NOVENA PARA CELEBRAR EL MISTERIO DE LA INMACULADA
CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA EN LA SAGRADA IMAGEN DE LOS REMEDIOS, QUE SE
VENERA EN LA IGLESIA DEL CONVENTO DE N.S.P.S. FRANCISCO, ACTUAL PARROQUIA DE LA
VILLA DE S. JUAN ZITÁCUARO, PROVINCIA Y OBISPADO DE MICHOACÁN
Impreso
en México, por mariano de Zúñiga y Ontiveros
Año
de 1802
FORMA
DE HACER LA NOVENA
La
persona devota que hiciere esta Novena, se confesará y comulgará en uno de los
días de ella, con la mayor disposición que le sea posible, teniendo gran
confianza en María Santísima Señora nuestra, consagrando esta Novena al
amabilísimo Misterio de su Purísima Concepción, implorando en ella su poderoso
patrocinio para alcanzar de Dios nuestro Señor, por medio de su intercesión y
méritos, el beneficio, consuelo, remedio, o alivio que en la Novena pidiere,
con tal qué no sea opuesto a la voluntad de Dios. Se puede hacer esta Novena en
cualquier tiempo del año. Por último, para comenzarla, los que la hubieren de
hacer, se pondrán de rodillas, si pudieren, o en pie, o en la forma más decente
que les sea posible, con toda reverencia ante la Imagen de María Santísima de
los Remedios de San Juan Zitácuaro:
Puestos
de rodillas ante la Imagen de Nuestra Señora, con profunda devoción se dirá lo
siguiente:
ACTO
DE CONTRICION
Señor
mi Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser vos
quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo mi corazón
de haberos ofendido^ y propongo firmemente, con vuestra divina gracia, la enmienda
de mi vida, de nunca más pecar, y de apartarme de toda ocasión de culpa, de
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcos mi vida,
obras y. trabajos en satisfacción de todos mis pecados: y confío en vuestra
bondad y misericordia infinita, que por los merecimientos de vuestra
preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, me daréis gracia para enmendarme y
perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACION
PARA TODOS LOS DIAS
Purísima
y hermosísima Virgen María, concebida en gracia en el instante primero de tu
feliz animación para Madre dignísima del Verbo Eterno, Reyna y Señora de todas
las criaturas, y por tu Inmaculada Purísima Concepción Patrona perpetua Jurada
de todos los Reinos y Señoríos de España, Madre y Protectora nuestra: en todos
tus Sagrados Misterios, desde tu Inmaculada Concepción hasta tu gloriosa
Asunción a los Cielos en toda tu vida, desde el primer instante de tu ser en
gracia hasta tu felicísimo tránsito, y en todas tus Sacratísimas Imágenes donde
estás venerada, reverenciada y adorada de todos los Fieles en la tierra, y
principalmente en la Soberana Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro,
donde todos los Fieles veneran el Purísimo Misterio de tu Concepción en gracia,
con el rendimiento debido a la dignidad suprema que a la diestra de tu Hijo
Santísimo, gozas en Cuerpo y Alma en la Gloria, te adoro, alabo y amo con cuanto
amor, adoraciones y alabanzas te han dado y darán por toda una eternidad en la
tierra y en el Cielo. Quisiera, para satisfacer el encendido deseo que tengo de
amarte dignamente, así como mereces, el amor con que te han amado y amarán
hasta el fin del mundo los Justos de la tierra. Quisiera el amor con que te han
amado y amarán para siempre los Bienaventurados y todos los nueve Coros
Angélicos. Quisiera el amor con que te amó en el mundo y te amará por toda la
eternidad tu Castísimo Esposo Señor San José y tu Santísimo Hijo Jesucristo
nuestro Señor. Quisiera el amor con que te amó desde la eternidad, y te amará
para siempre la Santísima Trinidad. A ésta doy infinitas gracias por todas las
gracias, virtudes, perfecciones, prerrogativas y privilegios con que á tí.
