NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE
VALVANERA
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios
y Hombre verdadero, que por amor a las criaturas quisisteis redimirlas, con el
inestimable tesoro de vuestra preciosa Sangre; tened misericordia de nosotros y
ayudadnos con vuestra divina gracia, para que, venciendo nuestras malas
inclinaciones, podamos serviros buena y fielmente. De todo corazón me pesa
haber pecado contra Vos, bondad infinita, y humildemente os pedimos perdón de
nuestras culpas y que nos deis la fortaleza que necesitamos para no caer
jamasen ellas; pero como las súplicas de seres tan ingratos y rebeldes, no
merecen que las escuchéis, nos atrevemos a poner por intercesora entre vuestra
Justicia y nuestra miseria, a la Bienaventurada Virgen María, Madre vuestra y
de los tristes pecadores, a fin de que niegue por nosotros y favorecidos con su
protección poderosa, vivamos cumpliendo en todo vuestra santa Ley, hasta llegar
a alabaros con Dios Padre y el Espíritu Santo, en la Gloria del Cielo. Amén.
DÍA PRIMERO
Sagrada Virgen de
Valvanera, que, al aparecer en el hueco tronco del roble, rodeada de solícitas
abejas, quisisteis enseñarnos cuan preciso es amar y practicar el trabajo, si
hemos de realizar nuestro destino sobre la tierra, danos Señora la fuerza necesaria
para cumplir nuestros deberes, siendo uno de los primeros, sacrificarlo todo, a
fin de imitarte en esta virtud: trabajemos por Dios y para Dios, y así
conseguiremos la eterna felicidad. Amen.
Cinco Ave Marías gloriadas, en honor de las cinco letras
del dulcísimo nombre de María nuestra Señora. Aquí se pedirá lo que se desee
conseguir en esta Novena.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh benditísima y amada
Madre nuestra de Valvanera! ¡Estrella que nos guía, faro que muestra el punto
de la bienaventuranza, Aurora radiante del Sol de Justicia y dulcísima
Medianera entre Dios y las criaturas! Atiende a nuestros ruegos, y concédenos
generosa tu celestial favor; apiádate de nuestra tibieza para todo lo bueno, y
aviva nuestra fé, alienta nuestra esperanza y enciende nuestra caridad, para
que, fortalecidos con estas virtudes, practiquemos cuanto sea necesario para
alcanzar la vida eterna. Ruega a tu divino Hijo, nuestro amante Redentor, que
nos haga fieles siervos suyos, a fin de que no se pierda ni una gota de la preciosa
Sangre que derramó por nosotros en el Calvario, para que asistidos de su gracia
y tu poderoso patrocinio, merezcamos la dicha de alabar en el Cielo al Padre a
tu Hijo y al Espíritu Santo, y celebrar al mismo tiempo tus dulces
misericordias. Amén.
SALVE
¡Dios
te salve, hermosa Virgen,
María
de Valvanera,
de
los montes de Rioja,
la
más soberana Reina!
¡Dios
te salve, repetimos
los
tristes hijos de Eva,
desterrados
de tu vista
entre
lágrimas y penas!
Dios
te salve, clara fuente
toda
espuma, toda perla,
que,
en las raíces de un roble,
naces
de virtudes llena!
¡Dios
te salve, panal santo
que
no labraron abejas,
y
tienes más dulces mieles,
que
cuantos labraron ellas,
Rosa
nacida entre zarzas,
lirio
de las asperezas,
que
das á el alma perfumes
en
la más fragosa sierra.
A
tí clamamos humildes,
llenos
de amargas tristezas,
que
eres tú, Madre y Señora,
toda
la esperanza nuestra.
Vuelve
a nosotros tus ojos,
y
nuestro dolor consuela,
pues
es tu Misericordia
de
incomparable grandeza.
Protege
nuestros caminos,
alumbra
nuestras tinieblas,
y
haz que de Jesús logremos
las
venturosas promesas;
porque
sirviéndote en vida
con
ardiente, fé sincera,
por
tu intercesión logremos
alcanzar
la gloria eterna.
ORACIÓN
Soberana
Virgen María, Madre de Dios, y Protectora nuestra, que, no satisfecho vuestro
amor, con haber obrado los más inefables prodigios en favor de tus devotos;
dejaste esa Sagrada Imagen, que veneramos con el misterioso título de
Valvanera, para manifestarles vuestra ternura, amparando a los infelices que os
invocan de todo corazón, socorriendo sus necesidades y consolándolos en sus
mayores aflicciones. Confiados, Señora y Madre nuestra, en que jamás nos habéis
desamparado, acudimos ahora a Vos, en la presente tribulación, a pediros nos
alcancéis del Señor, los auxilios de la gracia para salir del pecado, y el
perdón de las muchas culpas, con que hemos ofendido a vuestro Santísimo Hijo,
para que cesando estas causas de la calamidad que padecemos, cesen también. los
rigores con que la Justicia divina nos castiga: interceded ¡oh Madre nuestra de
Valvanera! por vuestros hijos, que, aunque indignos de tal nombre, lo somos por
vuestra elección, para que, libres de los males espirituales y temporales,
sirvamos al Señor en santidad y justicia todos los días de nuestra vida, y
después guiados por Vos, tengamos la dicha de veros y alabaros en la Gloria.
Amén.
