domingo, 17 de septiembre de 2023

NOVENA A SAN MIGUEL DEL MILAGRO


 

NOVENA PIADOSA AL GLORIOSO SAN MIGUEL ARCÁNGEL EN MEMORIA DE SU PORTENTOSA APARICIÓN A DIEGO LÁZARO DE SAN FRANCISCO

 

Indio feligrés del Pueblo de S. Bernabé, de la Jurisdicción de Sta. María Nativitas Fundación del Santuario que llaman S. Miguel del Milagro, de la Fuente Milagrosa, que debajo de una peña mostró el Príncipe de los Ángeles.

 

Dala á luz por orden del limo, y Rvdmo. Sr. D. Manuel Fernández de Santa Cruz. Obispo Dmo. de la Puebla de los Ángeles.

 

PUEBLA

Tip. del Colegio Pio de Artes y Oficios, Morados 2.

Año de 1898

 

ADVERTENCIAS

Los que hicieren esta Novena guarden las advertencias siguientes:

Primera: que procuren imitar en aquellos días especialmente las virtudes del Santo, o alguna virtud en que más se señaló como en el celo de la Iglesia de Dios; en el bien de los otros Ángeles, que con Lucifer hubieran caído, si sus exhortaciones no los hubiera sustentado, en la caridad con los hombres, en que San Miguel más que los otros Ángeles resplandece.

Segunda: que, en beneficio del próximo, aquellos días hagan alguna buena obra de misericordia, o espiritual, o corporal, como limosna o visitar algún enfermo en caridad, o consolar algún afligido; rogar á Dios por las Almas del Purgatorio, o por los que están en pecado mortal etc.

Tercera: que ofrezcan á San Miguel alguna mortificación, ayuno, disciplina, cilicio o menos regalo, etc.

Cuarta: que enfrenen los sentidos, procurando evitar con los ojos, oídos, etc., aun las más leves ofensas de Dios.

Quinta: que lean algún capitulo o libro de la Historia de San Miguel, por este ú otro libro que mejor les pareciere.

Sexta: que procuren traer á alguno de su devoción. Séptima: que se valgan cada día de alguno de los Coros de los Santos (así como de los Ángeles), para alcanzar multiplicados los intercesores la cosa, que en su Novena piden como Patriarcas, Profetas, Apóstoles, Mártires, Pontífices, Doctores, Sacerdotes, Religiosos, Vírgenes, Viudas, etc. Convendrá para obligar más á San Miguel, hacer cada día memoria de San Gabriel y San Rafael, de los siete Ángeles que están en presencia del Trono, con quien tiene el Santo Arcángel especial amistad, etc.; del Ángel propio de la Guarda, puesto por el mismo San Miguel

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, a mí me pesa de todo corazón de haberos ofendido, por ser vos quien sois, y por lo que os debo y propongo firmemente de no cometer más pecado, ni mortal, ni venial, advertidamente, y de confesarme luego que pueda, y de enmendarme de todos los confesados en esta y en otra confesión, y de cumplir la penitencia que por ellos me fuere impuesta: y espero en vuestra bondad, que me perdonareis y me daréis gracia para enmendarme y para serviros de aquí adelante, por los merecimientos de vuestra ¿Santísima Madre, y por la intercesión de San Miguel vuestro principal Ministro. Amén.

 

OFRECIMIENTO

Gloriosísimo Arcángel San Miguel, si es para gloria de Dios y honra de la Santísima Virgen, y reverencia vuestra, que yo consiga lo que deseo, y he venido á pediros á vuestro Santuario, (o delante de vuestra Imagen) alcanzadme esta gracia, y si no encaminad mi petición a aquella que más convenga á gloria suya y servicio vuestro y provecho de mi alma. Amén.

 

DÍA PRIMERO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Considerar cuán solícito anduvo el Ángel en que se supiesen sus beneficios, porque se estimase su intercesión: cuanto cuida de nuestro bien, aun cuando nosotros más descuidados estamos de él. En una procesión se le aparece a Diego Lázaro y en ella le avisa, que dé parte a toda la comarca de la fuente que está en la barranca debajo de la peña, donde hallarán salud los enfermos solo con beber de ella o untarse con el lodo de ella teniendo fe, devoción y arrepentimiento de los pecados cometidos en la vida pasada. Lo que debemos a este Soberano Arcángel» pues no necesitando de nosotros para su felicidad, así nos solicita y busca como si dependiera toda su dicha de nosotros. Si él nos busca sin necesitar de nosotros, nosotros que tanto necesitamos de él, cuando le habernos de buscar como debemos, y solicitar su amparo y su intercesión.

 

SEGUNDO PUNTO: Es considerar la enfermedad que envió a Diego Lázaro, por no haber manifestado su favor a todo el distrito. A veces las enfermedades no nacen de las causas á que nosotros las atribuimos, sino de las desobediencias á Dios, de las inspiraciones de que no hacemos caso. Muchas veces nos quita Dios la salud, con que no le servimos cuando él quiere que con ella le sirvamos; o porque con ella no servimos al próximo como el cual permite que la perdamos: y el remedio es, no las medicinas de los médicos, que estas por voluntad de Dios nos dañan más, que nos aprovechan; sino ofrecerse de veras a hacer lo que Él quiere que hagamos. Así sucedió a Diego Lázaro, a quien enfermó y quitó el Soberano Arcángel la salud, porque de miedo o empacho no se atrevió a manifestar lo que él le mandó, y se la dio para que la emplease en su voluntad.

 

TERCER PUNTO: Que no con todos hace Dios, lo que por medio de S. Miguel hizo con este Indio, que a algunos les quita de una vez la salud, porque saben que nunca la han de emplear como él quiere, y porque sea menor el delito, no se la restituye. A Diego Lázaro se la volvió tan buena como antes, y de las gargantas de la muerte le sacó la vida, para que toda la suya fuese un continuo obsequio a Dios y al Ángel S. Miguel, para quien más vivió que para sí, y más que para sí, y para sus prójimos, a cuyo ejemplo y a cuyo servicio se dedicó en el Santuario donde pasó lo más que le quedó de la vida.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Señor y Dios de los Ángeles á quienes encomendáis la guarda fiel de todos los hombres por medio de San Miguel Príncipe de ellos: yo os ofrezco los merecimientos de estos Soberanos Espíritus, y los de vuestro Soberano Arcángel, en quien solo está toda la pureza y santidad del Coro ínfimo de los Ángeles, y él es el que reparte los Custodios á cada uno de los hombres, y por eso se llama por excelencia Custodio de todos. Suplicóos que me concedáis aquella pureza angélica, que concedisteis & vuestro Espíritu Soberano y Ministro San Miguel, y la gracia que en esta Novena os suplico á mayor honra y gloria vuestra. Amén

 

ANTÍFONA

Príncipe Gloriosísimo San Miguel, Capitán y Caudillo de los Ejércitos Celestiales, Recibidor de las almas, Debelador de los espíritus malignos, Ciudadano del Señor, Gobernador después de Jesucristo de la Iglesia de Dios, de grande excelencia y virtud: libra a todos los que te llamamos, de toda adversidad, y haz, que aprovechemos en el servicio de Dios por tu precioso oficio y dignísima intercesión

 

L/: Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Cristo.

R/: Para que seamos dignos de las promesas de Dios.

 

ORACION

Todo poderoso y sempiterno Dios, que, por tu grande clemencia, para la salud de las almas, deputaste maravillosamente al Glorioso San Miguel Arcángel por Príncipe de tu Iglesia: concédenos, que por su saludable ayuda merezcamos aquí ser defendidos de todos los enemigos, y en la hora de nuestra muerte libres y salvos, seamos presentados a tu Divina y Soberana Majestad, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

 

 

DÍA SEGUNDO

MEDITACIÓN

PUNTO PRIMERO: Considerar al Santo Arcángel hecho Caudillo, y guía de un Indio: un Espíritu tan noble guiando a una persona tan baja: un Serafín a un Indio; pero quien considera a Dios hecho hombre, todo le parece menos: menos es un Serafín respecto de un Indio, que respeto de un hombre Dios: mas es que Dios se humillase a ser hombre, para enseñar ά los hombres el camino del Cielo, que por enseñar el camino de la fuente se humanase un Ángel, aunque sea el supremo de todos a guiar a un Indio. Aprende de estos ejemplos que no pierdes, por humillarte a enseñar a otros, aunque sean Indios, aunque sean de condición baja, pues Dios no perdió por hacerse hombre, y enseñar a los hombres el camino del Cielo, pues San Miguel que es Ángel de Dios, no perdió por enseñar a los Indios el camino del cerro.

 

SEGUNDO PUNTO: Las maravillas que obró San Miguel en este camino: cómo se humillaban las matas, cómo se le apartaban las peñas, cómo se le hacía accesible el camino arduo y peñascoso, como todo le facilitaba la subida. A los grandes cuando se humillan; a los superiores cuando se humanan; todo se hace fácil, todo se les hace hacedero: más hacen condescendiendo, que, viviendo, más recaban bajando, que ascendiendo. Siguió en este ejemplo a Dios, fue como Dios en esto; pues Dios humillándose y humanándose, más recabó de los ilustres, que sublimándose y ensalzándose, para que el ilustre más alto entienda, que si se humilla, que si se humana, más negociará con los súbditos, que levantándose y encumbrándose delante de ellos.

