martes, 13 de julio de 2021

NOVENA A SAN FRANCISCO SOLANO


NOVENA AL GLORIOSO SAN FRANCISCO SOLANO, APÓSTOL DEL PERÚ́ Y SINGULAR PATRÓN Y GLORIA DE LIMA

 

Lima

Impr. de Francisco Solís, año de 1867

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero; yo me arrepiento, de todo corazón, de todos y cada uno de los pecados con los que te he ofendido, porque conozco que eres digno de ser amado sobre todas las cosas, y por lo mismo me propongo seriamente enmendar mi vida y apartarme de todas las ocasiones de pecar. No permitas, Señor, que en adelante yo provoque tu ira con nuevas ofensas; concédeme unas lágrimas verdaderas y eficaces para lavar con ellas mis culpas; y si hasta aquí has usado de tu bondad con un pecador tan ingrato como yo, aplica ahora tu poder contra mí mismo pecado; destrúyelo, aniquílalo, no tanto porque es mal para mí, cuanto porque es contrario a ti; de esta suerte viviré solo por ti, para ti solo moriré y a ti siempre amaré, así en la tierra como en el cielo. Amén.

 

 

RESPONSO AL SANTO

Si buscas virtudes, mira

cuántas practicó Solano;

en todas fue peregrino

y en todas muy consumado.

 

Milagros hizo a millares

con enfermos y apestados,

con ciegos, cojos, tullidos,

con leprosos y con mancos;

muchos libres de la muerte

y muchos resucitados.

 

El mar serena sus furias

y se aquieta con su manto;

en que se embarcó con muchos

y a todos los sacó a salvo;

los peligros se retiran,

los pobres van consolados;

cuéntenlo los socorridos,

díganlo los montillanos.

 

Gloria al Padre, Gloria al Hijo,

Gloria al Espíritu Santo;

ruega al Señor por nosotros,

Piadosísimo Solano,

para que dignos así

de tus favores seamos.

 

ORACIÓN: ¡Oh Dios! Que trajiste al seno de tu Iglesia a muchísimas gentes de la América, por medio del glorioso San Francisco Solano; aparta, por sus méritos y ruegos, tu indignación por nuestros pecados; y a las gentes, que no te conocieron, envía benigno el temor de tu santo nombre. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

DÍA PRIMERO

AMOR DE DIOS DEL SANTO

El amar a Dios por Dios

y por su Inmensa Bondad,

es el legítimo amor;

que lo demás no es amar.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Dios altísimo, mi Señor, mi bien y mi amor! ¿Quién pudiera hacer, que todos te amaran como te mereces? Siento no haberte amado como debo. Enciende Señor en mi corazón la llama de tu amor, que no se apague jamás, como lo hiciste con tu amado siervo S. Francisco Solano, por cuyos méritos y excesivo amor te suplicamos, dígnate llenar nuestra alma de un amor a Dios ardiente, fino y constante, para despreciar el mundo y todas sus cosas y lograr amarte eternamente en la gloria. Amén.

 

-Se rezan tres Padres nuestros, Aves Marías y Gloria Patri, y se pide la gracia que se desea alcanzar.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh gloriosísimo Solano, Patrono, Protector y Padre nuestro, que por Dios fuiste elegido Apóstol y vaso de elección para derramar las cristalinas aguas de la doctrina de Jesús entre Naciones y gentes de ambos mundos, padeciendo trabajos indecibles y practicando heroicas virtudes confirmadas con prodigios repetidos; te rogamos, Padre amantísimo, que pues estás gozando el premio de tus méritos a la vista y presencia del Altísimo, no olvides a los que vivimos desterrados en este mundo, alcanzándonos del Señor por los méritos de su pasión y muerte y dolores de su madre Santísima, como por tu eficaz intercesión, que merezcamos su amistad y gracia y el perdón de nuestras culpas, con perfecta contrición de todas, viviendo sin fatigas ni peligros, y adorando nuestras almas de virtudes para lograr una dichosa muerte. Y si es para gloria de Dios Trino y Uno y bien de nuestras almas, consigue de su Majestad lo que especialmente pedimos en esta novena: y si no conviene dirige nuestra voluntad para que sólo quiera lo que sea tu mayor agrado, como lo esperamos de tu protección para gloria de Dios y beneficio nuestro y para honor y grandeza de tu merecimiento. Amén.

