OCHO SÚPLICAS A NUESTRO PADRE JESÚS POR
LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO
Tomado del Devoto del Purgatorio,
Por el R. P. Antonio Donadoni de la
Compañía de Jesús
México D.F. 1951
I
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por aquel sudor de sangre que padeciste en el huerto de
Getsemaní, apiádate de la Benditas Almas del Purgatorio, y en particular de
aquellas que fueron más devotas del misterio de la Santísima Trinidad.
Pater,
Ave, Requiem.
II
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por los cruelísimos tormentos que padeciste en el
misterio de los azotes, apiádate de las Ánimas Benditas, y en particular de
aquellas que fueron más devotas de tu Preciosísima Sangre. ¡Oh Padre
amantísimo! Ten piedad de ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
III
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por los dolores intensos que sufriste en tu penosísima
coronación de espinas, apiádate de las Ánimas Benditas, y en particular de
aquellas que fueron más devotas de tu Divino Corazón. ¡Oh Padre amantísimo! Ten
piedad de ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
IV
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por las angustias que sufriste al subir cargando con la
Cruz por el camino del Calvario, apiádate de la Ánimas Benditas, y en
partículas de aquellas que están por salir de tan triste y dura cárcel. ¡Oh
Padre amantísimo! Ten piedad de ellas.
Pater,
Ave, Requiem
V
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por los desmayos que sufriste en tu cruelísima
crucifixión, apiádate de las Ánimas Benditas, y en particular de aquellas que
fueron más devotas de tu Santísima Madre. ¡Oh Padre amantísimo! Ten piedad de
ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
VI
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por las penas que padeciste en la Cruz durante las tres
horas de tu amarguísima agonía, apiádate de la Benditas Ánimas y en particular
de aquellas que se hallan más abandonadas de sufragios. ¡Oh Padre amantísimo!
Ten piedad de ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
VII
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por el intenso dolor que padeciste cuanto tu alma se
separó del cuerpo, apiádate de la Benditas Ánimas, y en particular de aquellas
que fueron más devotas de Dolorosísima Pasión. ¡Oh Padre amantísimo! Ten piedad
de ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
VIII
Oh
piadosísimo Jesús mío! Por los vivísimos dolores y angustias mortales que
sufrió tu Santísima Madre al pie de la Cruz durante tus agonías, apiádate de
las Benditas Ánimas, y en particular de aquellas por la cuales tengo más
obligación de orar. ¡Oh Padre amantísimo! Ten piedad de ellas.
Pater,
Ave, Requiem.
L/: Señor, atiende mi oración.
R/: Y mis clamores lleguen
hasta Ti.
OREMOS: Señor
Dios, Criador y Redentor de todos tus fieles: concede a las almas de tus
siervos el perdón de todos sus pecados, a fin de que por nuestros piadosos
ruegos alcancen de Ti la indulgencia que siempre desearon. Hazlo, Señor
Jesucristo, Tú que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
Colaboración de Wiliam Gómez Pot
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