viernes, 7 de mayo de 2021

CUATRO DOMINGOS A SANTA RITA DE CASIA

 


LOS CUATRO DOMINGOS EN HONOR A SANTA RITA

Tomado del “Devocionario y Mes de Santa Rita de Casia” compuesto por el Rev. Excmo. Mons. D. Bernardo Martínez Noval O. S. A.

Obispo de Almería

Año de 1953

 

ADVERTENCIA

Una de las devociones más efectivas para alcanzar de Dios, por intercesión de Santa Rita, una gracia especial, es la conocida de Domingos consagrados a los cuatro estados de soltera, casada, viuda y religiosa. Es costumbre hacer esta devoción los domingos, como días consagrados al Señor, y para honrar las virtudes en las que se destacó Santa Rita, que fueron: prudencia, en un solo estado, porque supo vencer, con la gracia divina, los peligros y las dificultades que rodean a la juventud en todas partes; la justicia, por la justicia con que reguló sus acciones dentro del matrimonio, sin apartarse del justo límite en el que la esposa y la madre cristianas deben conservarse; La castidad, porque, a pesar de ser viuda, aún niña, y haber conservado su gran belleza, fue constante en repeler los impulsos de la carne y las vanidades del mundo. En este estado practicó con gran fe y caridad obras de piedad y misericordia con los pobres y necesitados. Finalmente, fue un modelo de templanza, porque parecía un ángel en carne mortal. Admirado por los más perfectos de virtud, estaba tan arrepentida y mortificada que, durante los años que vivió en el Convento, se privó de los manjares más delicados, y muchos días, si no a diario, disciplinó su cuerpo tres veces: una vez, convirtiendo pecadores, otro, para las personas caritativas y benefactores de los pobres, y el tercero, para las almas del purgatorio. Por todo esto, los devotos de Santa Rita obtendrán gracias singulares, con devoción, con verdadera fe y confianza, cuatro domingos en honor a Santa Rita.

Nota. Como el mes consagrado al Santo es ​​cualquiera del año, fácil de agregar los cuatro domingos a este. La forma de hacerlos es bastante simple. Después de que te hayas confesado y comulgado, se dice lo siguiente:

 

 

ORACIÓN

Dios mío y Señor, que has enriquecido tu Iglesia con el hermoso ejemplo de la vida y las virtudes de Santa Rita, y me has concedido la gracia de la devoción a tu Santa: Concédeme, Señor, imitar los ejemplos de virtud y santidad que practicó en todos los estados de tu vida y la gracia especial que ahora les pido por su intercesión. Amén.

Entonces se dicen las siguientes jaculatorias:

 

-Alabado sea el Padre eterno, que suscitó en este mundo Santa Rita de Casia por modelo de los jóvenes cristianos. Amén.

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

-Alabado sea el Hijo de Dios, que con su gracia hizo de Santa Rita el modelo perfecto de mujeres casadas. Amén

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

-Alabado sea el Espíritu Santo, por haber ilustrado con sus luces a Santa Rita, para que fuera una viuda pura, penitente y maestra de vida espiritual. Amén.

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

-Alabado sea la Santísima Trinidad por haber acumulado en Santa Rita los dones de agradecimiento más preciados espiritualmente, para que sea un modelo perfecto del estado religioso y de la vida evangélica. Amén.

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

-Alabemos y demos gracias a María Santísima por la especial predilección con la que amó a Santa Rita. Amén.

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

-Alabemos y demos gracias a San Juan Batista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino, por su amorosa protección que tuvieron con Santa Rita, presentándola en el Convento de Casia. amén

Un Padre Nuestro, cuatro Avemarías y Gloria

 

ORACIÓN

Oh poderosa Santa Rita, llamada Abogada de los casos desesperados, socorredora en la última esperanza, refugio y salvación en el dolor, que conduce al abismo del delito y de la desesperación: con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a ti en el caso difícil e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón. Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a ayudar tu?, ¿no me vas a consolar? ¿Vas a alejar tu mirada y tu piedad de mi corazón, tan sumamente atribulado? ¡Tú también sabes lo que es el martirio del corazón, tan sumamente atribulado! Por las atroces penas, por las amargas lágrimas que santamente derramaste, ven en mi ayuda. Habla, ruega, intercede por mí, que no me atrevo a hacerlo, al Corazón de Dios, Padre de misericordia y fuente de toda consolación, y consígueme la gracia que deseo (indíquese aquí la gracia deseada). Presentada es seguro que me escuchará: y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres, para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias divinas.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Después de este piadoso ejercicio, que el alma devota se concentre en sí misma y Pídale a Dios la gracia especial que desea lograr. Al mismo tiempo, trate de vivir esa fe y confianza que tan admirablemente brilló en Santa Rita.


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