 

 

ACCIÓN DE GRACIAS

¡Oh Padre y Patrono mío San Francisco Solano, consuelo de afligidos y alivio de necesitados! De tu piedad me he valido para alcanzar de su Majestad el favor y gracia que espero de su divina clemencia; muy alegre voy, aunque no se me haya concedido, por haberte visitado estos nueve días, pues como fiel cristiano, creo que habrá sido defectos míos o por no haberme convenido ni ser voluntad de mi Dios y Señor, con la que me conformo y quedo totalmente resignado; y si algo se me ha concedido, confieso desde luego que habrá sido por mediar tu intercesión y patrocinio. Por tanto, reconocido siempre a tu favor, te rindo las mayores gracias de lo más íntimo de mi alma y corazón, y pues tú, Santo mío, sabes, más bien que yo, la condición de mi Dios y Señor, suple con tus palabras mi insuficiencia para dar a Su Divina Majestad los debidos agradecimientos por mí; que yo ceso y quedo con el deseo de verle y alabarle contigo eternamente en la gloria. Amén.

 

-Bendita sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Y bendita también sea la Reina de los Ángeles María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser natural. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN DEL SANTO

Orar sin intermisión,

conviene a todo cristiano,

sí ha de lograr en su mano

los frutos de la oración.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Dios mío, objeto de mis suspiros y única esperanza nuestra! ¿Qué debemos hacer sino llorar nuestro destierro y clamar de noche y día por el perdón de nuestras culpas y el remedio de nuestros males? Dígnate, Señor, oír benigno nuestros clamores y acepta el sacrificio de nuestra voluntad que te entregamos gustosos, para que la tuya nos guíe, con tal que no nos abandones eternamente, por tanto, te suplicamos que nos enseñes a pedir sólo aquello que sea de tu mayor servicio y agrado; lo que esperamos por los méritos de tu siervo San Francisco Solano, que supo agradarte con su oración fervorosa y enseñarla a todos con especial gracia; la tuya deseamos para que nuestras súplicas sean meritorias de la vida eterna. Amén

 

 

DÍA TERCERO

AMOR AL PRÓJIMO

A tu prójimo amarás,

aunque sea tu enemigo;

y bien también le harás,

sí le amas como a ti mismo.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh buen Jesús, mi Redentor y Maestro Soberano, que diste por divisa a todos los hijos de la Iglesia el nuevo precepto de amor mutuo, para que fuesen conocidos por tuyos! Te suplicamos rendidos que hagas sean nuestras obras conformes en todo, a tan Divina Ley, perdonando a nuestros enemigos, amándolos de todo corazón y haciéndoles mucho bien, como heroicamente lo practicó tu siervo y nuestro amantísimo Patrono, por cuya intercesión esperamos esta gracia, para acompañarle en la gloria. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

PRESENCIA DEL SANTO

Si has de ser fuete y valiente,

como enseña la Escritura,

será muy grande locura

no estudiar en ser paciente.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh pacientísimo Jesús! Tus llagas y tormentos nos enseñan a padecer; tu tolerancia y mansedumbre no nos dejan lugar para la queja. ¡Oh Dios y Señor mío! Haz que aprendamos de tu paciencia a sufrir los trabajos y males que nos cercan en lucha continua de la vida humana; bendito seas para siempre de ángeles y hombres, pues carga con nuestras penas porque tengamos más de aquellas que pueden tolerar nuestra miseria; por tanto, Señor, te suplicamos por los méritos de tu siervo pacientísimo Solano, nos des un espíritu robusto para sufrir las tribulaciones y tu soberana gracia para vencer siempre y llegar al descanso de la gloria. Amén.

