PIADOSA VISITA A NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN DE SAN JUAN DE LOS LAGOS
México
Imprenta
de Antonio V. Arroyo
Calle
de Santa Teresa núm. 1
Puestos ante la bendita Imagen de Nuestra Señora de San Juan, darás inicio al ejercicio de la manera siguiente:
-Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE
CONTRICIÓN
Purísima Reina, que bajo la advocación de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, eres venerada por todo el mundo católico. Yo el más miserable de todos los pecadores, vengo a implorar tu perdón, por lo mucho que eh ofendido a Nuestro Señor Jesucristo, tu amorosísimo Hijo, con mis imperdonables culpas. Repito Señora, que me pesa mi ingratitud y que me propongo morir antes que pecar, al llegar ante tu presencia, al postrarme ante tu bendita imagen, vengo con el corazón verdaderamente contrito y humillado, esperando de tu divina clemencia, intercedas por mi alma, a fin de lograr mi salvación. Amén.
ORACIÓN
Inmaculada y Purísima Virgen María, Madre de Dios, a ti recurrimos los miserables pecadores, a implorar tu misericordia, confiados en que tu eres la Reina de los cielos, por quien después de Dios, existe todo el Orbe de la tierra, por esta excelsa grandeza te pido, Madre mía, fijes tus ojos purísimos en mi alma, mírala Señora, hecha a imagen y semejanza de tu Divino Hijo, Nuestro Redentor, haz que quede purificada de toda mancha, renovada totalmente de toda culpa, para que sea digna del agrado de su Divina Majestad y bien de mi alma. Amén.
-Ahora con la mayor devoción se rezan tres Salves a las tres necesidades de María Santísima, y luego tres Padres nuestros, Aves María y Glorias.
ALABANZAS
Virgen de San Juan
Imán de mi afecto
dulce vida mía
y de mi alma centro.
Imagen divina
simulacro bello
de la Madre Virgen
y Reina del Cielo.
Quien tus
alabanzas
humilde frecuenta
una muerte dulce
y alegre le
espera.
Tu rara hermosura
cautiva en extremo
Tu Señorío dulce
infunde respeto.
Haz que en nuestra
vida
la dicha logremos
de estarte
alabando
en todo momento.
En tus manos
Madre,
desde ahora ponemos
nuestros corazones
cuidando de ellos.
SÚPLICA
¡Oh portentosa Virgen de San Juan! En este momento no tengo más auxilio que el tuyo y el de tu Santísimo Hijo, en este momento de tribulación, tu eres mi Madre y mi Salvadora. ¡Sálvame y salva a mi familia! Compadécete de mi que soy tu devoto ¡Oh Señora mía! en tus manos pongo mi vida y la de mi familia ¡Oh Señora mía! oye mi plegaria y soy salvo ¡Oh Virgen Milagrosa! ¡Oh Virgen de San Juan de los Lagos! Amén.
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