PIADOSA
NOVENA A LOS SANTOS REYES
MELCHOR,
GASPAR Y BALTAZAR
ACTO DE CONTRICIÓN
Omnipotente Señor de Cielos, y tierra Dios verdadero,
quien no cesan de alabar los Coros de los Ángeles, hecho hombre por mí amor, y
sujeto a las miserias de una naturaleza vil, y despreciable solo por salvarme,
a tus pies se postra el más ingrato de todos los nacidos y el mayor pecador de
todos los mortales, confuso, y avergonzado al considerar lo enorme de mis
delitos. Pero al verte por mi amor reclinado en un pesebre, y entre bestias no
cabiendo en Cielo, y tierra por inmenso, y siendo igual en la sabiduría al
Padre; titiritando de frio quedando abrazas con tus ardores a los Serafines, se
alienta mi confiando, a pedirte el perdón de mis pecados. Te ofendí Dios mío,
pero me pesa haber delinquido contra un Dios tan bueno, duéleme Jesús mío de
todas mis culpas, y propongo
con
la divina gracia nunca más pecar. Te amo dulce Jesús, Padre amorosísimo de las
almas. Por tus méritos, y los de tus esclarecidos siervos los Santos Reyes Gaspar,
Melchor y Baltazar, dame tu gracia para huir de toca culpa, lograr tu amistad en
esta vida, para merecer el gozarte en la gloria. Amen.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Gloriosísima
Reyna de los Ángeles y de los hombres María Santísima, arca viva del testamento,
y trono real en que ostenta Dios su soberanía, que en compañía de tu Santísimo
Esposo José, y con tu divino Infante en tus brazos, entre crecidos gozos de tu
corazón vistes trocada la humilde cueva de Belén, en magnifico palacio, y que
glorificando los Ángeles a tu Santísimo Hijo le aclamaban Rey de la gloria, y
festejándolo los pastores, lo reconocían los Reyes Magos por su Rey,
engrandeciendo su imperio con el vasallaje que le tributaban, y que postrándose
en su presencia, ponían sus coronas a sus pies; ofreciéndole incienso como a su
verdadero Dios, oro como a Monarca universal, y mirra como a hombre que con la mortificación
de su cuerpo nos había de alcanzar la vida eterna, por todos estos gozos gloriosísima
Reyna, te suplico, me consueles en mis aflicciones, y que declarándome por fiel
vasallo de tu Hijo Benditísimo, pelee contra los vicios, para que conseguido el
triunfo, solo me emplee en servirle como a mi único Señor, hasta morir en su
divina gracia. Amen.
DIA PRIMERO
Pues logramos nos descubra
la fe, la razón de ser;
ya ciegos hemos de ver
aunque un velo nos lo cubra.
ORACIÓN
Dulcísimo
Jesús de mi corazón, verdadero Dios, que, haciéndote hombre, para ilustrar con
tus obras las verdades que de tu venida habían dicho los Profetas, y avivar
nuestra fe; hallaste tan dormida la fe en los corazones de los hombres, que,
negándose a las luces de tu enseñanza, solo siguen al mundo, y sus errores. Por
aquella firmeza con que en ti creyeron y siguieron tu voz los Santos Reyes te pido
Jesús mío; aumentes mi fe y que, sepultando los ídolos de mis vicios, solo en ti
crea, solo tu ley siga, y a ti solo te adore. Amen.
ORACION A LOS SANTOS REYES
Oh
Santos reyes Gaspar, Melchor y Baltasar, que fuisteis a ver a Jesús cuando
nació de la Virgen María, os ruego por esa dulzura que sentisteis ante Él
cuando fuisteis en su búsqueda, y por esa alegría que sentisteis al encontrarle
y ofrecerle sus dones, que me aconsejéis sobre qué debería pediros en la medida
en que Dios os escuchó y aceptó vuestros regalos. Oh Dios verdadero, como Vos
aceptasteis sus obsequios, recibid hoy mi oración por su amor; y como la
Estrella apareció ante ellos en el oriente, conduciéndolos Vos al lugar que
desearon grandemente, así también, Señor Dios, colmad mis deseos con el gozo y
la alegría. Concededme que pueda tener y contemplar lo que mi corazón desea,
para la alabanza de Dios y de mi Señora Santa María. Amen.
HIMNO
Reyes
que venís por ellas,
no
busquéis estrellas ya,
porque
donde el sol está
no
tienen luz las estrellas.
Mirando
sus luces bellas,
no
sigáis la vuestra ya,
porque
donde el sol está
no
tienen luz las estrellas.
Aquí
parad, que aquí está
quien
luz a los cielos da:
Dios
es el puerto más cierto,
y
si habéis hallado puerto
no
busquéis estrellas ya.
No
busquéis la estrella ahora:
que
su luz ha oscurecido
este
Sol recién nacido
en
esta Virgen Aurora.
Ya
no hallaréis luz en ellas,
el
Niño os alumbra ya,
porque
donde el sol está
no
tienen luz las estrellas.
Aunque
eclipsarse pretende,
no
reparéis en su llanto,
porque
nunca llueve tanto
como
cuando el sol se enciende.
Aquellas
lágrimas bellas
las
estrellas oscurecen ya,
porque
donde el sol está
no
tienen luz las estrellas.
L/: Esta estrella
resplandece como llama viva y revela al Dios, Rey de reyes
R/:
Los magos la contemplaron y ofrecieron sus dones al gran Rey.
ORACION: Señor,
tú que manifestaste a tu Hijo en este día a todas las naciones por medio de una
estrella, concédenos, a los que ya te conocemos por la fe, llegar a contemplar,
cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
DIA SEGUNDO
Si en la obediencia a su Dios
los Reyes se muestran ciegos,
por eso logran los riegos
de la gracia, en oír su voz.
ORACIÓN
Misericordiosísimo Jesús de mi corazón, que, siendo Rey y
Monarca Universal de Cielo y tierra, no ostentas tu Soberanía; sino que te
ocuparen servir a los hombres, dirigiendo sus pasos con las luces de tus
divinas inspiraciones; pero ellos ingratos, y como ovejas descarriadas no oyen
las voces de su Pastor que amoroso las llama para restituirlas al redil de los
justos. Por aquella puntualidad con que cooperaron los Santos Revés, a las primeras
voces que les diste con la nueva estrella, te suplico, oh Pastor divino, no me niegues
tus auxilios, sino concediéndome muchas gracias, logre oír tu voz, y siga tus concejos
hasta morir en tu amistad. Amen.
DIA TERCERO
Sí se alienta mí esperanza
al ver tu Sangre vertida,
mi presunción confundida
ya Jesús es mi esperanza.
ORACIÓN
Deseadísimo Jesús de mi corazón, que siendo Justo, y Santo
por naturaleza, no quisiste rozar de tus excelencias; sino que te hizo te
hombre, para padecer y morir en una Cruz, y enriquecer con tus méritos a los
hombres; pero ellos ignorantes no se aprovechan de tu pasión, antes si con sus
vanas presunciones, aumentan tus ofensas. Por aquellos deseos que tuvieron los
Santos Reyes de verte, y por la fortaleza con que te buscaron, te pido Jesús mío,
alientes mí esperanza para que mi corazón solo en ti confíe, solo por ti suspire,
y solo en tu misericordia espere. Amen.
DIA CUARTO
Si la justicia te ordena
des a Dios lo que le debes,
imitando hoy a los Reyes
tu satisfacción es plena.
ORACIÓN
Justísimo Jesús de mi corazón, que, siendo Juez de vivos y
muertos, no quisiste usar de tu poder, sino que echo hombre, te sujetaste a los
Jueces más inicuos, que, negándote los honores, que como a su Dios, te debían
tributar, te condenaron injustamente a muerte de Cruz, como a malhechor, y
siguiendo su iniquidad los hombres, te ofenden, y te desprecian. Por aquella
Justicia con que eligieron sus dones los Santos Reyes para ofrecerte incienso
como a Dios, oro como a Rey, y mirra como a hombre, te pido Jesús mío, sepa yo
dar a cada uno lo que le corresponda, para que, negándome a los engaños del
Mundo, Demonio, y Carne, me entregue todo a tu servicio. Amen.
DIA QUINTO
Para adorar como debes
á aquel que es Dios encarnado,
con respeto, y humillado
llégate como los Reyes.
