sábado, 11 de julio de 2020

MES DE JULIO A SAN IGNACIO - DÍA ONCE


DÍA XI

Santísimo Patriarca San Ignacio: Vos sabéis bien, que el grande enemigo que me impide seguir de veras a Cristo, es el vano temor del que dirán los hombres de mí. Me escarnecerán, me despreciaran, me condenaran ya de hipócrita, ya de traidor, ya de mentecato. Mas yo, ¿cuán cobarde soy y miserable si hago caso de estos escarnios, mofas y desprecios? ¿Porque al fin, quienes serán estos que así murmurarán de mí? No otros que los enemigos de la virtud: ¿cómo pues pueden dejar de reprobarla? Serán prosélitos de Lucifer: ¿qué mucho pues que murmuren de los secuaces de Cristo? Y yo he de hacer cuenta de sus palabras, y de palabras de hombres que ni aun hablan bien de sus propios amigos, y de sus compañeros en el vicio; y que ni tienen respeto a los santos del cielo, ni aun al mismo Dios, ¿y pretenderé que me lo tengan a mí? Decid, vos, santo Padre mío, que, de calumnias, que, de acusaciones, ¿qué de persecuciones padecisteis por amor de la virtud? Y con todo, entonces os teníais por más dichoso y verdadero imitador de Cristo, que así lo había predicho a los suyos cuando dijo: Si me perseculi sunt, el vos persequenlur. (Joan. 15.) Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Dadme, pues, Santo mío generosísimo, un ánimo despreciador de todos los respetos humanos, e imprimid en mi alma esta incontrastable verdad: que ninguna virtud, si no es combatida, puede ser verdadera y solida virtud.

Padre nuestro, Ave María, Gloria


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...