viernes, 26 de mayo de 2023

EJERCICIO DE LOS MARTES A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

 




EJERCICIOS DE LOS MARTES

 

POR LA MAÑANA

 

1- CANTO:

¡Oh Reina de clemencia!

 

2-CORONITA DE AMOR:

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, porque sois, después de Dios, la criatura más santa y más digna de ser amada.

Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, porque sois la Hija de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa

de Dios Espíritu Santo.

 Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro, porque sois mi Madre, la más

amante y la más amable de todas las madres.

Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, porque me habéis redimido con

Vuestros dolores y con vuestras lágrimas.

Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, porque sois, Con Jesús, mi amparo.

Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, y quiero amaros con todo mi corazón, cada día más y toda mi vida, para amaros eternamente en el cielo,

Avemaría.

 

Yo os amo, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, y quisiera que os amasen todos los hombres en la tierra como Dios, los ángeles y los santos os aman en el Cielo.

Avemaría.

 

3-CANTO.

 

Yo te doy

¡Oh Madre querida!

 

4-BREVE PAUSA.

 

Pida cada uno la gracia que desee conseguir en este martes, a este fin rezaremos tres Avemarías a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y tres Gloria Patri a Nuestro Padre S. Alfonso.

 

5-ORACIÓN.

Mi amantísima Madre y Madre de todos los necesitados, que en vuestra portentosa Imagen sois la Dispensadora de todas las gracias, socorrednos en todas las necesidades espirituales y temporales que nos afligen, y, pues soIS nuestra Madre. Alcanzadnos el perdón de nuestras culpas, la perseverancia en el servicio de Dios y el favor especial, que os pedimos en este martes, si ha de ser para gloria de Dios y vuestra, y además, para bien de nuestras almas. Amén.

 

6-LECTURA DE UN PUNTO DE MEDITACIÓN SEGÚN EL MANUAL.

 

7-DESPUÉS DE LA ELEVACIÓN.

CANTO: Te adoro Sagrada Hostia...

 

8-CORONITA EUCARÍSTICA.

 

¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! Por la alegría que experimentó tu Corazón cuando tu Hijo Divino te reveló el misterio de la Eucaristía, haz que mi alma salte de gozo cuando Jesús me abra las puertas del Sagrario y me invite a su banquete de amor.

Avemaría.

 

¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! Por aquella inmensa caridad con que te complaciste en que tu Hijo divino nos diera el cuerpo y sangre, que de Ti recibió y permaneciera en el tabernáculo, prisionero de amor, concédeme la gracia de que sea mi cuerpo por la pureza, santuario de su divinidad, y mi corazón, por la humildad, víctima de su caridad.

Avemaría.

 

¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! Por aquellos deliquios celestiales que sintió tu corazón cuando por vez. primera, viste la Hostia Santa, abriste tus labios y la recibiste en tus purísimas entrañas, dame la gracia de que mi alma salte de gozo santo ahora que voy a tener la misma dicha que Tú tuviste.

Avemaría.

 

¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! Por aquel fervor inefable con que todos los días recibías la Sagrada Comunión, haz que todos los días venza yo la pereza de mi carne, la vana opinión del mundo y la vanidad de los negocios terrenales, y venga a asistir al sacrificio del altar y a alimentarme de la divina Eucaristía. Avemaría.

 

¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! Por la paz celestial, que inundó tu espíritu, cuando herida de la caridad y próxima a salir de este mundo, recibiste a tu Jesús, que venía a consolarte y a darte la última gracia con su sagrado viático, concédeme la gracia de que, cuando llegue mi última hora, tenga también la dicha de recibir a Jesús y de que El, con el viático de su cuerpo y de su amor, me lleve de los brazos de la muerte al trono del cielo.

Avemaría.

 

9-A LA COMUNIÓN.

 

Rezando en voz alta el "Yo pecador" van todos por el medio a comulgar y al propio tiempo cantan alguna letrilla piadosa.

 

10--DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Tras breve pausa, para dar gracias, rezan todos la siguiente

 

ORACIÓN

¡Benignísima Señora y Madre del Perpetuo Socorro!, grandes son las tribulaciones y trabajos que padecemos en esta vida, y a Vos acudimos en busca de consuelo y remedio, poniendo en vuestras manos nuestra suerte, nuestra Vida, nuestra muerte y nuestra salvación. Si perpetuas son las penas, que por nuestros pecados merecemos, Perpetuo es también vuestro Socorro, y poderosa para con Dios Nuestro Señor vuestra intercesión. Alcanzadnos, pues, la gracia de vivir santamente, el favor especial, que pedimos en este martes si es para la mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de nuestras almas. Os pedimos, además, la dicha de veros un día en el cielo. Amén.

(Se rezan tres Avemarías).

 

11-ORACIÓN FINAL.

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, Señora Nuestra y Madre del Perpetuo Socorro!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que se han acogido a Vuestra protección e implorado vuestro Perpetuo Socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado de esta confianza vengo a Vos, soberana Señora, y postrado ante Vuestra prodigiosa Imagen os hago presente mi necesidad y pongo por última con vuestras reales manos, mi petición. No la desechéis, ¡oh Señora y Madre mía!, antes, al contrario, oídme bondadosa y despachad favorablemente esta mi humilde súplica. Amén.

 

12°--DESPEDIDA,

Himno oficial al Perpetuo Socorro.

La música de este y otros himnos puede verse en el librito Melodías populares al Perpetuo Socorro.

 

 

POR LA TARDE

 

1-Exposición de Su Divina Majestad.

 

2-Estación, rosario con misterios cantados, letanías.

 

3-Oración.

(Sacerdote sólo)

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Aquí tenéis a vuestros pies a un miserable pecador, que a Vos acude y en Vos confía ¡Madre de Misericordia, tened piedad de mí! Oigo que todos os llaman refugio y esperanza de los pecadores; sed, pues, el refugio y la esperanza mía. Socorredme por amor a Jesucristo. Tended la mana a un miserable caído que a Vos se encomienda y se consagra por vuestro siervo perpetuo. Bendigo y doy gracias a Dios que, por su misericordia, me ha concedido esta confianza en Vos, que yo miro como una prenda segura de mi eterna salvación. Ah infeliz de mí, en el tiempo pasado he caído en la culpa por no haber acudido a Vos, y tengo por cierto que, si a Vos me encomiendo, me ayudaréis y saldré victorioso. Pero este es mi temor, que en las ocasiones de pecar deje de llamaros en mi ayuda y así me pierda. Concededme, pues esta gracia, que ardientemente os pido. Alcanzadme que en los asaltos del infierno siempre recurra a Vos diciendo: ¡María, ayudadme! ¡Virgen del Perpetuo Socorro, no permitas que pierda a mi Dios!

 

4-SÚPLICA.

(todos)

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, mi Corazón rebosa de confianza en Vos, a causa de este nombre que lleváis. Heme, pues, a Vuestros Pies, Vengo a manifestaros todas las necesidades, así de mi vida como de mi muerte. Vengo a implorar, como remedio a tantas miserias vuestro perpetuo y maternal socorro. Dignaos ¡oh María! ¡oh Madre mía! escuchar compasiva mis humildes súplicas:

 

-En todas mis dificultades, penas y

miserias,

 

-En el momento peligroso de la

tentación para que yo resista,

 

-Después de mis caídas, para que

pronto me levante,

 

-Si algún lazo funesto me encadena al servicio del demonio, para romperlo,

 

-Si tardare en convertirme, para

que al fin me rinda,

 

-Si tuviere la desdicha de vivir en sacrilegio, para que tenga valor de

confesarme bien,

 

-Si me olvidare de acudir a Vos,

para que pronto os invoque,

 

-En el importante deber de la confesión, para que lo cumpla pronto y

bien,

 

-Para que reciba dignamente y con fervor la Sagrada Comunión,

 

-Para que llegue a amar a Dios con

rodo mu corazón,

 

-Para que cumpla fielmente las obligaciones de mi estado,

 

-Si la enfermedad afligiere mi cuerpo y abatiere mi alma.

 

-Si me sintiere agobiado bajo el

del tedio y de la tristeza,

 

-Si alguno de mis prójimos me hiciere sufrir,

 

-Si la Providencia me sujetase a la

pobreza o a los reveses de la fortuna.

 

-Si encontrare en mi familia moti-vos de pena y aflicción,

 

-Para que consiga la salud o el alivio de los que amo,

 

-Para que con mis oraciones alcancen libertad las almas del purgatorio,

 

-Para que coopere a la conversión

de los pecadores,

 

-Cuando llegue mi última enfermedad,

 

-En las últimas tentaciones que precedan y acompañen mi última agonía

 

-En mi último suspiro,

 

-Cuando esté en el Purgatorio.

 

-En todo tienmpo y en todo lugar,

 

-Para que os sirva, os ame y os invoque siempre,

 

-Para que ame a Jesucristo,

 

-Para que lleve a vuestro amor y servicio a muchos cristianos,

 

5-CANTO.

¡Oh María, Madre mía!

¡Oh consuelo del mortal! etc.

 

6-ORACIÓN.

(Todos)

Oh Santísima Virgen María, que para inspirarnos una confianza sin límites, habéis querido tomar el dulcísimo nombre de "Madre del Perpetuo Socorro'" yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar, en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y sobre todo en el trance de la muerte. Concededme ¡oh amorosa Madre! el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Vos, porque estoy cierto de que si soy fiel en invocaros, Vos seréis fiel en socorrerme. Obtenedme pues, esta gracia de las gracias; la gracia de suplicaros sin cesar, con la confianza de un hijo, a fin de que por la virtud de súplica constante obtenga vuestro perpetuo socorro y la perseverancia final. Bendecidme ¡oh tierna y cuidadosa Madre! y rogad por mi ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.

 

Pida cada quien la gracia que desee conseguir en este martes

 

(Todos)

A estas intenciones vamos a rezar tres Avemarías a Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro y Tres Gloria Patri a S. Alfonso.

 

¡Oh María, Madre del Perpetuo Socorro, rogad por mí! ¡Protector mío, S. Alfonso, haced que en todas mis necesidades

recurra a María!

