DEVOTOS EJERCICIOS
PARA
HONRAR
EN
EL
DIA
DIEZ Y NUEVE DE CADA MES
Puesto de rodillas
delante del altar de san José, o de alguna imagen del Santo, hecha la señal de
Ta cruz, levantará el corazón a Dios, y representándose al santo Patriarca, con
la mayor devoción y confianza dirá:
DEPRECACIÓN
Dichosísimo
patriarca José, que, con la práctica cabal de todas las virtudes, y con la más
constante conformidad con el beneplácito divino, conseguisteis la muerte más feliz
y agraciada en los brazos de Jesús, y de vuestra esposa la virgen María,
alcanzadme una perfecta contrición de mis culpas, y una sumisión tan ajustada a
los decretos del Señor, que en mi muerte, libre mi alma de todas las angustias,
que puedan impedirla el comparecer tranquila a su divina presencia, ahuyente
las asechanzas del común enemigo, y merezca en aquella hora, ser introducida en
las moradas de la vida eterna. Esta, glorioso José, es la gracia que espero
lograr de Dios por vuestra intercesión poderosa. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE ENERO
O
felicísimo patriarca José, a quien la mano del Todopoderoso concedió en vuestra
muerte el reino de los cielos, porque desde que entrasteis al uso de la razón,
estuvisteis tan desasido de todos los bienes y riquezas de la tierra, que
únicamente aspiraba vuestro corazón a la posesión de las celestiales, hasta ser
con la mayor perfección pobre de espíritu, haced, Santo mío, que copiando de
vos esta bienaventuranza en la tierra, me disponga para él logro de una feliz
muerte, la que es pero me alcanzaréis de Dios, presentándole los acerbísimos
dolores, que padecisteis por su amor. Y con esta confianza imploro humilde
vuestra protección, por medio de la deprecación que ofrezco, para mayor gloria
de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
Luego se rezará la santa corona de los dolores y gozos
del Santo, y en todos los demás días diez y nueve de cada mes, se hará como en
el diez y nueve de enero, exceptuando la oración propia del día.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE FEBRERO
O
felicísimo patriarca José, que en vuestra muerte dichosa fuisteis destinado por
Dios, para ocupar una de las sillas más principales del cielo, porque en vida
supisteis tan bien imitar la mansedumbre de Cristo, que no solo llegasteis á
poseer la tierra, sino también al Señor de toda ella; haced, Santo glorioso, que
imitando yo vuestra humilde mansedumbre, me disponga para alcanzar una feliz
muerte, la que espero me conseguiréis de Dios, presentándole los acerbísimos
dolores que padecisteis por El, en cuya memoria, y con esta confianza imploro humilde
vuestra protección, por medio de la deprecación que ofrezco para mayor gloria
de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE MARZO
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra dichosa muerte el mismo Dios
llenó de las mayores consolaciones, que os afianzaron las delicias sempiternas,
porque las lágrimas que derramasteis en vida, siendo de amor a Jesucristo,
merecieron tener á El mismo por consolador; haced, Santo glorioso, que
derramando yo continuamente copiosas lágrimas de una fervorosa contrición, me
haga digno del consuelo de una feliz muerte, la que espero me alcanzaréis de
Dios, presentándole los acerbísimos dolores que padecisteis por El, en cuya
memoria y con esta confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de
la deprecación que ofrezco, para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de
mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE ABRIL
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra venturosa muerte la mano liberal
de Dios sació con los triunfos más admirables de la justicia, porque el hambre
y sed que tuvisteis en vida, no fue sino del logro de la corona celestial;
haced, Santo glorioso, que no dominando en mi corazón otra hambre, ni sed, que
el deseo eficaz de dar gusto a Dios, me disponga para merecer una agraciada
muerte, la que espero me alcanzaréis de Dios, presentándole los acerbísimos
dolores, que padecisteis por El, en cuya memoria y con esta confianza imploro
humilde vuestra protección, por medio de la deprecación que ofrezco para mayor
gloria de Dios, honra vuestra, y. bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE MAYO
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra agraciada muerte Dios singularizó
con tantos favores, que los que podéis publicar y publicáis en el cielo son de
los más especiales, porque en vida fuisteis misericordioso para con todos con la
mayor perfección; haced, Santo glorioso, que dominando a mi corazón la
misericordia, Dios me perdone misericordioso mis pecados y así me disponga para
tener una feliz muerte, la que espero me alcanzaréis del Señor, presentándole
los acerbísimos dolores, que padecisteis por Él, en cuya memoria y con esta
confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de la de precaución que
ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE JUNIO
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra preciosa muerte Dios juzgó digno
