ORACIONES
PARA VISITAR A LA SANTÍSIMA VIRGEN EN SU
INMACULADA CONCEPCIÓN
Barcelona, año de 1859
Bendita y alabada, sea la santísima é Inmaculada Concepción de la bienaventurada virgen María.
SALUTACIÓN
Bendita sea tu pureza,
Y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón;
Mírame con compasión,
No me dejes, Madre mía.
PRIMERA PETICIÓN
Para alcanzar la pureza
¡Oh
Virgen purísima, inmaculada María! acogedme bajo vuestro maternal manto,
libradme a mí de nuestros enemigos, de aquellos enemigos implacables de las
almas tiernas, del mundo impostor con sus engaños, del espíritu infernal con
sus sugestiones, de nuestra carne frágil con sus apetitos y regalos. Rogad
siempre por mí a vuestro divino Hijo, que os prometemos desde ahora ser hijos
vuestros, y pagaros amor con amor. Alcanzadnos de él humildad y pureza, y que
nuestro corazón se abrase de continuo en el amor de Dios y en el vuestro.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
SEGUNDA PETICIÓN
Para acertar en la elección de estado
Derramad
sobre mí un torrente de luz para que sepa hacer la voluntad de Dios y la
vuestra; inspiradme saludables pensamientos, para que acierto en la elección de
estado, y escoja aquel al cual me tiene llamada la divina Providencia. Sea esta
elección como el punto de partida que me guie a una dichosa eternidad: quiero,
ayudada de la divina gracia, abrazar aquel en el cual mejor pueda servir y amar
a Dios en la corta carrera de mis días: quiero aquel que me haga una verdadera
hija vuestra, y que me prepare para mi eterna salvación.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
TERCERA PETICIÓN
Para que se aumenten estos coros
Aumentad
estos coros que se dedican a vuestra purísima e Inmaculada Concepción;
participen de la influencia de vuestras luces y del candor de vuestra pureza;
sean como un manantial de verdadera virtud, que aumente el número de esposas de
Jesucristo, las cuales conociendo cuan digno y cuan agradable es el don
precioso de la virginidad, sepan abrazarlo y ser constantes en su propósito;
sean á manera de una corte dichosa y agradable compañía que, os anhele sin
cesar.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
CUARTA PETICIÓN
Para la conversión de los pecadores
Socorred
a esos hermanos que, cogidos en el lazo de la tentación, siguen errantes el
camino de la perdición; enviad un rayo de luz que penetre en el fondo de su
corazón, que descubra a las claras el fin funesto a que los conducen sus
errados pasos: dadles fuerzas para que, conociendo su equivocada senda,
retrocedan pronto y se conviertan a Dios de corazón; eviten esos escándalos, y
salven su preciosa alma redimida con la sangre derramada por vuestro unigénito
Hijo; den una alegría al cielo, viéndolas otra vez discípulos de Jesucristo e
hijos vuestros.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
QUINTA PETICIÓN
Para que se mitigue el rigor de la divina
Justicia
¡Ay! ¡cuántas veces se ha provocado la justa indignación de Dios por causa del pecado de la impureza! Fuego del cielo abrasó ciudades enteras, y porque la tierra ardía en el fuego de la lascivia, envió Dios las aguas del diluvio... Este vicio devora la tierra... Virgen purísima, acompañad nuestras súplicas para que no se haga sordo el cielo, no se haga de bronce; oiga la voz del corazón que le dirigimos para que apague este fuego, no con fuego venido del cielo que nos abrase, sino con el fuego del divino amor que convierta a todos: que limpie la tierra de este vicio no con aguas que nos inunden, sino con las aguas saludables de la divina gracia que nos vivifiquen y animen a sujetar las pasiones, y haga a todos unos fieles imitadores de vuestras virtudes que tanto brillan en vuestra Purísima é Inmaculada Concepción.
Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
ORACIÓN
Virgen purísima, Virgen piadosísima; Vos que nos veis puestas en tantos peligros, y que sabéis y que por razón de nuestra fragilidad no podemos preservarnos de ellos, favorecednos con vuestros auxilios, socorrednos con vuestra gracia; para que nos libremos de los contagios de la presente vida, y libres de ellos podamos llegar felizmente al puerto de nuestra salvación.
LETANÍA
Señor,
ten piedad de nosotras.
Cristo,
ten misericordia de nosotras.
Señor,
ten piedad de nosotras.
Cristo,
óyenos.
Cristo,
escúchanos.
Dios
Padre criador de los cielos,
Dios
Hijo redentor del mundo,
Dios
Espíritu santo,
Trinidad
santa que eres un solo Dios,
Santa
María, ruega por nosotras.
Santa
Madre de Dios,
Santa
Virgen de las vírgenes,
Madre
de Cristo,
Madre
de la divina gracia,
Madre
Purísima,
Madre
castísima,
Madre
intacta,
Madre
incorrupta,
Madre
sin mancha,
Madre
amable,
Madre
admirable,
Madre
del Criador,
Madre
del Salvador,
Virgen
prudentísima,
Virgen
digna de reverencia,
Virgen
digna de alabanza,
Virgen
poderosa,
Virgen
clemente,
Virgen
fiel,
Espejo
de justicia,
Trono
de sabiduría,
Causa
de nuestra alegría,
Vaso
espiritual de elección,
Vaso
digno de honor,
Vaso
insigne de devoción,
Rosa
mística,
Torre
de David,
Torre
de marfil,
Casa
de oro,
Arca
de alianza,
Puerta
del cielo,
Estrella
de la mañana,
Salud
de los enfermos,
Refugio
de los pecadores,
Consoladora
de los afligidos,
Auxilio
de los cristianos,
Reina
de los Ángeles,
Reina
de los Patriarcas,
Reina
de los Profetas,
Reina
de los Apóstoles,
Reina
de los Mártires,
Reina
de los Confesores,
Reina
de las Vírgenes,
Reina
de todos los Santos,
Reina
sin pecado concebida,
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros
ANTÍFONA: Cuan hermosa eres, amiga mía, paloma mía, inmaculada mía, y la fragancia de tus vestidos sobrepuja a todo aroma.
ORACIÓN: ¡Oh Dios! que por medio de la Inmaculada Concepción de la Virgen preparaste a tu Hijo una habitación dígnate rogamos, que, así como por la muerte prevista de su Hijo la preservaste de toda mancha, nos concedas también que por su intercesión lleguemos puros a ti.
REPRECACIÓN
Bajo de tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien libranos de todos los peligros, o siempre Virgen gloriosa y bendita. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve: a ti llamamos los desterrados hijos de Eva: a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas: ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡O clementísima! ¡O piadosa! ¡O dulce virgen María!
L/: Ruega por nosotras, santa Madre de Dios.
R/: Para que seamos dignas de las promesas de Cristo.
DESPEDIDA
Virgen y Madre de Dios, yo me ofrezco por hija vuestra, y en honor y gloria de vuestra pureza también os ofrezco mis ojos, mis oídos, mi lengua, mis manos, en una palabra, todo mi cuerpo y alma, y os pido me alcancéis la gracia de nunca más hacer un solo pecado. Amén. Jesús.
Madre, aquí tenéis vuestro hijo.
Madre, aquí tenéis vuestro hijo.
Madre, aquí tenéis vuestro hijo.
En Vos, Madre mía dulcísima, he puesto mi confianza, jamás que daré confundido.
Ave María purísima,
Sin pecado sois concebida.
Bendita y alabada sea la santísima é Inmaculada
Concepción de la
bienaventurada Virgen María. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario