sábado, 5 de junio de 2021

SEMANA DEVOTA A SEÑORA SANTA ANA


SEMANA DEVOTA

A LA MATRONA SEÑORA SANTA ANA 

Breves y pequeños obsequios que en cada uno de los días de la semana se pueden hacer

Reimpresa, a expensas de un sacerdote del Obispado de Puebla de los Ángeles

En la Imprenta de Cristóbal Ortega, año de 1767

 

UNA PALABRA

Ha mostrado la Santísima Virgen María, Señora nuestra, el obsequio que su Majestad recibe, en que sea servida de nosotros su Venerable Madre, mi Señora Santa Ana, el Rev. P. Fr. Juan de San Cirilo, refiere que, a un devoto de Señora Santa Ana, habló así Nuestra Señora: “todos los que honraren con su devoción en su vida, sentirán por su intercesión, alivio en todas sus angustias temporales, y a la hora de la muerte, el socorro espiritual y asistencia en los asaltos del común enemigo en aquella hora tan peligrosa.” No excitando pues, todos de tal amparo, alentémonos a esta breve devoción de todos los días, y por medio de la Santa, nos bendiga el Señor. Amén.

 

Todos los días se empezará, después de persignarse, con esta salutación:

Por la señal

Dios te salve, Santísima Matrona

feliz, con tu consorte felicísimo,

más feliz con tu Hija Santísima,

más con tu nieto, Hijo del Altísimo.

 

-Gloria sea dada a Jesús, María, José, Joaquín y Ana, a quienes encomiendo mi cuerpo y alma.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

OFRECIMIENTO

Dios te salve, Ana gloriosa, que mereciste se escogida del Eterno Padre, dándote un entendimiento tan soberano, para que llena de fé, tuvieses tolerancia en tu esterilidad, sufriendo tantas afrentas y trabajos: alcánzame Santa mía, que mi entendimiento, ilustrado con la luz de la fe, no pierda de vista a Dios en todas mis acciones, que por tu intercesión espero gozar de tu Majestad en la gloria. Amén.

 

-Gloria sea dada a Jesús, María, José, Joaquín y Ana, a quienes encomiendo mi cuerpo y alma.

Padre nuestro, Ave María y Gloria. 

OFRECIMIENTO

Dios te salve, Ana gloriosa, que mereciste que el Hijo de Dios te escogiera para Madre de su Santísima Madre, mereciéndote esta dicha, la memoria de que te adornó aquella viva esperanza con que vivías, de que a Dios no hay cosa imposible: alcánzame Señora, que la mía se termine con la vista de tu Santísimo Nieto, en tu compañía en la gloria. Amén.

 

-Gloria sea dada a Jesús, María, José, Joaquín y Ana, a quienes encomiendo mi cuerpo y alma.

Padre nuestro, Ave María y Gloria. 

OFRECIMIENTO

Dios te salve, Ana gloriosa, en cuyo vientre adornó el Espíritu Santo con el fuego del Amor, el Santísimo Cuerpo y Alma de la siempre virgen María, para su Esposa, siendo tu crecidísima voluntad, la que, adornada de tu caridad, te mereció tan soberana dicha: alcánzame Señora mía, que yo viva tan lleno del fuego de Amor Divino, que, inflamada mi voluntad, no quiera ni ame otra cosa que a Dios. Y pues de toda la Santísima Trinidad fuiste escogida, adornada y enriquecida de tan soberanas virtudes, alcánzame de tu Majestad Divina, que yo viva como debo, para que, llegando el día de mi muerte, merezca mi alma, que tú, Señora mía, la presentes ante su Divino Acatamiento como cosa tuya. Amén. Jesús, María y José, Joaquín y Ana.

 

LUNES

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia de la Predestinación de Señora Santa Ana, para Madre de María Santísima, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy gracias de todo corazón a la Santísima Trinidad, porque desde la eternidad os predestinó, y escogió para Madre de la Serenísima Emperatriz del Cielo, María Santísima, Señora nuestra, y os preparó con las gracias, dones y virtudes, que con tan alta dignidad corresponden. Os doy a Vos, Señora mía, los plácemes y parabienes de vuestra Soberana elección, y pido que, por ella, me alcancéis de vuestro Santísimo Nieto, intercediendo vuestra Santísima Hija, mis Señores San José y San Joaquín, el remedio de mi alma, cual veis lo necesito, para honra y gloria de Dios, y salvación de mi alma. Amén.

 

ANTÍFONA

Bienaventuradas las entrañas de la Felicísima y Santísima Matrona Ana. que albergaron por nueve meses a la Hija muy amada del Eterno Padre, y Bienaventurados los pechos que sustentaros a la Virginal Madre del Eterno Hijo y Purísima Esposa del Espíritu Santo.

 

L/: Oh bienaventurada Ana, que siempre reinas con los Santos Ángeles

R/: Acuérdate en tu gloria de nosotros, de suerte, que merezcamos ser tus compañeros.

 

ORACIÓN: Oh Soberano Dios, que hicisteis a la bienaventurada Ana, la gracia de ser la Madre de María Santísima, en cuyas virginales entrañas, se vistió nuestra carne vuestro Eterno Verbo: concédenos por vuestra misericordia, que en vuestra presencia nos patrocine aquella, cuya dulce memoria celebramos. Por vuestro mismo Hijo Santísimo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

ESCLAVITUD A SEÑORA SANTA ANA

Gloriosa Matrona Señora mía Santa Ana, Madre felicísima de María Santísima, Abuela dignísima de nuestro Redentor de Jesucristo, yo N. N. desde este instante, para todo el tiempo de mi vida, me ofrezco por rendido esclavo tuyo, y te suplico me admitas en el número de tus escogidos, estampando en mi corazón, la divisa de tu nombre feliz, que significa GRACIA, de suerte, que jamás la pierda por la culpa, sino que, antes pierda la vida y la honra antes que cometa la menor ofensa contra tu querido Nieto, mi Señor Jesucristo, valiéndome tu poderoso patrocinio, y singularísimo amparo en mi vida y en mi muerte. Amén.

