DEVOCIÓN DE LOS TRES CREDOS A LA DIVINA PROVIDENCIA PARA EL DÍA PRIMERO DE CADA MES, Y ESPECIALMETE EN EL ÚLTIMO DÍA DEL AÑO
Para pedirle una buena muerte y para que nos libre de una mala hora, según se expresa en los ofrecimientos que van a continuación
Tipografía,
Calle de Santa Teresa, no. 1. México
Tu
Divina Providencia,
se
extienda a cada momento,
para
que nunca nos falte
Casa,
vestido y sustento.
✠
Dios
y Supremo Señor,
Rey
de los cielos y tierra,
del
hambre, peste y la guerra
líbranos
por tu amor.
A
DIOS PADRE
-Credo.
Suplícote,
Dios Padre, me libres de muerte súbita y desapercibida, y de pecado mortal, haz
que sea auxiliado con los Santos Sacramentos y buena disposición. Amén.
A
DIOS HIJO
-Credo.
Suplícote,
Dios Hijo Criador y Redentor mío, que, pues eres mi Juez, ordenes mi vida, de
manera que te dé buena cuenta, cuando me lo pidas. Amén.
A
DIOS ESPÍRITU SANTO
-Credo
Suplícote,
Dios Espíritu Santo, me des gracia santificante hasta la muerte, y me libres de
las penas del infierno. Amén.
-Dios
Padre, yo te ofrezco mis pensamientos buenos, haz que todos los sean.
-Dios
Hijo, yo te ofrezco mis palabras buenas, haz que todas las sean.
-Dios
Espíritu Santo, yo te ofrezco mis obras buenas, haz que todas las sean.
-
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad que crió a María Santísima para
tanto bien y remedio nuestro. Amén.
OFRECIMIENTO
Beatísima
y Sacratísima Trinidad, Dios y Señor mío, al recurrir a tu Divina Majestad, mi
sensible corazón se encuentra conmovido y resuelto a no ofenderte más en el
penoso transcurso de mi vida. Para ello te ofrezco la enmienda de todos mis
errores pasados, con toda la contrición de mi alma, y con este fin te dedico
estos tres credos, en honra y gloria de tu sagrada Pasión y Muerte, tomando en
consideración que soy un miserable reptil de la tierra, y que, con ningún
sacrificio, por grande que sea, y que verdaderamente haga en el mundo, podrá
ser compatible a la infinita generosidad de tu Divina Clemencia. Por lo expuesto,
suplico fervorosamente a su Divina Majestad, me conceda en vista del
ofrecimiento que hago, me perdone mis yerros, para lograr alcanzar mi eterna
salvación. Amén.
-Alabado y bendito sea el misterio Augusto de la Santísima Trinidad, y la pureza de María Santísima nos libre de peligro. Amén.
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