miércoles, 6 de enero de 2021

NOVENA A SANTA BERNARDITA SOUBIROUS

 


NOVENA BREVE A SANTA BERNARDITA SOUBIROUS

 

Tipografía Sánchez y de Guise

Año de 1938

 

ACTO DE CONTRICIÓN

¡Oh Jesús mío! vuestra Madre la Virgen María dijo a Santa Bernardita estas palabras: “Penitencia, penitencia, penitencia.” En otra aparición la encargó besara la tierra por los pecadores. Yo soy ese pecador indigno y miserable. Por el amor que tenéis a vuestra Inmaculada Madre, os pido perdón de mis pecados, y por los méritos de Santa Bernardita, os suplico me concedáis la gracia de una verdadera penitencia. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

¡Oh Santa Bernardita! ¡Que inefable alegría sintió tu alma al contemplar por vez primera la celestial visión de la Virgen Inmaculada! ¡Con cuanta devoción harías sobre tu frente pura, la señal de la Cruz! ¡Que fervorosas serían las aves Marías del Rosario que en su presencia rezaste! ¡Como se elevaría tu alma al verte acompañada de la Madre de Dios en la recitación de los Gloria Patri! ¡Oh Santa Bernardita! Nuestro corazón se complace en recordar aquella primera aparición y por ella te pedimos la gracia de amar a Jesús y a María con todas las fuerzas de nuestra alma, y el favor especial por que te hacemos esta novena. Amén.

 

Se rezarán cinco Aves Marías con Glorias Patris, y las Invocaciones siguientes:

 

INVOCACIONES

¡Oh Santa Bernardita! R/: Ruega por nosotros

Lirio escogido por María

Imitadora de Jesús Crucificado

Amante de la vida oculta

Abandonada a la voluntad de Dios

Mensajera fiel de María

Favorecida particularmente por María

Amante enamorada de María

Modelo admirable de humildad

Poderosa intercesora ante Jesús y María

Espejo de toda virtud

Testigo confidencial de María

Hija escogida de María

Enamorada de la Eucaristía

Imitadora de la pobreza de Jesús

Compasiva con los pecadores

 

L/: Ruega por nosotros Santa Bernardita.

R/: Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 

ORACIÓN

¡Oh Corazón de nuestro Padre Jesús, que favoreciste a Santa Bernardita con tan especiales virtudes y gracias! Te suplicamos por la sencillez de nuestra fe y por su valiosa intercesión, tengamos la dicha de gozar de tu presencia en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

¡Oh Sana Bernardita! ¡Cuanta fue la tristeza! ¡Cuánto el pesar de tu corazón, al verte por dos días consecutivos, privada de la dicha de contemplar a María! ¡Con que ardor, le pedirías te dejara ver su adorado Rostro! Y ¡Oh prodigio! Al tercer día tu sencilla y amante alma se llena de consuelo y de dulzura ¡La Madre de Jesús vuelve a aparecer! Por aquella gran tristeza, y también por aquella grande alegría, ten compasión de nosotros, consuélanos durante nuestra vida, y por el amor que tuviste a la Virgen Inmaculada, oye nuestra oración y alcánzanos la gracia que humildemente te pedimos. Amén.

 

 

DÍA TERCERO

¡Oh Santa Bernardita! Llena nuestra alma de gratitud a nuestra Madre Santísima de Lourdes por la promesa que te hizo de hacerte feliz, no en esta vida sino en la otra, te saludamos en este día de tu novena, complaciéndonos en recordar la tercera visión que de la Inmaculada Virgen tuviste. ¡Oh Santa Bernardita! Desde ese día tuviste segura tu salvación eterna. Compadécete de nosotros que en tanto riesgo estamos de perderla ¡Ruega tú, privilegiada criatura, por nuestra salvación! Alcánzanos que podamos compartir contigo la dicha que ahora poseéis y la gracia particular que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

¡Oh Santa Bernardita! En este día, con gran consuelo de nuestras almas, te recordamos la cariñosa recomendación que, nuestra Madre, la Inmaculada Virgen de Lourdes te hizo: “Orad por los pecadores.” Seguros de que rogaste durante tu vida mortal y de que ahora también ruegas por nosotros, confiadamente nos acogemos a ti. ¡No desoigáis nuestras súplicas, Santa Bernardita bendita! Mira que, con el alma llena de fe depositamos en ti nuestras penas y necesidades, y esperamos que por tu intercesión lograremos la gracia que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA QUINTO

¡Oh Santa Bernardita! Ahora estamos en tu presencia para rogarte por aquellas tres confidencias que te hizo nuestra Madre la Inmaculada Virgen de Lourdes, que fortalezcas nuestras almas con la singular virtud de la prudencia. Alcánzanos también la conformidad con la Voluntad Divina. ¡Que sea nuestra vida espejo fiel de nuestras creencias! Y así como tu supiste guardar esos secretos, así guardemos nosotros con gran celo nuestra fé, nuestra esperanza y una encendida caridad con nuestros prójimos. Y por favor la gracia que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

¡Oh Santa Bernardita! Al contacto de tus manos y por la voluntad de la Inmaculada Madre de Dios, brotó de la tierra la maravillosa fuente de agua milagrosa para salud de tantísimos enfermos de cuerpo y alma. Te rogamos, Santa Amada, que nuestras almas se mantengan limpias de toda culpa, que implores a Jesús por el Corazón de tu Santísima Madre, que restituya la paz del mundo, y que su mandato divino de amarse los unos a los otros no sea olvidado por los hombres. Además de la gracia que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA SÉPTIMO

¡Oh Santa Bernardita! Por la pena que afligió tu alma al verte rechazada, cuando pediste en nombre de la Augusta Virgen la edificación de una capilla en la gruta de las apariciones, y por el regocijo que sentiste al celebrarse por primera vez el Sacrificio de la Misa en ese bendito lugar, te encomendamos de manera especial las intenciones de N. S. P. el Papa, te pedimos el aumento del clero y la educación religiosa de los niños, para que crezcan en el santo amor y temor de Dios. Y con gran confianza la gracia que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA OCTAVO

¡Oh Santa Bernardita! ¿Qué sentimientos conmovieron tu alma al oír de labios de la Santísima Virgen María esta grandiosa frase? Socórrenos, dichosa santa, con un poco del amor que en esos momentos incendió tu bienaventurada alma, inspíranos tu devoción tierna y constante a María nuestra Madre. Ayúdanos a invocarla en todos los instantes de nuestra vida y muy particularmente en la hora de la muerte. Y consuela nuestra alma, alcanzándonos la gracia que en esta novena te pedimos. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

¡Oh Santa Bernardita! Te alabamos y damos gracias a Dios por haberte elevado a los altares para ser nuestro modelo y nuestra intercesora ¡A ti nos acogemos! Y en este último día de tu novena te rogamos con toda el alma, des gracias a la Inmaculada Virgen de Lourdes por todos los favores que se ha servido dispensarnos. Pídele que nuestro amor al Divino Corazón de su Hijo y a Ella, que es nuestro Refugio, nuestro consuelo y nuestra gran Intercesora, aumente cada día, para que al fin de nuestra ida podamos gozar en tu compañía, de su Divina Presencia por los siglos de los siglos. Oye nuestra súplica y alcánzanos la gracia que en esta novena te hemos pedido. Amén.


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