NOVENA PIADOSA A SAN LUIS, REY DE FRANCIA
PATRONO DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS.
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido: propongo, con vuestra gracia, nunca más pecar, y espero en vuestra misericordia, que me habéis de perdonar y salvar. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente Dios y Señor nuestro, Rey Supremo de los Cielos y la tierra, que con vuestra palabra habéis sacado a todas las criaturas del profundo abismo de la nada, y formasteis al hombre a vuestra imagen y semejanza, haciéndole complemento de vuestras maravillas: pues vuestro Hijo Santísimo nos enseñó a llamaros Padre, dándonos confianza para invocaros, hacednos dignos hijos vuestros, santificando en nosotros vuestro excelso Nombre: dadnos celo de vuestra honra y de la salvación de las almas redimidas con la preciosa Sangre de vuestro Hijo Jesucristo, para que nuestra única gloria sea el que Vos seáis reconocido y adorado, y que todos pertenezcamos al Reino de vuestra Justicia por la gracia y la caridad. Atended, Señor, a la flaqueza y miseria de nuestro ser, y concedednos que, fortificada nuestra alma por la participación de los Sacramentos, solo suspire por Vos, único objeto de su amor, y que ilustrada por medio de vuestra palabra comprenda los Misterios altísimos que el mismo Jesucristo se dignó revelarnos. Dadnos un corazón dócil a vuestras inspiraciones, piadoso para con los prójimos, paciente en las tribulaciones, humilde en las prosperidades, y mortificado para no dejarse vencer de las aficiones terrenas. Recibid benigno el sacrificio de nuestras oraciones, y purificad nuestra conciencia, dándonos la fuerza y aliento que nuestra debilidad necesita para la perfecta práctica de vuestra Santa Ley; y concedednos el favor que ahora os pedimos, y la perseverancia en vuestra gracia. Por el mismo Jesucristo Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
DIA PRIMERO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que en muestra del amor que nos tenéis, enviasteis al mundo a vuestro Unigénito Hijo Jesucristo para que se ofreciese Hostia pura e inmaculada en el Ara de la Cruz por la remisión de nuestros pecados: admitid estos humildes ruegos, unidos a los méritos del mismo Jesucristo, y por ellos, y la intercesión de vuestro Siervo San Luis, concedednos un corazón puro y fervoroso, con que despreciando todo lo terreno, os amemos y apreciemos únicamente. Confesamos que nuestra indignidad no merece la excelente prerrogativa de ser amados de Vos, origen de todo bien, y de que nos mandéis emplear en vuestro amor: pero Vos, Señor, que podéis hacer justos y santos a los inmundos y pecadores, purificaréis nuestro espíritu, haciéndole sentir la dulzura de vuestra suave presencia, para que, amándoos únicamente, solo anhelemos agradaros y cumplir vuestra Santa voluntad. Así lo esperamos por el mismo Jesucristo Hijo vuestro nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Se rezará tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri
GOZOS
Ejemplar esclarecido
De reyes, de Francia honor:
Seáis nuestro intercesor,
San Luis de Dios querido.
De niño fuiste criado
En temor santo de Dios;
De virtudes fuisteis vos
Desde muy niño adornado;
En amor santo encendido,
Con la edad creció el ardor:
Admirable en abstinencia,
En oración fervoroso,
Del honor de Dios celoso,
De cilicios la frecuencia
Os ha hecho esclarecido
Santo de marca mayor:
Los pobres y desvalidos
Fueron vuestros cortesanos,
Les lavabais pies y manos,
A más de bien socorridos,
Darles alivio cumplido
Procuraba vuestro amor:
Del gran Serafín llagado
Hijo, en su Orden Tercero,
Ilustraste al mundo entero
Habiéndole despreciado,
Y aunque de él escarnecido,
Despreciáis tal burlador:
Con católico valor,
Procurasteis conquistar
La tierra en que quiso obrar
La salud el Redentor;
Con ejército lucido
Fuiste del turco terror:
Vuestro ejército infectó
La peste, plaga cruel;
Y aunque fuisteis del infiel
Prisionero, no logró
El pacto, que envanecido
Os propuso su furor:
Segunda vez embestís
Al turco, que tanto infesta;
Pero herido de la peste
Vuestro fin no conseguís:
Sobre Túnez de ella herido
Volvéis el alma al Redentor:
Lamparones, que es mal fiero,
Curáis con facilidad,
Y a cualquier enfermedad
Remedio dais por entero;
Atento está vuestro oído
A quien os pide favor:
Miradnos siempre propicio
En cualquier tribulación,
Y con vuestra intercesión
Libradnos de todo vicio;
Con vuestro favor vencido
Sea el pecado y error:
Pues que ejemplar habéis sido
De reyes, de Francia honor:
Seáis nuestro intercesor,
San Luis de Dios querido.