 

TERCER PUNTO: Considerar, que, para mostrar la Fuente, echó de la barranca los infernales espíritus, que la poseían, en que nos enseñó que la fuente de la gracia, y el pozo de la beneficencia Divina no se comunican, sino a los que de sí han echado los vientos de la soberbia, los espíritus in atraídos de los vicios que han dominado antes en el alma. Así que salieron dando voces y quejándose los demonios de San Miguel, bajó la virtud, que Dios le comunicó a la Fuente, para dar salud, para curar los diversos males de varios enfermos por intercesión del Santo Arcángel: en echando del alma lee pecados, baja al alma la Luz del Cielo, de que dimana toda la virtud y la gracia, para obra, prodigios en servicio de Dios y de los prójimos.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los Ángeles, á los cuales encomendasteis los negocios gravísimos de vuestra Gloria y utilidad de los hombres: ofrezcos los merecimientos de estos diligentísimos Espíritus, y los de vuestro grande siervo, y primer Ministro San Miguel, á quien hicisteis principal instrumento de vuestra Gloria, y encomendasteis la salud espiritual de todas las almas, que por vuestra persona y muerte se han de salvar. Suplicóos, que yo cumpla con las obligaciones en que me ha puesto vuestra Divina Providencia y también la gracia que os pido en nuestra Novena, si es á mayoría de vuestra Divina voluntad. Amén

 

 

DÍA TERCERO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: La Cruz es de la que San Miguel se precia, que como en ella nos ganó el Cielo Cristo, como con ella venció al Demonio, y es el Principal Ministro, de Cristo; con ella hace el Soberano Arcángel todas sus maravillas. A Diego Lázaro se le mostró con la vara de oro en la mano, y una Cruz en ella por remate: con esta tocó a la peña, y mostró la Fuente milagrosa, que estaba debajo oculta, en que nos enseñó, que todas nuestras acciones han de ir santificadas con la Cruz de Cristo, y que con ella tenemos la .gracia y la virtud del Cielo segura: y si los Ángeles tanta devoción tienen a la Cruz de Cristo sin haber sido redimidos en ella, porque lo fueron los hombres; ¿qué devoción debemos nosotros tener a la Cruz, pues en ella fuimos redimidos, y todo nuestro bien nos vino de la Cruz de Cristo? Este es el traje más propio de este Soberano Arcángel: esta Santa Cruz es el bastón dé Capitán General, que este Soberano Príncipe empuña contra los Ejércitos infernales: por eso se apareció con ella en la mano, significándonos la devoción que a la Cruz de Cristo debemos tener, si queremos gozar de la virtud del Cielo, y de la intercesión de este Soberano Príncipe.

 

SEGUNDO PUNTO: Considerar, que con la Cruz de Cristo no hay embarazo que se oponga, no hay dificultad que no se venza. En la Cruz reconocieron a Cristo todas las cosas: Et ego si exaltatu fuero, omnia trabam ad me ipsum; el cielo, la tierra, los astros, las piedras, los vivos y los muertos, lo sensible ¿insensible. No seamos más duros que las piedras, más insensibles que los muertos: confésemos á Cristo Nuestro Dios y Señor en la Cruz con las obras: cuando fuéremos al Santuario y pidiéremos a San Miguel algún favor, sea por medio de la Cruz de Cristo; que si con ella se mostró a Diego Lázaro es señal, que por ella quiere hacernos sus favores, y concedernos sus gracias.

 

TERCER PUNTO: Así hemos de considerar a San Miguel, con una Cruz en la mano derecha, y con una Palma en la otra mano, que es como está en el Altar mayor de su Ermita en la Estatua, que está colocada en él, significándonos que a la Cruz debe sus triunfos y sus victorias que alcanzó de Luzbel, y todos los Ángeles rebeldes sus secuaces en aquel primer conflicto que tuvo en él, y que nos dice lo que a Constantino: in hoc signo Vinces. Con la señal de la Cruz, con que yo vencí, venceréis vosotros: si os valéis de la Cruz, saldréis victoriosos del enemigo, como yo salí; porque a esta señal, a este Estandarte suyo, a esta divisa redujo Cristo Emperador nuestro, todas las victorias y triunfos del Infierno.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Señor Dios, que, por medio de las Virtudes, por las cuales haces milagros y Prodigios, interviniendo San Miguel Príncipe de ellas: yo os ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos Espíritus, y los de vuestro gran siervo y Ministro fiel San Miguel Arcángel, en cuyas manos pusisteis todos los milagros que en la Iglesia y este Santuario se obran. Suplicóos que me concedáis la humildad con que en ellos no busca este Santo Espíritu su honra, sino la vuestra, y me deis lo que en esta Novena os pido á mayor honra y gloria vuestra. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Todo este viaje hizo Diego Lázaro en espíritu, acompañando a San Miguel con el alma: el cuerpo quedó o muerto o casi muerto en la choza: a la vuelta, o volviéndole el alma al cuerpo, o dándole salud en sus males, lo volvió en sí, y se halló bueno y sano, cercado de los sujos, que lo tenían por muerto. Aquí considerar, cuán poderoso es San Miguel para favorecer á sus devotos en lo espiritual y temporal: en lo espiritual, pues primero le mostró á Diego Lázaro la barranca, el Pozo y los beneficios, que en adelante quería hacer á los que se valiesen de el en aquel lugar y por aquella agua: en lo temporal, dándole la salud, que los Médicos, y medicinas no podían darle. Cómo quedaría Diego Lázaro agradecido á quien le había dado la vida: con cuantas veras procuraría dar á conocer de allí adelante la virtud y santidad del Santo Arcángel, bien lo mostró en el discurso de su vida, pues todo se dedicó á su servicio, y al de los enfermos: y por las diligencias que hizo, tenemos hoy el Santuario del Santo Arcángel, y en él refugio para todos los males.

