SIETE
MINUTOS
EN
COMPAÑÍA DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA SOLEDAD
EN HONOR DE LOS AMARGUÍSIMOS DOLORES QUE SUFRIÓ DURANTE LA PASIÓN Y MUERTE DE SU SANTÍSIMO HIJO NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Arreglada
por un devoto de María Santísima
Imprenta
de Antonio Vanegas Arroyo
Calle de
Santa Teresa, núm. 1.
PRIMER
MINUTO
A ti,
María Santísima de la Soledad, te saludo con las lágrimas en los ojos y con
todo el dolor de mi alma, al contemplar lo mucho que sufriste, cuando el profeta
Simeón, vaticinó que le quitarían la vida a tu adorado Hijo: por este amarguísimo
sufrimiento, hago una verdadera contrición de mis pecados y te suplico implores
por mi salvación a su Divina Majestad. Amén.
SEGUNDO
MINUTO
Preciosísima
Virgen de la Soledad, yo te saludo en honra y gloria de las horribles angustias
que sufriste, al saber que se extravió por espacio de tres días tu tiernísimo
Hijo. Por este motivo, que verdaderamente me conmueve, te pido en medio de mi
doloroso llanto, la remisión de todos mis pecados. Ruégale así a su Divina
Majestad. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
TERCER
MINUTO
Yo te
saludo, María Santísima de la Soledad, y te pido fervorosamente te dignes implorar
por la salvación de mi alma, en honor de tus horribles angustias, cuando con
gran sorpresa, supiste que tu amantísimo Hijo, se hallaba preso y fuertemente
atado. Haz por esto, Señora mía, que mi alma jamás pierda las virtudes de la
gracia. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
CUARTO
MINUTO
Angustiosa
Virgen María de la Soledad, yo te saludo con todo el afecto de mi alma, y te
pido, por lo mucho que padeciste al saber que tu amorosísimo Hijo había sido
crucificado, me concedáis el don de la gracia, e implores en beneficio mío,
para salvación de mi alma, y que el Sagrado Cuerpo de mi Señor Jesucristo, por
medio de la Santa Eucaristía, sea mi alimento. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
QUINTO
MINUTO
Santísima
Virgen de la Soledad, Madre mía, yo te saludo con todo el fervor de mi corazón,
y te ruego que por el intenso dolor que sufriste al ver que tu Divino Hijo
caminaba al sepulcro, te pido que me auxilies en el trance de mi muerte, para
poder morir en gracia del Señor. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
SEXTO
MINUTO
Yo te
saludo, Santísima Virgen de la Soledad, y arrodillado ante tu divina imagen, te
ruego que por la corona de espinas que pusieron sobre su majestuosa frente, a
tu amantísimo Hijo, mi pobre entendimiento sea libre de las tentaciones de
satanás, para que después de mi muerte, sea perdonado por el Todopoderoso. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
SÉPTIMO
MINUTO
Madre
Santísima de la Soledad, yo te saludo y al consagrarte estos siete minutos, lo
hago en medio de un copioso llanto, tomando en consideración lo mucho que
sufriste en el largo periodo de los padecimientos de tu amorosísimo Hijo, que,
por redimirnos, sufrió cruentos martirios hasta sucumbir en el Santo Madero de
la Cruz. Por todas estas razones, te ruego Madre mía, me conduzcas por el
verdadero sendero de la virtud. Amén.
Padre
nuestro y Ave María.
DÉCIMA
Pues eres,
Virgen María
La Santa
Madre de Dios,
Haz que
sigamos en pos
De la
gloria y su alegría,
Por su
terrible agonía,
Por sus
tormentos atroces
Escucha
mis tiernas voces
Y en
tan triste situación,
Concédeme
ya el perdón
De mis pecados atroces.
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