Antífona: Este gran Rey sustentó en su vida la Casa del Señor, y fortaleció en sus días el Templo: miró por la felicidad de su Pueblo, y le libró de sus enemigos.
℣. El justo florecerá como la palma,
℞. Y se multiplicará como el cedro del Líbano.
ORACIÓN: Dios, que del Reino de la tierra trasladasteis al Bienaventurado Confesor San Luis a la Gloria de la Celestial Patria: concedednos por su intercesión y méritos, que logremos igual suerte en la compañía del Rey de los Reyes, Jesucristo Hijo vuestro. Atended propicio a los deseos de nuestro Rey Católico, concediéndole feliz y tranquilo gobierno, y victoria contra los enemigos de vuestro Santo Nombre, para gloria vuestra y beneficio de su pueblo. Por el mismo Jesucristo Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por los siglos de los siglos. Amen.
DIA SEGUNDO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, Padre de misericordias y dador de todo consuelo, que ponéis vuestras delicias en comunicar con los hombres: A Vos recurre nuestro atribulado corazón, exponiéndoos las muchas angustias y necesidades que nos cercan, seguros de conseguir más prontamente vuestra protección, cuando nos hallamos destituidos de humano socorro. Y pues Vos solo inspiráis lo que os debemos pedir para el logro de nuestra eterna salud, dignaos de ilustrar nuestro corazón para que acertemos a suplicaros con humildad y confianza lo que conviniere al remedio de nuestras aflicciones. Dadnos perfecto conocimiento de vuestra Santa Ley, fuerza y acierto para cumplirla enteramente, y un espíritu dócil y resignado a vuestras disposiciones. Y por la intercesión de vuestro Siervo San Luis, comunicadnos los consuelos que le hicisteis gustar en la Oración, para que se calmen y serenen las tempestades que en nuestra alma levantan las pasiones y aficiones terrenas, se disipen las nieblas de nuestra ignorancia, y alumbrados con las luces de vuestras inspiraciones, solo nos ocupemos en amaros y alabar vuestras misericordias. Así lo pedimos por vuestro Hijo Jesucristo nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA TERCERO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que por medio de la mortificación y penitencia recibís a vuestra gracia a los que ha separado de ella su corrompida voluntad: romped con vuestros auxilios la dureza de nuestro corazón, para que compungidos, acertemos a sentir la malicia de nuestros pecados y borrar las manchas que han impreso en nuestra alma, con las lágrimas de una sincera penitencia. Concedednos el espíritu mortificado, que disteis a vuestro Siervo San Luis, para que a su imitación refrenemos las pasiones, y reconozcamos el especial cuidado que, como Padre amoroso, tenéis de avisarnos por medio de las adversidades, para que corrijamos nuestra malicia. Sírvanos este piadoso recuerdo que nos hacéis, de que confusos y avergonzados con la multitud de nuestras culpas, nos convirtamos a Vos, para que como fuisteis Autor de nuestra vida, lo seáis también de la renovación de nuestro espíritu por medio de la gracia. Así lo esperamos por nuestro Señor Jesucristo Hijo vuestro, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA CUARTO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que con tan abundante liberalidad concedéis vuestra gracia a quien humilde os la pide: reconociendo nuestra debilidad, recurrimos a Vos, suplicándoos abraséis nuestro corazón con el fuego de vuestro Divino Espíritu, para que conservemos la castidad y continencia a imitación de vuestro Siervo San Luis, y os procuremos agradar, refrenando los sentidos, y apartando de nuestro espíritu todo afecto impuro y sensual. Concedednos resolución para mortificar nuestras desordenadas pasiones, y que el justo temor de nuestra fragilidad sujete la carne al espíritu, por medio de la penitencia. Dadnos el gustar de Vos, para que, saciados con la suavidad de vuestras delicias, despreciemos los regalos del cuerpo, y os amemos con puro y casto corazón. Y pues Vos solo dais esta preciosa virtud, enviadnos el rocío de vuestra gracia, para que nuestro espíritu reflorezca con el vigor de la pureza, y limpios de toda mancha, y libres de las tentaciones sensuales, consigamos los Dones eternos. Por Nuestro Señor Jesucristo, vuestro Hijo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA QUINTO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que para ejemplo y remedio de los hombres enviasteis al mundo a vuestro Santísimo Hijo Jesucristo, semejante a nosotros en todo menos en el pecado: dadnos, Señor, un perfecto conocimiento de nuestras miserias y defectos, para que reconociendo que cuanto hay bueno en nosotros es Don de vuestra poderosa mano, humillemos nuestro corazón y huyamos de la vana complacencia y estimación propia, y de la ambición de las cosas terrenas. Y pues nos dejasteis tan admirables ejemplos de esta virtud en vuestro Siervo San Luis, os suplicamos por su intercesión nos concedáis un