miércoles, 25 de septiembre de 2019

EJERCICIOS A LAS ANIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO



EL PURGATORIO ABIERTO A LA PIEDAD DE LOS VIVOS.
BREVE EJERCICIO COTIDIANO EN SUFRAGIO DE LAS ALMAS DEL
PURGATORIO

ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS DE LA SEMANA


PARA EL DOMINGO
Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre que vuestro Hijo derramó en el huerto, saquéis las almas del Purgatorio, y en articular las que están más olvida as, y llevadlas al descanso eterno para que allí os alaben y bendigan eternamente. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL LUNES
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre que vuestro Santísimo Hijo derramó con los crueles azotes que recibió, saquéis las almas del purgatorio, y en particular las que están próximas a subir al eterno descanso, para que así empiecen cuanto antes a alabaros y, bendeciros eternamente. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL MARTES
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre que derramó vuestro Santísimo hijo cuando le pusieron la corona de espinas, saquéis las almas del Purgatorio, en particular la que debiere ser la última, de todas en salir, para que no tarde tanto en alabaros y bendeciros eternamente en la gloria. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL MIÉRCOLES
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre que derramó vuestro Santísimo Cuerpo por las calles de Jerusalén cuando iba con la cruz a cuestas, saquéis las almas del Purgatorio, y en particular la más rica en méritos para con vos, a fin de que desde el sublime trono de gloria que espera os alabe y bendiga eternamente; Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL JUEVES.
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por el precioso cuerpo y sangre de vuestro Santísimo hijo, que en la noche de su Pasión dio en comida y bebida a sus Apóstoles, y dejó a toda la Iglesia en sacrificio perpetuo y vivifico alimento de los fieles, saquéis las almas del Purgatorio, en particular la más devota de este misterio de amor, para que por ello os alabe con vuestro divino Hijo y con el Espíritu Santo en vuestra gloria eternamente. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL VIERNES.
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre de vuestro Santísimo Hijo derramó desde el árbol de la cruz, especialmente de sus sacratísimos pies y manos, saquéis las almas de Purgatorio, en particular aquellas por quienes tengo mayor obligación de rogaros, para que no queden allí penando por mi culpa, ni sean privadas de alabaros y bendeciros eternamente en la gloria. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


PARA EL SÁBADO
O Señor y Dios omnipotente, yo os suplico por la preciosa sangre que salió del costado de vuestro Santísimo Hijo, en presencia y con grandísimo dolor de su Santísima Madre, saquéis las almas del Purgatorio, en particular la que haya si o más devota de esta gran Señora, para que cuanto antes vaya a vuestra gloria á alabaros en ella, y a ella en vos, por todos los siglos de los siglos. Amen.
Dos Padre nuestros y Ave Marías.


ORACIÓN DEL SANTO SUDARIO
Señor Dios, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa en la cual fue envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la Cruz; concédenos, piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura seamos llevados a la gloria de la resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo Dios por todos los siglos de los siglos. Amen.

Se ganan muchas indulgencias por decir esta oración, y plenaria rezándola por los difuntos.



VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN SUFRAGIO POR LAS BENDITAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO

Establecida con las licencias necesarias en la.
parroquia de S. Luis Obispo por el Presbítero
Dn. M. M. y M.
Madrid
1852

Hecha la señal de la cruz: se dice el Acto de contrición y la Estación mayor, añadiendo al final de cada Padre nuestro:

VIVA JESÚS SACRAMENTADO,
VIVA, Y DE TODOS SEA AMADO.

OFRECIMIENTO
Piadosísima Madre, postrado a vuestros pies, y bien penetrado del tierno amor que tenéis a las afligidas almas del Purgatorio, de quienes sois incesante consuelo, os ruego ¡Madre mía! humildemente os dignéis presentar a vuestro Santísimo Hijo las indulgencias que, confiado en su infinita bondad y clemencia, me he propuesto conseguir en la visita de esta santa iglesia, con el fin de con ellas poder socorrer, aliviar y sacar de aquel lugar de tormentos las almas que fueren de su mayor agrado, así como a las que son de mi mayor obligación. Os ruego asimismo ¡Madre clementísima! que por esta caridad, y las que con el favor de Dios deseo continuar y practicar en beneficio y alivio de las benditas almas, intercedáis con vuestro Hijo Santísimo para que me libre, si así fuere de su agrado, de experimentar las duras penas que allí padecen; y si esta no fuere su voluntad Santísima, que se digne abreviármelas, para así alabarle y bendecirle en su gloria. Así os 1o suplico por la Sangre preciosa de nuestro Redentor Jesucristo, vuestro Santísimo Hijo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.



LAMENTO 
Oíd, mortales piadosos,
Y ayudadnos a alcanzar
Que Dios nos saque de penas
Y nos lleve a descansar.

