jueves, 28 de mayo de 2020

DÍA DIEZ Y SEIS DE CADA MES A SAN JUAN NEPOMUCENO



DEVOCIÓN PARA EL DÍA DIEZ Y SEIS DE CADA MES, CONSAGRADO A LOS CULTOS DE SAN JUAN NEPOMUCENO

Dispuesto por un sacerdote de la Compañía de Jesús, especial afecto y obligado al Santo.

Reimpreso en la Imprenta del Real y más Antiguo Colegio de San Ildefonso, año de 1765.


A la hora que pareciere más oportuna, según las ocupaciones de cada uno, se dirán (si es posible de rodillas, y ante alguna imagen del santo) las siguientes oraciones:


ORACIÓN A TODA LA CORTE CELESTIAL

Soberanos Espíritus que componéis las nueve Jerarquías de Ángeles, Arcángeles, Príncipes y Virtudes, Potestades, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines, Santos, Santas, Patriarcas, Profetas, Mártires, Confesores, Vírgenes y Viudas, yo imploro humildemente vuestro amparo para alabar a Dios y os suplico lo alabéis y glorifiquéis conmigo en acción de gracias por las muchas con que enriqueció a San Juan Nepomuceno, especialmente por  haberlo hecho digno de un tan admirable y nuevo martirio en singular honra de Su Majestad, y lustre de tu Iglesia; Y Vos, Reina Purísima de los Ángeles  y Santos, a quien amó tan tiernamente San Juan Nepomuceno: ofrecedle al Eterno Padre, Hijo y Espíritu Santo los méritos y muerte del mismo Santo, unidos a los vuestros, para renovarle la gloria, con que en ellos se complació; y a mí, alcanzadme muy abundante gracia y devoción para alabar tu Divina Majestad ahora y eternamente. Amén.

Aquí se repite tres veces:

Sea bendita, alabada y glorificada la Augustísima Trinidad en quien creo, en quien espero, a quien amo sobre todas las cosas, por las virtudes y dones, vida y martirio de Señor San Juan Nepomuceno. Amén.


ORACIÓN AL SANTO

Amantísimo Patrón mío San Juan Nepomuceno, cuyo ardiente celo por la honra de Dios premió su Majestad interesándose en la vuestra, franqueando por vuestras manos todo género de mercedes en créditos de vuestro poder y protección: yo os suplico, os intereséis en la mía, y en todas mis cosas, en mis necesidades y peligros del Alma y cuerpo, conservando y aumentando en mí, y en todos mis prójimos vuestra tierna devoción hasta que por medio de una cristiana muerte os vaya a acompañar en el Cielo. Amén.

Se rezarán Tres Padre Nuestro y Avemaría con Gloria, después de los que pedirá cada uno al Santo el particular beneficio que desea, y acabará con esta:

ORACIÓN: Oh Dios, que, por el invencible secreto sacramental de tu Siervo San Juan Nepomuceno, ilustraste tu Iglesia con nueva corona de martirio, concédenos que por su intercesión y a su ejemplo guardemos con cautela la lengua, y que antes toleremos todos los males, que el detrimento del Alma en la culpa mortal; lo que te pedimos por Jesucristo Nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Colaboración de Carlos Villaman


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