VISITA
MENSUAL AL SERÁFICO PADRE SAN FRANCISCO DE ASÍS PARA EL CUATRO DE CADA MES
ORACIÓN
Padre ¡Padre mío San
Francisco! Heme aquí a tus pies, pobrecillo pecador, pero hijo tuyo amantísimo.
Vengo a cumplir un deber filial, visitándote, mírame como los padres miran a
sus hijos, mírame con esa mirada de ternura con que mirabas durante tu vida
mortal a los pobres, a los humildes, a los que luchamos en esta vida, a los que
somos víctimas de dolor… ¡Mírame Padre mío! Y que tu mirada infunda en mi alma
sentimientos e pureza, amor al sacrificio, sosiego de espíritu y sobre todo,
aquel amor de caridad que inflamó tu pecho, encendió tus llagas y te hizo émulo
de los serafines… mírame que tu hijo soy, y tanto más necesitado de tu paternal
cariño, cuanto más miserable. Mírame ¡Oh dulce Padre mío! Y que tus ojos no se
aparten de mi en la vida, en la hora de la muerte y en el cielo. Amén.
ANTÍFONA: Perfeccionad Padre, la viña
que vuestras manos han plantado y escuchad las suplicas de vuestros hijos. Así
sea.
MEDITACIÓN
El seráfico Padre San
Francisco, en el cielo ocupa el lugar que el más alto serafín, Lucifer, perdió
por su soberbia. La intercesión de nuestro santo es poderosísima, cuando
solicita un favor extraordinario, representa a Jesús las llagas que recibió en
su cuerpo, a cuya vista lo tiene como asociado a la grande obra de la salvación
del mundo. La gloria del Serafín de Asís quedará perpetuada hasta el fin del
mundo, porque la triple orden, de Frailes Menores, Religiosas Clarisas y
Hermanos Terciarios, que llevan la promesa de durar por siempre sobre la
tierra, tiene el encargo de publicarla, conservarla y aumentarla. En una palabra,
fue amada de Dios que le adornó de copiosísimas gracias, el predilecto del
Sagrado Corazón, que con la impresión de las Llagas le hizo el mortal más igual
a sí, y el distinguido de la Virgen Madre, que le favoreció con singulares
favores, por haber procurado siempre su mayor gloria.
SÚPLICA
Glorioso Padre San Francisco,
os escogemos por nuestro especial patrono, y nos colocamos bajo vuestra
protección, aceptadnos como devotos e hijos vuestros. Pedid al Señor que nos
asista con su gracia, obtenednos las virtudes que necesitamos para hacernos dignos
de vos. Haced que amemos sobre todas las cosas a Dios y a la Virgen María, que
venzamos todas las malas inclinaciones y nos conformemos a la Voluntad de Dios.
Para más obligaros os saludamos con lo siguiente:
DEPRECACIONES
¡Oh glorioso Padre San Francisco!
Que comunicasteis vuestro espíritu de pobreza, abnegación y celo apostólico a
los religiosos de la Primera Orden, suplicad al Señor se digne concedernos la
pobreza de espíritu y celo de la gloria Divina.
¡Amable Padre mío San
Francisco! Que comunicasteis vuestro espíritu de pobreza, oración y sacrificio
a las religiosas de la Segunda Oración, alcanzadnos del Señor las gracias
necesarias para sacrificar nuestros gustos y pasiones, y para entregarnos a la oración
y al cumplimiento de la divina voluntad.
Padre nuestro, Ave
María y Gloria.
¡Seráfico Padre San Francisco!
Que comunicasteis vuestro espíritu de pobreza, de penitencia y menosprecio del
mundo a los individuos de vuestra Tercera Orden, obtenednos del Señor que,
conociendo y arrepintiéndonos de nuestros pecados, podamos satisfacer por ellos
con nuestra mortificación y penitencia.
Padre nuestro, Ave
María y Gloria.
L/: Rogad por
nosotros, Padre nuestro San Francisco.
R/: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Cristo
ORACIÓN: Oh Dios, que,
multiplicando los hijos del Padre San Francisco, dais un nuevo lustre a vuestra
Iglesia, hacednos la gracia, de que, a ejemplo suyo, despreciemos las grandezas
y bienes de este mundo, y alcancemos las del cielo. Por Jesucristo nuestro
Señor. Así sea.
