DÍA VEINTIUNO
CONSAGRADO AL ANGÉLICO JÓVEN
SAN LUIS GONZAGA
Puestos
de rodillas delante de la imagen de San Luis Gonzaga, y hecha la señal de la
Santa Cruz, se dice lo siguiente:
ORACIÓN
Bendito
seas para siempre, Omnipotente Dios y Señor, y tu bondad, que para hacernos ver
que no hay edad, estado, ni condición en que no pueda practicarse la virtud, pusiste
en el mundo al joven angélico San Luis Gonzaga, que, en su mas florida edad, en
medio de los riesgos de s palacio, y rodeado de los atractivos de la grandeza y
las riquezas, se supo conservar inocente, puro y humilde, y llegar hasta la
cumbre de una eminente santidad. Yo te doy por ello las más rendidas gracias y
te pido lo admitas por abogado mío en el tribunal de tu misericordia, para que
uniendo sus ruegos a los méritos de su Unigénito y a la Sangre preciosísima que
derramó por mí, me alcance un verdadero dolor de mis pecados, gracia para no
volver a cometerlos, y que, preservando en este propósito, logre el adorarte y
bendecirte por toda la eternidad. Amén.
Ahora
se rezan tres Padres nuestros y tres aves Marías en esta forma:
En el centro del mundo
Vives tan inocente,
Que hombre sin cuerpo humano
O con humano cuerpo, ángel pareces.
Honores y riquezas
Abandonar resuelves,
Para seguir a Cristo
Desnudo hasta la Cruz desde el pesebre.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Tu inocencia no admite
Ni la mancha mas leve,
Pero tú te castigas
Como el más criminal y delincuente.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN
¡Oh
glorioso San Luis, a que grado tan alto de la gloria te han elevado tus virtudes!
¡que trono tan eminente el que ocupas en el cielo! ¡que rico galardón el que
Dios ha dado a tus servicios! Gózalo enhorabuena por toda la eternidad, pero
vuelve los ojos hacia los que caminamos por este valle de lágrimas, cercados de
miserias y arriesgados a perder para siempre a nuestro Dios. Tu sabes mejor que
yo, cuan grande infelicidad sería esta, y yo no puedo creer que te hagas sordo
a los clamores de quien te llama e invoca para que lo libres de riesgo tan
funesto. Ese gran valimiento que gozas con el Todopoderoso, empléalo en beneficio
de tus devotos, ruega, intercede por mí, y no ceses de pedir hasta conseguir
perdón de mis pecados, y perseverancia final en la amistad y gracia de mi Dios.
Amén.
ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
¡Oh
Purísima Reina de los Ángeles y Madre del Santo Amor! ¡cuan confiado debo
llegar a tus pies, cuando vengo alegando a mi favor los méritos de aquel Ángel
en carne, a quien amaste tan tiernamente y quien supo, corresponder a tan fino
amor! Yo Señora, consagrado este día a celebrar la eterna felicidad que por tu
medio consiguió, y acordarle que el negocio importante de mi salvación está puesto
en sus manos, te suplico humildemente les des fuerza y eficacia a sus ruegos, acompañándolos
con los tuyos, y poniendo a los ojos del Eterno Padre, la Sangre preciosísima
de Hijo y suyo, para que, bañándome con ella, logre el fruto para que fue
derramada en la Cruz. Amén.
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