lunes, 24 de julio de 2023

CINCO DOMINGOS A LAS LLAGAS DE SAN FRANCISCO


 

QUINARIO A LAS LLAGAS DE

SAN FRANCISCO DE ASIS


Estoy firme e íntimamente convencido, de que en nuestro siglo, la Tercera Orden Franciscana, es el remedio más eficaz para curar los malos presentes, y el mejor medio para guiar al mundo a la verdadera y sólida prácticas del Evangelio.

LEÓN XIII.


Todos los files que practiquen, una vez al año, esta devoción, ganan indulgencia plenaria cada domingo, confesándose, comulgando y recitando las siguientes preces ordinariamente se hace este ejercicio como preparación a la fiesta de la IMPRESIÓN DE LAS LLAGAS, 17 de Septiembre pero puede practicarse en cualquier época del año, durante cinco domingos seguidos

ORACIÓN

Para todos los domingos

Señor, Dios, Santo, Omnipotente y eterno: por tu liberalidad y la de tu Hijo, que por mí ha sufrido pasión y muerte, por la excelsa santidad de su Madre, por los méritos de San Francisco y de todos los Santos, concédenos a mí, pobre pecador, indigno de todo beneficio, que ame a ti solamente, desee siempre tu amor, no olvide jamás el beneficio de la pasión, reconozca mi miseria tengo verdadero amor a la humildad y nada me contriste sino el pecado. Concédeme asimismo, la gracia particular que pido en este santo ejercicio. Amén.


Primer Domingo

Reflexión.- La humildad es la guarda y adorno de todas las virtudes; es camino solidísimo de todo edificio espiritual. San Francisco cuidó de cimentar el suyo con esta virtud siguiendo el precepto de Jesucristo. Por esto, según dice Celano, biógrafo suyo, “olvidado de sus avances en la virtud, únicamente ponía los ojos en sus defectos. Presentábase humilde en el hábito, más humilde en los sentidos, humildísimo en el concepto de sí propio”.- Llamó Menores a sus hijos, y él, humildísimo, decía ser el mínimo entre los menores, renunciando toda prelacía…

“El que se humilla será ensalzado” ¿Qué extraño que Jesucristo haya encumbrado tanto a San Francisco… ¿Cómo sigues tú sus huellas?...

(Medítese y pídase la gracia que se desea)


EJEMPLO:

Refiérese de Fray Pacífico, uno de los primeros compañeros de San Francisco, que estando orando juntamente con el Seráfico Padre tuvo la siguiente visión: Fue transportado en éxtasis al cielo y vio muchos asientos destinados a los bienaventurados y entre ellos uno más distinguido y resplandeciente que los otros. Maravillado de ellos y pensando qué significaría aquello oyó una voz que le decía: Esta es la silla que perdió Luzbel por su soberbia y ahora está destinada al humilde siervo Francisco de Asís.

       Después estando en compañía del Santo, le preguntó qué es lo que de sí mismo pensaba? A lo que San Francisco le contestó: Hermano, paréceme que soy el más grande pecador. Y Fray Pacífico le repuso: Padre, no me dice eso con sinceridad, no es posible que sienta eso en su conciencia. A lo que contestó San Francisco: Si Cristo hubiese usado con el más grande pecador de tanta misericordia como ha usado conmigo creo sinceramente, que este hubiera agradecido mucho mejor que yo a su Dios y Señor.

       En esto reconoció Fray Pacífico la gran humildad de su Padre San Francisco y quedó persuadido una vez más, en aquello del Evangelio el que se humilla será ensalzado.

(Récense cinco Padres Nuestros, etc. A las cinco llagas del Seráfico Padre).



LLAGA DEL PIE IZQUIERDO

Amorosísimo Padre mío San Francisco, por el dolor que padecisteis en la Llaga de vuestro pie izquierdo, os pido me alcances del Señor la gracia de resistir con firmeza las tentaciones con que el enemigo quiere oponerse a mi eterna salvación

(Padre nuestro; Ave María y Gloria)

LLAGA DEL PIE DERECHO

       Obedientísimo Padre mío San Francisco, por el dolor que padecisteis en la Llaga de vuestro pie derecho, os pido me alcancéis del Señor la gracias de saber despreciar las vanidades de este mundo.

(Padre Nuestro, etc.)

LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

       Pacientísimo Padre mío San Francisco, por el dolor que padecisteis en la Llaga de la mano izquierda, os pido me alcancéis del Señor la gracias de llevar con paciencia la cruz de los trabajos de esta vida.

(Padre Nuestro, etc.)

LLAGA DE LA MANO DERECHA

Dulcísimo Padre mío San Francisco, por el dolor que padecisteis en la Llaga de la mano derecha, os pido me alcancéis del Señor la gracias de saber ajustar mi vida con la divina voluntad.