DIA SEGUNDO
¡Hermosísima
Virgen de Valvanera! más dulce y suave que los panales de miel, dulcifica
Señora lo recio de nuestra condición, y haz que seamos fieles imitadores de tus
virtudes, para que sepamos disimular las faltas de nuestros hermanos, o
corregirlas con discreción y blandura; concédenos también que así en lo
próspero como en lo adverso mostremos apacible carácter, para que no ofendiendo
a Dios, merezcamos por tu intercesión piadosa, alabarte en la Patria celestial
Amén.
DIA TERCERO
Sagrada
Virgen de Valvanera, la más generosa de las criaturas, haz que seamos blandos
como la cera que llenaba el hueco roble, para recibir tus inspiraciones, y
seguir los ejemplos que nos das, a fin de que mostrándonos generosos en todas
ocasiones, ejercitemos esta virtud con perfecta discreción, correspondiendo
dignamente a lo que él Señor quiere de nosotros: haz también que tengamos gran
desprendimiento de los bienes terrenos, para que nunca sean rémora de nuestros
deberes, y vivos deseos de lograr los tesoros celestiales, para que consigamos
celebrar tus piedades en la celestial Sión. Amén.
DIA CUARTO
Santísima
Virgen, Madre y Señora nuestra de Valvanera, que nos brindas con tantas dulces
consolaciones, a la vez que con tan claros símbolos nos enseñas cuanto debemos
hacer para salvarnos; haz que entendamos bien tus lecciones, y que procuremos
tener nuestras almas, puras y limpias, como el agua de la cristalina fuente, que
brota al pie de tu trono; para que, purificados de toda mancha, merezcamos
verte en el Cielo. Amén.
DIA QUINTO
Virgen
soberana de Valvanera, compadécete de nosotros, que somos tan inclinados a ser
desleales, no solo con las criaturas sino con Dios, que es milagro de su
misericordia, el que no acabe con los que tan mal corresponden a sus favores y
gracias; haz que tengamos siempre presentes los ejemplos que. nos das, para que
a pesar de que suframos traiciones y deslealtades, seamos siempre leales, y dignos
de tu protección. Que, en tu roble de Valvanera, busquemos el modelo de santa
fortaleza, que tanto necesitamos, y en tu maternal amor hallemos el consuelo de
nuestras penas y decepciones, para que, sirviendo a tu Santísimo Hijo,
merezcamos alabarte en la bienaventuranza. Amén.
DIA SEXTO
¡Bienaventurada
Virgen de Valvanera! Maestra divina de sacrificios, ayúdanos para que te
imitemos, y dominando nuestra rebelde voluntad, que quiere triunfar siempre,
aceptemos el camino de las humillaciones, que es el sendero real del Cielo,
para que, adelantando fácilmente por él, lleguemos al logro de la eterna
felicidad. Amén.
DIA SEPTIMO
¡Oh
dulce Madre nuestra de Valvanera! que tan bien nos enseñas nuestras
obligaciones hacia el prójimo, danos fuerzas para cumplirlas, con el celo y
fidelidad que es necesario para imitarte, y llegar al dichoso término á que nos
llama el Señor. Afirma Señora nuestras buenas resoluciones, y haz que no
desmayando nunca, lleguemos a celebrar tus bondades en la Patria de los justos.
Amén.
DIA OCTAVO
¡Misericordiosísima
Virgen y Madre nuestra de Valvanera! hermosa y fragante violeta de perfecta
humildad; haz que te imitemos en esta preciosa virtud, y que dominando el
espíritu de soberbia, agente principal de casi todos los pecados de nuestra
vida, practiquemos cuanto sea necesario para mortificar nuestras pasiones,
agradando así al Señor y mereciendo que intercedas por nosotros, para lograr la
dicha de alabarte en la Gloria. Amén.
DIA NOVENO
¡Amadísima
Señora nuestra! que eres Madre tierna, y refugio constante de los infelices
hijos de Adán, ampáranos, para que a pesar de todos los estorbos que se
atraviesen en nuestros caminos, seamos perseverantes en la virtud, único medio
de llegar a la felicidad eterna; compadécete bendita Virgen de Valvanera, de
nuestra debilidad y miseria, y alcánzanos de nuestro dulcísimo Redentor, la
gracia divina que nos fortalezca y aliente, para que triunfando de cuanto
procure apartarnos de Dios, lleguemos a conseguir la dicha, de alabarle
eternamente en el Cielo, y celebrar a la vez tus grandes, misericordias. Amén.
HIMNO A NTRA. SRA. DE VALVANERA
Dios te salve divina
María,
Dios te salve purísima
flor;
Eres tú, nuestra dulce
alegría,
Iris bello de paz y de
amor.
Crece
un roble robusto y lozano,
á
la margen de plácida fuente,
que,
en su mansa, risueña corriente,
blanca
perla salpica fugaz:
Virgen
Santa, su tronco elegiste,
luz
del cielo brilló placentera,
y
de entonces acá Valvanera
es
el faro de amor y de paz.
Vaso
lleno de dulces aromas,
que
perfuman las auras suaves:
los
espacios recorren las aves
y
en sus cantos celebran tu amor.
A
tu nombre se bu milla la tierra,
canta
el ángel con más alegría,
y
si el aura repite María,
temblorosa
se inclina la flor.
A
tus plantas humildes llegamos,
con
el alma contrita y doliente,
agua
pura nos brinde la fuente,
sombra
Bella tu manto nos dé.
Y
agrupados al pie de tu trono,
cual
se agrupan las hojas del roble,
fuerte,
altiva, purísima y noble
nuestras
almas conservan la fé.
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