de verle y gozarle para siempre, porque en vida fue tal la limpieza de vuestra
alma y corazón, que a más de ser constituido guarda de la pureza de María,
merecisteis ver al mismo Dios hecho hombre; haced, Santo glorioso, que imitando
yo vuestra pureza de alma y limpieza de corazón, llegue a conseguir la vista de
Dios por el medio de una feliz muerte, la que espero me alcanzaréis del Señor,
presentándole los acerbísimos dolores, que padecisteis por El, en cuya memoria
y con esta confianza, imploro humilde vuestra protección, por medio de la
deprecación que ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi
alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE JULIO
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra deliciosa muerte Dios con el mayor
gusto concedió disfrutar de la herencia de la gloria sempiterna, como á
verdadero hijo suyo porque en toda vuestra vida fue tal la pacificación de
vuestra alma y corazón, que no solo merecisteis ser llamado hijo de Dios, sino
también padre del mismo Dios hecho hombre; haced, Santo glorioso, que tal sea
la pacificación de mi alma y corazón, que no rebelándose jamás contra Dios,
merezca denominarme para siempre hijo sujo, y tener una dichosa muerte, la que
espero me alcanzaréis del Señor, presentándole los acerbísimos dolores, que
padecisteis por El. en cuya memoria y con esta confianza imploro humilde vuestra
protección por medio de la deprecación que ofrezco para mayor gloria de Dios,
honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE AGOSTO
O
felicísimo patriarca José a quien en vuestra gloriosa muerte autorizó Dios con
el sello de su gracia la posesión del reino de la gloria, en premio de la
invictísima paciencia con que tolerasteis en vida las mayores persecuciones,
trabajos y aflicciones, padecidas con la mayor constancia por el Señor; haced,
Santo glorioso, que yo sufra con tal conformidad los trabajos de esta vida por
su divina Majestad, que no ofendiéndole, me proporcione una santa muerte, la
que espero me alcanzaréis de Dios, presentándole los acerbísimos dolores, que padecisteis
por Él, en cuya memoria y con esta confianza, imploro humilde vuestra protección,
por medio de la deprecación que ofrezco para mayor gloria de Dios, honra
vuestra, y bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE SEPTIEMBRE
O
felicísimo patriarca José, sobre cuya alma en vuestra plausible muerte derramó
el Altísimo las bendiciones eternas, con que disfrutáis de la vista de Dios, en
premio de la fe más viva con que en vida triunfasteis del mundo y de todas sus máximas
y opiniones, pudiendo ser aclamado el padre de los creyentes en
Jesucristo, después de su venida al mundo; haced, Santo glorioso, que mi fe sea
tan conforme a la vuestra, que, jamás desmintiendo mis obras a la verdadera
creencia, me disponga para una venturosa muerte, la que espero me alcanzaréis
de Dios, presentándole los acerbísimos dolores, que padecisteis por El, en cuya
memoria y con esta confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de
la deprecación que ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de
mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DIEZ Y NUEVE DE OCTUBRE
O
felicísimo patriarca José, a quien en vuestra suavísima muerte la benignidad
del Altísimo libró de la confusión eterna, para premiar la excelencia de la
esperanza que tu visteis siempre en su divina Majestad haciéndoos superior a
todos los obstáculos más arduos; haced, Santo glorioso, que mi esperanza sea tan
conforme a los designios de Dios, que me libre de la eterna confusión,
disfrutando yo de una feliz nera en el empíreo, en pago de la imitación exacta
que siempre tu visteis de vuestro Hijo putativo, Jesucristo, obedeciendo hasta
la muerte
en todo lo más agradable al beneplácito divino; haced, Santo glorioso, que yo
viva tan obediente toda mi vida a los preceptos divinos, que, perdiendo primero
la vida, antes que consentir en pecado alguno, merezca tener una buena muerte,
la que espero me alcanzaréis de Dios, presentándole los acerbísimos dolores,
que padecisteis por El, en cuya memoria y con esta confianza imploro humilde
vuestra protección, por medio de la deprecación que ofrezco para mayor gloria
de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DIEZ Y NUEVE DE NOVIEMBRE
O felicísimo Patriarca José, a quien, en vuestra bienaventurada muerte, la
caridad ardentísima para con Dios y el prójimo hizo unir vuestra vida temporal con
la eterna, consiguiéndoos vuestro encendido amor un trono elevado entre los más
encumbrados Serafines: haced, Santo; glorioso, que sea yo tan exacto en el
cumplimiento de los preceptos de la caridad, según manda Dios, para conseguir
la vida eterna, que no ofendiendo en nada al Señor ni a mi prójimo, me disponga
para una dichosa muerte, la que espero me alcanzaréis de la divina Bondad, presentándole
los acerbísimos dolores que padecisteis por él; en cuya memoria y con esta
confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de la deprecación que
ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de mi alma. Amen.
