COFRADÍA
DEL ESCAPULARIO AZUL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
HISTORIA
Y ORIGEN
La venerable sierva de Dios Úrsula Benincasa, fundadora de las Oblatas y Ermitañas Teatinas, instituyó la primera y propagó maravillosamente el uso del escapulario azul. La eminente santidad de esta sierva de Dios, probada de tantas y de tan crueles maneras, fué objeto de las alabanzas de San Felipe de Neri; y sus admirables virtudes fueron declaradas heroicas por Pío VI, de inmortal memoria.
Esta santa religiosa, inflamada de ardentísima caridad por Dios, por su gloria y por la salvación de los hombres, era frecuentemente arrebatada en éxtasis; y en tal estado, un día de la Purificación de la Santísima Virgen, mereció ver a la Madre de Dios vestida de un hábito blanco y de un gran escapulario azul, teniendo entre sus brazos a su divino Hijo, y acompañada de un coro de vírgenes vestidas de la misma manera. La Santísima Virgen dirigiéndose á la religiosa, le dijo estas maternales palabras: «Vaya Úrsula, ten buen ánimo; no llores más; cambia tus suspiros en dulcísimo gozo, y escucha con atención lo que va a decirte mi Jesús, que también lo es tuyo».
Entonces el adorable Niño habló a la religiosa y le dijo que él deseaba se fundase una ermita en la cual viviesen, a la manera de los ermitaños y bajo el título de la Inmaculada Concepción de María, treinta y tres vírgenes revestidas con hábitos de la misma forma y color que el que llevaba entonces su Madre, prometiendo él distribuir particulares gracias y bienes espirituales a las que abrazasen este género de vida y cuidadosamente cumpliesen en la soledad cuanto se les ordenase. Grande fué el gozo de la venerable Úrsula al oír tal promesa; más, como su grande caridad no se contentaba con eso, suplicó a Nuestro Señor que también otorgase dichos beneficios a todos aquellos que, viviendo en el siglo y profesando una fiel y constante devoción a la Virgen Madre, guardasen la castidad con arreglo a su estado y llevasen un pequeño escapulario de color azul. Todavía duraba su delicioso éxtasis, cuando vió multitud de ángeles que volaban y profusamente repartían por toda la tierra pequeños escapularios azules, lo que dio a entender a la religiosa que sus deseos habían sido agradables a la Misericordia divina.
En consecuencia, la piadosa Úrsula comenzó a confeccionar pequeños escapularios, los cuales, bendecidos por un sacerdote, eran devotamente llevados por los fieles que los recibían. Conforme aumentaban la piedad y sus frutos, el gozo espiritual y la pura alegría de la religiosa eran más intensos; y antes de morir, tuvo el consuelo de ver esta devoción sólidamente establecida y propagada por todas partes.
Cuando la venerable Úrsula pasó a mejor vida, las religiosas, imitando a su Madre, dedicáronse á propagar el escapulario; de suerte que esta piadosa costumbre vino a ser general en Nápoles. Cuando los Clérigos Regulares, que dirigían la ermita, obtuvieron de la Sede Apostólica la aprobación de sus Constituciones y Reglas, fueron también encargados de bendecir el escapulario y de distribuirlo como solían hacerlo las religiosas de la venerable Úrsula. En efecto, por Letras Apostólicas en forma de Breve, con fecha 30 de enero de 1671, el Papa Clemente X otorgaba «a los mencionados clérigos regulares, llamados Teatinos, el poder y la facultad de bendecir los pequeños escapularios azules y de distribuirlos después a los fieles».
El 12 de mayo de 1710, Clemente XI concedió algunas indulgencias a los que llevasen el escapulario; otros Romanos Pontífices hicieron sucesivamente en favor de aquéllos numerosas concesiones; y Pío IX, de feliz memoria, por un Breve que lleva la fecha de 19 de septiembre de 1851, acordó al Prepósito General de los Clérigos Regulares Teatinos y a sus sucesores la facultad de poder delegar a cualquier sacerdote secular o regular, al efecto de bendecir e imponer a los fieles el escapulario de la Inmaculada Virgen María como suelen bendecirlo e imponerlo los sacerdotes de la Congregación mencionada.
