martes, 23 de junio de 2020

EJERCICIO COTIDIANO A LA VIRGEN DEL CARMEN


EJERCICIO DEVOTO EN HONOR DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN, PARA PRACTICARLO TODOS LOS DÍAS

 

Imprenta de D. Antonio Vanegas Arroyo,

Calle de Santa Teresa Núm. 1

México, 1907.

 

Se rezan Tres Ave Marías.

 

JACULATORIA

Santa, Santa, Santa, Emperatriz Sagrada, llenos están los cielos y la tierra de la grandeza de tu gloria. Bendito el que te crió tan pura y santa.

 

SALVE

Dios te salve, virgen pura,

Madre de misericordia,

Reina del cielo, Concordia,

Vida, esperanza y dulzura.

A ti la humana criatura

Se dirige con ternura

Para obtener tu favor

De este mundo en las desgracias,

Y nos alcancéis las gracias

Que ha prometido el Señor.

 

Oh tú piadosa, oh clemente,

Oh, Dulce Virgen María,

Ruega por nos, Madre mía,

A ese Dios Omnipotente;

En tu cariño ferviente

Vuelve a nosotros tus ojos

Y aparta de los abrojos

A nuestra alma peregrina;

Óyenos, Reina Divina,

Que te rogamos de hinojos.

 

Hijos de Eva, en ti esperamos,

Que el humano consuelo halle

En este mísero valle

Que con lágrimas regamos;

A ti, Señora, imploramos

Llenos de fe el corazón,

Que al fin por tu mediación

Recibiremos del Cielo

La más santa bendición.

 

ORACIÓN

Santa Madre mía, Excelsa Señora Sagrada Virgen del Monte Carmelo, Tú, que con el infinito amor de Madre que a cada instante nos demuestras, acoge benigna nuestras oraciones, y preséntalas por tu divina mediación a Dios Nuestro Señor, para que infunda en nosotros su gracia, nos de fortaleza para combatir las malas tentaciones, y llenos de arrepentimiento de nuestras inmensas culpas, nos haga dignos del hermoso perdón y bendecirle y alabarle por toda una eternidad. Amén.

 

AVE MARÍA

Ah! Dios te salve, María

Te dijo el ángel bendito,

Y Dios te salve, repito

Con el alma noche y día.

 

“Eres de la gracia llena”

Que sobre tu frente brilla

Ella dobla mi rodilla

Y mi espíritu enajena.

 

“El Señor está contigo”

Y al verte cual me consuelo,

Aunque vivas en el cielo

Desde el mundo te bendigo.

 

“Bendita entre las mujeres”

Bendita tú, Madre mía,

En tu amor mi alma confía,

Los prometidos placeres.

 

“Por ese fruto bendito

De tu vientre virginal”,

Líbranos de todo mal

Y del poder del maldito.

 

Santa Virgen del Carmelo

Mira a tus plantas, María,

Postrado a tu hijo que ansía

Ir a adorarte en el Cielo.

 

 

Un Ave María por el autor

 

México, Julio 16 de 1907.

 

Colaboración de Carlos Villaman



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