Santísima María, te engrandeció con la gracia, con que te preservó de la
original culpa en el instante primero de tu ser natural, constituyéndote el
Eterno Padre la más Poderosa, comunicándote con la original gracia el Poder
para el remedio de todas nuestras necesidades; el Divino Verbo la más Sabia,
comunicándote con la original gracia la Sabiduría para amparo de todas nuestras
aflicciones ; y el Espíritu Santo la más Amable de todas las criaturas,
comunicándote con la original gracia el Amor para alivio y consuelo de todas
nuestras calamidades. Ojalá ¡oh Santísima y Purísima Virgen María! todas las
criaturas, Ángeles y hombres, todas las visibles e invisibles tuviesen cada un
infinito corazón con que amarte, é infinitas lenguas para alabarte. Con todas
ellas te amo y te saludo, diciendo: Dios te salve María, en el instante primero
de tu feliz animación llena de gracia, y la más Poderosa. Dios te salve María,
la más Sabia. Dios te salve María, la más Amable de todas las criaturas. Eres
Abogada de todos los hombres, Esperanza nuestra, Refugio de pecadores; por lo
que espero y confío que por tu intercesión y patrocinio he de, dar entero
cumplimiento, con la gracia de Dios, sus divinos mandamientos y a los preceptos
de su Iglesia en esta vida mortal, para conseguir por medio de una dichosa r
santa muerte la felicidad eterna: y desde ahora te elijo por mi Abogada, para
que teniéndolo en la vida, lo seáis también en la lora de mi muerte; para la
cual, mayormente por si fuere repentina, desde ahora e invoco y llamo para que
me asistas, patrocines y ampares en ella por el Misterio Purísimo de tu
Concepción en gracia. Te doy las gracias que debo y puedo, por tojos los
beneficios que por tu mano y por tu intercesión he recibido de la infinita misericordia
de Dios, y por los muchos favores que tú misma has sido servida de hacerme, y
por los muchos males y peligros de que he sido librado por favor de tu
misericordia. Eres mi Madre, sepa yo cumplir con las obligaciones de hijo,
empleándome cada día con mayor fervorosa devoción en amarte y servirte con todo
mi corazón; y principalmente en celebrar el Misterio Sacratísimo de tu
milagrosa Concepción, venerado en tu Sagrada Imagen de los Remedios de San Juan
Zitácuaro, solicitando con todas veras que todas las criaturas lo celebren. En
tí, como en Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, dedico y consagro todas
mis buenas obras, palabras y pensamientos: todo soy tuyo, Madre amorosísima y
Señora mía: cuanto soy, cuanto tengo, cuanto valgo y cuanto puedo tener,
ofrezco en reverencia y culto de tu Concepción en gracia, desde ahora hasta el
último aliento de mi vida, y después por toda la eternidad. Todas cuantas Misas
se dijeren hasta el fin del mundo, juntas con los méritos de la Pasión y Muerte
de tu Santísimo Hijo, y los tuyos propios, te ofrezco, y por todos te pido
admitas y recibas esta Novena, que al Misterio de tu Purísima Concepción en
gracia te consagro, y ofrezco por la exaltación de la Santa Fé Católica,
extirpación de las herejías, conservación de los Santos Lugares de Jerusalén,
conversión de los Infieles, reducción de los Herejes á la Santa Iglesia Romana,
y de los pecadores á verdadera penitencia por ;1 feliz estado de toda la
Católica Iglesia, con su Romano Pontífice, y por el de este Obispado de (N),
con su Ilustrísimo Prelado por la concordia y paz entre todos los Príncipes Cristianos:
y especialmente ofrezco esta Novena por nuestro Católico Rey de las Españas,
para que por medio de tu poderosa intercesión merezca alcanzar de tu Hijo
Santísimo Cristo Jesús tu bendición, y con ella la gracia, salud, sucesión ,
buenos sucesos en sus armas, y el acierto en sus consejos y resoluciones para
gobernar sus Reinos, defenderlos y conservarlos en la observancia de la Ley de
Dios y de su Católica Iglesia, y con mucho alivio y consuelo de todos sus
vasallos: por la perseverancia de los Justos, protección y amparo de todos los
afligidos por la salud de los enfermos y libertad de los cautivos, por las
Benditas Animas del Purgatorio, por los agonizantes en este día, que los saques
en paz de esta vida por todos tus devotos que se emplean en los reverentes
cultos del dulcísimo, purísimo primer instante, físico, real, de tu Inmaculada
Concepción; y por todo aquello que debo y puedo pedirte para el mayor servicio
de Dios nuestro Señor, bien universal de la Santa Militante Iglesia, y provecho
de mi alma; y rendidamente te suplico uses de piedad con este devoto tuyo. Y
para mover más tu maternal piedad, Purísima Madre de Dios, consuelo de afligidos,
y socorro de todas las necesidades, yo me confieso con profunda reverencia,
postrado á tus sagradas plantas, esclavo tuyo, suplicándote con toda humildad
me ampares por tu Inmaculada Concepción, y en la presente necesidad en que te
invoco me alcances de tu Santísimo Hijo el remedio de todos los trabajos que de
presente me afligen, y de todas las calamidades que me amenazan, si es de su
divino agrado y tuyo, y para su mayor honra y gloria, y tuya. Amén.
