jueves, 9 de enero de 2020

TRIDUO A LOS REYES MAGOS






TRIDUO A LOS
SANTOS REYES MAGOS DEL ORIENTE
MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR

CON LICENCIA ECLESIASTICA
Editado por: Lic. André E. Ordóñez

ADVERTENCIA
Todos los devotos de los Santos Reyes deben rezar esta devoción no sólo en Tizimín, en cualquier iglesia para obtener los merecimientos de los Santos Tres Reyes Magos del Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar. Si cualquier necesidad os impide ir a la Santa Iglesia, se puede rezar esta devoción en la casa delante de alguna imagen de los Santos Tres Reyes rezándolo con mucha devoción; para ganar las indulgencias plenarias es muy necesario confesar y comulgar.


ACTO DE CONTRICCIÓN
Por la señal de la Santa Cruz…, Señor mío Jesucristo Dios y hombre verdadero, etc.

Visita al Santísimo Sacramento. Para los días de la visita (si el triduo se hace en la Iglesia)
¡Oh Jesús mío!, aquí vengo a visitar con mi corazón y consolar a mi pobre alma. Tú Jesús mío, has querido quedarte en el Santísimo Sacramento del Altar, oculto bajo la especie del pan por amor a los hombres y ser compañero en este destierro de la vida, pero tú, resplandeces la Luz de la obscuridad del alma, consuela a los impíos que dudan de ti, fortaleza en las debilidades y tú la medicina de las enfermedades de nuestras almas. Desde el Tabernáculo donde moras nos llamas, ven alma desconsolada aquí están las delicias del amor, ven a visitarme siquiera cinco minutos diariamente. Obtendrás lo que tú quieras de mí, soy médico de todas las enfermedades, pide todo lo que necesitas. Señor me llamas, pero no soy digno ni merecedor porque estoy lleno de indignidades pero con una palabra entra en mi pobre morada. Vengo a pedirte que me perdones mis maldades, mis pecados, Jesús mío, perdóname como perdonaste a tus enemigos; también yo soy tu enemigo porque ando lejos de ti. ¡Ah! Señor, vengo con mi corazón entristecido, pero tú me darás el consuelo de mi pobre alma.

Preparémonos para recibir los dones y las gracias que nos da Dios nuestro Señor en los cielos y en la tierra. Será para siempre alabado el corazón amoroso de Jesús Sacramentado. Rezando devotamente este Triduo con mucha humildad Dios nuestro Señor nos dará su Santa bendición terminando con la jaculatoria para sacar a las benditas almas en el purgatorio.

Amo a Dios, esperan en Dios misericordia infinita. Que me haga perdón, que me haga salvar siete veces y se saca un alma. Siete Padres Nuestro y Ave Marías, y Eternamente bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento.

ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
¡Oh! purísima Virgen María, madre de los pecadores te rogamos que sigas nuestras súplicas para que como amorosa Madre nos concedáis por medio de esta Santa devoción, tu intercesión para conseguir las gracias que pedimos, presérvanos del pecado mortal, haz que triunfe de nuestras pasiones y danos fuerzas suficientes para combatir al enemigo malo y cumplir los mandamientos de la Ley de Dios, para ir a gozar eternamente en la gloria. Amén.
Padre Nuestro, Ave María.
                         

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS A LOS SANTOS REYES
¡Oh! Afortunados Santos Reyes os doy el más cumplido parabién por haber tenido la dicha de adorar al verdadero Dios, en el portal de Belén, vosotros fuisteis al llamamiento del Señor y dejasteis nuestros palacios y comodidades para la dicha de vuestra fe. Vosotros acudisteis a la voz de Dios y seguisteis la estrella que os condujo hasta el humilde pesebre. Vos tuvisteis la dicha de ver con vuestros ojos al que se digno bajar en calidad de Mesías, prometido y esperado que es el Salvador del mundo. ¡Oh! Gloriosos Santos Reyes, hagan que yo busque la felicidad del cielo para ir a gozar eternamente la gloria de Dios Nuestro Señor. Amén Jesús.
Se reza una Salve y un Padre Nuestro por el Sumo Pontífice, otro Padre Nuestro y Ave María por nuestro Obispo. Y otro Padre Nuestro por los sacerdotes.


PRIMER DÍA
¡Oh! Gloriosos Santos Reyes, fuisteis dóciles a la voz de Dios cuando os llamó para adorar al verdadero Mesías en la cueva de Belén, alcanzadnos de Jesús y de su Santísima Madre María la verdadera fe, y conocimiento de Nuestro Dios y de los grandes misterios manifestados y obrados por nuestro amor y una altísima estimación de nuestra Santa Religión. Hace que por vuestra intercesión nos conceda la gracia que os pedimos para mayor honor y gloria y bien de nuestras almas, y en provecho de nuestra salvación ¡Oh! Afortunados Santos Reyes interceded por nosotros y bendecid nuestro viaje con el objeto de visitaros en compañía de Jesús Sacramentado a igual que cuando llegasteis delante de Dios a ofrecerle oro, nosotros tan solo podemos ofrecer nuestras humildes oraciones para alabarle eternamente en el cielo. Amén.
Aquí se rezan tres Padre Nuestro y Ave María y una Salve, luego se pide a los Santos Reyes la gracia que más se desea.

¡Oh! Santos Reyes, rogad por nosotros para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA ORACIÓN DEL DÍA
Gloriosísimo Dios y Soberano Jesús de mi alma que, habiendo hallado los Tres Santos Reyes, se postraron ante tu divina presencia humildemente y te adoraron. Haz que yo sepa huir de la soberbia y de las cosas terrenales y yo observe tu Santísima pasión y alcanzar una buena muerte. Amén.


ORACIÓN FINA A LA SANTÍSIMA VIRGEN PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana Reina de los cielos, vos recibisteis a los Santos Reyes Magos cuando vinieron adorar a Jesús y le tributaron el oro como a Rey, el incienso como a Dios y la mirra como al hombre: recíbenos también hoy que venimos como los Magos del Oriente pues traemos el oro de nuestra oración, el incienso de adoración y la mirra de nuestra profunda humildad, para ofrendarlos a Jesús, tu hijo Santísimo. Aceptad ¡Oh! Santos Reyes Magos, vos Melchor, Gaspar y Baltasar, las súplicas que humildemente hacemos para que intercedáis por nosotros a Dios nuestro Señor, para que conservemos la fe del Divino Salvador. Te lo pedimos por los méritos de la pasión y muerte del mismo Nuestro Señor Jesucristo, tu hijo que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo. Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
                                      

SEGUNDO DÍA
¡Oh afortunados Santos Reyes, que sin temor ninguno os presentasteis ante aquel infame Herodes solicitando por el Salvador, él respondió que en Belén había de hallarles, diciendo, además: dadme aviso cuando lleguéis con el Niño Jesús yo también quiero adorarle, y lo que en realidad pretendía Herodes, era darle muerte después, de acariciarlo. Vosotros encaminasteis de nuevo y entonces se apareció de nuevo la Estrella: y que apenas llegasteis al humilde portal donde estaba el Niño Jesús, Dios y Hombre Verdadero, al instante os postrasteis con la mayor reverencia a las plantas de Jesús, agradeciendo al cielo la suerte de haber visto la luz de la Estrella, luz divina que os condujo hasta Dios hecho Hombre. ¡Oh Gloriosos Santos Reyes! Os pedimos que intercedáis por nosotros para que algún día lleguemos a la gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
Aquí se rezan tres Padre Nuestro, Ave María, una Salve.


TERCER DÍA
¡Oh! Dichosos Santos Reyes. Así como vos caminasteis siguiendo la Estrella que os condujo al pesebre de Belén, así como ofrecisteis vuestros dones al Divino Salvador. Vos Melchor el oro, Gaspar el incienso y Baltasar la mirra, también nosotros le pedimos al Divino Infante que por nuestra intercesión se digne aceptar nuestros corazones humildes y compungidos delante de su soberana presencia, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Aquí se rezan tres Padre Nuestro, la Salve

LAUS DEO




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