martes, 2 de junio de 2020

CUARENTA HORAS



EJERCICIO ESPIRITUAL

PARA ADORAR

AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

EN LOS TRES DÍAS DE CUARENTA HORAS

DISPUESTO POR UN DEVOTO

Murcia, año de 1783

 

ADVERTENCIA

Primera: El fin de imprimir este cuadernito, es para que pueda leerse con limitación à tres días y en la forma que se leen las Novenas: pues, aunque es verdad, que hay muchos libritos, y muy especiales sobre, el mismo asunto; pero unos tienen consideraciones muy largas, y otros las dividen por los días de la semana, los cuales son muy proporcionados para aquellas partes, en que hay Cuarenta Horas por todo el año; más en donde no hay tan deseable frecuencia, parece más oportuna la distribución en tres días y como las tres Virtudes Teologales son las principales, ha venido bien y el aplicar a cada día una.

Segunda: Se gana Indulgencia Plenaria y visitando al Señor expuesto en este tiempo de Cuarenta Horas, concedida por N. SS. P. Inocencio XII.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Altísimo Señor y Eterno Dios de la Majestad, yo vilísimo pecador, me animo à llegar al Trono de vuestra Grandeza a pediros misericordia; porque considero, que, abrasado en vivo amor por vuestras criaturas, bajasteis del delicioso seno de vuestro Eterno Padre, y os dignáis habitar con nosotros oculto en el Santísimo Sacramento del Altar, desde donde llamáis à los pecadores, diciendo. "Venid a mí todos los que trabajáis, y gemís, cargados del triste yugo de vuestras miserias, que Yo os aliviaré: Venid a mi todos los que, sedientos, buscáis cisternas disipadas, que no pueden contener agua: Venid à mí, que Yo soy la fuente de aguas vivas, y el que bebe de esta agua, nunca tendrá sed: Venid à mí hijos de mi corazón, y hallareis, lo que no podéis imaginar: Venid , y no os atemoricéis de mi Grandeza, pues aunque es verdad, que en el Cielo las columnas del Firmamento se estremecen de pavor en mí; presencia, por lo mismo vengo oculto, y disfrazado con el velo del Sacramento; y así venid, venid hijos de mi Alma, que por vosotros me hice Niño, siendo Grande, por vosotros lloré, por vosotros fui vendido, atado, azotado, escupido, abofeteado, herido , burlado, y afrentado; por vosotros di mi sangre, y mi vida, en un madero; y finalmente, vuestro amor me tiene en estos Altares.

 

DÍA PRIMERO

Soberano Señor Sacramentado, mi Dios, mi Rey ,y mi Padre Omnipotente, y Santo, suplicoos, tengáis misericordia de mí, y me concedáis la gracia de que os adore todos los di as de mi vida, con una vivísima fe de vuestra real presencia en el Augusto Sacramento del Altar; y que así como Vos tenéis vuestras delicias en estar con los hijos de los hombres, tenga yo mi dicha en contemplaros presente en nuestros Altares, y acudir à Vos en mis conflictos, para que de este modo sea libre de los enemigos que me persiguen y teniendo constancia en el camino de salvación, llegue finalmente à la tierra de Promisión, que es la Gloria , para alabaros sin cesar entre los Ciudadanos de aquella dichosa Patria. Amén.

 

ORACIÓN

Dios mío, creo en Vos, fortaleced mi fe; espero en Vos, firmad mi esperanza; os amo de todo corazón, encended mi amor; me pesa de haberos ofendido, aumentad mi arrepentimiento. Os adoro como a mi primer principio os deseo como a mi último fin, os doy gracias como a mi continuo bienhechor, y os invoco como à mi soberano defensor. Dignaos, Dios mío, de dirigirme por vuestra sabiduría, contenerme por vuestra justicia, consolarme por vuestra misericordia, y ampararme por vuestro poder. Os consagro mis pensamientos, palabras, obras, y trabajos, à fin de que de hoy en adelante piense siempre en Vos, hable de Vos obre según Vos, y padezca por Vos.  Señor, hágase en mí, de mí, y de todas mis cosas vuestra santísima voluntad en tiempo y eternidad. Os suplico, que ilustréis mi entendimiento, abraséis mi voluntad, purifiquéis mi corazón, y santifiquéis mi alma. Alentad, Dios mío, mi tibieza, para satisfacer por mis pecados pasados, para resistir à las tentaciones que se ofrezcan, para refrenar las pasiones que me dominan y para adquirir las virtudes que me convienen. Llenad, Señor, mi corazón de un tierno amor de vuestra bondad, de un odio eficaz de mis pecados, de una abrasada caridad para con mis prójimos, y de un firme menosprecio del mundo, y de sus respetos; para que así viva sujeto a mis mayores, caritativo à mis enemigos, fiel a mis amigos, y tratable a mis inferiores. Socorredme, Señor, con vuestra gracia, para vencer la lujuria, con la mortificación; la avaricia con la limosna; la ira, con la paciencia; y la tibieza con el fervor. Concededme, Dios mío, prudencia en las empresas, magnanimidad en los peligros, sufrimiento en los trabajos, moderación en las felicidades, atención en la oración, templanza en la comida, cumplimiento en mis empleos, y constancia en mis resoluciones. Fortalecedme, Señor, para que ponga todo cuidado en mantener una conciencia limpia, un exterior modesto, una conversación edificativa, una conducta ajustada, y que me aplique incesantemente a vencer mis apetitos, a corresponder a vuestra gracia, a observar vuestros preceptos, y a merecer mi salvación. Dadme a conocer, Dios mío, la pequeñez de la tierra, la grandeza del Cielo, la brevedad de esta vida y la eternidad de la otra, para que así me disponga a una buena muerte, tema vuestro juicio, me libre del infierno, y consiga la Gloria, por los méritos de mi Señor Jesucristo. Amén.

