viernes, 12 de mayo de 2023

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA BALA


 

NOVENA DEDICADA A MARÍA SANTÍSIMA DE LA BALA

 

QUE SE VENERA EN EL HOSPITAL DE SAN LÁZARO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

 

Compuesta y dada a la luz por el Br. D. Eusebio Bala, presbítero de este Arzobispado.

Impresa en la Oficina de Dña. María Fernández de Jauregui.

Año de 1810

 

PRÓLOGO AL LECTOR

Siempre se ha manifestado Dios nuestro Señor, liberalísimo con todos los que deberás han acudido a valerse del amparo de María Santísima, su Madre, y deseoso de que los mortales lo experimentase y se aumente cuanto sea posible la devoción y cultos de la Soberana Reina, quiero que por medio de esta novena ocurran a honrar a la Madre de Nuestro Señor Jesucristo y nuestra, bajo su advocación de la Bala, para que por su intercesión, consigan el remedio de todos los males, tanto espirituales como corporales.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, que para darme a conocer el infinito amor que me tienes, quisiste darme por Madre a María Santísima en el monte Calvario, en medio de tus mayores congojas y agonías: Confieso Señor, que es la mayor fineza que eh recibido de tu dulcísimo Corazón, y a la que debía vivir reconocido, pero ¡Ay de mí! Cuando veo lo ingrato que eh sido y lo olvidado que eh vivido a este tan grande beneficio, ofendiéndote con tantas culpas, las detesto Señor, y las aborrezco por ser ofensas a tu infinita bondad, me pesa en el alma de haberos ofendido, por ser quien sois, propongo con tu divina gracia la enmienda de mi vida, y morir antes que volverte a ofender, espero el perdón de mis pecados, el que te pido por tu Sangre Preciosa, y por las amarguras que María Santísima tuvo en el monte Calvario, y en su tristísima soledad. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve Madre mía, María Santísima de la Bala, que para manifestaros que sois la nube prodigios que defiendes a los mortales de la ira de Dios, irritada por nuestras culpas, tolerasteis vos el fiero golpe de una bala, la que quedó a tus plantas para perpetua memoria de tu amor y piedad, pues quien devoto te busca, encuentra en ti la vida, como la halló aquella mujer que a tu presencia resucitó, luego que entrasteis en el hospital de San Lázaro: Yo te suplico, Señora mía, presentes tus poderosos ruegos ante el Padre de las Misericordias y Dios de todo consuelo, para que defienda a la Iglesia Santa de todos los enemigos que la persiguen, de consuelo a nuestro Sumo Pontífice, fortaleza y esfuerzo a los que defienden nuestra de, que resucitéis a la vida de gracia a los que están muertos por la culpa, y a todos nos conceda el vínculo precioso de la paz, para que unidos con la caridad, amemos y sirvamos al que te nos dio por Madre, para gozarle eternamente. Amén.

-Aquí se reza un Credo a la Santísima Trinidad, y cinco Aves Marías al dulcísimo nombre de María.

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, tu sola, aunque pura criatura, fuiste adornada con la plenitud de los dones de tu Divino Esposo, el Espíritu Santo, y a ti te concedió con eminencia, el de Sabiduría, pues en ti descansó la increada que es el Verbo, por los que con la Iglesia te llamamos asiento de la Sabiduría: Yo te suplico Señora, me concedas el favor que te pido en esta novena, y también el precioso don de Sabiduría, para que conociendo a Dios nuestro Señor, y amándole en esta vida, consiga gozarle eternamente. Amén.

-Aquí se hace la petición y después se reza la Letanía Lauretana.

