NOVENA
DEL BEATO DALMACIO MONER Y SIQUER
DE
LA ORDEN DE PREDICADORES
NATURAL
DE SANTA COLOMA DE FARNES Y PATRONO DE LA CIUDAD DE GERONA
COMPUESTA
POR
D.
JOAQUIN MANUEL DE MONER
Gerona,
1864
ACTO
DE CONTRICIÓN
Señor
y Dios mío Jesucristo, Padre de las Misericordias, que, para la salvación del linaje
humano, derramasteis vuestra sangre preciosísima, y ardiendo ahora en amor
infinito, con gemidos inefable, llamáis a las cerradas puerteas de nuestro
endurecido corazón, aquí me tenéis postrado ante vuestra presencia soberana,
humildemente rendido a vuestros pies, os abro las puertas de mi pecho, confieso
todas mis gravísimas culpas. Vengo con lágrimas de penitencia a suplicaros, con
la efusión de mi alma a pediros me las perdonéis todas, me apartéis siempre de
las ocasiones de pecar y concedáis la gracia de enmendarme constantemente de
mis muchas maldades, a cuyo fin interpongo por intercesor y poderoso medianero
y Patrón al Beato Dalmacio Moner, al cual vos llamasteis y escogisteis para siervo
vuestro y apoyo mío, para que adherido yo a vuestra voluntad soberana, a sus
grandes merecimientos acogido pueda un día veros y con el adoraros en la Gloria
Amén.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Inmaculada
Emperatriz de cielos y tierra, templo de Dios vivo, arca del Santuario, Jerusalén
celestial iluminada con los resplandores de las más excelsas virtudes, María Santísima
Madre de Dios y Señora nuestra, a quien mejor que á vos podré acudir, en medio
del encenagamiento de mis pecados y en el hondo abismo de mis fallas, a quien
como a la que llena de amor y de santa esperanza ningún mal habito resiste, no
hay culpa que no combata, no hay maldad que no aterro vibrando las armas de su clemencia
y los maternales rayos de su vista y predilección para con los pequeñuelos.
Concededme pues las gracias que necesito, los favores que me convienen del
infinito umero de vuestros méritos, amparado de los que duren su vida con
vuestra decidida protección le concedisteis y ganó vuestro esclarecido devoto, el
Beato Dalmacio Moner con su pureza, con su mortificación, con su abnegación, con
sus continuos ayunos, con su obediencia, con su pobreza evangélica, con su
castidad, con su humildad, y principalmente con su encendida caridad, para que
con vuestra poderosa intercesión y la suya, consiga el particular favor que
espero alcanzar con esta novena, si es a mayor gloria de Dios y vuestra, ofreciéndoos
a este fin, tres Aves Marías y un Gloria Patri. Amén.
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
Purísimo
Dalmacio que resistiendo desde vuestra niñez, los fuertes alahagos de la carne
y del mundo, con servasteis toda vuestra vida tan limpio vuestro noble corazón
que jamás logró el enemigo infernal verle manchado con el contagio de la culpa mortal,
bien sé que habiendo yo perdido por mis gravísimos pecados, la gracia
bautismal, no debo acercarme a Vos, ni merezco recibir las bendiciones debidas a
las almas puras, más confiando en vuestra clemencia me atrevo a pediros humildemente
purifiquéis mi alma, la limpiéis de mis iniquidades, la lavéis de sus culpas, para
que puro solo a Dios ame, solo a él quiera, solo a él sirva, siguiendo vuestras
pisadas que conducen a la felicidad eterna. Amén.
Se reza un Padre nuestro, Ave María y Gloria.
GOZOS
De
absterior y penitencia,
Pasmo,
norte y ejemplar:
Sed
Dalmacio tutelar,
Del
país en toda urgencia.
Vuestro
linaje bien quiso
Santa
Coloma os le dio
Y
vuestro celo ordeno
Seguir
luego a Jesucristo,
Procurándole
imitar,
En
todo con excelencia:
De
Domingo la virtud,
Seguiste
con perfección,
Entrando
en su religión
Desde
vuestra juventud,
Su
observancia regular
Guardaste
con eminencia:
Vuestra
humildad es tan grande,
Fue
profunda y peregrina,
Que
vuestra virtud destina
Vivir
del mundo ignorado,
Sabiendo
así soportar
Del
demonio la potencia:
Guardia
fiel de la pureza,
Siempre
fuiste con rigor
Lo
que, en cuerpo e interior,
Guardaste
con entereza,
Huyendo
sin nada hablar
Aun
de hermanos a presencia:
Los
regalos que buscaste
Todo
el curso de la vida,
Fue
la pena más crecida,
Co
que os mortificasteis,
Procuraste
castigar
Vuestro
cuerpo sin clemencia:
De
la soledad amante,
Huiste
con gran porfía,
De
la humana compañía
De
cuevas hecho habitante,
No
cesando de alabar
La
alta increada esencia:
Vuestra
santidad celosa
Una
cueva fabricó,
Donde
mucho ejercitó
La
contemplación dichosa,
Empezando
ya a lograr,
Gracias
de la Omnipotencia:
Con
ángeles conversaste
Viviendo
en cuerpo mortal,
Vida
haciendo angelical
Su
agilidad imitaste,
Echándoos
a volar
Para
cumplir la obediencia:
Envíoos,
cosa extraña,
Una
conserva María,
Por
la sed que os afligía
Cansado
en cierta montaña,
Viniendo
así a remediar
El
cielo vuestra indigencia:
Riesgos
y males prolijos,
Os
hallan siempre abogado,
Y
los padres han hallado
Consuelo
en Vos a sus hijos,
Que,
los dientes al echar,
Curáis
de toda dolencia:
L/:
Ruega por nosotros ¡Oh Dalmacio!