DIA
PRIMERO
ORACION
Dulcísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, Madre de misericordia y Señora de
todo consuelo: postrado a tus divinas plantas te saludo, alabo y glorifico, por
haber sido en tu primer instante hermosísimo Templo dedicado a la Trinidad
Santísima, desde su primer piedra, que fue una Concepción Purísima, donde el
Artífice Supremo, Dios Omnipotente colocó el Tesoro de la Iglesia, las
virtudes, dones, prerrogativas y excelencias de todos los Ángeles y Santos:
todo lo depositó nuestro Altísimo Dios en la primera piedra de este augusto
Templo, lleno todo de alegría y de su mayor complacencia, en cuya maravillosa
fábrica no se oyó el más mínimo golpe de culpa. Gózame, Señora, de tan
admirable fábrica de la Omnipotencia y de la Gracia, y convido a todas las criaturas
para que te alaben toda Hermosa, como hecha por la mano del Todopoderoso para
digno Tabernáculo de su Divinidad, Eres Tabernáculo de Dios para los hombres en
tu Sagrada Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro, donde nadie entra que
no halle en tu patrocinio remedio, el enfermo salud, el afligido consuelo, el
pecador perdón, el perseguido amparo, y el necesitado socorro; pues concédeme,
amantísima Madre y Señora, por tu Inmaculada Purísima Concepción, el favor y
remedio que en este Novenario te pido, si es del agrado de Dios y tuyo, para
que en tus misericordias se vean engrandecidas las de nuestro
misericordiosísimo Dios y Señor. Amén.
-Aquí
se hace la petición a la Santísima Virgen de lo que cada uno necesita y después
con toda atención y reverencia se reza una Salve y nueve veces el Padre nuestro
y la Ave María, con Gloria Patri, en culto, honor y reverencia de su Inmaculada
Concepción, y se concluye con la siguiente:
ORACION
PARA FINALIZAR TODOS LOS DIAS
Santísima
Virgen María, concebida sin pecado original, Hija del Eterno Padre, Primogénita
de las criaturas: yo te saludo y alabo porque fuiste anunciada de un Ángel a
tus dichosísimos Padres Señor San Joaquín y Señora Santa Ana, y concebida en
gracia en el instante primero de tu ser, en el que cedió sus fueros la
naturaleza a la gracia, yo las doy repetidas a nuestro Dios Omnipotente, porque
para más exaltar tu santidad y méritos se ha dignado en estos últimos siglos de
obrar tantos milagros por medio de tus Sacratísimas Imágenes consagradas al
Misterio de tu Concepción en gracia, así como te veneramos en tu Sagrada Imagen
de los Remedios de San Juan Zitácuaro, con todo júbilo y regocijo de nuestros
corazones, y gozo y alegría de nuestras almas, para refirmar la fé piadosa de
tu santidad en el primer instante de tu feliz animación, y hacer útil para los
hombres, lo que para tí, Santísima y Purísima María, es de tanta honra y gloria.
