jueves, 21 de noviembre de 2019

DEVOCIÓN A SANTA FLORENTINA







EJERCICIO DEL CATORCE DE MES EN HONOR DE LA SERÁFICA SANTA FLORENTINA, DE LA ORDEN DE NUESTRO PADRE SAN BENITO

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, amorosísimo Redentor de mi alma, yo me postro ante vuestra infinita Majestad y grandeza, como la más vil de todas las criaturas; yo me humillo ante vuestra Divina presencia confundido de ver, que en vez de emplearme desde la hora en que comencé a conoceros, en vuestro divino servicio, he gastado toda mi vida en vuestras ofensas. Me pesa, Dios mío, de haber pecado, me duelo de todo corazón de no haberos amado como Vos lo merecéis, siento en lo más íntimo de mi alma el haberos ofendido. ¡Oh, Señor! yo os suplico por vuestras entrañas llenas de misericordia, y por los méritos de vuestra fiel esposa y mi abogada la gloriosa santa Florentina, que no os acordéis de los yerros é ignorancias de mis pasados años, y me concedáis la gracia de poder llorar mis culpas, de no volver a cometerlas jamás, y de amaros toda mi vida, hasta la muerte, y por toda una eternidad. Amen.

ORACIÓN
Admirable, y bella flor de Cartagena vuestra patria, cariñosa Florentina, azucena singular, elevada por Jesús, para ser "vista de toda la Iglesia. En vos hizo el Todopoderoso el más vistoso alarde de su amor y poder, adornando vuestra grande alma con los más delicados primores de, todas las virtudes, haciéndoos con ellas una de las lumbreras, que brillan en el cielo de la Iglesia. Yo os suplico con cuanta eficacia puedo, que, pues merecisteis tantos favores en este mundo de vuestro esposo Jesús, interpongáis por mí vuestros ruegos, a fin de que su divina Majestad me conceda los bienes que humildemente imploro en este dia. Ya pues que tanto brilla en vuestro espíritu la luz de la virtud, servidme, especialmente en este día, de clarísima antorcha, con, cuyo resplandor sepa desviarme del camino del vicio, y dirigir mis pasos por las sendas de la virtud verdadera, 'que son las que conducen el alma a la felicidad de la vida eterna. Haced que sean oídas mis súplicas y peticiones, ejercitad conmigo vuestra ardiente caridad, consiguiéndome de Dios la más perfecta disposición para recibirle Sacramentado, el remedio de la necesidad que pido en este día, espero mucho más el perdón de mis culpas, la imitación de vuestras virtudes, la caridad con mis prójimos, el logro de una muerte santa, y la salvación eterna de mi alma. Amen.
Ahora se rezan con la mayor devoción posible tres Padre nuestros y Ave Marías con Gloria Patri, a la gloriosa santa Florentina, y luego esta oración.


ORACIÓN
Oh flor lozana de Jesucristo, dulcísima santa y gloriosa virgen Florentina, prado amenísimo de todas las virtudes, sagrado incendio del Divino amor, esposa escogida entre millares para ser las delicias del Criador: yo el menor de vuestros devotos, os ruego humildemente que recibáis benigna, como obsequio de mi devoción, estos Padre nuestros y Ave Marías, y me alcancéis de vuestro Esposo verdadera contrición, entera confesión de mis pecados, y penitencia final en la última hora de mi vida,  ¡Oh amante protectora mía, santa Florentina! yo me encomiendo a vuestra intercesión y gloriosos merecimientos, suplicando devotamente que os dignéis mirar el sincero amor que os tengo, y la firmísima confianza de mi corazón en vuestro patrocinio. Alcanzadme, de su divina Majestad, gracia especial de imitaros en todas las virtudes, pero singularmente en la ardentísima caridad con que le amasteis como un abrasado serafín: sea este, santa mía, el fruto particular de la devoción con que os venero, y séalo también el prepararme desde ahora con una santa vida para la muerte que se me acerca: asistidme pues en la última agonía, en que la muerte, tan descortés como ella, nos suele, sin avisar, atropellar; alcanzadme de vuestro divino Esposo, fe viva, esperanza firme, y caridad tan encendida, que en ósculo de amor, mi alma vuelva el aliento, a quien se lo dio; y respirando con su favor, pase a vivir donde no hay muerte, sino vida eterna de ver, y amar a nuestro Dios. Amen.
Ahora se reza una salve con la siguiente:


DEPRECACIÓN
Florentina bendita,
Del alto firmamento, Bellísima rosa,
Mis ojos alzo a ti. Cándida azucena,
Condúceme benigna Fragante y hermosa;
De tu piadosa mano
Estrella refulgente,
Al gozo soberano,
Precioso ornamento
A la mansión feliz.

L\: Ruega por nosotros, bienaventurada Florentina.
R\:
Para que nos hagamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACION. Rogámoste, Señor, que a nosotros tus siervos, que hacemos memoria del natalicio de la bienaventurada virgen santa Florentina, nos hagamos por su intercesión participantes de los gozos eternos, y coherederos de tu Unigénito Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.



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