sábado, 14 de agosto de 2021

DEVOCION DE LAS TRES AVES MARIAS AL TRANSITO DE MARIA


DEVOCIÓN DE LAS TRES AVES MARÍAS AL TRANSITO DE MARÍA


-Se rezan tres Aves Marías en reverencia del Tránsito de la Santísima Virgen y se ofrece con la siguiente:


ORACIÓN

¡Oh dulcísima Madre de misericordia, o única esperanza de los pecadores, o eficaz atractivo de nuestras voluntades, Oh María, Oh Señora! Recibe estas tres aves Marías que con el afecto de mi corazón he rezado en honor de tu felicísimo Transito, y por el te pido, que en el trance y agonía de la muerte, cuando ya trastornados los sentidos y ya turbada la vista, ya perdida el habla, ya levantado el pecho, ya postradas las fuerzas y cubierto el rostro con el sudor de la muerte, estemos luchando con el terrible final parasismo, cercado de enemigos innumerables que procuraran mi condenación, ya estarán esperando que salga mi alma para acusarla de todas sus culpas, ante el tremendo tribunal de Dios, allí querida de nuestras almas, allí única esperanza de nuestros corazones, allí amorosísima Madre, allí vigilantisima pastora, allí María, ¡Oh dulce nombre! allí ampárame, allí María, allí defiéndeme, allí asísteme como pastora a sus ovejas, como Madre a sus hijos, como Reina a sus vasallos, aquel es el punto donde depende la salvación o condenación eterna, aquel es el oriente que divide el tiempo de la eternidad, aquel es el instante en que se pronuncia la final sentencia que ha de durar para siempre, pues si me faltas, entonces ¿Qué será de mi alma cuando tantas culpas ha cometido? No me dejes en aquel peligro, no me desampares en aquel riesgo, no te retires en aquel horrible trance. Acuérdate amabilísima Señora, que, si Dios te eligió para Madre suya, fue para que fuese medianera entre Dios y los hombres. por tanto, debéis ampararme en aquella hora ¡Oh María, segurísimo y sagrado refugio mío! pues puede ser que entonces no tenga fuerzas ni sentido para llamarte, desde ahora como si ya estuviera en la ultima agonía, te llamo, desde ahora te invoco, desde ahora me acojo a tu poderosísima y piadosísima intercesión, a la sombra de tu amparo me acojo, para librarme de los merecidos rigores del sol de justicia, Cristo, y desde ahora como si ya agonizara, invoco tu dulcísimo nombre, y esto que ahora digo, lo guardo para aquella hora. María, misericordia, María, piedad, María, clemencia, María, en tus manos santísimas encomiendo mi espíritu, para que, por ellas, pase al tribunal de Dios, donde intercedas por esta alma pecadora, en ti pongo mi esperanza, en ti confío, en ti espero. Ya, ya voy a expirar, misericordia, Madre de mi alma, misericordia, Madre de mi corazón, misericordia, misericordia, dulcísima María, misericordia. Amen.

 

-El Exmo. e Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Pablo Vásquez, dignísimo Obispo de Puebla de los Ángeles, concedió 200 días de indulgencia a los que devotamente rezaren esta oración.

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