Por esta Novena celebro con todo mi corazón el haber sido en tu primer instante
Reyna de los Cielos, coronada con la corona de Estrellas, que brillantes
celebraron el triunfo de tener a tus plantas los eclipses y manchas de la Luna,
juntándose todas las luces del Cielo en fu Concepción Purísima, para que en ella
no hubiese ni una sombra , uniéndose todos los Astros para adorarte, Reyna y
Señora en el primer instante concebida en gracia, más en el Cielo que en la
tierra y te suplico rendidamente me atiendas como a uno de tus hijos interesado
en tus glorias, concediéndome por esa singular prerrogativa, me vea por tu
piadosa intercesión libre de los trabajos y necesidades que padezco. Y pues
eres por tu Inmaculada Concepción especial Protectora de todos los navegantes
que invocan tu patrocinio en las tormentas, naufragios y peligros de piratas,
que se padecen en los mares, pídele a tu Santísimo Hijo Cristo Jesús, que a
todos los que con devoción invocaren y alabaren el Misterio de tu Purísima
Concepción en gracia, venerado en tu milagrosa Imagen de los Remedios de San
Juan Zitácuaro, se vean libres por tus santísimos méritos y poderoso
patrocinio, de semejantes peligros y naufragios, concediéndoles el puerto y
tierra que desean, pues con tu gran poder y valimiento es seguridad el riesgo,
y puerto el mismo naufragio. También te suplicamos, por tu Inmaculada Concepción,
nos libres de las tempestades de tierra, de sus temblores, de rayos y
centellas, de incendios y peste^ y asimismo nos alcances de tu Santísimo Hijo
Cristo nuestro Redentor, nos dé por tus realzados méritos buenos temporales y
frutos de mar y tierra, librándolos de hielos, granizo, langostas y demás
animales y causas que puedan ocasionar daño o ruina. Ea pues, Señora y Madre
clementísima, vuelve á nosotros esos tus ojos misericordiosos, para que viendo
nuestras necesidades espirituales y temporales las remedies con tu piedad y
clemencia: por ella los devotos que imploran tu patrocinio á vista de tu
milagrosa Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro, venerada para mayor
esperanza nuestra y gloria tuya, por un portento de piedad y de misericordia, hallan
en sus congojas, enfermedades, cuidados, falta de aguas, y alemas necesidades ,
prontamente el más oportuno remedio, y el más conveniente reparo. Danos a
conocer nuestras culpas para llorarlas con verdadera penitencia, y ruega a Dios
por nosotros para que seamos dignos de alcanzar lo que en esta Novena, con fé
viva y devoción constante te pedimos pues así en tus clemencias y misericordias
se verán siempre glorificadas y engrandecidas todas las de tu amantísimo Hijo
Cristo Jesús, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y Reyna Dios por todos
los siglos de los siglos. Amén.
Se
concluye diciendo: Bendito y alabado sea el
Santísimo Sacramento, en reverencia del mismo Señor Sacramentado y de la
Inmaculada Concepción de María Santísima.
SEGUNDO
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, coronada de estrellas, benigna Madre
de todos los hombres; yo te saludo y alabo por el Misterio de haber sido en tu
primer instante Arca Purísima concebida en la cumbre de los montes de la
Santidad, donde no llegó jamás el diluvio de la culpa, porque la elevó a los
montes el abismo de la Gracia; y por eso no solo fue libre de. la borrasca,
sino la Arca en que se libran los que se acogen a su sombra, y los que no
entran se quedan para siempre en el diluvio anegados, logrando la salvación los
que en ella entran, y perdiéndola los que fuera de ella se quedan, pues no hay
alguno que se salve, o que se libre de algún mal, o que reciba algún bien, o
que consiga la gracia, que no sea por favor de la Divina Purísima Arca María
Santísima. Gózome, Señora, de tan alto privilegio, y por él te suplico nos
alcances de tu Hijo Santísimo Jesús, que todos los hombres entren en la Arca
benigna de tu poderosa intercesión, a cuya sombra (que lo es tu milagrosa
Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro) lloren todos el naufragio de la
vida, librándose por medio de una verdadera confesión sacramental del diluvio
fatal de las culpas: y te suplico humildemente me concedas tu gracia, por cuyo
beneficio merezca yo hacer una verdadera penitencia de mis pecados, y conseguir
por tu Purísima Concepción el favor y remedio que te pido en esta Novena, si es
del agrado de Dios y tuyo, para que en tus misericordias se vean engrandecidas
y alabadas las de su Divina Omnipotente Majestad. Amén.
