CORONILLA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Compuesta y publicada por San Andrés Avelino
Cler. Reg.
Traducida del italiano al español, impreso
en Roma
Año de 1844
L/: Dios mío, ven en mi auxilio.
R/: Señor, date prisa en
socorrernos.
L/: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu
Santo
R/: Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Cual azucena entre espinas,
Virgen bienaventurada,
Sois de culpa preservada,
Por ser Madre del Señor.
I.
Os saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por vuestra predestinación con la que desde la eternidad fuisteis elegida por Madre de Dios, por vuestra Inmaculada Concepción con la que fuisteis sin mancha de pecado original, por vuestra perfectísima resignación a la divina voluntad con la que fuisteis siempre conforme, y finalmente por vuestra gran de santidad con la que en toda vuestra vida jamás cometisteis el menor defecto, humildemente os suplicamos, que os dignáis ser nuestra Abogada para con el Señor, á fin de que nos perdone tantos pecados que son la causa de su indignación contra nosotros. Y Vos, Padre omnipotente, por los méritos de estos privilegios de María, oíd y aceptad las súplicas de vuestra muy amada Hija, y perdonad á nosotros sus devotos. Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.
Se reza un padre nuestro y cuatro Ave
Marías
Inmaculada María,
Libranos de todo mal
Y del dragón infernal
Que devorarnos querría.
II.
Os
saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por vuestra santísima Anunciación
en la que concebisteis en vuestro seno al Verbo divino, por vuestro felicísimo
Parto en el que no sentisteis dolor alguno, por vuestra perpetua Virginidad que
unisteis a la fecundidad de Madre, y finalmente por el acervo Martirio que
padeciste en la muerte de vuestro Hijo nuestro divino Redentor, humildemente os
suplicamos, que os dignéis ser nuestra medianera, a fin de que experimentemos el
fruto de la preciosa sangre de vuestro Hijo. Y Vos, Hijo divino, con los méritos
de estos privilegios de María; oíd y aceptad las súplicas de vuestra muy amada
Madre, y perdonad a nosotros sus devotos. Perdonad,
Señor, perdonad a vuestro pueblo.
Se reza un padre nuestro y cuatro Ave Marías
III.
Os
saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por los gozos que sintió
vuestro corazón en la Resurrección y Ascensión de Jesucristo, por vuestra Asunción
al cielo con la que fuiste exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, por la
gloria con que os coronó Dios como Reina de todos los santos, y finalmente por
aquel eficaz valimiento que tenéis de poder lograr todo lo que es de vuestro agrado,
humildemente os suplicamos, que os dignéis alcanzamos el verdadero amor de Dios.
Υ Vos, Espíritu divino, por los méritos de estos privilegios de María, oíd y
aceptad las súplicas de vuestra muy Amada Esposa, y perdonad a nosotros sus devotos.
Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.
Se
reza un padre nuestro y cuatro Ave Marías y luego la letanía lauretana y se
finaliza con lo siguiente:
L/: En tu Concepción, Virgen Inmaculada
fuiste
R/: Ruega por nosotros al
Padre, cuyo Hijo diste a luz
OREMOS: Señor: Tú has librado de toda culpa a la Virgen María por efecto de la libre elección de tu gracia. Así lo proclamamos para conmemorar el misterio de su Concepción Inmaculada, y te ofrecemos estas alabanzas. Acógelas y líbranos, por su intercesión, de todas nuestras culpas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario