ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA
SANTÍSIMA VIRGEN DEL CONSUELO
¡Oh María, consuelo de
afligidos, auxilio de los cristianos y refugio de pecadores; con todos los míos
hoy me consagro para siempre á Vos! Oh Madre de misericordia! Yo os constituyo
señora y gobernadora de toda mi casa, de mis parientes, de mis intereses y de
todos mis negocios: no desdeñéis tomarme bajo vuestro cuidado; disponed de todo
como mejor os plazca. Bendecidme á mí y todos los de mi familia; y no permitáis
que alguno de nosotros ofenda á vuestro santísimo Hijo. Defendednos en las
tentaciones, libradnos de los peligros, proveednos en nuestras necesidades,
aconsejadnos en las dudas, consoladnos en las aflicciones, asistidnos en las
enfermedades y principalmente en las angustias de la muerte. Virgen bendita é
inmaculada, reina y madre nuestra, refugio y consuelo de todos los miserables,
postrado ante vuestro trono os elijo por mi señora, madre y abogada cerca de
Dios. Y ya que con todos los míos me he entregado para siempre á vuestro
servicio, os ruego, oh Madre de Dios, que nos contéis desde ahora en el número
de vuestros siervos, tomándonos a todos bajo Vuestra protección y
socorriéndonos tanto en la vida como en la hora de la muerte. Amén.
-Padre nuestro, Ave María y
Gloria al Padre.
¡Oh María! puesto que una
plegaria vuestra es más poderosa que las preces de todos los santos, Rogad por
nosotros.
Cuando el rugiente león,
Tratando de devorarme,
Dé vueltas para apartarme
De tanta devoción,
Humilde tu protección
Reclamarà el alma mía,
Astro esplendente del día,
Diciéndote con fé plena:
«Pues que eres de gracia llena,
No me dejes, Madre mía»
Bien, la aurora asome en el
oriente.
O la luna aparezca en el cenit,
O suene la campana en mi agonía,
¡Acuérdate de mí, Virgen María!
Acuérdate de mí.
-Tomado del Manual de la Archicofradía Nuestra Señora del Consuelo
Colaboración de Iván Arellano
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