miércoles, 7 de julio de 2021

TRIDUO A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL SOCORRO

TRIDUO A NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO 

QUE SE VENERA EN LA SANTA IGLESIA CATEDRAL METROPOLITANA DE LA NUEVA GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN

 

SE REZA EL VIERNES, SÁBADO Y DOMINGO DE CADA SEMANA

 

Con Licencia de la Autoridad Eclesiástica

Reg. Lib. Fol. 61, no. 1474

 

Talleres Tip. San Antonio, 13 calle oriente, no. 30

Año de 1932

 

Puesto de rodillas delante de Nuestra Señora, se dirá:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Confundido y avergonzado me postro a tus pies, Señor, confesando sinceramente que eh sido ingrato contigo, Dios mío, bondadoso y clemente, que mientras yo, insensato, corría tras los placeres con que me brindan los más terribles enemigos de mi alma, Tú, cual padre tierno me libras de los peligros en que ciego me ponía. Llamabas a las puertas de mi corazón, para que, desalojando de el al demonio que, como dueño absoluto lo poseía, lo ocuparás Tú, bien mío, como el único a quien pertenece y para quien fui criado, pero ya, Jesús mío, atendí a tus voces, ya detesto y aborrezco el pecado por ser ofensa contra Ti, Santo Bueno, y digno de ser amado sobre todas las cosas, y propongo, ayudado de tu divina gracia, no volver a pecar, apártame de las ocasiones de ofenderte y hacer una humilde confesión de mis culpas. Yo espero de tu bondad y misericordia infinita, y de los méritos e intercesión de María Santísima, a quien invoco con el consolador título de Socorro de los Pobres, me concederás el perdón que humilde y contrito solicito, y la perseverancia en tu santa gracia, hasta el fin de mi vida. Amén.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Socorro de los Pobres! Que título tan consolador para mí, pobre pecador afligido y agobiado por la necesidad y la miseria. ¿A quien recurriré para mi remedio? A ti que eres mi Madre. ¿Qué amor hay más tierno y delicado que el de Madre?  Tu me adoptaste por hijo en los momentos más terribles de tu Santísima Vida. Al pie del ignominioso leño del que pendía tu Hijo Sacrosanto, mi Señor Jesucristo. Pues, Señora, si tan caro te eh costado ¿me abandonarás en mi desgracia? ¿desatenderás mis súplicas? ¿Despreciarás mis súplicas? ¿Despreciarás las lágrimas que derramo al pie de tus altares?... Socorro de los Pobres, favoréceme, ampárame y no me abandones en mi vida y en la muerte. Amén.

 

 

-Ave María y Gloria Patri.

En ti pongo mi confianza

tu conoces mi aflicción,

¡Poderosa Hija del Padre

Socorro por compasión!

 

-Ave María y Gloria Patri.

 

Postrado a tus pies, Señora,

imploro tu protección,

Madre de Dios Hijo,

¡Socorro por compasión!

 

-Ave María y Gloria Patri.

 

 

De mis penas el remedio,

me alcance tu intercesión:

¡Del Santo Espíritu Esposa

Socorro por compasión!

 

-Ave María y Gloria Patri.

 

 

De la Augusta Trinidad

Eres Templo muy amado:

Por eso te preservó,

del original pecado.

 

-Ave María y Gloria Patri.

 

 

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

¡Oh Hermosísima Señora! Más bella que la Aurora, que disipando las tinieblas de la noche, anuncia  al Sol que todo vivifica y hermosea, pues tu precedisteis a tu Divino Sol de Justicia, Jesucristo nuestro Señor, y coadyuvaste eficazmente a la redención del género humano, siendo esto y por haber sido preservada de la culpa original, la criatura más agradable al Señor, esto me anima y consuela en el triste estado en que estoy, para esperar de tu intercesión poderosa, el remedio de mis males y el consuelo en mis necesidades. Así lo espero de tu piedad, y con entera confianza a ti clamo diciendo: ¡Socorro de los pobres, ampárame en todos los instantes de mi vida y en la hora de la muerte! Amén.

 

-Aquí se hace la petición y se concluye con los versos y una Salve por el autor de esta devoción.

 

 

VERSOS

-Pues Socorro de los Pobres

Eres en toda ocasión

 

R/: Socorro, Madre piadosa

Socorro por compasión.

 

-Al infeliz desvalido

Impartes tu protección.

 

-Al pecador obstinado

le consigues conversión.

 

-El que a ti acude afligido

Consuelo halla en su aflicción.

 

-Al que se ve perseguido

defiende tu protección.

 

-Tu al que se halla atribulado

sosiegas sin dilación.

 

-Tu al que de Dios se ha olvidado

le alcanzas gracia y perdón.

 

-Al huérfano y a la viuda

libras de la perdición.

 

-A la doncella virtuosa

libras de la seducción.

 

-A tus devotos, Señora,

protege en toda ocasión.

 

-Enciende en todos tus hijos

fervorosa oración.

 

-Que, en la hora de nuestra muerte,

tengamos gran contrición.

 

-Que siempre de Dios gocemos

en la celeste mansión.

 

-Pues Socorro de los Pobres

Eres en toda ocasión

 

R/: Socorro, Madre piadosa

Socorro por compasión.

 

-Se reza una Salve.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

¡Oh bellísima Señora, única esperanza de los desgraciados pecadores! Estrella de la mañana, que aseguras la salvación de los desgraciados pecadores, que cual abandonados náufragos estamos a punto de perecer en el embravecido mar de este mundo, combatidos por tantos riesgos y peligros que cual encrespadas olas, amenazan sumergirnos para siempre en los profundos abismos del infierno, por eso a Ti, Señora, llamamos, a Ti nos acogemos y solo por Ti esperamos llegar al punto de salvación. ¡Socorro de los Pobres, favorécenos! ¡Socorro de los Pobres, asístenos en todos los instantes de la vida y en la hora de nuestra muerte! Amén.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

¡Purísima e Incomparable María! ¡Dulcísima Madre mía! ¡Luna apacible, llena siempre de gracia y santidad! Que, con la suave y divina luz de tus virtudes, disipas las tinieblas de la triste noche de nuestras aflicciones y desgracias, consolándonos, amparándonos y procurando como Madre amorosa y tierna nuestra eterna felicidad. ¡Bendita seas Reina y Señora de los Cielos y de la tierra, que tan benigna y piadosa eres para tus pobres y desvalidos hijos! ¡Bendita seas Estrella del Mar, Aurora de Divina Hermosura! Socorro de los pobres, consuelo de los atribulados, nuestro único auxilio y esperanza – después de Dios – muy confiados esperamos que, volviendo a nosotros tus bellísimos ojos, nos conseguirás de tu Hijo Santísimo el remedio de nuestras necesidades espirituales y temporales (Se hace la petición) el perdón de nuestros pecados, lo que te pedimos en estos tres días que hemos dedicado a tu culto y veneración, y la perseverancia en la divina gracia hasta el fin de nuestra vida. También te suplicamos Señora, protejas, ampares y defiendas a nuestra Madre, la Santa Iglesia Católica, al Sumo Pontífice, a todos los prelados y seculares, a los señores sacerdotes, a tus devotos y bienhechores, y a las almas de los fieles difuntos alcánzales el eterno descanso, y a todos los presentes y ausentes la dicha de alabarte en la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

 

- Colaboración de Miguel Morales

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