NOVENA
AL NIÑO JESÚS
MUEVE
CORAZONES
POR
A. M. G.
Por
la señal, etc.
Señor
mío Jesucristo, etc.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Preciosísimo
Niño Jesús, que has venido a este mundo para mover mi corazón y atraerlo hacia
Tí; tus finezas para conmigo y las perfecciones admirables que Dios encerró en
tus Nombres, forman las redes benditísimas que echas en el mar cenagoso de este
mundo para cautivar mi pobre corazón. Concédeme, te ruego, que al contemplar
tus encantos en este novenario, mi inteligencia se ilumine y mi corazón vuele
hacia el tuyo amorosísimo, que es depósito de todas las gracias para escoger
entre ellas la de (...se pide la gracia que se desea conseguir)
si es para mayor gloria tuya y bien de
mi
alma.-Amén.
Ant.
Está dotado de una hermosura que supera a la de todos los hijos de los hombres.
L/:
Con esa gallardía y hermosura.
R/:
Camina, avanza prósperamente y reina (Ps. 44-3,5).
DÍA
PRIMERO
Divino
Jesús, PIMPOLLO del Señor, que siendo Dios quisiste brotar del tallo de tu
Madre Santísima, para santificarme y engrandecerme; haz que, atraído por el
aroma de tus virtudes, y envuelto en la hermosura de tu gracia, consagre mi
vida a la práctica de las obras que llevan al cielo. Amén.
-Tres
Padrenuestros y Avemarías, pidiendo la gracia que se desee conseguir.
ORACIÓN
FINAL
PARA
TODOS LOS DÍAS
¡Oh
Niño Divino! Esos corazones dichosos que contemplo en tus manos como un trofeo
arrancado a tus enemigos, excitan poderosamente mis deseos de amarte. Coloca
también mi corazón y el de mis deudos, en tus manos, en tus ojos, en tus
mandamientos y en tu Corazón, para que por tu humanidad adorable, seamos
llevados a contemplar tu divinidad en el cielo. Amén.
-Un
Padrenuestro y Avemaría, pidiendo que el amor de Jesús mueva todos los
corazones.
DÍA
SEGUNDO
¡Oh!
Jesús amabilísimo, que te adornaste con todos los encantos de la humanidad para
excitar mi amor y los abrillantaste con gloriosas llagas para ser mi CAMINO. Ya
sé que Tú eres el padre de esos grandes dolores, en que el corazón se olvida de
si mismo, para bien del amado; pero yo me amedrento al sentir las asperezas de ese
camino. Mueve mi corazón hasta hacerle saborear la dulzura de tus llagas, y
comprender la sublimidad del sacrificio, a fin de que olvidado de si mismo, y
entregado al amor de Dios y del prójimo, cruce animoso el desierto de este
mundo, y llegue a tu celestial paraíso. Amén.
DÍA
TERCERO
¡Oh
Jesús! BUEN PASTOR de las almas, que conoces a tus ovejas por sus nombres,
sacrificas tu vida por ellas y las apacientas en los pastos de vida eterna. No
me dejes caer en los lazos que el demonio me tiende para darme la muerte; antes
bien, sea tu redil mi morada y abrigo, tus pastos mi alimento, tu cayado mi
protección, y tu Corazón de Buen Pastor, mi eterna recompensa. Amén.
DÍA
CUARTO
¡Hermosísimo
Niño Mueve-Corazones! ESPOSO de las almas, a quienes comunicas con tu amor, tu
imagen benditísima, tus virtudes y tu vida misma. Muchas veces te he sido
infiel, Esposo amado, al entregar al mundo mi alma y corazón, perfumados aun
con el beso de tus labios, recibido en la Comunión. Perdona mi ligereza, y haz
que el anillo nupcial que nos une en este mundo sea prenda de nuestra futura
unión en el otro. Amén.
DÍA
QUINTO
¡Oh
benignísimo Jesús mío! CORDERO de Dios que con infinita mansedumbre padeces
todavía los tormentos de la cruz, en la que te tienen clavado la crueldad de
tus hermanos y el odio de tus enemigos. Verdaderamente eres el Cordero de la
ley antigua, al que todos despedazaban. Infunde en mi corazón orgulloso, tu
mansedumbre divina que perdonó a la Magdalena, abrazó a Judas el traidor y oró
por los verdugos que te crucificaron, a fin de que según tus promesas, hoy
posea la tierra y mañana el cielo. Amén.
DÍA
SEXTO
¡Oh
divino amante de las almas!, a quien el profeta David contempló como el centro
de todos los corazones, y el AMADO de todas las naciones; mueve mi corazón y el
de todos los hombres, para que amándote en todo y sobre todas las cosas,
cantemos tu gloria en esta vida, y gocemos de tu felicidad en la otra.
Amén
DÍA
SÉPTIMO
¡Divino Jesús
Mueve-Corazones! PRINCIPE DE LA PAZ envidiable que el Profeta Isaías vió salir
de tu trono, como un río que inunda el cielo y las naciones santas de la
tierra: Otorga a mi corazón esa paz que el mundo no le puede dar, para que
libre del temor que le infunden sus enemigos, se consagre a la guarda de tus
Mandamientos. Concédela también a tu Iglesia, nave gloriosa de Pedro; serena el
mar turbulento de este mundo, como en otro tiempo calmaste el de Gennezaret, a
fin de que se reproduzca la pesca milagrosa de almas que pueblen el cielo.
Amén.
DÍA
OCTAVO
¡Amabilísimo
Niño, Mueve-Corazones! Al ver los innumerables peligros que me rodean y las
enfermedades de mi alma, quisiste ser mi JESÚS, es decir, mi salud. Gracias
Jesús mío. Concédeme te ruego, la salud de alma y cuerpo, a fin de que salga
triunfante en la obra de mi salvación, a pesar de todos los males que padezco
por mis pecados. Amén.
DÍA
NOVENO
¡Oh
buen Jesús, que armado con todos los encantos y debilidades de nuestra
naturaleza, mueves y conquistas los corazones, ciñendo tus sienes con la corona
de "REY DE AMOR.” Cuéntame desde ahora en el número de tus fieles
servidores. Quiero amarte para vivir, dando muerte a mis pasiones; quiero
servirte para reinar, dominando al mundo con sus máximas, y merecer así la
corona de gloria prometida a quienes por tí, y contigo, luchan hasta la muerte.
Amén.
N.
B.
Para
un Triduo tómense los tres últimos días de la presente Novena.
Puede
Reimprimirse.
Lo
decretó el Excmo. y Rmo. Señor Arzobispo. - DOY FE, Luis G. Sepúlveda,
Pro-Secretario.
México,
1 de Diciembre de 1937.
IMPRESO
EN LA TIPOGRAFIA SANCHEZ & DE GUISE
No hay comentarios:
Publicar un comentario