CONSIDERACION XXX.
Fué
el dignísimo Esposo de la Madre de Dios dotado de un aspecto lleno de belleza y
de majestad, y se podrá formar una cabal idea del cuerpo y facciones del
consorte de aquella Virgen la más hermosa entre las criaturas, poniendo primero
a la vista un rasgo de las perfecciones corporales del buen Jesús, en quien la
industria de la gracia, siguiendo los ocultos designios del cielo, puso el
retrato de su Padre estimativo san José. Fué Cristo de un cuerpo perfectísimo, y
tan admirablemente formado, que tuvo, como dice el real profeta David, en un
grado ventajoso las cualidades y rasgos de la hermosura, aun en aquella nación
que antes había dado bellezas tan peregrinas, que las aplaude con voces
magníficas la Sagrada Escritura.
ORACION
Oh bellísimo José, que no solo en el cuerpo, sino mucho más en el alma, fuiste lleno de primores de naturaleza y gracia; yo te suplico que me alcance tu poderosa mediación con Jesús y María, que mi alma sea santificada y llevada á la debida perfección de virtudes, y que mi cuerpo tenga la salud conducente al buen servicio de Dios y provecho espiritual de mis prójimos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario