martes, 8 de junio de 2021

NOVENA AL ALMA DE MARÍA SANTÍSIMA

NOVENA QUE EN HONOR DEL ALMA DE MARÍA SANTÍSIMA

COMPUSO UN ECLESIÁSTICO OAXAQUEÑO

 

A petición del C. Elizardo Díaz, quien la da a luz con las licencias necesarias.

Oaxaca

Oficina de Antonio Valdés y Moya, a cargo de Fernando Ortega

Año de 1848

 

PRÓLOGO

Todos los años, en alguna iglesia de esta ciudad, hace el ciudadano Elizardo Días, una función muy solemne al Alma de María Santísima, cuya imagen conserva en una estatua bellísima. Deseando el piadoso devoto, tener una novena propia y especial del Alma de María (pues todos los años se sirve de la de otro título) me rogó que le formara una, y yo la he hecho obsequiando sus religiosos deseos, sin más fin que dar otro testimonio más de mi constante devoción a la Madre de Dios.

Por de contado, este opúsculo será muy despreciable a la bella literatura, más si alguna alma saca de ella los consuelos espirituales que solicita, esto tendré por suficiente recompensa de mis cortos trabajos.

 

-El Autor

 

 

PRACTICA DIARIA MUY CONDUCENTE PARA LOGRAR LOS BIENES QUE SE SOLICITAREN ESTA NOVENA

 

1- Comunión fervorosa por el negocio respectivo.

 

2- Ayuno, por el descanso de las ánimas benditas.

 

3- Limosna por el bien de todos los devotos de María Santísima.

 

4-Comunión por todas las necesidades de la Iglesia.

 

5- Una hora a María Santísima por la Paz.

 

6- Mortificación por los necesitados, especialmente por aquellos que en el orden de la Providencia no se remedian para que detengan su sufrimiento en sus penas.

 

7- Se oye misa por la patria.

 

8- Se reza el viacrucis, implorando la misericordia de Dios.

 

9- Comunión por las necesidades de la Patria.

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, verdadero premio y ejemplar de la humanidad, aquí tienes un corazón contrito y humillado, a quien has prometido no desairar. La ingratitud con que correspondí tus gracias, no me hace digno de tu misericordia, pero hasta tu último suspiro fue un suspiro de misericordia, ese suspiro celestial es el que yo deseo recibir hoy de tus labios purísimos, ese suspiro que es y será para siempre el aliento de la vida eterna, ese suspiro, saludable bálsamo que cura las llagas del pecado, ese suspiro de absoluto poder que sacó luz de las tinieblas y haces sacar al pecador de sus errores. Yo lo imploro, y te lo pido en ese madero que, si es el tribunal de tus terribles juicios, también es el trono de la gracia y de la clemencia infinita, criatura tuya soy, soy precio de tu sangre, tu muerte ha sido por mi vida, tus llagas, gloriosos trofeos de tu victoria inmortal, han sido para hermosear mi cuerpo y tu bendita alma, entregada en las manos de tu Padre, es la prenda segura de la salvación de la mía. Habla Señor, una palabra, y mi alma será sana, dime que se me perdonan mis pecados, porque te amo mucho, abre esos labios donde la muerte estampó su sello, y de donde sale la suavísima voz de un Dios que perdona mis culpas. Las mías no tienen número, son más que los cabellos de mi cabeza, pero también infinitamente más son innumerables tus misericordias, apiádate pues de mí, según la multitud de ellas. Yo te ofrezco no volver a ofenderte, porque eres tan bueno, tan santo, tan digno de ser amado. ¡Oh hermosura, siempre antigua y siempre nueva! Críame un corazón nuevo que siempre te ame, bésame con esos labios de rosa, en señal de amistad y dadme con tu divino aliento la preciosa semilla de tus gracias. Así te lo suplico por aquella alma privilegiada como aurora del cielo, y es refugio, vida, dulzura y esperanza nuestra. Amén.

Se rezan cinco Salves.

 

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

¡Oh Alma llena de virtudes y de recuerdos! que feliz fuiste en la memoria de tu vida inmaculada, siempre recodaste con sumo placer una carrera llena de merecimientos, siempre repasaste el cuadro de tu vida con el gozo inefable de no advertir en el ni una ligera mancha, feliz memoria que nunca se angustió con el recuerdo de la culpa, porque jamás olvidó a Dios que era su dulce y exclusivo objeto. Te suplico Señora, por esa felicidad, que no se olvide jamás mi memoria de la ley de Dios y de sus beneficios, y que cuando recuerde la funesta desgracia de mis caídas, sea para llorarlas y para perpetuar la gratitud a un Dios que me las ha perdonado. No olvides mi suplica, te lo ruego, por la preciosa imagen que tenéis de tu hijo en tu memoria. Amén.

 

Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:

 

-Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre. Ave María.

 

-Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo. Ave María.

 

-Dios te Salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo. Ave María.

 

-Dios te Salve María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad. Gloria Patri.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh Alma dichosísima! tu mereciste que todo un Dios te pusiera los ojos, esos ojos infinitos en su poder, en su sabiduría, en sus riquezas se fijaron en ti para crearte como una maravilla, digna de un Dios con quien ibas a contraer las relaciones más intimas e inefables. Según nuestro modo de concebir me figuro a un Dios muy ocupado en tu creación, revolviendo todo el tesoro de sus gracias, para escoger lo más justo y óptimo, lo más sublime de cuanto hay en el cielo y en la tierra, como quien quiere agotar todas sus finezas, y soltar toda la elasticidad de su amor y de su misericordia. Tu ibas a ser el signo de la paz, tu ibas a abrir las puertas del cielo, cerradas tantos siglos, tu habías de calmar la justa cólera del Omnipotente ofendido, tu habías de ser el consuelo de toda la especie humana llena de trabajos y de lágrimas, tu ibas a dar parte de tu cuerpo purísimo para que el Espíritu Santo formara al hombre más grande, que han visto las generaciones, al mismo Hijo de Dios, que se haría hombre para salvarme, tu ibas a ser como la clave del cristianismo, o la fuente perenne donde los mártires bebieran la fortaleza en los tormentos, las vírgenes la constancia en sus combates, los confesores la perseverancia en sus virtudes. En fin, tu ibas a ser por tu Hijo, que es lo esencialmente, el todo en todas las cosas. Que empeño pues, que eficacia no tendría Dios ¡Oh Alma felicísima, para enriquecerte! Falta la imaginación para alcanzar tus privilegios, conocer tus gracias, y medir tus perfecciones.  Pues todo esto, ¡Oh Alma de María Santísima! en cierto modo me lo debes a mí, por redimirme, te escogió mi Redentor para Madre, hazme un verdadero hijo tuyo todos los días de mi vida. Amén.

 

 

GOZOS

Alma bella sin igual

en quien Dios todo se encanta:

Protégenos alma santa

con tu gracia celestial.

 

Siendo tan común la ruina

de nuestra triste desgracia,

fuiste concebida en gracia

por preservación divina.

¡Que gracia tan peregrina!

¡Concepción original!

 

¡María! ¡Dulcísima nombre!

¡Cuánto dice esta palabra!

con pronunciarla se labra

su felicidad el hombre:

Justo es que el mundo se asombre

con el nombre virginal.

 

¡Qué obra! ¿Quién lo explicaría?

falta al concepto la voz,

echó todo el resto Dios

en el alma de María.

Pues esta Madre es muy mía

porque es Madre universal.

 

Cuando Herodes perseguía,

y a Jesús matar emprende

tierra oculta y defiende,

entre sus brazos María

feliz si en tal compañía

huyo del mundo fatal.

 

Acompaña a su Jesús,

hasta el Gólgota sangriento,

y allí en singular sufrimiento

estaba junto a la Cruz,

dame tu gracia a tu luz

¡Oh Virgen sentimental!

 

Recibe amorosa y tierna

el cadáver venerable,

que hizo a los hombres potable

el agua de la vida eterna,

con solicitud materna

mira el nicho sepulcral.

 

Cuál es tu felicidad

Mujer la más agraciada,

cuando estas relacionada

con toda la Trinidad,

siendo fuente de piedad

líbranos de todo mal.

 

¡Que dulcísimo consuelo!

cuantos bienes me atesora

saber que tal protectora,

para mi tengo en el cielo,

bien conozco tu desvelo

por mi vida espiritual.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

¡Oh Alma de María Santísima! ¡Oh Alma ilustrada con una luz celestial! tu conociste con la plenitud de tus gracias y de tus dones, cuanto es posible a una pura criatura, todos los misterios y las admirables transacciones entre el cielo y la tierra, garantizadas en un solo Dios Hombre, tu Hijo Jesucristo, tu conocimiento claro adquirió en la misma fuente de la sabiduría, te ha puesto en el mundo como un sol bellísimo, que alumbra a todos los hombres, vagos por las tinieblas y sombras de la muerte. Te suplico, oh luz de mi alma, que disipes de todos mis errores, que des la verdadera ilustración, que mis pensamientos todos, sean santos, para que conozca yo a Dios, y tu Hijo Jesucristo, con esta gracia tendré sin duda la vida eterna. Amén.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

¡Oh Alma de María Santísima, en quien sin exageración se puede decir que ardía el amor a Dios en su mayor extremo, tu lo amaste sin paralelo! el primer acto de tu voluntad fue de amor a Dios, y el último, después de una escala no interrumpida, correspondió al primero, tu voluntad fue a la de Dios, nunca quisiste sino lo que Dios quería, siempre fuiste una esclava, tu amor fue el más grande de todos los amores. Te ruego, que me comuniques ese fuego vehementísimo, solo el podrá deshacer el hielo de mi voluntad, y quitarles la inclinación tenaz a las cosas de la tierra, de tu cuenta corre desde ahora mi voluntad, dame tu gracia para sofocar el desorden de mis pasiones, no ame yo más que a Dios y a ti ¡Oh Madre de Misericordia! de cuyo amor espero el que me hará feliz para siempre. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