 

SEGUNDO PUNTO: Entender, que esto mismo que San Miguel hizo con este Indio su devoto, es lo que hace por nosotros cada día: pues no es más librarnos de las enferme[1]dades del alma y del cuerpo, que preservarnos de ellas? Que de veces habíamos de caer en ellas, y por la intercesión de este espíritu no caemos, porque él aparta sin verlo ni sentirlo, los riesgos y las causas de nosotros, y ocasiones de caer. Venimos a su Santuario á encomendarnos á San Miguel, y más cuidado tiene el Santo de los que vienen á buscarlo, que los que lo buscan tienen de sí, cuando vienen á él: él nos hace fácil el camino de la virtud; y en la devoción en que antes hallábamos dificultad, después que venimos a su Santuario hallamos suavidad, y hallamos facilidad. De aquí hemos de sacar grande recurso á este Soberano Arcángel.

 

TERCER PUNTO: Considerar, que lo mismo que hizo en el Cielo con los demás Ángeles, de quienes es Príncipe, hace con los hombres en la tierra de quienes es universal Custodio: y como estando para caer, engañados de Luzbel con su persuasiva y su mal ejemplo, tuvo y detuvo á muchos, y sin duda caerían; así á nosotros seducidos del enemigo, con aparentes razones, nos da luz en su Santuario y fuera de él, y con inclinaciones interiores nos hace conocer la verdad. y abrazarla y huir de la vanidad y de la falsedad de mundo, que Luzbel envidioso, nos representa, y con razones aparentes nos colorea, para que dejemos á Dios, y sigamos el camino de nuestra perdición. Qué de veces venimos á su Santuario llenos de pensamientos del mundo, y salimos de él trocados y llenos de pensamientos del Cielo: venimos unos, y volvemos otros; todo se lo debemos al Santo Arcángel, que como á Diego Lázaro nos trae y guía á su casa, para alumbrarnos y mostrarnos en ella la Fuente de nuestra salud, que es la virtud.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de las Potestades, que tienen especial poder para reprimir á los Demonios por virtud de San Miguel su Príncipe, ofrezcos los merecimientos de estos poderosos Espíritus, y los de vuestro siervo y Ministro fiel San Miguel, á quien disteis singular eficacia para echar de esta barranca, y de las almas y cuerpos de los que á él se encomendaron en este Santuario, y en todo el mundo, á los espíritus infernales. Suplicóos por él y por ellos para vencer á todas las tentaciones del Demonio, y lo que os pido en esta Novena, si para vuestra honra y servicio del Santo Arcángel fuere.

 

 

DÍA QUINTO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Considerar que lo que hizo la fiesta de San Diego con Diego Lázaro, este Santo Arcángel, hace para nuestro bien cada día con nosotros. Hallábase este dichoso Indio en la Ermita del Señor San Diego con muy buena salud, y de repente como si le dieran de palos, interiormente se sintió todo herido y golpeado, y sin ella, porque el Santo se la quitó para dársela de su mano, y que entendiese, que por él vivía, y vivía para él. Así fue, que, llevando, le enfermo a su casa del Santo, recibió la salud que él mismo le había quitado, y sanó por milagro del Santo Arcángel, el que por milagro del Santo Arcángel había perdido la salud. Qué de veces nos hallamos enfermos, porque el Príncipe de los Ángeles, por nuestro bien nos quita la salud y quiere que enfermos sirvamos á Dios, los que sanos le ofendíamos con ella, y nos la vuelve cuando él juzga que conviene, y que en la enfermedad aprendemos á servir á nuestro Señor en la salud, y nos hallamos tan trocados después de la enfermedad, que no se puede negar, es beneficio del Santo la mudanza que por medio de la enfermedad hacemos, y el fervor con que después de ella, servimos á Dios.

 

SEGUNDO PUNTO: Los parientes de Diego Lázaro no tenían del Santo ni del agua de la Fuente, la fe que debían, y así le dieron, para ver si el agua le sanaba por intercesión del Santo Arcángel, ó las medicinas, ó la naturaleza, que es gran medicina, hacía su oficio, otra agua en su enfermedad; pero hasta que le dieron la que el Santo Arcángel mandaba, no sanó, ni tuvo salud. Es lo que pasa en el mundo: huimos de los remedios espirituales y andamos buscando la salud en los temporales: nos falta la fe verdadera, que si la tuviéramos, supiéramos que en Dios, sólo se halla verdadera salud, y el remedio verdadero de nuestros males. Solo con servir ó Dios, halla el hombre lo que busca en el mundo, y el mundo no puede dar: sigamos la virtud, busquemos á Dios, que sólo en él, y sólo en la virtud lo tenemos todo; y el medio para hallar en ella y en Dios todo lo que para nuestro remedio buscamos, es la devoción del Santo Arcángel San Miguel: él nos enseña á buscar á Dios, ó hallarle seguramente; esto es lo que hemos de pedirle cuando visitamos su Santuario: si tenemos a San Miguel, tendremos á Dios: si tenemos á Dios, nada nos faltará para vivir como debemos vivir.

