DÍA DOS DEDICADO A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE
LA CANDELARIA
Escrita por un amoroso devoto suyo.
Imprenta y Tipografía Testamentaria
Antonio Vanegas Arroyo,
Avenida Guatemala Núm. 40, México, año
1920.
MODO DE REZAR ESTA DEVOCIÓN
Procure
el contrito pecador para la preparación de esta santa devoción, confesar y
comulgar con anterioridad a fin de que el alma purificada pueda elevarse a Dios
por la intercesión de la Virgen Santísima de la Candelaria, y se comenzará
haciéndose la señal de la Santa Cruz y el siguiente:
ACTO DE CONTRICIÓN
Amorosísimo
Señor mío Jesucristo, Creador y Redentor del género humano, me pesa en el alma
haberos ofendido con mis culpas atroces, con mis pecados horrendos, y en
desagravio de mis pecados os ofrezco este día dos en honor de tu amabilísima
Madre, la Virgen Santísima de la Candelaria, Patrona y Señora mía, que como
abogada celestial, intercederá por mi e interpondrá su influjo ante Ti, mi
único Juez y Rey de cielos y tierra; y a fin de que esta santa práctica alcance
el favor que se desea, os traigo mi alma purificada de toda mancha que la
ennegrezca o enturbie para que sea digna de vos, de vuestra amorosísima Madre y
de todos los santos que os adoran en el cielo y que contigo viven y reinan por
toda una eternidad. Amén.
Se
reza un Padre Nuestro, con tres Ave Marías gloriadas, y luego la siguiente:
ORACIÓN
Virgen
Santísima de la Candelaria, que os apareciste en Tenerife para dar al mundo las
últimas pruebas de amor, reinando la gentilidad, yo humilde siervo tuyo y
pecador arrepentido, soy como un gentil irracional y bárbaro e imploro vuestro
amparo y protección con la confianza de que, sin merecer el nombre hermosísimo
de vuestro hijo, desempeñaréis vos como siempre las oficiosidades de Madre
amante y tierna. Recibid mis afectos como admitisteis los delos Guanche y
aceptad mis súplicas como admitisteis las de los gentiles, aplacando la ira de
Dios tan justa por mis muchas culpas, hasta que raye en mi alma la divina
claridad e influjos de vuestra radiante luz; concededme y alcanzadme lo que os
pido en este día dos, sobrevistiendo mi desnudez como buena Madre con las
odoríferas ropas de vuestras hermosísimas virtudes, para que consiguiendo de
vuestro amoroso Padre, Divino Hijo y Espíritu Santo la gracia y bendición que
toca a los escogidos os alabe perfectamente por toda la eternidad, repitiendo
con San Gabriel muchas veces vuestra angélica salutación: Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia, etc…
DÍA ÚNICO
Omnipotente
y sempiterno Dios, que desde el cielo hermosísimo donde moras y tiene asiento
tu divina planta ves las necesidades de tus pecadores hijos, que se revuelven
en la indolencia y miseria por sus horrendas culpas, y que basta que tu amorosa
Madre interceda por ellos para que tú les concedas tus favores; yo, pecador
arrepentido y lleno de fe y contrición, rendido vengo a Ti con el deseo de
alcanzar tu divina bondad y gracia. Admitidme como hijo pródigo descarriado y
perdido y como vasallo vuestro y de vuestra amorosa Madre y Señora nuestra la
Virgen Santísima de la Candelaria, por cuya intercesión os pido que la religión
propague sus bellas doctrinas y dogmas; que los enemigos de esa misma Iglesia
depongan las armas que empuñan en contra de ella; que se conviertan los
pecadores y se propague tu divina justicia; que los herejes se conviertan, los
caminantes tengan abrigo donde descansar de sus penosas fatigas, que los
infelices huérfanos encuentre Madre cariñosa que alivie sus desdichas, que los
sacerdotes sean vistos con santa veneración como ministros de tu Iglesia y que
a mí como a todos ellos me ayudes en la fe, alivies nuestras necesidades tanto
del alma como del cuerpo, para que con resignación acabemos esta vida, esta
existencia que nosotros nos hemos amargado y al fin vayamos a descansar a la
santa gloria que como patria tienes preparada a los justos, por los siglos de
los siglos. Amén.
PETICIÓN
Terminada
la oración que antecede se levantará el alma a Dios y a su Divina Madre y
Señora, nuestra Santísima Benefactora en la advocación de la Candelaria y se le
pedirá lo que se desee y luego se dirá la oración que va puesta al fin.
Tres
Ave Marías con Gloria Patri.
ORACIÓN FINAL
Omnipotente
Señor, que habiendo tomado nuestra forma humana, fuiste presentado en el templo
a tu Eterno Padre, por tu Santísima Madre, que os entregó primero a Simeón que
representaba a todo el mundo: hacednos el favor de conceder lo que pedimos en
este santo día, que consagramos a nuestra Patrona y Abogada la Virgen Santísima
de la Candelaria, sea este uno de sus grandes y
continuos milagros, añadiéndose el de purificar nuestros afectos, para
que acabando en gracia nuestra vida, podamos llegar a Ti para besar tus
sagrados pies en la Gloria. Amén.
El
Ilmo. Sr. Dr. D. Pedro Agustín Estévez y Ugarte, Obispo que fue de las
Provincias de Yucatán y Tabasco, concedió 40 días de indulgencia por cada
oración, Ave María o Salve, como consta de su decreto dado en México en 30 de septiembre
de 1815.
GOZOS
A vos, Isleña Divina,
Oh Princesa Celestial
Virgen de la Candelaria
Lucida estrella del mar,
Pues gozáis tantas grandezas
Gozos os quiero cantar.
En ellas, ¡oh maravilla
De la infinita bondad!
Parecisteis Taumaturga
Divina, bella beldad
Antes un siglo que hubiese
Luz de la Fe y cristiandad.
Cándidos Guanches pastores
Tu imagen ven, y en su afán,
A rústico examen fían
Si es tu hermosura inmortal;
Y con mortal escarmiento
Adoran vuestra beldad.
A novedad tan del cielo
Se unen los Reyes y van
Con festivo, alegre, canto
Lucido aparato Real,
Obsequiosos a rendiros
Palacio, Cueva y Altar.
¡Oh, Tú, Madre la más linda,
Toda dulzura y piedad!,
Imán del seguro Norte
Al más tempestuoso mar,
Puerto alegre, playa limpia,
Sin riesgos de zozobrar.
¿Quién a tus Aras, Señora,
Llegó a pedir y rogar,
Que tardara en conseguir
Más tiempo que suplicar?
Libertadora Judith
De los cautivos de Adán.
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