Los fieles que recibían el escapulario azul no formaban entre sí cofradía propiamente dicha, de suerte que la inscripción de sus nombres no era necesaria para el lucro de las indulgencias de que se hallaba aquél enriquecido; más en la actualidad esta condición precisa, a consecuencia de la erección canónica de la Cofradía de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios. Esta Cofradía fué canónicamente erigida en la iglesia de Sant' Andrea della Valle por el Eminentísimo Parocchi, Cardenal Vicario, el 21 de mayo de 1894. El 6 de julio siguiente, el Sumo Pontífice concedía preciosas indulgencias a los cofrades que en determinados días visiten la mencionada Iglesia de Padres Teatinos; y, finalmente, el 18 de septiembre del mismo año elevaba al rango de Archicofradía, con todos los privilegios que este título lleva consigo, la Cofradía de la Inmaculada Concepción erigida en la iglesia de San Andrés.
Poco
tiempo después, el Reverendísimo Padre Francisco de Paula Ragonesi, Prepósito
General de los Clérigos Regulares, publicó una nota en que anunciaba la
erección de que hablamos, y luego añadía: «En lo sucesivo, la recepción del
escapulario azul es inseparable de la entrada en la
Archicofradía; por consiguiente, los nombres de los que reciben el escapulario deben
ser necesariamente inscritos en un registro de la misma; y en donde ella no
exista, es preciso enviar los nombres de los recipiendarios a un convento de
Padres Teatinos, o a una cofradía agregada a la de Sant' Andrea della Valle...
Las recepciones del escapulario azul hechas sin inscripción antes de conocer la
Archicofradía, son válidas».
CÉDULA
PARA LOS QUE HAN VESTIDO EL SANTO ESCAPULARIO AZUL - CELESTE DE LA CONCEPCION
DE MARÍA
Con
facultad apostólica de N. SS. Padre el Papa___________ he agregado y vestido el
santo Escapulario azul celeste del Misterio de la Inmaculada Concepción de
María á ___________________________________________ en el día____ del mes de________
del año ________ y lo he admitido a la participación de todas las obras santas
que se hacen en la Congregación Teatina de Monjas oblatas y de Ermitañas de la
Concepción de Roma y Nápoles, y al goce de todos los privilegios y gracias
espirituales a ella concedidos por la santa Sede; y para el ayuno perpetuo
promovido por los Clérigos Regulares Teatinos en honor de la Inmaculada
Concepción de María, le ha tocado el día ___ del mes de _______ con tal que no
sea en domingo o en otro día festivo: en cuyo caso se diferirá al día siguiente
o en el día que más fácilmente pueda hacerse . Se hará lo mismo en caso de
enfermedad o por otro impedimento legítimo.
El Delegado.
El
fin principal de los que reciben el santo escapulario debe ser rogar
fervorosamente a Dios Nuestro Señor por la reforma de las costumbres y el
sincero arrepentimiento de los pecadores. Para más fácilmente obtener el efecto
de sus oraciones interpondrán el valiosísimo apoyo de la Inmaculada Concepción,
en quien la Beatísima Trinidad se complace; y como la castísima Virgen no puede
ser propicia sino a los que generosamente luchan contra sus propias pasiones,
conservarán la castidad con más celo que el avaro sus tesoros, convencidos de
que la Madre del Amor Hermoso les ayudará en las tentaciones, les dará la
victoria, y al fin de la vida terrestre, que pronto pasa, les pondrá en
posesión del cielo, en posesión de Jesús nuestro Amado, al cual sean honor y gloria
por los siglos de los siglos.
DESCRIPCIÓN
DEL ESCAPULARIO
El
escapulario de la Inmaculada Concepción se compone de dos piececitas de paño o
estameña de color azul, (22 de agosto de 1842), unidas por dos cordones o
cintas cualesquiera. Puede adornarse con la imagen de la Purísima, pero no es
necesario.
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