 

MARTES

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia del Nacimiento y Nombre de mi Señora Santa Ana, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy gracias de todo corazón a la Santísima Trinidad, porque naciste para tanto bien y provecho del mundo, y os fue dado milagrosamente vuestro amable nombre: os doy, por vuestro nacimiento y nombre, los plácemes y parabienes, y os pido, por el nombre de vuestro dulcísimo Nieto Jesús, por el de vuestra purísima Hija María, por el de mis señores San José y San Joaquín, y por el vuestro, Oh Santísima Matrona, Señora mía Ana, el remedio de mi alma, para honra y gloria de Dios, y porque no se pierda quien conoció e invocó tan dulces y saludables nombres. Amén.

 

 

MIÉRCOLES

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia de la paciencia con que sufrió la esterilidad y nota de ella por veinte años, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosa Señora mía Santa Ana, yo doy gracias de todo corazón a la Santísima Trinidad, por la paciencia y resignación que os dio en los veinte años, que sufriste con vuestro pacientísimo esposo, la afrenta y notoria esterilidad, hasta por ser por ella, públicamente arrojados del templo: os doy mil plácemes y parabienes por vuestro sufrimiento y paciencia, que os dispuso para ser Madre de una tan alta y soberana Hija, os pido Señora mía, que como oyó el Señor piadosamente vuestras súplicas y oraciones, y excedió con el don que os dio de deseos de vuestro Corazón, así me oigas y alcancéis el remedio de mi alma, cual veis necesito, para gloria de Dios. Amén.

 

 

JUEVES

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia de la Purísima Concepción de María Santísima, Señora nuestra, en el bendito vientre de mi Señora Santa Ana, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy de todo mi corazón, gracias a la Santísima Trinidad, porque en el bendito seno de vuestro casto vientre, se obró el estupendo logro de concebirle en gracia, santidad y justicia original, una descendiente de Adán, pero singularmente privilegiada, vuestra Hija, graciosísima María, señora nuestra, se adelantó el uso de la razón, y haciéndole en su Concepción, hecho sagrario de sus maravillas, se detuvo nueve meses en él, con indecible júbilo, provecho y adelantamiento de vuestro Santo Espíritu: yo os doy los debidos parabienes, Señora mía, de que ya en posesión seáis Madre de tan alta, pura, e Inmaculada Princesa, y os pido, por su limpia concepción, y por los nueve meses que se hospedó en vuestro casto vientre, me alcancéis del Señor, el remedio de mi alma, cual veis le necesito, para gloria de Dios. Amén.

 

 

VIERNES

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia del Nacimiento y Nombre de María Santísima, su crianza y presentación en el Templo, y la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy de todo mi corazón, gracias a la Santísima Trinidad, porque de vuestro casto vientre, salió la luz, la alegría del mundo, la honra de la naturaleza, el purísimo júbilo del cielo, refugio de los miserables, y esperanza de los pecadores, María Santísima, Señora nuestra, la criasteis a vuestros dichosos pechos, y continuamente os complacisteis en tan modesta, santa y humilde belleza, le pusisteis su Augustísimo y Venerabilísimo nombre de María, y la presentasteis al templo, como Perla sola digna del Joyel de Dios: os doy, Señora mía muy amable, mil plácemes por tanta dicha vuestra, y os suplico rendidamente, que por aquellas dulces espirituales delicias, que tuviste en vuestra nobilísima Hija, por su intercesión me alcances de aquel Dios, el remedio de mi alma, como veis lo necesito. Amén.

 

 

SÁBADO

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia del resto de vida de mi Señora Santa Ana, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy de todo mi corazón, gracias a la Santísima Trinidad, porque habiéndoos quitado el oprobio de vuestra esterilidad, con la fecundidad más dichosa, que (exceptuado la de vuestra misma Hija) tuvo jamás Matrona en el mundo, habiéndoos dado dentro de vuestra casa, un ejemplo tan alto de santidad como vuestra sacratísima Hija, habiendo llenado vuestro Espíritu y Alma de su Divino y Celestial fervor, por los méritos de vuestro Nieto e Hija, os dio que hicieseis una vida santísima, llena de toda virtud, inefable caudal de merecimientos: os doy de todo corazón los plácemes, por la felicidad con que correspondisteis a la gracia y auxilios de Dios, y os suplico Señora mía, me alcancéis de su Majestad el remedio bien de mi alma, para que correspondiendo a la gracia de Dios, viva yo y muera cristiano religiosamente. Amén.

 

 

DOMINGO

Tres Padres nuestros y tres Aves Marías, en reverencia de la altísima gloria que goza mi Señora Santa Ana, y luego la siguiente:

ORACIÓN

Gloriosísima Señora mía Santa Ana, yo doy de todo mi corazón, gracias a la Santísima Trinidad, porque después de vuestra feliz y santísima vida, os subió en el cielo a tanta gloria, que convenía a la Madre de la Emperatriz del Cielo, y a la Abuela del Dueño y Señor de el: yo os doy mil plácemes, y me complazco en vuestra inefable bienaventuranza, y en la eterna duración de ella, y os suplico Señora mía, que desde el alto solio en que reinas para siempre, me miréis con los ojos compasivos de vuestra piedad, me tengáis en vida y en muerte bajo vuestra protección, y me alcancéis de Dios, el remedio y bien de mi alma, como veis que lo necesito. Amén.

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