(Padre Nuestro, etc.)

LLAGA DEL COSTADO

       ¡Oh Serafín abrazado en el amor de Dios! Por el Dolor que padecisteis en la Llaga de vuestro costado, os pido me alcancéis del Señor la gracia de vivir y morir inflamado con el fuego del divino amor.

(Padre Nuestro, etc.)

DEPRECASIÓN FINAL PARA TODOS LOS DOMINGOS

       Salve, salve, Francisco Padre amantísimo lleno de pobreza y caridad, el Señor fue contigo en el monte Alvernia, benditas sean tus Llagas y bendito el amor de tu Seráfico corazón a Jesucristo.

¡Oh, humilde Francisco, Padre de pobres y de los humildes, ruega por nosotros, hijos tuyos, pobres pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

       Jaculatoria. Glorioso San Francisco, Ruega por nosotros (tres veces)

 

Segundo Domingo

Oración preparatoria como el primer domingo

Reflexión. El Divino Modelo, Jesucristo, fue obediente hasta la muerte. Comprendiendo San Francisco la necesidad y el método de la obediencia, comparaba el obediente perfecto a un cadáver. “Toma un cadáver, -decía- y colócalo donde te plazca. Verás que no le repugna el que lo muevan, no murmura de su posición, ni reclama porque se le abandone. Si se le coloca en sitio elevado, no mira hacia arriba, sino hacia abajo. Si se le viste de púrpura, resalta aún más su palidez. Este es el modelo verdadero del obediente y cuanto más vil es el que preside, tanto más se satisface la humildad del obediente. El súbdito no debe considerar en su superior a un hombre, sino a Dios…

       Sigues tú este admirable ejemplo y modelo de obediencia?

EJEMPLO:

Una vez averiguado San Francisco que la voluntad de Dios era que saliesen a predicar por los campos, pueblos y naciones, quiso obedecer a Dios, y tomando consigo a Fray Maseo y Fray Ángel por compañeros, caminaron impulsados por la gracia de Dios, hasta que llegaron a la Villa de Savurniano y allí púsose a predicar a la gente que cada vez se agrupaba en mayor número. Primero tuvo que callar a las hermanas golondrinas que volaban lanzando alegres chillidos que guardase silencio mientras él predicaba. Obedientes guardaron silencio las avecillas y él predicó con tanto fervor que todos, hombres y mujeres, de aquella Villa, llenos de devoción, querían abandonar sus hogares a irse con él, pero San Francisco se opuso diciéndoles: No tengas prisa, ya os ordenaré lo que tenéis que hacer para el bien salvación de vuestras almas.

       Fue entonces cuando San Francisco pensó en fundar la ORDEN TERCERA para el bien espiritual y salvación de las muchedumbres.

       (Récense cinco Padres nuestros, etc. a las cinco llagas del Seráfico padre terminando con la Deprecación final, como el primer día).


Tercer Domingo

Oración preparatoria como el primer domingo

Reflexión.- Aquel precepto del divino Maestro “ORAD SIEMPRE” tuvo admirable realidad en San Francisco. De él pudo decirse la frase del Apóstol: “Su conversación era siempre con el cielo”. Confírmalo así un santo biógrafo suyo diciendo: “Ponía todo su cuidado en fijar su espíritu en el cielo; y, cual si fuera ya ciudadanos de los ángeles, serarábale de ellos”, solo la débil cárcel de su carne. Con toda su alma ansiaba a Cristo, y en la oración continua rogaba al Padre, comunicaba con el Amigo, acariciaba al Esposo… ¡Qué ejemplo, y qué contraste con tu habitual disipación!

EJEMPLO:

En Sessa, Italia, se desplomó una casa, dejando sepultado a un joven entre los escombros. Acudió la gente al lugar, removió las ruinas, y extraído que fue el cadáver del joven se lo llevaron a la madre, la cual, loca de dolor, invocó con desesperados gritos al Padre San Francisco. Juntamente con ella rogaba también el pueblo. Más, como no sucediese el milagro iban abriendo ya la fosa para enterrarlo, cuando he aquí qué, durante la celebración de las exequias, el joven muerto se levantó de la tumba en que lo estaban poniendo, en perfecto estado de salud, como estaba antes, causando la respectiva admiración en todos los circunstantes, quienes glorificaron a Dios y al Seráfico Padre San Francisco.

(Récese los cinco Padre nuestro, etc. Y la Deprecación final, como el primer domingo)


Cuarto Domingo

Oración preparatoria como el primer domingo

Reflexión.- Seráfico de amor, entre las virtudes que San Francisco practicó, ninguna tan propia de su corazón como la caridad. Quien amaba con tan profundo y entrañable cariño a todas las criaturas ¿cómo no amaría a la criatura predilecta de Dios, el hombre? Un discípulo suyo, conocedor de su espíritu, decía: “No se hubiera juzgado amigo de Cristo sin tener especial amor a las almas que él mismo tanto apreció. Por eso en el colmo de la caridad resignábase a quedar sin gloria, de no haber participantes de ello a sus encomendados, a los cuales engendraban en el espíritu más tiernamente que en el cuerpo, entrañas maternales…”

¡Imite yo este templo admirable de caridad fraterna!