espíritu contrito y humillado, que no se envanezca con la alabanza ni se deje vencer de la presunción, sino que imitando la humildad de vuestro Santísimo Hijo, vivamos sobria, justa y piadosamente, y merezcamos ser consolados de Vos, logrando el descanso y quietud de nuestro espíritu, la facilidad en cumplir vuestros Santos preceptos, y el premio que tenéis preparado a los verdaderos humildes. Así os lo rogamos por el mismo Jesucristo, Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA SEXTO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que con tanta liberalidad os comunicáis a todas las criaturas, dándoles el ser y el obrar, y sin que nuestros delitos suspendan el curso de vuestras misericordias, llovéis abundantes gracias y beneficios sobre justos y pecadores: dignaos de concedernos el espíritu de caridad que disteis a vuestro Siervo San Luis, para que a su imitación nos consagremos a la utilidad de nuestros prójimos, asistiéndolos con el socorro temporal, consejo y buen ejemplo. Dadnos un corazón blando, liberal y compasivo, con que fácilmente movidos a ejercitar la misericordia y celo de su eterna salud con los necesitados, se glorifique vuestro Santo Nombre. Y, pues vuestro Hijo Jesucristo nos dejó tan admirable ejemplo de caridad muriendo en la Cruz para satisfacción de nuestras iniquidades: alentad nuestro espíritu con la fortaleza necesaria, para que perdonemos las injurias con que nuestros prójimos nos agraviaren, y dadnos a todos un corazón unido en perfecta caridad, para que seamos dignos hijos vuestros, y consigamos el perdón de nuestros pecados, por el mismo Jesucristo Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA SÉPTIMO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que con tan admirable sabiduría gobernáis todas las cosas, disponiéndolas para gloria de vuestro Poder, y utilidad de las criaturas: reconociendo nuestra insuficiencia e ignorancia clamamos a Vos, origen de todo bien, suplicándoos nos iluminéis, para que conozcamos lo que es más agradable a vuestra voluntad y conducente al cumplimiento de los cargos que nos ha fiado vuestra Providencia. Dirigidnos por la intercesión de vuestro Siervo San Luis, a quien disteis gracia para que acertase a gobernar su Reino, desterrase abusos, reprimiese vicios, y adelantase la gloria de vuestro Santo Nombre con sus ejemplos y exhortaciones. Dadnos, Señor, el mismo Divino Espíritu que dirigió sus acciones, para que corrijamos las nuestras, sepamos agradaros, y viviendo honestamente, hagamos recomendable vuestra Santa Ley, animando a nuestros prójimos a su más exacta observancia, para que empleados en vuestro servicio, sea vuestro Nombre santificado. Así os lo pedimos por Jesucristo Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA OCTAVO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que con el ejemplo de vuestro Hijo Jesucristo y de los Santos, nos enseñáis a desechar los terrenos honores, y a solo anhelar por la posesión de la Celestial Patria: admitid nuestros humildes ruegos, acompañados de la interposición de vuestro siervo San Luis, y concedednos un corazón desprendido de los atractivos de la tierra, para que no dejándonos vencer de la ansiosa solicitud de poseer las honras, riquezas y abundancias con que el mundo con vida a sus seguidores, moderemos nuestros deseos, y usemos parcamente de los bienes presentes, sin ofensa ni daño de nuestros prójimos. Y pues Vos, Señor, conocéis cuánto agravan a nuestro corazón las necesidades temporales, atendednos con piadosa providencia, librándonos de la angustia que nos causan, para emplearnos con más libertad en vuestras alabanzas, y suspirar por las felicidades eternas; Así os lo suplicamos por Jesucristo, Hijo vuestro y nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
DIA NOVENO
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, abundante en misericordias, que adornáis a vuestros Santos con el celo ardiente de extender la noticia de vuestro Nombre entre las Naciones que no os conocen para mayor gloria vuestra y utilidad de las Almas: comunicadnos por la intercesión de vuestro siervo San Luis, fervoroso deseo de la conversión de los Infieles, y aplicad a estos el infinito precio de los tormentos y Pasión de vuestro Santísimo Hijo, para que convertidos a Vos, logren participar del estimable tesoro de los Sacramentos, y unidos con nosotros por la Fe y Caridad, gocen también de la felicidad eterna que nos tenéis prometida. Enseñadnos a venerar vuestros justos juicios, y rendidnos a vuestras disposiciones; y pues nos amáis con tanto exceso, enseñadnos a cumplir vuestros preceptos, y dirigid nuestras obras, palabras y pensamientos a vuestra mayor gloria, para nuestra eterna salud. Así os lo suplicamos por el mismo Jesucristo Hijo vuestro, nuestro Señor, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y Ave María, con Gloria Patri.
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