 

TERCER PUNTO: Dice su Historia, que Diego Lázaro tenía tan gran conocimiento del agua que era del Pozo de San Miguel, que sin decirle cual era, entre muchas aguas todas de un mismo color y sabor, la conocía como si en el olor y color se distinguiese cual era el agua santa, y se iba luego a ella. La devoción de San Miguel nos hará conocer cuál es virtud, y cual no es: cual es el bien verdadero que debemos seguir y cuál es el que, con apariencia de bien, es verdadero mal, para que huyamos de él. Uno de los estorbos que en el mundo tienen los buenos, es pensar que todas las cosas que lo parecen son buenas, y que no hay mal en ellas: y para eso escribiré Ja devoción de este Soberano Arcángel, para conocer cuál es virtud, cual es vicio, cual es buena, cual es mala. El que fuere devoto de San Miguel, sabrá vivir entre el bien y el mal, entre la virtud y el vicio, de que está el mundo lleno, con verdadero conocimiento del uno y del otro. Seamos como Diego Lázaro, devotos de San Miguel, y entre los que nos hace daño y nos ha de aprovechar, sabremos distinguir como él distinguía el agua que era santa, de la que no lo era.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los Principados, que por medio de los Ángeles y Arcángeles tienen por oficio alumbrar, é instruir á los hombres, según la disposición del Príncipe de ellos y de todos los Espíritus Celestiales: San Miguel: yo os ofrezco los méritos de estos celosísimos Espíritus, y los de vuestro fiel Ministro San Miguel, el cual por sí, y por medio de estas inteligencias, según el orden de vuestra providencia, instruyó, alumbró y enseñó muchos Reinos de la Cristiandad, en particular este Reino y distrito del Obispado de la Puebla. Suplicóos me concedáis el celo de este Soberano siervo vuestro, y lo que en esta Novena demando, si fuere para gloria vuestra y obsequio. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Si ponemos los ojos en la grandeza que ahora tiene el Santuario de San Miguel, la pequeñez con que empezó y como fue creciendo en pequeños principios en lo humano, juzgaremos que alguna persona grande lo comenzó: no, sino que un Indio vil y bajo, sin más caudal que su pobre condición, le dio principio, le acreditó y dio a conocer la virtud del agua de la Fuente y del barro del Pozo del Santo Arcángel. En lo humano así parece; pero en lo Divino es, al contrario. Las cosas grandes son efectos de causas pequeñas; porque quiere Dios que conozcamos en esto, que él es el Autor que invisiblemente le da á todas las cosas grandes la grandeza que tienen: y como San Miguel es Ángel de Dios, que eso quiere decir su nombre, hasta en esto se pareció á Dios, que para tanta grandeza y para celebridad tanta, como tiene su Santuario, su agua y sus repetidas Apariciones, no tomó por instrumento á un Príncipe, no á una persona grande, no á un poderoso, sino á un Indio, y ese no de los principales, sino de categoría inferior, á un pobre, á uno de la condición más ínfima, que hay en la Nueva España. Así lo dice Cristo en su Evangelio: Confitcor tibí, Pater, quod abscondisti hae á sapientibus, et revelasti eaparoulis. Así lo hizo el, que, para fundar la Iglesia, la obra mayor que hay, escogió doce pescadores, doce hombres de baja esfera, para que en ellos resplandeciese más su poder y virtud.

 

SEGUNDO PUNTO: Ver á Diego Lázaro despreciado del Gobernador de Tlaxcala, que si para obra tan grande había de escoger San Miguel un indio de tan cortas prendas: si á él, y no á un Sacerdote, había de revelar el Santo Arcángel una cosa de tanto monto, y mediante él había de hacer un milagro tan grande como aparecerse á el un Espíritu Celestial, un Príncipe de la Gloria, y revelarle el agua y la salud de ella sin advertir que Dios y los que son como Dios, por medio de instrumentos tan bajos obran estas grandezas para gloria suya. Haced caso de los humildes, porque estos no se atribuyen así lo lucido de ellas, sino á Dios de quien desciende todo don perfecto. De las personas que concurrieron en aquel tiempo, solo hacemos caso de Diego Lázaro, solo se hace mención de él para nuestro desengaño, y que en los ojos de Dios solo suponen los humildes, solo valen los que en nuestra estimación nada valen: Nos slulti. Nosotros somos los ignorantes, que hacíamos poco caso de quien tanto caso hacía un Arcángel, que por su mano hizo lo que no hizo por la nuestra. Humillémonos á Dios, y tengamos mucha estimación de los humildes, que á ellos y no á los grandes del mundo, escoge Dios para sus obras: Quant multi sapientes: sed infirma inundi elegit Deus.