Ahora se puede tener un rato de Oración mental y si en acabando se quiere decir los gozos, también van puestos à lo último de este cuadernito.

 

DÍA SEGUNDO

Soberano Señor Sacramentado, Esperanza de las gentes, y deseo de los Collados eternos, Padre de misericordias, y Dios de toda consolación, pues que os dignasteis prepararme una Mesa contra los que me atribulan, suplico a vuestra Majestad, os dignéis también, concederme una verdadera, y firme Esperanza en el mar inmenso de vuestra piedad, para que de ambos modos fortalecido contra los asaltos de mis enemigos, pase felizmente la noche de esta vida, hasta que amanezca el día claro de la eternidad, y cante seguro vuestras maravillas en aquella dichosa Ciudad. Amén.

 

DÍA TERCERO

Soberano Señor Sacramentado, fuego de amor consumidor , que vinisteis atraer fuego a la tierra, y no queréis, sino que arda, yo vilísimo hierro frio, posteado ante vuestra Majestad, os suplico tengáis misericordia de mí, y encendáis en el centro de mi corazón una llama de vuestro amor, la cual perenemente arda, y me fortifique de suerte que ninguna cosa, ni la tribulación, ni la angustia, ni la persecución, ni la altura, ni la profundidad, ni la vida, ni la muerte pueda separarme de Vos, hasta que algún día os ame perfectamente en aquel dichoso piélago de amor en donde se abrazan los Querubines y Serafines, por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

LOORES AL SS. SACRAMENTO 

Cantemos con dulce acento

A Cristo en Pan disfrazado;

Seáis por siempre alabado,

Santísimo Sacramento.

 

Por este Divino Pan,

De Dios hijos verdaderos

Somos, de Cristo herederos

Todos los hijos de Adán:

Diga cada cual atento,

De tanto bien animado.

 

Pelícano Celestial,

Que en amor paterno arde,

Hace de su pecho alarde

Con el precioso raudal:

Quien gusta de este alimento,

Queda en él regenerado.

 

Las más altaneras aves

Al convite son llamadas

Porque después de cebadas

Entonan cánticos graves:

No brutos, que del sustento

Sacan el sueño pesado.

 

Que suba à ser Dios el hombre,

Y que Dios à ser hombre baje:

De tan raro maridaje,

Quién habrá que no se asombre

Tan desacorde instrumento,

Solo el amor le ha templado.

 

Tanta es la fuerza del arte

De aqueste Dios escondido,

Que cual cristal dividido

Está todo en cualquier parte;

Artificioso portento

Para ser comunicado.

 

Los que sin Fe prevenidos

Quieren al blanco tirar,

Miren que no han de acertar

Todos los cinco sentidos:

Sin aqueste documento,

Ha de ser el tiro errado.

 

Este gustoso Panal

En la boca de un León,

Da la muerte en su ocasión

Al que le recibe mal:

Pero le deja opulento

Al que llega recatado.

 

Hombre no quieras perder

Logros de tal beneficio,

No te comas el juicio

Cuando vayas à comer:

Limpia contrito, y atento

Toda mancha de pecado.

 

Procura oveja perdida,

Apartada del rebaño,

Buscar con el desengaño

De tan buen Pastor la vida:

Responde pues al acento

Del Pastor que te ha criado.

 

L/: Nos has dado Pan del Cielo

R/: Que contiene todo consuelo.


ORACIÓN: Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...