 

SEGUNDO DÍA

ORACIÓN

Oh, Virgen Santísima, Señora nuestra, que, siendo concebida en gracia desde el momento de tu Purísima Concepción, fue tu divino entendimiento libre de los errores y tinieblas de la ignorancia, y alumbrado con una luz anticipada, con lo que recibiste de tu Divino Esposo el Espíritu Santo el don de Entendimiento, en grado tan perfecto, que más que todos los Ángeles y hombres, entendisteis las palabras de Dios, y penetrasteis los secretos sentidos de la Escritura divina: por lo que te pido me alcances el favor que pretendo y el precioso don de Entendimiento, para que entendiendo las verdades de nuestra Sagrada Religión, viva según ellas me enseñan, y así consiga agradar a Dios en esta vida y gozarle eternamente en tu compañía. Amén.

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que habitando en la mente de Dios desde su eternidad, fuisteis desde entonces primogénita del Padre, y también la Madre del Consejero Cristo Jesús, cuando asistida del Espíritu Santo, deliberaste y consultaste el consentir que el Hijo de Dios se hiciera hombre en tu purísimo vientre, con lo que seguiste el mejor consejo que fue cumplir la voluntad de Dios quedando llena de este precioso Don, y pues por tu intercesión todo se alcanza, te suplico que me consigas el favor que te pido y el don de Consejo, para que buscando en todas las cosas la voluntad de Dios, que es lo más acertado, consiga agradarle en esta vida y después gozare en tu compañía. Amén.

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que desde el momento mismo en que fuiste concebida, tu alma purísima fue adornada con el preciosísimo don de Ciencia, la que manifestasteis en los pasos todos y operaciones de tu Santísima vida, huyendo siempre del mal y practicando el bien, obedeciendo a la Divina Ley, con lo que en cada instante se aumentaba más en Vos este don celestial, y pues conoces lo falta que mi alma esta de esta ciencia, te suplico me la alcances de tu Divino Esposo el Espíritu Santo, para que obedeciendo a la Divina Ley, que debe ser regla y norma de todas mis acciones, huya del mal, practique el bien, y consiga el favor que te pido, y agradar a Dios en esta vida, y gozarle en la Gloria. Amén.

 

QUINTO DÍA

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que prevenida con el don de Fortaleza en una edad tan tierna, dejaste la dulce compañía de tus amados padres y renunciaste las comodidades de tu casa, presentándote al Templo para dedicarte toda al Señor que te crió, y para prevenir tu corazón para los trabajos, tribulaciones y cruces que habías de padecer con tanta fortaleza desde el momento en que, por nuestro amor, se hizo hombre el Hijo de Dios en tus purísimas entrañas, hasta que lo sacrificaste en el monte Calvario: por lo que te suplico me alcances de tu Divino Esposo el Espíritu Santo, el precioso don de Fortaleza, con el que bendiciendo mis pasiones y negándome a mi mismo, y tolerando los trabajos que por mis culpas tengo merecidos, consiga el  favor que te pido, y agradar a Dios en esta vida para gozarle en la gloria. Amén.

 

SEXTO DÍA

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que habiéndote escogido el Todopoderoso para obrar en ti y por ti los más altos misterios de nuestra santa fe y sagrada religión y para que trataras tan familiarmente con el Verbo Eterno, tocaras con tus manos, llegara a tus pechos su humanidad sacrosanta, fue conveniente que el Espíritu Santo te llenase de tanta piedad cuanta pudo caber en una pura criatura, y cuanta era necesaria para cumplir los oficios de Madre de Dios y Madre de los pecadores, por lo que te suplico, me alcances del Espíritu Santo el don divino de Piedad, para que reconociendo a Dios, lo respete, adore y reverencie con los verdaderos cultos que son los de nuestra santa Religión, con lo que consiga el favor que te pido, y agradar al Señor en esta vida para adorarle en la gloria. Amén.

