación. ¡Socorro de los Pobres, favorécenos! ¡Socorro de los Pobres,
asístenos en todos los instantes de la vida y en la hora de nuestra muerte! Amén.
DÍA
TERCERO
ORACIÓN
¡Purísima
e Incomparable María! ¡Dulcísima Madre mía! ¡Luna apacible, llena siempre de
gracia y santidad! Que, con la suave y divina luz de tus virtudes, disipas las
tinieblas de la triste noche de nuestras aflicciones y desgracias,
consolándonos, amparándonos y procurando como Madre amorosa y tierna nuestra
eterna felicidad. ¡Bendita seas Reina y Señora de los Cielos y de la tierra,
que tan benigna y piadosa eres para tus pobres y desvalidos hijos! ¡Bendita seas
Estrella del Mar, Aurora de Divina Hermosura! Socorro de los pobres, consuelo
de los atribulados, nuestro único auxilio y esperanza – después de Dios – muy
confiados esperamos que, volviendo a nosotros tus bellísimos ojos, nos
conseguirás de tu Hijo Santísimo el remedio de nuestras necesidades
espirituales y temporales (Se hace la petición) el perdón de
nuestros pecados, lo que te pedimos en estos tres días que hemos dedicado a tu
culto y veneración, y la perseverancia en la divina gracia hasta el fin de
nuestra vida. También te suplicamos Señora, protejas, ampares y defiendas a
nuestra Madre, la Santa Iglesia Católica, al Sumo Pontífice, a todos los
prelados y seculares, a los señores sacerdotes, a tus devotos y bienhechores, y
a las almas de los fieles difuntos alcánzales el eterno descanso, y a todos los
presentes y ausentes la dicha de alabarte en la gloria, por los siglos de los
siglos. Amén.
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