TERCER
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen Marta de los Remedios, siempre bendita y llena de gracia; yo
te saludo y alabo por el Misterio de haber sido en tu primer instante Arca de
la significación del Testamento Nuevo, que llegando al Jordán se dividieron sus
aguas para que pasase tu Divina Majestad, huyendo vergonzosos los cristales más
puros á vista de tan gran pureza; y como las aguas del Jordán fueron las primeras
que borraron la culpa original, por esta razón retrocedieron reverentes, no
hallando en tu Concepción Purísima culpa original que borrar. Gózome, Señora,
de tan admirable y milagroso paso, y por él rendidamente te suplico nos
alcances de tu Hijo Santísimo Cristo Jesús, que por. tu intercesión se suspenda
en los hombres las corrientes de los vicios y de las culpas, que nos llevan al
mar muerto de la perdición y poniéndonos a la sombra de la Arca Soberana, que
lo es tu Sagrada Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro, invocamos tu
amparo y protección para confesar con verdadero sobrenatural dolor nuestras
culpas, con firme propósito de no volver a ofender la bondad de nuestro
Soberano Dios y Señor, sino morir antes que pecar; asimismo te suplico humildemente,
por tu Purísima Concepción, me concedas el favor y remedio que te pido en esta
Novena, si es del agrado de Dios y tuyo, para que en tus misericordias se vean
engrandecidas y ensalzadas las de nuestro Omnipotente Dios y Señor. Amén.
CUARTO
DÍA
ORACIÓN
Dulcísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, Refugio de pecadores y Madre nuestra
clementísima; yo te Saludo y alabo por el Misterio de haber sido en tu primer
instante Firmamento en medio de las aguas, siendo lo mismo para tí tener ser
que ser Cielo de las luces, hallándose a un tiempo en un punto todas las
Estrellas fijas, y ninguna errante en tu admirable Concepción Purísima,
excluyéndose de él las errantes estrellas de los Ángeles malos, y las eclipsadas
luces de los hombres, y por eso concebida en medio de las cristalinas aguas de
la Gracia, que te preservó y santificó en tu felicísimo instante primero. Gózome,
Señora de tan celestial Pureza, y por ella reverentemente te suplico nos
alcances de tu Hijo Cristo Jesús, que todas las Estrellas de ese Firmamento
influyan sobre nosotros, dándonos su divina luz para ser guiados en la obscura noche
de esta vida mortal, y haciendo que nuestras almas no sean ya errantes en la
culpa, sino fijas en la observancia de la ley de Dios todo el tiempo que su
Divina Majestad nos diere de vida en este mundo, para después gozar la inmortal
y eterna y que mediante tus santísimos méritos consiga yo por tu Purísima
Concepción, venerada en tu Sagrada Imagen de los Remedios de San Juan
Zitácuaro, el favor y remedio que te pido en esta Novena, si es del agrado de
Dios y tuyo, para que en tus misericordias se vean engrandecidas y alabadas las
de nuestro Omnipotente Dios y Señor. Amén.
QUINTO
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, Reyna de los Ángeles, hermosísima
Luna siempre llena de gracia, sin la menor menguante de la culpa: yo te saludo,
y convido a todos los Justos de a tierra para que te hagan sacrificio de
alabanzas por el Misterio de haber sido en el primer instante de tu feliz
animación candidísima Paloma, concebida en el Monte Líbano, todo candidez y
pureza. Ave Purísima que trajo a la Arca de la Iglesia la feliz noticia de que
ya cesaba el diluvio de la culpa sobre la tierra, y venia el tiempo de nuestra
sagrada Redención; allí, Reyna de los Ángeles, Madre y Señora mía, hizo punto
tu Concepción Purísima, donde acabó la Ley Escrita y comenzó la Ley de Gracia,
en que fuisteis concebida independiente y fuera de las leyes de la naturaleza.