 

TERCER PUNTO: Que en el Cielo está Diego Lázaro en primer lugar entre los hijos de Dios: Inter sitios Dei fors illius est: y al que temamos acá por vil, por desdichado, por un indio, le hemos de adorar por hijo de Dios sublime y levantado de nosotros; y no solo esta su memoria estimada y tenida en mucho en la tierra, sino en el Cielo su nombre es Glorioso, y él es entre los ángeles estimado y tenido en más, que los que acá lo tenían y estimaban en menos entre los hombres. Las dignidades sin los méritos de las personas no valen allá en el Ciclo: los méritos de las personas sin las dignidades son los que se veneran allá en el Cielo, acá en la tierra todo es, al contrario; y como las dignidades se acaban y perseveran las personas, los méritos de las personas duran y el oropel de las dignidades se desluce. No se hace caso allá de las dignidades, sin los méritos de las personas santas, sin el lustre de las dignidades. Este desengaño nos había de humillar mucho, y cuando no sacáramos de las Novenas más, mucho sacaríamos de ellas. Sin la santidad que tuvo Diego Lázaro, poco caso haría San Miguel de su persona: mucho caso hizo de su persona con solo la santidad, que lo hizo en la tierra tan favorecido del Santo, y en el Cielo tan estimado de todos.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de las Dominaciones, que con San Miguel Príncipe de ellas presiden á los espíritus ministros infernales, y ejecutan vuestra providencia: yo os ofrezco los méritos de estos excelentes Espíritus, y en especial de San Miguel Príncipe de ellos, que con rendida obediencia se sujeta á las órdenes de vuestra Divina Majestad, y por ello os pido una pronta y rendida obediencia á todos mis superiores, y la petición que os suplico en esta Novena, si fuereis servido de concederme lo que os pido. Amén.

 

DÍA SÉPTIMO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: La veneración que los Espíritus Celestiales le hacen en la Corte del Imperio, se puede ver en las Excelencias de San Miguel que discurrió el Padre Juan Eusebio: le adoran por el valido de Dios, le tienen por su Príncipe, le aman como á su Padre, le veneran como á su Custodio: nada hacen sin orden de San Miguel: por su mano consiguen de Dios todo cuanto quieren y piden; y con ser tanta la autoridad y estimación que en el Cielo tiene entre los Ciudadanos de el, parece que no está con ella contento: acá viene á la tierra á buscar nuestra devoción: sin nuestras adoraciones, con estar llenas de imperfecciones no está satisfecho. No hay Ángel que tenga más Santuarios en el mundo, ni que más se haya aparecido á los hombres en la Iglesia que San Miguel, ni que más se pague (digámoslo así) de la devoción de los hombres que San Miguel. Dígalo entre otros, el Santuario que tiene tan célebre, tan frecuentado, tan milagroso, tan devoto en el Obispado de la Puebla, en la jurisdicción de Nativitas, donde parece que su buena venturanza le faltaban en el Cielo las adoraciones y actos que le hizo un indio; las veneraciones y aplausos que sus devotos que son casi todos, le hacen en el las diligencias que hizo, porque el indio Diego Lázaro lo diese á conocer en el distrito; los milagros que con el hizo. Léase toda esta historia y se hallará que en ninguna parte del mundo los hizo mayores; y hasta que consiguió el Santuario la frecuencia, las adoraciones que en él tiene, no paró el Santo Arcángel con él y con ellas: a lo que muestra está en la Nueva España contento, está satisfecho en aqueste Reino.

 

SEGUNDO PUNTO: Considerar, que él por sí, y por lo que toca á su persona, con la familiaridad estrecha que tiene con Dios, con el amor que la Virgen y los Santos le tienen, con el culto y adoraciones que los Angeles le dán, estaría muy gustoso y satisfecho en el Cielo; pero quiere, que los hombres experimenten su poder; que sus devotos sepan el valimiento que tienen con Dios, y lo que con Cristo y la Virgen puede su intercesión y el cuidado que tiene con la Iglesia de Cristo, que está á su tutela y á su protección, y por eso se ha mostrado con los hombres tan benéfico, apareciéndose varias veces para favorecerlos; ni está contento con la gloria que goza, si de ella no gozan los hombres: por varios caminos ha mostrado el deseo que tiene de que los hombres se salven, y que en ellos se logre la Redención del Hijo de Dios Jesucristo.

