PIADOSA DEVOCIÓN DE LOS DOCE LUNES EN HONRA DE LA SANTA INFANCIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
EN REVERENCIA DE LA SANTA Y TAUMATÚRGICA IMAGEN DEL NIÑO JESÚS DE PRAGA
ORIGEN
El lunes es el día dedicado al niño Jesús. Esta práctica está muy extendida entre los santos, como san Juan Eudes, que impuso a sus institutosq vv.qi el recitado de las letanías de la santa infancia del salvador los lunes. Es también el día elegido por la beata Ana de San Bartolomé, que honraba los santos misterios de la infancia de Cristo, especialmente el lunes, que es también el día de meditación de los misterios gozosos del rosario.
La venerable Margarita María del Santísimo Sacramento recibió del Niño Jesús estas palabras que la impulsaron a redactar una novena especial: “Apresúrate, hija mía, a orar por este pueblo culpable, es por los méritos de mi santa infancia que encontrarás gracia y misericordia para tu patria. Todo lo que se me pida por los méritos de mi santa infancia me será concedido ”.
La práctica de los doce lunes se difundió por recomendación de la Venerable Margarita María del Santísimo Sacramento. Se trata de adorar y meditar durante una serie de doce lunes, en memoria de los primeros doce años de la vida de Cristo, los misterios de su divina Infancia.
Se concede una indulgencia de un año por cada día de la novena en que se haga con el corazón contrito, en público o en privado, la siguiente:
OFRENDA
I.
Padre Eterno, te ofrezco para tu honra, para tu gloria, para mi salvación y la de todos, el misterio del nacimiento de nuestro divino Redentor.
-Gloria al Padre...
II.
Padre Eterno, te ofrezco para tu honor, para tu gloria y para mi salvación eterna, los sufrimientos de la Santísima Virgen María y de San José en el largo y doloroso camino de Nazaret a Belén, y las angustias de sus corazones al no encontrar dónde refugiarse, cuando el Salvador del mundo estaba por nacer.
-Gloria al Padre...
III.
Padre Eterno, te ofrezco para tu honra, para tu gloria y para mi eterna salvación, el pesebre donde nació Jesús, la paja que le sirvió de cama, el frío que sufrió, los pañales que lo envolvieron, y las lágrimas que derramó.
Gloria al Padre...
IV.
Padre Eterno, te ofrezco para tu honra, para tu gloria y para mi eterna salvación, el dolor que sintió el Niño Jesús durante la circuncisión al ofrecer la preciosa sangre que luego derramó por primera vez para la salvación de toda la humanidad.
-Gloria al Padre...
V.
Padre Eterno, te ofrezco para tu honra, para tu gloria y para mi eterna salvación, la humildad, la paciencia, la mortificación, la caridad y todas las virtudes del Niño Jesús y te doy gracias, te amo y te bendigo infinitamente por este misterio inefable de la encarnación del Verbo.
-Gloria al Padre...
L/: El Verbo se hizo carne
R/: Y vivió entre nosotros.
OREMOS: Oh Dios, cuyo Único Hijo apareció en este mundo en la sustancia de nuestra carne, concede, te rogamos que habiéndolo reconocido externamente similar a nosotros merezcamos ser reformados por Aquel que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES AL SANTO NIÑO JESÚS DE PRAGA
-Niño Jesús, Rey de la Gloria.
R/:Ten piedad de nosotros
-Niño Jesús, nuestro verdadero Dios y Señor.
-Niño Jesús, tú cuyo poder hace tantas maravillas.
-Niño Jesús, cuya bondad está siempre dispuesta a ayudarnos.
-Niño Jesús, cuya bondad consuela a los afligidos.
-Niño Jesús, cuya Misericordia perdona nuestros pecados.
-Niño Jesús, cuya fuerza sostiene nuestra debilidad.
-Niño Jesús, cuyo poder nos protege contra todos los males.
-Niño Jesús, cuyo poder soberano triunfa sobre el infierno.
-Niño Jesús, cuya graciosa imagen atrae nuestros corazones.
-Niño Jesús, cuyo dulce y Santo Nombre alegra a los fieles.
-Niño Jesús, cuya Majestad llena el universo.
-Oh Divino Niño Jesús, dígnate aumentar en nosotros el amor y la devoción hacia tu Santa Infancia.
-Oh Divino Niño, nunca apartes de nosotros Tu mano que hace tantas maravillas y protégenos de las desgracias que nos acechan.
-Oh Divino Niño, sé siempre nuestro consuelo y nuestro refugio en Tu imagen milagrosa.
L/: Jesús, manso y humilde de Corazón
R/: Haz mi corazón como el tuyo.
ORACIÓN
Jesús, Rey nuestro, te suplicamos, postrado ante tu santa Imagen, lanza una mirada de clemencia sobre nuestros corazones suplicantes y llenos de angustia. Que Tu Corazón, tan bueno, tan inclinado a la piedad, se vuelva hacia nosotros y nos conceda la gracia que tanto le pedimos. Líbranos de la tristeza y el desánimo, de todos los males y dificultades que nos abruman. Por los méritos de tu Santa Infancia, dígnate escucharnos y concédenos el consuelo y la ayuda que necesitamos, para que podamos alabarte con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
Cum aprobacione ecclesiastica Mechliniæ.
7 de abril de 1946.
J. NAULAERTS. poder . biblioteca . cens .
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