AL SANTO
PADRE
Desde la altísima
gloria
A que te hayas
elevado,
A todo género
humano
Vivamos en tu
memoria,
Mira, serafín
llagado,
A los que fiados
ponemos
Nuestra suerte en
tus manos,
Intercede por
nosotros
Francisco, para
que seamos
Partícipes de la
gloria,
Siendo
bienaventurados.
Aquí se hace la
petición y luego se rezan las siguientes:
Santísimo Francisco R/:
Ruega por nosotros
Profeta excelentísimo
Apóstol de la Iglesia
Viva imagen de Cristo
Mártir purísimo de amor
Antorcha lucidísima de
resplandores divinos
Clarín del Evangelio
Pregonero del gran Rey
Padre de los menores
Amado de la Reina de los
Ángeles
Virgen purísimo
Patriarca de los pobres
Modelo de obediencia
Ejemplar de penitentes
Lucero brillante
Varón crucificado que llevaste
en tu cuerpo las llagas
Sednos propicio R/:
Alcánzanos el perdón
Sednos propicio R/: Oye
nuestros ruegos
De todo mal R/: Líbranos
Francisco
De todo pecado
De la muerte eterna
De la ira del Señor
De las acechanzas del demonio
En el día de la tribulación R/:
te rogamos nos oigas
Dígnate conducirnos a una
verdadera penitencia
Por tu admirable humildad
Por tu pureza de espíritu
Por la admirable dignación con
que Cristo te honró concediéndote la indulgencia de la Porciúncula
Por haber impreso en tu
Santísimo Cuerpo las insignias de nuestra redención
Por la excelsa gloria con que
ha premiado en el cielo tus virtudes
Óyenos Padre Santísimo.
Escúchanos Francisco poderosísimo.
Aquí se rezan
cinco padres nuestros, aves maría y glorias a las llagas del Santo Padre, y
luego se dice lo siguiente:
SALMO
Ven en nuestra
ayuda Santísimo Padre Francisco, y no tardes en socorrerme.
Sean confundidos y
avergonzados con tu poder los enemigos de la Santa Iglesia.
Mira a tu heredad
con ojos piadosos, y protégela amorosamente desde el cielo.
Pobres y
necesitados clamamos por tu ayuda, socorrednos, Padre amoroso amantísimo.
Y pues eres
nuestro protector y libertador, mira por nuestra causa.
Gloria al Padre, y
al Hijo
Y al Espíritu
Sagrado,
En honor y
bendición
A este Serafín
llagado.
L/: Salva a
tus Hijos
R/: Que en ti esperan
L/: Sednos
torre de Fortaleza.
R/: Contra nuestros enemigos.
L/: Santísimo
Padre, no te portes con nosotros, según lo merecen nuestros pecados.
R/: Ten piedad de nosotros, porque eres imagen del Dios
de las misericordias.
L/: Visita y perfecciona esta viña.
R/: Pues la plantó tu
diestra.
L/: Escucha nuestros ruegos Padre
amorosísimo.
R/: Y no desprecies nuestros
clamores.
ORACIÓN:
Suplicámoste Santísimo Padre Francisco, des oídos a nuestras humildes súplicas,
para que los que invocamos tu patrocinio, sintamos los efectos de tu piedad.
Serafín
llagado, Padre amorosísimo, si te han agraviado nuestras culpas y el haber con
nuestras transgresiones a tus preceptos degenerado el carácter de hijos tuyos,
muévete a piedad nuestra misma miseria y los suspiros penitentes con que
pedimos el perdón de nuestra ingratitud. Presenta esas llagas preciosas al
Eterno, para que por tu intercesión mire con misericordia a tu afligida grey.
Ruega poderoso Francisco, pide por nosotros que vivimos oprimidos de tantos
males, alcánzanos la gracia y clemencia del Señor, para que, triunfando de
todos nuestros enemigos, bendigamos a Dios, porque te crió tan admirable. Esto
te lo pedimos por esos signos preciosos con que te marcó Jesús, y por la gloria
que posees en el cielo, a donde vives y reinas por toda la eternidad. Amén.
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