 

TERCER PUNTO: Considerar, que desde que adoró al Hijo de Dios hecho hombre por nosotros, y á la segunda Persona de la Santísima Trinidad vestida de nuestra carne, hizo grande estimación de nosotros los hombres: y juzgo, que á los que en su Redención estimó Dios, y antepuso á los Ángeles, bien merecen, que él y los demás Ángeles estimen tanto; y pues Dios en su modo dejó por ellos el Cielo, y bajó á la tierra: que él, y ellos bajen á la tierra por ellos, y dejen en su modo el Cielo y pongan su habitación entre ellos: y asi la ha puesto el Santo Arcángel en tantas partes de la tierra, en tantos Santuarios como en ella tiene, en tantos lugares como se ha aparecido para bien de los hombres, y en particular en este de su Aparición milagrosa, donde cada día nos está vivificando con la salud espiritual, que nos da en su Casa, y la corporal, que los enfermos reciben en una Fuente.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los Tronos, en que como en trono de vuestra gloría des[1]cansas especialmente en el Espíritu de San Miguel Príncipe de ellos: yo os ofrezco los merecimientos de ellos, en particular los de San Miguel Príncipe de ellos, el cual se negó así mismo, y á todas las cosas, cuando dijo: ¿Quién como Dios? Suplicóos me concedáis, que yo desprecie por vos todas las cosas del mundo, y en vos solo descanse, para que vos solo descanséis en mí y me otorguéis, si conviene, la petición que por medio de San Miguel os pido. Amén

 

 

DÍA OCTAVO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Considerar que del sitio y de toda la barranca echó San Miguel los espíritus infernales, para que en ella sin embarazo gocemos de Dios y de su intercesión con Dios y con la Virgen su Reina y Señora; y así en su Santuario nos debemos dar todos del todo á la devoción de la Madre de Dios y del Hijo, por medio de San Miguel, poniéndole por Abogado y Patrón delante de estos Señores: y es cierto que de este Santuario se entiende alegóricamente lo del Apocalipsis: Ecce tabernaculum Dei cum hominiens; et habitabit Deus cum eis. Esta es la Casa de Dios, aquí vive Dios con los hombres; o por mejor decir, aquí viven los hombres con Dios por beneficio de San Miguel, porque sin Dios no se vive, y solo se vive teniendo á Dios, para que lo tuviéramos echó de todo el sitio al Demonio: aquí tienta menos que en otras partes: aquí tiene menos fuerza la vanidad, la soberbia, la ambición, la concupiscencia y los demás vicios, porque el Santo Arcángel ha desarmado en el las potestades del Infierno, o por decirlo como :s, ha echado de él todo el Infierno y su poder. Aquí aprendimos a vivir con Dios, y en su gracia, porque esta es la casa de Dios: solo viven los que son sus hijos o sus domésticos y en la puerta del Cielo solos entran los que San Miguel elige, y los que San Miguel admite. A este Santuario solo vienen los que son de Dios, y de este Santuario salen para el Cielo, porque á sus devotos abre San Miguel las puertas, y escoge para él: y ¿á quien ha de escoger, sino á quien frecuenta su Casa, y visita a su Santuario?

 

SEGUNDO PUNTO: Considerar que luego que San Miguel mostró este sitio á Diego Lázaro, dejó su casa á sus padres ' amigos por este sitio; en él se dedicó á servir al Santo toda su vida, á los pobres, á los enfermos y todo lo que le quedó de ella aquí lo pasó, como quien sabía que la casa le San Miguel es puerta del Cielo, es casa de Dios, y que esta casa y por esta puerta, había de entrar en el Cielo. Aquí viviré decía Diego Lázaro hasta que llegue la muerte, porque la escogí: Hic habitaba quoniam elegi eam. Aquí experimentó Diego Lázaro que estaba en la casa de Dios, y que corría por cuenta de San Miguel el estar y vivir en ella, pues vivió en mucha piedad en mucha oración penitencia en ella, y en ella mereció morir con tanto aplauso del Cielo, que se repicaron en su muerte, por ministerio de Ángeles, las campanas del Pueblo de San Bernabé su patria.

 

TERCER PUNTO: Considerar con qué acompañamiento de ángeles, (pues repicaron por su fallecimiento) entraría en el Cielo el devoto indio, y como los Ángeles no hacen diferencia de las almas de los pobres á las de los ricos, de los Indios á las de los Españoles, de los grandes á las de los pequeños, y en sus ojos aquellas son mayores, que delante de Dios son más santas y tienen más merecimientos: todas son de una pieza y de un metal: el color de los cuerpos no distingue la condición de las personas, no las diferencia en nuestra mano hasta ser delante de Dios y a los ojos de los Ángeles mejores, que los Reyes, así tuviéremos más merecimientos y más santidad que ellos. A muchos excederá Diego Lázaro, cuanto ellos le excedieron en esta vida, porque en esta vida adquirió más virtudes, tuvo más gracia que ellos. Eh esto hemos de emplear nuestra consideración, cuando visitáremos el Santuario de San Miguel, para humillarnos delante de Dios, pues el Santo Arcángel no fue mayor que los Ángeles por más grande, sino por más humilde y más santo.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los Querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría: yo os ofrezco los méritos de estos Soberanos Espíritus, y los de San Miguel su Príncipe, á quien adornasteis de eminente sabiduría y revelasteis altísimos misterios, para que enseñase vuestra Santa Ley á todo el mundo, en especial á estas partes de la Nueva España. Yo os suplico me concedáis, que yo sepa temeros y agradaros, que es la verdadera sabiduría, y con mi ejemplo y mis palabras enseñe á otros á guardar vuestros Mandamientos, y me concedáis los que por sus merecimientos en esta Novena os pido, si para vuestra gloria y su obsequio, por los merecimientos de San Miguel os pido. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