O vosotros caminantes,
Suspended, oíd, parad;
¿Bastará solo el oírnos
A mover vuestra piedad?
Hoy pide nuestra aflicción
Que queráis cooperar

No hay dolor, tormento, pena,
Martirio, cruz ni aflicción
Que aun llegue a ser pintura.
De nuestra menor pasión:
Solo alivia a nuestros males
De vuestro amor esperar

Aquí estoy en purgatorio
De fuego en cama tendido,
Siendo mi mayor tormento
La ausencia de un Dios querido:
Padezco sin merecer,
Por mí no basto a alcanzar

¡A de mí! ¡Ay Dios eterno!
¡Ay l ama voraz activa!
¡Ay bien merecido fuego!
¡Ay conciencia siempre viva!
¡Ay justicia que no acaba!
¡Ay cuándo se ha de acabar!

¡Ay, culpa, lo que me cuestas!
No imagine tu fiereza,
Pues con tal tormento pago
Lo que juzgué ligereza.
Cielos, piedad, baste, cielos;
¿Cuándo el día ha de llegar?

Todo lo que aquí padezco
Es justo, santo y debido,
Pues no se purga con menos
Haber á un Dios ofendido.
¡Ay, que pude no ofenderle!
¡Ay, que no hay más que esperar!

Padres, hermanos, amigos,
¿Dónde está la caridad?
Favorecéis a un extraño
A para mi no hay piedad?
Ea, venga una limosna,
Siquiera solo el rogar

Hijo ingrato, que aseas
Tan ricamente vestido,
Y a costa de mis sudores ‘
Descansas en tanto olvido,
Mira tu padre quemando,
Y le puedes remediar:

Quizá en ti no será arbitrio,
Si obligación de justicia.
Pues no cumples testamentos
Con perezosa malicia.
Abre los ojos, despierta;
Paga, haciendo acelera

Hermanos en Jesucristo
Los que oís estos suspiros,
Si queréis podéis sacarnos
De estos lóbregos retiros 
Con sufragios, sacrificios,
Y con devoción orar

El más alto sacrificio
Del Cordero inmaculada
Nos es eficaz remedio
Para purgar el pecado:
El mérito de los Santos
Puede también alcanzar

María de los Dolores,
Por las penas que sufrió,
Tiene mérito sobrado
En el concepto de Dios:
Nos falta lo que a ella sobra,
Pedirla quiera mediar

Fieles cristianos, amigos,
Dad crédito a estos tormentos:
Obrad bien, afuera culpas
Para huir de estos lamentos:
Socorro, piedad, alivio,
Concluimos con clamar:


DECENARIO DE LA PASIÓN
Que repetido cinco veces formará un Rosario importantísimo a quien lo rece y al alma o almas por quien se aplicare.

En lugar del Padre nuestro se dirá la oración siguiente:

Piadosísimo Jesús, mirad con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por las cuales habéis muerto, derramado vuestra preciosa sangre, y recibido tormento de cruz. Amen Jesús.

Concluida esta oración, en lugar de las diez Ave Marías se dirán los pasos siguientes: 

1- Jesús mío, por aquel sudor copioso de sangre que sudasteis en el Huerto, tened misericordia de las benditas animas del Purgatorio (o del alma de N.).

2. Jesús mío, por la bofetada que recibió vuestro rostro venerable, tened misericordia de las benditas. ánimas del Purgatorio (o del alma de N.)

3. Jesús mío, por los crueles azotes que descargaron en vuestro santísimo cuerpo, tened misericordia de las benditas ánimas del Purgatorio (o del alma
de N.)

4. Jesús mío, por la corona de agudas espinas que traspasaron vuestra santísima cabeza, tened misericordia de las benditas animas del Purgatorio (o del alma de N.)

5. Jesús mío, por los pasos que disteis en la calle de la Amargura con la cruz a cuestas, tened misericordia de las benditas ánimas del Purgatorio (o del alma de N.)

6. Jesús mío, por vuestro santísimo rostro lleno de sangre, que dejasteis impreso en el velo de la Verónica, tened misericordia de las benditas ánimas del Purgatorio (o del alma de N.)

7. Jesús mío, por la vestidura sangrienta que con violencia os desnudaron los sayones, tened misericordia de las benditas animas del Purgatorio (o del alma de N.)

8. Jesús mío, por vuestro santísimo cuerpo estirado en una cruz y miembros atormentados, tened misericordia de las benditas ánimas del Purgatorio
(o del alma de N.).

9. Jesús mío, por vuestros santísimos pies y manos clavados con duros clavos, tened misericordia de las benditas ánimas del Purgatorio (o del alma de N.)

10. Jesús mío, por vuestro Santísimo costado abierto al bote de una lanza, de donde manó sangre y agua, tened misericordia de las benditas animas del Purgatorio (o del alma de N.). Amen Jesús.

No debemos contentarnos con nombrar un alma al fin de cada clausula; se puede nombrar a muchas, y a todas las del Purgatorio, porque es divisible el fruto, y se repartirá entre las que tuviere intención de aplicarlo.



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