¡Oh Alma dichosa, que triunfaste de nuestro común enemigo desde el primer instante de tu ser natural! tu viniste al mundo sin terrible pasaporte, prevenida con una redención especial por la muerte futura de tu Hijo, mereciste sin ejemplo la justicia original, con ella naciste, oh purísima María, y el día de tu muerte entregaste esa alma tan linda y tan limpia como la habías recibido. ¡Que contraste formas con mi alma sucia y asquerosa de culpas! Perdida la inocencia, no me queda otra tabla en mi triste sufragio, que el arrepentimiento, dadme tu gracia, para no caer en las tentaciones que el demonio me pone a cada instante, hijo tuyo soy ¿a quién, si no a la madre toca defender a un hijo débil, en la lucha perpetua de un enemigo formidable? Así te lo pido, por la gloriosa victoria con que los llevaste encadenado siempre al carro de tu gloria. Amén.

 

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

¡Oh Alma virtuosísima que tuviste por recreo la pobreza, el retiro y el monte Calvario! Fuiste muy grande para que te hubiera seducido este mundo con sus encantos, de aire y exaltación, no viste en el mundo, sino el destierro del hombre y el triste lugar de su ignominia, no pensaste en el mundo, sino para regarlo con la sangre de tu Hijo y con las lágrimas de tus ojos. Vuelve, Oh Madre de piedad, esos ojos misericordiosos, empotrado en las en las vanas ilusiones de este mundo, me eh rendido a su halago, haz Señora, que, en medio del mundo, forme yo un calvario donde viva siempre crucificado, que vea yo su seducción con los ojos de su desengaño, y que aspire constantemente a vivir en la verdadera patria celestial. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

¡Oh Alma de María Santísima! pura como el rocío de la mañana, hermosa como el lucero del alba, maestra y ejemplo de todas las vírgenes, la honestidad es tu virtud por excelencia, tu pureza fue angelical, limpia como los rayos del sol, te conservaste intacta en palabras, obras y pensamientos, reuniste con asombre de todos los siglos, los dos títulos más honrosos de una mujer, la virginidad y la maternidad. ¡Cuánto necesito Señora, tu auxilio en el furioso combate de mí carne! inocúlame con esa pureza virginal, simpatízame con ese corazón castísimo, y consígueme de tu Hijo Jesús, que me críe un corazón nuevo, puro, recto, para que este corazón viejo, víctima de los muelles placeres, solo busque las delicias en la virtud que nunca fastidia, y son las únicas que me harán feliz eternamente. Amén.

 

 

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

¡Oh Alma bienaventurada! que prodigio no verás en la esencia eterna de un Dios, que te crió con esmero, si el bienaventurado mira en su espejo divino todo lo que le corresponde según su estado, tu que perteneces a toda la creación, y que eres madre de todos los hombres, verás sin duda cuanto puede ver una pura criatura. Te suplico Señora, por la visión beatífica que disfrutas sobre todos los ángeles y santos, que me haga un santo por la penitencia, para ver yo también ese rostro en quien desean verse los ángeles, y conocer en su admirable registro todos los misterios que creó y todos los prodigios que me asombran. Ver ese rostro incomprensible en tu felicísima compañía, es la bienaventuranza que espero por tu intercesión. Amén.

 

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

¡Oh Alma de María Santísima! tu sola sabes el inefable gozo con que Dios recompensa tus penas. Si el gozo beatífico corresponde a los trabajos y pruebas ¿Cuál será el tuyo? ¡Oh Alma la más angustiada y virtuosa de todas! Gózate en ese mar inmenso de las delicias, bien lo merecen tus acervos dolores, y quien tuvo toda la virtud en el monte Calvario atravesada de dolor, tenga todo el premio circundado de gloria. Yo te ruego que me des tu gracia y que me enseñes a sufrir las penas de esta vida, para logra mi alma la fruición de Dios, en donde no hay dolor ni muerte, sino puro placer e interminable vida. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

ORACIÓN

¡Oh Alma verdaderamente dichosa, que disfruta en el cielo aquella óptima parte que supiste elegir y que nadie te podrá quitar! Asegurada con la vista de Dios y con el gozo de incomprensible Ser, íntimamente te persuades, que lo tienes no de un modo pasajero y temporal, sino de un modo estable y eterno. Comprendes tu felicidad como interminable y esta garantía firme es el colmo de la misma felicidad. ¡Que dichoso fuera yo también, si después de mi penosa carrera lograra ser comprensor juntamente contigo! ¡Que desgracia será perder este bien! Te ruego amantísima Madre mía, que no olvide yo jamás lo fugaz y engañoso del mundo, para que, con virtudes propias de un hijo tuyo, aspire y logre una felicísima seguridad. Amén.

 

El Ilmo. Sr. D. Antonio Mantecón, Obispo de esta Diócesis, por si y por compromiso, concede, ochenta días de indulgencias a todas las personas que rezaren esta novena.

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