MEDITACIÓN

PRIMER PUNTO: Considerar cuando vamos al Santuario que llevamos por delante al Glorioso Arcángel como Diego Lázaro, que va guiándonos y allanando el camino para que le sigamos, y servirá de que vamos con aquel espíritu y aquella devoción con que él fue tras del Ángel. Y como él iba confiando en las promesas del Santo, así nosotros debemos ir con toda confianza; que visitando el lugar donde el estuvo y donde obró tantas maravillas con el indio, las mismas obrará en nuestras almas, y si fuere menester en nuestros cuerpos para darnos salud: acordándonos del Ángel, que en forma de un gallardo mancebo se juntó con San Miguel en el camino, que para obras buenas todos están prontos y para hacer bien á los hombres, todos acuden. Considerar, que yendo á visitar la casa de su Príncipe, cuántos irán con nosotros, cuántos nos acompañarán quitándonos los estorbos que hubiere en el camino para llegar á ella. ¿Quién no se animará á, ir de buena gana adonde los Ángeles van? ¿Quién no tendrá gusto de ir á visitar á quien sirven con tanto gusto los Espíritus Celestiales? ¿Quién no se animará á ir de buena gana adonde los Ángeles van? ¿Quién no tendrá gusto de ir á visitar á quien sirven con tanto gusto los Espíritus Celestiales? ¿Quién no irá con mucho silencio, con notable devoción, con pensamientos del Cielo y de Espíritus Celestiales?

 

SEGUNDO PUNTO: Considerar, que de aquí le vino á Diego Lázaro toda la dicha que tuvo; quizá de hacer esta visita nos vendrá toda la felicidad y quizá de ella depende el sanar de alguna enfermedad espiritual, que con otros remedios no hemos podido curar. Todo el bien de Diego Lázaro estuvo, en que el Santo Arcángel le llevase en persona, le mostrase el Pozo, le señalase el sitio y le acompañase hasta su casa donde le dio la salud, que con otros medicamentos no había podido cobrar: en un punto se halló sano de sus males; y cuando los suyos lo tenían por muerto, se halló vivo y bueno. Así nos sucederá á nosotros, si visitáremos este puesto con la devoción que debemos, dejándonos guiar y gobernar de este Soberano Arcángel en nuestras acciones: en un punto nos hallaremos trocados de muertos vivos, de viciosos santos, y nos hallaremos en la región de vida, los que nos llorábamos en la muerte de nuestras culpas.

 

TERCER PUNTO: Considerar, que los Ángeles cuando vamos al Santuario de su Príncipe, nos van contando los pasos y cada paso que por su camino damos es para el Cielo, que hasta en lo fragoso se le parece: no puede dejar de serlo, donde el primero de los Ángeles hace á los hombres tantos beneficios. Por eso á Diego Lázaro la primera vez que lo subió, se le apareció un Ángel para que entendiese, que siempre que lo subiese, lo habían de acompañar (aunque no siempre visibles) Ángeles, que le facilitasen la subida y le contasen los pasos que daba en obsequio del Santo Arcángel. Lo mismo debemos entender, que nos sucede a nosotros, que todo el camino está lleno de Ángeles y que nos van asentando en el libro de su cuenta, como al otro Monje, todos los pasos que damos al Santuario, que va delante de nosotros el Santo Arcángel y se complace de que le sigamos: que para nosotros allanó el sitio e hizo manar la fuente que tan saludables aguas nos da para el cuerpo y para el alma. Con esta consideración llegaremos á la Ermita con devoción, y con esta confianza alcanzaremos del Santo cuanto le pidiéremos, si conviniere para nuestra salvación, su honra, y gloria de Dios; y debemos entender, que no bajamos de el vacío, aunque no consigamos lo que vamos á pedir; porque en lugar de ellos nos concede otros dones que más bien nos están y á veces deja para otro tiempo aquello que entonces le suplicamos, porque en otro tiempo nos conviene, y en aquel no.

-Padre nuestro, Ave María, Gloria Patri.

 

ORACIÓN

Dios y Señor de los Serafines que os aman con un amor ardientísimo: yo os ofrezco los méritos de estos Soberanos Espíritus, y los de San Miguel Príncipe de ellos, que se abrasa en vuestro amor más que todos ellos. Suplicóos me concedáis que yo os ame á su ejemplo á vos, único Señor y Dios mío, y procure traer á los demás hombres á vuestro amor: y deis lo que por intercesión de este Soberano Serafín os pido en esta Novena si conviniere á mayor honra y gloria vuestra. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...