ORACIÓN
Clementísimo
Jesús de mí corazón, que, siendo el Señor, a quien tributan sus adoraciones, y
no cesan de alabar los Ángeles, no solo quisiste hacerte hombre por nosotros,
sino que te quedaste en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía para que
fuésemos semblantes a los Ángeles, haciéndonos tus cortesanos en la tierra, gozando
de tu real presencia; pero los hombres ciegos a tan gran beneficio no te
buscan, ni te adoran como deben. Por aquella reverencia y respeto con que los
Santos Reyes te adoraron, te pido Jesús mío, me des a conocer tu grandeza, y soberanía,
para darte los cultos que mereces, y solo emplearme en alabarte, como lo hacen
los Ángeles en la gloria. Amen.
DIA
SEXTO
Si Jesús de hombre vestido
te descubre tu miseria,
ya no ha lugar tu soberbia
sino ser muy abatido.
ORACIÓN
Humildísimo
Jesús de mi corazón, que, siendo Rey de Cielo y tierra, no quisiste nacer como
Monarca en los palacios; sino en un vil, y despreciable pesebre como pobre y
verdadero humilde, para enseñarnos con tu abatimiento la humildad y con tu desnudez
el desprecio que habíamos de hacer de las vanidades del mundo y sus honores;
pero arrastrados de la soberbia los hombres, solo buscan la atentación y las
alabanzas. Por aquel rendimiento con que los Santos Reyes te adoraron,
negándose a los honores de soberanos, por dárselos a su verdadero Rey Jesús, te
pido destruyas de mi corazón la soberbia, para que libre de tan maldito vicio,
sea humilde, y conociendo mi miseria, te alabe por tu grandeza eternamente.
Amen.
DIA SEPTIMO
Si el amor que me tuviste
tanto te hizo padecer,
como yo no he de querer
amarte, como quisiste
ORACIÓN
Amorosísimo
Jesús de mi corazón, y verdadero Dios de amor, que teniendo en el Cielo nueve
Coros de Ángeles que se abrazan en tu amor, te hiciste hombre para inflamar
nuestros corazones en tu amor, y morir por los hombres, mostrando con esta
fineza lo que los amas. Siendo tan grande tu amor para con ellos, que, aunque
muestren su ingratitud ofendiéndote, tu les dejaste remedio, para que busquen
tu amistad, y te hiciste victima en el Santísimo Sacramento del Altar, para que
tuviéramos conque aplacar a tu Eterno Padre ofendido. Por aquel amor con que correspondieron
al tuyo los Santos Reyes ofreciéndote en el oro la caridad en que ardían sus
corazones, te suplico, enciendas; el mío en tu amor, para que abrazado en él y
solo a ti ame, y a ti solo aspire. Amen.
DIA OCTAVO
Puesta en Dios su voluntad
Le sigue con tal empeño,
que por servir a mi Dueño
su obediencia es ceguedad.
ORACIÓN
Obedientísimo
Jesús de mi corazón y que, siendo dueño, y Señor de nuestras vidas, no quisiste
mantenerla tuya, sino sujetarte a la guadaña de la muerte y por obedecer a tu
Padre, y confortarte con su divina voluntad, para enseñar a los
hombres
la sujeción que habían de tener tus divinos mandatos; pero ellos rebeldía su yugo,
solo siguen su inclinación, y se oponen a tus órdenes. Por aquella resignación
con que siguieron tu voluntad los Santos Reyes para volverse a sus reinos por
nuevos caminos, solo por conformarse con tus disposiciones, te pido Jesús mío, luz
para saber seguir tu voluntad, y recibir todas las cosas como venidas de tus
manos, para alabarte por ellas así en los gustos, como en las adversidades.
Amen.
DIA NOVENO
Si te quedaste conmigo
Para ser mi compañero
Unirme a ti Jesús, quiero
Para ser tu fiel amigo.
ORACIÓN
Benignísimo
Jesús de mi corazón, verdadero amante de los hombres, que, para no ausentarte
de nosotros, y para que lográramos en todo tiempo de tu compañía, te
anonadaste, y te quedaste hecho manjar en el Santísimo Sacramento del Altar,
haciéndote no solo nuestro compañero, sino también alimento de nuestras almas.
Pues nos pusiste a la vista el modelo, para que llegáramos a esta mesa con la mejor
disposición, imitando a los Santos Reyes, y ejercitando las virtudes que
practicaron cuando llegaron adorarte, haz que recibiéndote con humildad,
reverencia, y amor, logremos de los favores que estos Santos gozaron, y
produzca en nosotros este divino pan sus admirables efectos, dándonos gracia
para perseverar en tu servicio hasta la muerte, para gozarte después
eternamente la en la gloria. Amen.
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