 

SÉPTIMO DÍA

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que habiendo encontrado delante de Dios la gracia y precioso don del Divino Temor, temiste tanto por tu humildad ser exaltada a la dignidad de Madre de Dios, y reconociendo siempre este beneficio, vivió siempre cuidadoso tu corazón en guardar la ley divina, y de agradar en todas las cosas al Señor, único de tu alma, de quien te confesabas esclava: por lo que te suplico, me alcances de tu Divino Esposo el don de su Santo Temor, para que atravesado con el mi corazón, tema sus altos juicios, y aborrezca y evite toda culpa, más por su infinita bondad, que por su justicia, para que de esta suerte logre en esta vida la misericordia que tiene prometida a los que le temen, el favor que te pido, y la perseverancia final en su gracia, para gozarle en la gloria. Amén.

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, Madre fecunda de los gozos espirituales ¿Quién podrá explica los que sintió tu santísima Alma y dulce corazón en ser Madre de Dios, con la honra de Virgen, pues concibiendo en tu virginal vientre al Unigénito del Padre por obra del Espíritu Santo, pariste sin detrimento de tu pureza virginal, siendo Virgen antes del parto, en el parto y después del parto, por lo que te suplico que por estos singulares gozos que recibisteis de la infinita liberalidad del Todopoderoso, me alcances de Dios nuestro Señor, el gozo de una buena conciencia y de un corazón puro y limpio de toda culpa, para que con esto pueda tolerar las tribulaciones y trabajos, que como descendiente de Adán debo padecer en esta vida, y que este sea el camino para alcanzar el remedio que solicito, y después de esta vida, entrar en los eternos gozos de la gloria. Amén.

 

NOVENO DÍA

ORACIÓN

Oh Virgen Santísima, Señora nuestra, que desde el momento de tu Purísima Concepción fuisteis llena de tanta gracia y paz, cual no se puede concebir, pues desde entonces descansó en tu alma el Divino Espíritu con todos sus dones, siendo la única que entró en el mundo en paz con Dios y lograsteis la felicidad de tener por nueve meses en tu purísimo vientre al Príncipe de la Paz y Pacificador nuestro, Cristo Jesús, por lo que te suplico me alcances de Dios nuestro Señor, el favor que te pido en esta novena, y también la paz de mi espíritu y corazón para con Dios, con mis prójimos y conmigo mismo, y conservándola en medio de las borrascas y tentaciones que a cada paso me acometen en el mar tempestuoso de este mundo, con ella consiga la serenidad en la muerte para llegar seguro al puerto de la gloria. Amén.

-Un Padre nuestro y Ave María a San Lázaro por sus pobrecitos enfermos y bien hechores de su Hospital.

 

CANCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA DE LA BALA

Pues se ve tan irritada

Ya la justicia de Dios

Virgen Santa de la Bala

Ruega Señora por nos.

 

Cuando el hombre le tiró

A su mujer el balazo,

Por vuestro divino brazo

La misma bala torció,

Y a tus plantas se quedó

Por patrocinio de Vos.

 

Tres veces fuiste rifada

Y en toda tres sucedió,

Que a San Lázaro se inclinó

Vuestra pureza sagrada,

Y en elegirlo morada

Se ve el grande amor de Vos.

 

Cuando entraste conducida

Al Hospital, Señora,

Te mostraste como Aurora

Dando a una muerta la vida,

Mostrando que en tu venida

Venía el remedio con Vos.

 

Pues Reina del cielo y tierra

Y abogada sois del mundo,

Y tu nombre sin segundo

A los demonios aterra,

Tengan victoria en la guerra

Ya los cristianos por Vos.

 

Gran Señora, es vuestro anhelo

El favorecer al mundo,

Pues tu poder sin segundo

A todos les da consuelo,

Con grande confianza apelo

Y recurrimos a Vos.

 

Lleguemos a merecerte

Que seas nuestra intercesora,

Madre dulcísima ahora

Y en la hora de nuestra muerte,

Para poder ir a verte

En el empíreo con Dios.

 

Amén Divina María

Amén, Estrella del Mar,

Pues tu hermosura sin para

Nos ampara noche y día,

Y pues eres norte y guía

Para llevarnos a Dios.

 

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