EJEMPLO:

San Francisco bajando del monte Alvernia llegó al atardecer de ese mismo día el convento de Monte Casale, donde había un religioso gravemente enfermo y tan espantosamente atormentado de los dolores, que su mal más bien parecía tribulación y tormento del demonio que enfermedad natural, pues en su convulsiones echaba espumarajos por la bica, se erguía bruscamente y en el acto se desplomaba en tierra.

       Hallándose San Francisco en el comedor, oyó hablar a los hermanos de este fraile atormentado por tan terrible e incurable enfermedad, y compadecido de él tomó un trocito del pan que estaba comiendo y con sus manos llagadas hizo sobre él la señal de la cruz y se lo envió al enfermo, que tan pronto lo comió sintiéndose completamente curado y nunca más volvió a sentir aquella terrible enfermedad.

(Récense cinco Padres Nuestros, etc. y la Deprecación final, como el primer domingo)


Quinto Domingo

Oración preparatoria como el primer domingo

Reflexión.- “Todo el cuidado de San Francisco,- escribió un santo biógrafo suyo – tanto en su interior como en su exterior, tenía por objeto la Cruz de Cristo”. La Cruz, la Pasión del Señor, es el pensamiento del Serafín de Asís… Piensa en ella, llórala, predícala, vívela…  En su análisis de amor el Crucifijo, dos años antes de su muerte en la cumbre del monte Alvernia, deseando compenetrarse aún más con su Redentor crucificado, merece el maravilloso don de las LLAGAS, el que sus manos, pies y costado ostente vivas, sanguinolentas las señales de la Redención: Francisco es otro Cristo.

       ¡Oh, si imitara a mi divino modelo, Jesucristo, cuánto más me asemejaría a él!... ¡Cómo he afeado en mí su divina imagen!

EJEMPLO:

No se desdeñó Jesucristo de rozarse con los publicanos, perdonar a la Magdalena arrepentida y asegurarle el reino de los cielos al Buen Ladrón, penitente que moría ajusticiado sobre un patíbulo igual al suyo: No retrocederá tampoco el Serafín de Asís ante ningún abismo de corrupción, y logrará vencer con su grande fe y con su amor las almas más duras y rebeldes de los avaros, blasfemos, mujeres de la vida airada, bandidos los más feroces y crueles asesinos. En Amelia, pequeña población de la Umbría, Italia, reunió en una ocasión al pueblo, y les predicó con tanto fervor de espíritu y con tal eficacia de palabra, que logró apartar del vicio a dos públicas pecadores, escándalo de la ciudad, devolviéndolas a la recta vía de la penitencia y de la piedad cristiana.

(Récense los cintos Padres nuestros, etc. Y la Deprecación final, como el primer domingo).

* * * * * *

 

LLAGAS DE SAN FRANCISCO

Ensangrentada una llaga,

En tu pie izquierdo se muestra,

Y aunque no estáis puesto en cruz,

A tu pie como a Jesús

Un fuerte clavo atraviese…

 

CORO

SERAFICO SAN FRANCISCO

POR ESA LLAGA

ROGAD A DIOS QUE AL CIELO

DERECHO VAYA

 

De Jesús enamorado,

Despreciasteis las riquezas

Y el Señor con sus finezas,

Tu derecho pie ha llegado.

 

Sangrienta llaga yo veo

En tu misma mano izquierda,

Imitando así también

Al Redentor de la tierra.

 

 

También veo abierta llaga

En tu misma mano derecha,

Pues Jesús con dulce flecha

Tus ardientes ansias paga.

 

Otra llaga en tu costado

Que en sangre está descubierta,

Hace en ti imagen completa

De Jesús crucificado.

 

 

SUPLICA A SAN FRANCISCO

 

Seráfico Francisco,

Con ansia te suplico

Me alcances del Señor;

Altísima pobreza,

La célica pureza

Y el don de su amor.

 

Asido a tu estandarte

Cual hijo fiel y amante

Seguirte es mi intensión;

Y tu ¡oh Padre amado!

Tenme siempre a tu lado

Ceñido con tu cordón

 

Y así contigo,

Triunfar de mi enemigo

Será todo mi anhelo;

Y en la hora de mi muerte

Con un abrazo fuerte

Suba contigo al cielo.

 

Fray. Berman O.F.M.

CON LICENCIA ECLESIÁSTICA

Edición de el Lic. Moisés Pacheco Tavares

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