 

 

DÍA QUINTO

HUMILDAD DEL SANTO

Todo el que se humilla, baja,

y todo el que baja, sube;

con la humildad tendrá gracia

y subirá hasta las nubes.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Señor y Dios Altísimo, de cuya bondad infinita dimana todo lo que es bueno! ¿Cómo podré hablarte siendo polvo y mala tierra? Dame luz, Señor, para conocer quién eres y quién soy yo; si miro a mi ser sólo encuentro la miseria y la nada; si contemplo tu ser Divino, veo un Señor que es mi vida, mi fortaleza, mi Creador y Reparador; y por tanto te pido humildemente, tengas piedad de mí y me des valor para no caer en culpas, mediante tu gracia, pues sin ella nada podré resistir de lo que me sugieren las malas inclinaciones. Pero confío, Señor, en los méritos e intercesión de tu humilde siervo Solano alcanzar este favor y gracias por gozarte en la Gloria. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

SANTA OBEDIENCIA DEL SANTO

Si no quieres errar,

procura ser obediente;

que una obediencia excelente

te hará siempre acertar.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Señor y Dios Altísimo! ¿Qué podremos hacer que sea bueno sin tu asistencia y favor? Nada; porque vivimos en tinieblas, sin ver ni conocer tus caminos y en peligro de perdernos si no nos acompañas. Dirige, Señor, nuestro corazón y voluntad para correr humildes y obedientes el camino de tus mandamientos, levantando nuestro espíritu a tu divina presencia, para ejecutar sólo aquello que sea más conforme a tu Ley; y por los méritos de tu siervo Solano enséñanos a cumplir tu voluntad santísima hasta que llegue la última hora, en la que esperamos tu divina gracia, para verte y gozarte en la gloria. Amén.

 

 

DÍA SÉPTIMO

PROBREZA DEL SANTO

La Pobreza con paciencia

no es causa de perecer,

antes hace merecer

el cielo y su providencia.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Dios Altísimo, Dueño y Señor de nuestras almas! Nada queremos sino a Ti, porque todo el mundo es vanidad y cuanto hay en él es polvo y tierra. Tú, Señor, eres solamente la hartura de nuestro corazón; concédenos que no seamos engañados con los halagos de los bienes terrenales que el mundo atesora, desprendiéndolo todo por el Cielo y por seguir tus pisadas, las de tu siervo Solano que tantas veces lo renunció todo mirándolo como cosa despreciable; haz, pues, Señor, que le imitemos en su grandeza voluntaria, para lograr la herencia de la gloria. Amén.

 

 

DÍA OCTAVO

PENITENCIA DEL SANTO

Hermosura es la penitencia,

que nos borra los pecados;

no pensemos ir al cielo

si no fueren perdonados.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh buen Jesús Crucificado por nosotros! ¡Qué retirados vivimos de la Cruz y penitencia! Nuestro amor propio nos tiene hechos esclavos de nuestras pasiones; dígnate, Señor, darme una resolución heroica para seguirte por el camino de la Cruz y mortificación, como la practicó tu gran siervo Solano, por cuyos merecimientos te suplicamos, rendidos, que alumbres nuestro entendimiento e inflames nuestra voluntad para mortificar nuestros sentidos y que puedan revivir gloriosos a tu vista en la Patria Celestial. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

CASTIDAD Y GRAN VIRTUD DEL SANTO

Quien procura ser muy casto

a los ángeles parece;

y si castidad no observa,

es constante que perece.

 

CONSIDERACIÓN

¡Oh Dios Altísimo y Purísimo Señor nuestro! Si Tú nos desamparas ¿quién nos podrá valer? Si Tú no nos ayudas, ¿cómo podré pelear? Dígnate, Señor clementísimo, mirar nuestra flaqueza y humana fragilidad para librarnos del pecado que nos combate. Tu divina gracia es el escudo que nos defiende y sin ella nada podemos; por tanto, con toda humildad te suplicamos que, por los méritos de tu siervo, el purísimo Solano, nos libres de las ocasiones y peligros en que pueda caer nuestra alma fortaleciéndonos con tu gracia, para cantar la victoria de tu siervo en la gloria. Amén.

 

 


 

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