 

-Lectura de un punto de meditación según el Manual y de los favores otorgados por la Virgen del Perpetuo Socorro.

 

8-ORACIÓN FINAL.

Señor mío Jesucristo, que nos diste a tu Madre Santísima, la Virgen María, para

que la venerásemos con el título insigne de "MADRE DEL PERPETUO SOCORRO" te suplicamos, que los que imploramos con frecuencia su maternal favor, merezcamos participar constantemente de los frutos de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

JACULATORIA:

(Todos)

¡Seáis amada, seáis alabada, seáis invocada, seáis eternamente bendita, ¡oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi amor, mi Madre, mi refugio y mi vida. Amén.

 

9-RESERVA.

El sacerdote baja del púlpito; revestido de capa pluvial hace la reserva como de ordinario. Después se quita la capa pluvial y asistido de un acólito con el acetre y el cuadro del Perpetuo Socorro procede a las Bendiciones.

 

10-BENDICIONES.

-Para los niños sanos.

 

Adjutorium nostrunm

Domine, exaudi orationem.

Dominus vobiscum.

 

OREMUS

Domine Jesu Christe, Fili Dei vivi, quiante omnia sæcula genitus, in tempore tamen infans esse voluisti, et hujus ætatis diligis innocentiam; qui parvalos tibi oblatos amanter complexus es, eisque benedixisti; infantes istos præveni in benedictionibus dulcedinis, et præsta ne malitia mutet intellectum eorum, eisque concede ut proficientes ætate, sapientia et gratia, tibi semper placere valeant. Qui vivis et regnas cum Deo Patre, in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia sæcula sæculorum. Amen.

 

Pax et benedictio Dei Omnipotentis, Patris et Filii et Spiritus Sancti descendant super vos et maneat semper.

 

(Los rocía con agua bendita)

 

B-Para los niños enfermos.

 

OREMUS

Deus, qui miro ordine angelorum ministeria, hominumque dispensas, concede propitius, ut a quibus Tibi ministrantibus in celo semper assistitur, ab his in terra vita horum puerorum muniatur. Per Christum Dominum nostrum. Amen.

 

Extendens manns. Super ægros manus imponent et bene habebunt. Jesus Mariæ Filius mundi salus et Dominus, meritis et intercessione Sanctorum Apostolorum suorum Petri et Pauli et omnium Sanctorum sit vobis clemens et Amen.

 

Benedictio Đei Omnipotentis Patris et Fili et Spiritus Sancti descendat super vos et maneat semper. Amen.

 

(Los rocía con agua bendita)

 

C-Para los adultos enfermos.

 

OREMUS

Respice, Domine, famulos tuos in infirmitate corporis laborantes, et animas refove quas crecasti, ut castigationibus emendati, continuo se sentiant tua miseratione salvatos. Per Christum Dominum nostrum. Amen.

 

(Los rocía con agua bendita)

 

11-ÚLTIMA BENDICIÓN.

Se toma un cuadro grande de Ntra. Sra.

del Perpetuo Socorro; se levanta en alto y

con él se traza despacio la señal de la cruz sobre el pueblo diciendo: Que la Virgen del Perpetuo Socorro nos bendiga a todos.

 

El pueblo responde: Así sea.

 

Luego van los fieles desfilan por el

Comulgatorio y se les da a besar un cuadrito de Ntra, Sra. del Perpetuo Socorro.

 

Al retirarse recibe cada quien algunas

Miniaturas para sus enfermos.

 

CANCIONERO DEL DIA DE EJERCICIOS

 

OH REINA DE CLEMENCIA

Coro:

¡Oh Reina de clemencia!

¡Oh Madre del amor!

Tu Perpetuo Socorro

Implora nuestra voz.

 

1-Al corazón benigno de María

Ven sin tardar, ¡oh pobre pecador!

Si en su bondad tu corazón confía

Te alcanzará la gracia del Señor.

 

2-Ven, alma a fiel, humilde y generosa,

Dios amar deseas con fervor:

ven a esta Madre tierna y amorosa.

Y abrasará tu pecho en santo amor.

 

3-Madre de Dios, Patrona Poderosa!

De nuestra patria, ¡oh Reina! ten piedad

Devuélvele su fe pura y hermosa,

Devuélvele su horror a la impiedad.

 

4-Escúchanos, ¡oh Virgen santa y pura,

Madre de Dios, Madre del Redentor!

Gracia, salud y celestial ventura

Alcánzanos piadosa del Señor.

 

 

YO TE DOY

 

Yo te doy, - ¡Oh Madre querida!

Alma, vida, - Cuanto soy!

 

1.-Con ardor - Ofrézcote, Madre

El don suave - Del amor…

 

2.-A tus pies - Benditos postrado

Y humillado - Ya me ves.

 

3.-Sin cesar - Te quiero, María,

Cada día - Invocar.

 

4.-Al morir, - También a Ti quiero,

Como espero, - Acudir.

 

5.-Y elevar - Hacia Ti mi vuelo

Y en el Cielo - Exclamar.

 

 

Tomado del Manual del Perpetuo Socorro, colaboración de Iván Arellano

 


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