martes, 18 de enero de 2022

OFICIO PARVO DE SAN VICENTE MÁRTIR


OFICIO PARVO EN HONOR A SAN VICENTE MARTIR

 

Su festividad 22 de enero

 

Tomado del Libro “Versión Parafrástica castellano-prosaica de todos los himnos del Rezo Divino”

Por Don Narciso de Guindos

 

Librería de la Viuda e Hijos de Mayol; Calle de Fernando No. Jaén, España.

Año 1846

 

A VISPERAS

1- Nuestros corazones, rebosando de alegría,

Canten Palmas, con festivos himnos

Las victorias y heroicidad que este Festivo

Valeroso Mártir consiguió en su martirio,

Horroroso de muchos modos.

 

2 - Cesaron ya, Oh San Vicente,

Las fierezas del Juez furioso,

Se ausentó su atrocidad detestable,

Y la actividad del fuego;

Y se retiró lejos de ti

El triste peligro de la muerte.

 

3 Los siglos se suceden rápidamente

Los unos a los otros,

Y renuevan sus vuelos con giro irrevocable,

Mas la celebridad de tu vida

Está y estará siempre y sin intermisión

Llena de divinos honores.

 

4 — Los hombres te alabarán mientras

Que clarificándose la atmósfera,

Los días se presenten;

La milicia triunfante responderá desde el áureo cielo

A estos aplausos, y jamás estarán en silencio

Los dorados instrumentos.

 

5 - Sean ensalzados con suma alabanza,

El Eterno Padre, su Hijo único, e igualmente

El amable Espíritu Santo,

Permaneciendo la Trinidad indivisa en un solo Dios,

Ahora, después, y eternamente. Así sea

 

 

 

A MAITINES

1-  Estando San Vicente predicando

Los divinos dogmas, que no podía

Explicar la lengua muy cansada

Del anciano Valerio,

Se dirige a sufrir con pasos valerosos

Un martirio inevitable

 

2 - Siendo aquí destrozado

Con sangrientos azotes, lo

Conducen a que sufra la muerte con instrumentos

Atormentadores; y el furor

Del verdugo aumenta las crueles

Máquinas de su martirio,

Causándole intensos dolores.

 

3. - Colocado sobre los brasas férreas

Y un enrejado de hierro,

Se lo obliga a sufrir por largo tiempo

La actividad de un fuego, que solamente

Podría resistir con valor el amor

Divino que ardía en su pecho.

 

4- Su cuerpo desnudo se ve rasgado

Con encorvados garfios,

Las brillantes planchas renuevan sus heridas,

Y unas tejas atormentan

Con horrorosas puntas

Su cuerpo arrojado en una gruta.

 

 

5 - Y aun queréis oír un nuevo

Género de martirio?

Despedazado de este modo,

Un tálamo purpúreo, entre las delicias

Y las floridas guirnaldas;

Más lo colocan ni aun así se altera su constancia.

 

 

6 - Sean ensalzados con suma alabanza

El Eterno Padre, su Hijo único,

E igualmente el amable Espíritu Santo,

Permaneciendo la Trinidad indivisa en un solo

Dios, ahora, después, y eternamente. Así sea.

 

A LAUDES

Este es el Héroe,

Que vencedor en todos los tormentos,

Y que habiendo burlado las astucias

Del Juez ignorante

Y dejando el blando lecho,

Vuela sobre los astros refulgentes.

 

2 - El cielo favorece con prodigios

A su cuerpo arrojado en medio de unos campos,

Para que allí permanezca entero;

Pues presentándose un cuervo

Por su custodio, no le tocan ni las aves,

Ni las hambrientas fieras.

 

3- El Juez manda que en las aguas

Del mar sea sumergido,

Para que no parezcan

En ninguna parte sus pedazos;

Pero es inútil esta diligencia,

Porque se deja ver nadando sobre las olas,

Que plácidamente lo sostienen.

 

4 - Favorece, San Vicente, a tus devotos

Que de corazón te invocamos,

Y alcánzanos un rayo de luz divina;

Para que nuestra piedad no se rinda

Y desaparezca, siendo vencida por las peligrosas tentaciones.

 

5 -Y para que continuemos en el bien,

Íntimamente persuadidos,

De que los tormentos que se padecen

En breve tiempo ocasionan unos premios

Y gozos que han de permanecer

En la eterna gloria.

 

6 – Sean ensalzados con suma alabanza

El eterno Padre, su Hijo único,

E igualmente el amable Espíritu Santo,

Permaneciendo la Trinidad indivisa

En un solo Dios: ahora, después, y eternamente. Así sea.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...