ORACION
PARA
EL DIA DIEZ Y NUEVE DE DICIEMBRE
O felicísimo Patriarca José, a quien en vuestra preciosísima muerte, el
Todopoderoso exaltó a los timbres más elevados del Empíreo, en pago de la
imitación exacta que siempre tuvisteis de vuestro hijo putativo Jesucristo,
obedeciendo hasta la muerte en todo lo más agradable al beneplácito divino:
haced Santo glorioso, que yo viva tan obediente toda mi vida a todos los
preceptos divinos, que perdiendo primero la vida antes que consentir en pecado
alguno, merezca tener una buena muerte, la que espero me alcanzaréis de Dios,
presentándole los acerbísimos dolores que padecisteis por él; en cuya memoria y
con esta confianza, imploro humilde. vuestra protección, por medio de la
deprecación que ofrezco para mayor gloria de. Dios, honra vuestra y bien de mi
alma. Amen.
En la festividad del patrocinio de san José, y en el día
de su desposorio, se hará lo mismo que queda dicho en el primer día diez y
nueve de enero, a excepción de la oración que es peculiar del día, en cuyo
lugar se dirá la siguiente:
ORACIÓN
PARA EL DÍA DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ
O
Felicísimo patriarca José, a quien en vuestra privilegiada muerte Dios constituyó
protector de toda la Iglesia, en premio de lo bien que ejercitasteis en vida la
protección y tutela con Jesucristo, siendo absolutamente reputado por todos
(atendido vuestro vigilantísimo cuidado) como padre de Jesús; haced, Santo glorioso,
que la inefable bondad de Jesucristo, por el mérito de su sangre, y vuestro
santísimo patrocinio, me dispense la gracia de guardar siempre con el mayor
cuidado la ley divina, y librándome así de todos los infortunios temporales y
espirituales, me proporcione una buena muerte, la que espero me alcanzaréis de
Dios, presentándole los acerbísimos dolores, que padecisteis por Él, en cuya
memoria y con esta confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de
la deprecación que ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de
mi alma. Amen.
ORACIÓN
PARA
EL DÍA DEL DESPOSORIO DE SAN JOSÉ
O
felicísimo patriarca José, en cuya floridísima muerte celebró vuestra grande
alma el más perpetuo y precioso matrimonio espiritual con Jesucristo, uniéndoos
eternamente por el vínculo más suave de la gracia con su divina Majestad, en
premio de la santidad y pureza por la que merecisteis en el mundo ser desposado
con la purísima virgen María; haced, santísimo Patriarca, que practicando yo en
esta vida con la mayor pureza y santidad todo cuanto se requiere para unir a mi
alma con Dios, merezca por vuestra intercesión en mi muerte, unirme eternamente
con su divina Majestad, lo que espero me alcanzaréis del Señor, presentándole
los acerbísimos dolores, que padecisteis por El, en cuya memoria y con esta
confianza imploro humilde vuestra protección, por medio de la deprecación que
ofrezco para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amen.
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