BREVE PRÁCTICA DE DEVOCIÓN PARA
IMPLORAR LOS SOCORROS DE LA ADORABLE Y AMOROSA PROVIDENCIA DE
NUESTRO DIOS Y SEÑOR,
POR LA INTERCESIÓN DE LOS SANTOS ÁNGELES DE
GUARDA
CON LICENCIA
Impresa en Murcia por la Viuda de Teruel,
año de 1795.
El
Ilmo. Sr. Dr. D. Alonso Núñez de Haro y Peralta, del Consejo de S. M. Arzobispo
de México, concede ochenta días de Indulgencia por
cada vez que se practicare esta Devoción, rogando a Dios por el aumento
de nuestra Santa Fe, exaltación de la Santa Iglesia.
Levantando
a Dios el corazón y hecho el Acto de Contrición,
se rezará tres veces el Padre nuestro y Ave María en honor y reconocimiento
de la sabia
Amorosa
Providencia de nuestro Dios, pidiendo que por medio é intercesión de los Santos
Ángeles Custodios nos conceda lo que deseamos y se dirán las siguientes
Oraciones:
Oh
Dios, cuya Providencia jamás se engaña ni falta en sus disposiciones,
humildemente te suplicamos que nos libres de todo mal, y nos concedas todos los
bienes que necesitamos. Por Jesucristo tu Hijo, Señor nuestro,
que contigo, y el Espíritu Santo vive y reina Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.
Oh
Dios, que con inefable Providencia te dignas enviar tus Santos Ángeles para que
nos guarden, concede a nuestros humildes ruegos que, defendidos por su continua
protección en la tierra, seamos compañeros suyos por toda la eternidad en la
gloria. Por Jesucristo tu Hijo, Señor nuestro, que contigo, y el Espíritu Santo
vive y reina Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN AL SANTO ÁNGEL CUSTODIO
Oh
Fidelísimo compañero y Custodio mío, destinado por la Divina Providencia para
mi guarda y tutela, Protector y Defensor mío, que nunca te apartas de mi lado,
¿qué gracias te daré yo por la fidelidad que te debo, por el amor que me
profesas, y por los innumerables beneficios que cada instante estoy recibiendo de
ti? Tú velas sobre mí cuando yo duermo: tú me consuelas cuando
estoy triste: tú me alientas cuando estoy desmayado: tú apartas de mí los
peligros presentes, me enseñas a precaver los futuros, me desvías de lo malo,
me inclinas a lo bueno, me exhortas a penitencia cuando he caído, y me
reconcilias con Dios. Mucho tiempo a que estaría ardiendo en los Infiernos, si
con tus ruegos no hubieras detenido la ira del Señor. Suplicóte que nunca me
desampares. Consuélame en las cosas adversas, modérame en las prósperas,
líbrame en los peligros, ayúdame en las tentaciones para no dejarme vencer de
ellas jamás. Presenta ante los ojos de Dios mis oraciones, mis gemidos y todas
las buenas obras que yo hiciere: consiguiéndome que desde esta vida sea trasladado
en gracia a la vida eterna. Amén.
Se
acabará rezando una vez el Padre nuestro y Ave María,
pidiendo a la amorosa Providencia de nuestro Dios y Señor, que por
medio de los Santos Ángeles de Guarda inspire a aquellas personas de quienes en
algún modo dependa nuestra salvación y la felicidad de todos nuestros negocios,
pensamientos útiles a nuestro bien y aparte todo pensamiento que pueda sernos
nocivo de aquellos que en cualquier manera pueden ser causa de nuestro daño
espiritual o corporal.
LAUS DEO
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