Gózome, Señora, de tan milagrosa Concepción, y por ella reverentemente te ruego
y suplico nos alcances de tu Hijo Santísimo Cristo Jesús auxilios eficaces para
guardar exactamente su santísima lev, y satisfacer por nuestras culpas con una
verdadera penitencia, para que así por ella hallemos la misericordia de nuestro
Dios y que mediante tu intercesión consiga yo por tu Purísima Concepción,
venerada en tu portentosa Imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro, el
favor, beneficio y remedio que en esta Novena te pido, si es del agrado de Dios
y tuyo, para que en tus misericordias se vean engrandecidas y exaltadas las de
nuestro Omnipotente Dios y Señen. Amén.
SEXTO
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, Madre del Divino Amor y Purísima
Aurora de la Divina Gracia: yo te saludo y alabo porque fuiste en tu primer
instante Aurora Precursora de la Gracia, que en un punto dejó atrás todas las
sombras de la noche, y se llenó de todos los resplandores del día en que descansa
Dios, día electo para todas las felicidades del mundo, siendo en aquel instante
escogida como el Sol que alumbra al día para ser Madre de Dios; tan bella, tan
pura, que en el instante primero de tu Inmaculada Concepción fuiste en el
vientre de tu gloriosísima Madre Señora Santa Ana, el gozo y recreo del mismo
Dios que te crió. Gózome, Señora, de tan admirable y divina elección, y por
ella te suplico me alcances de tu amantísimo Hijo Cristo Jesús, que tu
clarísima luz alumbre mi alma para que siempre con el resplandor de sus divinos
rayos destierre las sombras de la culpa y tinieblas del pecado, empleándome
siempre en amarte y servirte, y en alabar y celebrar la gracia origina! con que
nuestro Todopoderoso Dios te hizo tan grande en el primer instante de tu
Purísima Concepción, venerada en tu milagrosa imagen de los Remedios de San
Juan Zitácuaro, y logrando también por tu intercesión poderosa el favor y
remedio que te pido en esta Novena, si es del agrado de Dios y tuyo, para que
en tus misericordias se vean engrandecidas y alabadas las de nuestro
Omnipotente Dios y Señor. Amén.
SÉPTIMO
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, hermosura de los Cielos, gozo de los
Justos y Madre amantísima de los hombres; postrado a tus purísimas plantas te
saludo y te alabo por haber sido en el primer instante de tu feliz animación un
espejo Sin mancha de la Bondad infinita, sin yerro de culpa, que hace sombra a
los espejos, sino con la sombra del Altísimo cristal purísimo por donde Dios
nos mira con suma piedad y misericordia, y nosotros miramos a su Divina Majestad
con humilde reverencia. Espejo admirable donde se mira la tierra hecha un
Cielo, el Criador hecho criatura, el León transformado en Cordero, y el Dios de
las Venganzas en Dios de las Misericordias. Gózome, Señora, de tan inaccesible
grandeza y de tan excelente virtud, y por ella te suplico rendidamente nos
alcances de tu Santísimo Hijo Cristo Jesús nuestro Redentor, que mirándonos en
tu Purísima Concepción, Espejo sin mancha, quitemos todas las que se hallaren
por nuestras culpas en nuestras almas, para conservar en ellas la hermosura de
la gracia, logrando también por ella el favor y remedia que te pido en esta
Novena, por tu misma Purísima Concepción, glorificada en tu admirable Imagen de
los Remedios de San Juan Zitácuaro, si es del agrado de Dios y tuyo, para que
en tus misericordias se vean engrandecidas y glorificadas las de nuestro Omnipotente
Dios y Señor. Amén.