R/:
Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN: Dios
todopoderoso, que has derramado por toda la creación reflejos de tu infinita
belleza y bondad, haciendo el hombre a tu imagen y semejanza, tanto amas a
quienes se entregan totalmente, que nos los pones como modelo, quieres que les
veneremos y haces innumerables beneficios y milagros por su intercesión. Por
ello y mediante tu siervo Dalmacio te rogamos nos concedas un mayor desapego a
las cosas terrenales y con ello una mayor correspondencia a tu amor. Amén.
DÍA
SEGUNDO
ORACIÓN
Ejemplar
perfecto de perfección, pacientísimo Dalmacio, que cual otro Job sufristeis con
valor las mortificaciones más austeras asombrando al mundo con espantosa
penitencia, que cual otro Antonio os sepultasteis en ásperas cuevas aherrojando
vuestro limpio corazón, alcanzadme os suplico un santo valor para irme varonilmente
mortificando, un alegre sufrimiento de los mayores trabajos, una fortaleza en
fin para sobrellevar las miserias de esta vida para que como esforzado campeón
pueda un día triunfar en la gloria que es el premio de los que combaten como Vos.
Amén.
DÍA
TERCERO
ORACIÓN
Santo
mío Dalmacio, que, desprendido desde los más tiernos años de los atractivos
poderosos de la tierra, dejando vuestra casa y Patria, parientes y amigos
renunciaste a todas las cosas у recuerdos del siglo, entrando en el Sagrado
asilo de la Religión Dominicana, humildemente os suplico intercedáis con el
Señor para que me des prenda voluntaria y efectivamente de todo deseo material,
que mis aspiraciones sean todas del espíritu, y que mi único tesoro y posesión
sea el Dios bueno y trino, con quien reináis vos y espero estar por todos los
siglos. Amén.
DÍA
CUARTO
ORACIÓN
Amantísimo
Padre mío Dalmacio, quien es capaz de elogiar, ni aun explicar la prodigiosa
abstinencia de manjares y bebidas, los constantes ayunos observados
rigorosamente por Vos, así en el Convento y cueva de Gerona, como en el de
Marsella, tanto en vuestra juventud como en edad adelantada. Y yo Santo mío, no
refrenare mi gula, y concupiscencia carnal con un remedio tan saludable,
teniendo a la vista ejemplos tan portentosos de penitencia. Alcanzadme, os
pido, la gracia de seguir á lo menos do lejos, y de imitar en cuanto me sea
posible de cerca, estas prácticas tan aceptables, a fin de que, domando mi
carne, sujetándola a mi espíritu, podamos juntos saborear las dichas
celestiales en la eternidad. Amén.
DÍA
QUINTO
ORACIÓN
Fidelísimo
Dalmacio, Isaac de la nueva ley, obedientísimo Protector mío, que ofreciendo al
Señor en holocausto vuestro puro corazón, corristeis en pos del amado no solo
por las vías de la inspiración, sí que, por las señaladas por vuestros Superiores,
así sin queja alguna como con deseo ardiente, reformad este duro corazón,
ablandad mi voluntad, viciada, conformadme con la divina, único camino que
conduce a las mansiones celestiales. Amén.
DÍA
SEXTO
ORACIÓN
Imitador
del Salvador del mundo, Dalmacio Santo ¿quién puede contemplar vuestra
voluntaria pobreza de bienes y de espíritu sin que sienta disminuir su apego a
las riquezas? ¿Qué avaricia puede resistir los fulgores de vuestro apartamiento,
primero de vuestra opulenta mundanal fortuna, después de los honores debidos a
vuestra acendrada virtud y letras? Haced Santo mío, que los vanos resplandores
del mundo no me deslumbren, que abra los ojos a la caducidad de los bienes de
la tierra y que, cerrado mi corazón a toda culpa, logre la herencia del cielo
que es la vuestra por siglos infinitos Amén.
DÍA
SÉPTIMO
ORACIÓN
Oh
castísimo Esposo de Jesús, alma pura del Señor, privilegiado Dalmacio, que
conservando toda la vida el singular don de la virginidad, merecisteis
conversar con los espíritus angélicos, ser visitado por la Virgen Santísima y
que acompañáis ahora al Cordero celestial donde quiera que vaya en premio de
vuestra castidad. Ya que mis culpas impidan pertenecerá tan sublime categoría
concededme al menos que conquistando hoy un estado puro, adquiriendo virtudes análogas,
pueda de lejos, aunque en rango distinto, gozar de la vista de Dios y asociación
vuestra. Amén.
DÍA
OCTAVO
ORACIÓN
Si
los dones que el Señor concede son en proporción a la humildad de cada uno
siendo exaltado el que se humilla, cual serán los que Dios os dispensó en vida
y los que disfrutáis después de muerto en las Regiones de la gloria. ¿Cuál será
el premio debido a una humildad profunda, a un abatimiento espantoso, a una abnegación
tan portentosa como la vuestra? Concededme pues Santo mío un total desprecio de
mí mismo, una feliz objeción de mi propio, a fin de que oculto entre con los celajes
de la humildad, imite al Señor y siga la única senda del Cielo que es la de los
verdaderos humildes. Amén.
DÍA
NOVENO
ORACIÓN
Oh amante puro de Dios, abrasado serafín de la gloria, que, quemado de amor en el altar del Señor, voló vuestra alma a la región de la luz para ser resplandeciente antorcha para los mortales. Iluminad, Dalmacio amoroso, mi entendimiento, obscurecido por el pecado, inflamad mi voluntad inactiva por la tibieza, cortad y separad todos los obstáculos que se oponen a mi íntima unión con mi único bien, mi consuelo, mi felicidad, que es la Trinidad castísima de cuyos coloquios gozáis y espero participar por los siglos eternos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario