viernes, 10 de julio de 2020

CORONILLA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


CORONILLA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Compuesta y publicada por San Andrés Avelino Cler. Reg.

Traducida del italiano al español, impreso en Roma

Año de 1844

 

L/: Dios mío, ven en mi auxilio.

R/: Señor, date prisa en socorrernos.

 

L/: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo

R/: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Cual azucena entre espinas,

Virgen bienaventurada,

Sois de culpa preservada,

Por ser Madre del Señor.

 

I.

Os saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por vuestra predestinación con la que desde la eternidad fuisteis elegida por Madre de Dios, por vuestra Inmaculada Concepción con la que fuisteis sin mancha de pecado original, por vuestra perfectísima resignación a la divina voluntad con la que fuisteis siempre conforme, y finalmente por vuestra gran de santidad con la que en toda vuestra vida jamás cometisteis el menor defecto, humildemente os suplicamos, que os dignáis ser nuestra Abogada para con el Señor, á fin de que nos perdone tantos pecados que son la causa de su indignación contra nosotros. Y Vos, Padre omnipotente, por los méritos de estos privilegios de María, oíd y aceptad las súplicas de vuestra muy amada Hija, y perdonad á nosotros sus devotos. Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un padre nuestro y cuatro Ave Marías

 

Inmaculada María,

Libranos de todo mal

Y del dragón infernal

Que devorarnos querría.

 

II.

Os saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por vuestra santísima Anunciación en la que concebisteis en vuestro seno al Verbo divino, por vuestro felicísimo Parto en el que no sentisteis dolor alguno, por vuestra perpetua Virginidad que unisteis a la fecundidad de Madre, y finalmente por el acervo Martirio que padeciste en la muerte de vuestro Hijo nuestro divino Redentor, humildemente os suplicamos, que os dignéis ser nuestra medianera, a fin de que experimentemos el fruto de la preciosa sangre de vuestro Hijo. Y Vos, Hijo divino, con los méritos de estos privilegios de María; oíd y aceptad las súplicas de vuestra muy amada Madre, y perdonad a nosotros sus devotos. Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un padre nuestro y cuatro Ave Marías

 

III.

Os saludamos, purísima y santísima Madre de Jesús, y por los gozos que sintió vuestro corazón en la Resurrección y Ascensión de Jesucristo, por vuestra Asunción al cielo con la que fuiste exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, por la gloria con que os coronó Dios como Reina de todos los santos, y finalmente por aquel eficaz valimiento que tenéis de poder lograr todo lo que es de vuestro agrado, humildemente os suplicamos, que os dignéis alcanzamos el verdadero amor de Dios. Υ Vos, Espíritu divino, por los méritos de estos privilegios de María, oíd y aceptad las súplicas de vuestra muy Amada Esposa, y perdonad a nosotros sus devotos. Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un padre nuestro y cuatro Ave Marías y luego la letanía lauretana y se finaliza con lo siguiente:

 

L/: En tu Concepción, Virgen Inmaculada fuiste

R/: Ruega por nosotros al Padre, cuyo Hijo diste a luz

 

OREMOS: Señor: Tú has librado de toda culpa a la Virgen María por efecto de la libre elección de tu gracia. Así lo proclamamos para conmemorar el misterio de su Concepción Inmaculada, y te ofrecemos estas alabanzas. Acógelas y líbranos, por su intercesión, de todas nuestras culpas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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