VISITA AL SEÑOR DEL SACROMONTE
Dispuesta por Sebastián de Jesús Malpica y
publicada por el Presbítero Bachiller Fortino Hipólito Vera.
Amecameca. 1881.
Adorámoste Señor mío Jesucristo, y
bendecímoste, que por tu Santa Cruz, vida, pasión y muerte redimiste al mundo.
Amén.
L/: Jesús Nazareno, Rey de los Judíos.
R/: Ten misericordia de
nosotros.
ORACIÓN AL SEÑOR DEL SACROMONTE
Tiernísimo
y dulcísimo Jesús, que para darnos pruebas del acendrado amor en que adía tu
divino corazón, tantos y tantos y tan crueles tormentos, desde que naciste
hasta morir en una cruz, pues, pudiendo satisfacer a la Divina Justicia,
solamente con un deseo o un suspiro, no quisiste sino derramar a torrentes tu
sangre preciosísima y entregar tu alma santísima a tu Eterno Padre con una
muerte dolorosa. Y no satisfecho aun tu magnánimo corazón, permitiste que un
soldado abriera con una lanza tu santísimo costado, del que salió el resto de
sangre y agua que había quedado en tu sacrosanto cuerpo. ¿No te basta, Jesús
mío, lo que hiciste la víspera de tus tormentos, de dejarnos tu cuerpo y sangre
y quedarte con nosotros sacramentado hasta la consumación de los siglos? Sino que quisiste después de muerto, darnos
otra prueba de tu tiernísimo corazón, pues nos abriste la llaga de tu costado y
santificaste este monte con esta Santa Imagen. Gracias te doy ¡Oh Salvador mío
generosísimo! Por todos los trabajos de tu vida oculta, por los ultrajes,
blasfemias, bofetada e inmundas salivas de tus crueles enemigos, y aún más por
los terribles azotes, coronación de espinas, dolorosísimas caídas con la cruz,
crucifixión y por todo cuanto padeciste por nuestro. Por esta santísima pasión,
te pido nos des un corazón nuevo para amarte, como lo hizo tu querido siervo
Fray Martín de Valencia, para poder gozarte en el cielo. Así sea.
Se
rezarán tres salves a las tres necesidades de la Santísima Virgen María y la
siguiente:
ORACIÓN
¡Dolorosísima
María! Que para ser nuestra corredentora, pasaste una vida de continuo
martirio, principalmente cuando acompañaste a tu divino hijo Jesús en su
amarguísima pasión, por estos terribles dolores te pido, madre mía, ruegues a
Dios nos mire con misericordia y nos conceda las gracias necesarias para vivir
arreglados a su santa ley, poniendo también los méritos de tu querido siervo
fray Martín de Valencia, para que cuando me llegue la tremenda hora de la
muerte, tu Madre Dolorosísima, presentes nuestras almas ante el tribunal de
Dios, y por tu intercesión sean perdonados nuestros pecados, y después gocemos de
Dios eternamente. Amén.
Un
Padre nuestro y Ave María con Gloria Patri a San Juan Evangelista y la
siguiente:
ORACIÓN
¡Oh
amadísimo discípulo de mi Señor Jesucristo, Juan Evangelista! Tú santo mío, que
mereciste se te revelaran los misterios celestiales y tuviste la dicha de estar
recostado cerca del Santísimo Corazón de tu amante Maestro, intercede por este
pobre pecador, afligido por la enormidad de sus culpas, mira, santo
amabilísimo, los ,ales y tribulaciones que me rodean, y pues tu fuiste el
discípulo más predilecto de mi dulce Redentor, suplícale tenga misericordia de
mi alma y no se pierda en mí el incomparable beneficio de la Redención, para
que perdonados de mis pecados, vengan los consuelos espirituales y temporales
que tanto necesito. Así lo espero de tu bondad ¡Oh Santo Apóstol! Y después de
esta vida, tenga la dicha de ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo por
toda la eternidad. Amén.
Para
concluir, se dirá lo siguiente:
Jesús
de mi corazón, en el triste huerto orando y tu sangre derramando.
R/:
Tened de mi compasión.
Por
mi amor aprisionado y de la chusma maltratado.
A
los jueces presentado y por ellos despreciado.
A
un sótano relegado, escupido y bofeteado.
En
la columna azotado y de espinas coronado.
Ante
el pueblo presentado y a vil muerte sentenciado.
Con
el madero agobiado y a empellones maltratado.
En
la tierra derribado y con golpes levantado.
Con
gran crueldad desnudado y por mi amor avergonzado.
Por
mi amor crucificado y del Padre abandonado.
Con
la lanza atravesado, descendido y sepultado.
L/:
¡Oh Corazón de Jesús! De María todo su amor.
R/:
Dame tanta constricción, que me muera de dolor
No hay comentarios:
Publicar un comentario