OCTAVO
DÍA
ORACIÓN
Purísima
y Santísima Virgen María de los Remedios, crédito glorioso de la gracia y Madre
Inmaculada de nuestro señor Jesucristo: yo te saludo y alabo sor haber sido en
tu purísimo primer instante preciosísima Perla concebida en el mar inmenso de la
Gracia, con especial influjo de la Omnipotencia de Dios, viéndote en aquel
punto en esa Perla Divina la unión de todas las piedras preciosas de las
virtudes, esmaltando la corona con que salisteis vencedora a vencer todas las
culpas; siendo tú, Perla preciosísima, desde aquel momento Puerta hermosa de
los Cielos. Gózome, Señora, de tan soberano triunfo, en que se regocijan las
tres Divinas Personas, y por él te suplico nos alcances de tu amantísimo Hijo Cristo
Jesús, que en el mar de la penitencia se purifiquen nuestras almas, para que
como perlas esmaltadas en el oro finísimo de todas. las virtudes, se puedan
presentar por tus divinas manos a la Majestad inmensa de nuestro misericordioso
Dios; y también te pido me alcances el favor y remedio que solicito en esta
Novena, por tu Purísima Concepción, venerada en tu Sagrada Imagen de los Remedios
de San Juan Zitácuaro, si es del agrado de Dios y tuyo, para que en tus
misericordias se vean engrandecidas y ensalzadas las de nuestro Omnipotente
Dios y Señor. Amén.
NOVENO
DÍA
ORACIÓN
Purísima y Santísima Virgen María de los Remedios, alegría de todos los cielos, consuelo y amparo de los mortales, regocijo de los Ángeles, y delicia del mismo Dios: digna eres, Madre amantísima, de que los Cielos te alaben, y todas las criaturas te bendigan, adoren y reverencien por haber sido concebida en el purísimo primer instante de tu feliz animación, como Escuadrón valiente con todos los escudos y armas de los fuertes, siendo en aquel mismo instante primero de tu ser en gracia la Diosa de las Batallas, Madre del Gran Dios de los Ejércitos, saliendo coronada de honoríficos triunfos, vencedora siempre a vencer y derrotar los enemigos de Dios, triunfando de todos ellos en un instante, en el cual te llevasteis todas las palmas de los Justos, las coronas de los Santos, y las heróicas virtudes de todos los Patriarcas y Profetas, dando el primer paso de tu vida santísima sobre lo más encumbrado de los todos los Angélicos Espíritus. Gózome, Señora, de tantas pre rogativas y de tanta gracia como te concedió la Beatísima Trinidad en el primer instante de tu feliz animación, y por ella te pido rendidamente nos alcances de tu Hijo Santísimo Cristo Jesús, que con las armas y escudos de ese invencible y poderoso Escuadrón venzamos los enemigos de nuestra alma y que purificándola con una verdadera penitencia se haga digno Sagrario del Santísimo y Augustísimo Sacramento del Altar. Así mismo, Madre dignísima de Dios, por tu Concepción Inmaculada, celebrada y aplaudida en tu Sagrada imagen de los Remedios de San Juan Zitácuaro te suplicamos que con todas esas armas y escudos veamos a la Iglesia Militante triunfar de sus enemigos, y coronada de glorias la Fé exaltada, la infidelidad vencida, la herejía destruida, la gentilidad reducida, la Cristiandad victoriosa, la paz permanente, la libertad gloriosa, con descanso las Benditas Ánimas del Purgatorio, desengañado el mundo, desterrada la culpa y triunfante la gracia, en tranquila posesión de todas las almas, para que todos celebren, aplaudan y reverencien tu Concepción Purísima en esta vida, y por siglos eternos en la Gloria: y por ella te suplico y ruego me otorgues y concedas el favor y remedio que en esta novena tengo impetrado, si es del agrado de Dios y tuyo, para que en tus misericordias; vean engrandecidas y exaltadas en todo universo las de nuestro Omnipotente Dios y Señor. Amén.
NOTA: La persona que no pudiere hacer esta Novena en la Iglesia de S. Juan Zitácuaro, la podrá practicar en su casa ante un cuadro o estampa de la Sagrada Imagen de María Santísima de los remedios de San juan Zitácuaro, para que más le avive la devoción. Los enfermos que prometieren hacer esta Novena, cuando por su enfermedad se les dificultare, podrá hacerla otra persona a su nombre, o hacerla por sí al punto que puedan, que así podrán merecer que la Santísima Señora los atienda.
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