lunes, 5 de febrero de 2024

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y BUEN VIAJE DE ANTIPOLO


 

NOVENA DE LA IMAGEN MILAGROSA DE LA VIRGEN DE LA PAZ Y BUEN VIAJE

 

QUE SE VENERA EN EL PUEBLO DE ANTIPOLO

 

MANILA

IMPRENTA DE C. VALDEZCO

Real 13 y Quiofan 13.

1885

 

El que hiciere esta Novena, se hincará de rodillas con devoción delante de la imagen de la Santísima Virgen, y hecha la señal de la Cruz dirá con todo afecto el Acto de contrición.

 

ORACIÓN

Soberana Emperatriz de cielos y tierra, puesto que vuestra intercesión es tan poderosa con Dios nuestro Señor, interponeos con Su Divina Majestad, para que yo logre la gracia, que deseo, y pido en esta Novena, si fuere conveniente para gloria suya, y bien de mi alma; y si no conviene, conseguidme lo que fuere más de su agrado, y juntamente una grande conformidad con su voluntad santísima. Amen.

 

PRIMER DÍA

ORACIÓN

Reina, y Señora de los Ángeles, á quienes está encomendada la guarda y custodia de los hombres; ayudadme en mis necesidades, defendedme de los muchos y continuos peligros que por todas partes me cercan, especialmente socorredme en conservar una pureza angélica, tan de vuestro agrado, y de estos soberanos espíritus, para que adornado con joya tan preciosa, pueda parecer en las celestiales, bodas del Cordero inmaculado, logrando por este medio conservar la vida en esta gracia, y conseguir en la eterna la bienaventuranza, y lo que deseo, y pido en esta Novena, si es para honra y gloria de Dios. Amén.

-Aquí se rezan tres Salves con toda devoción.

 

Virgen Santísima de la Paz y Buen Viaje, ya que tenéis estos dos títulos tan excelentes, ejercitadlos conmigo, conforme fuere á mayor honra y gloria de Dios, alcanzadme pues aquella paz, que vuestro Santísimo, Hijo dejó tan encargada á sus Discípulos, una paz, con que perdonando á mis enemigos cuántas ofensas me han hecho, ame à todos mis prójimos con aquel verdadero amor, que dieta la caridad cristiana. Alcanzadme aquella paz á mi corazón y mi alma, que no se revele el apetito contra la razón, ni la razón contra Dios. Y supuesto que todos somos caminantes, y peregrinos en este valle de lágrimas, sed mi guía, para que, entre las muchas tinieblas, que me ofrezcan, y entre tantos despeñaderos, que me cercan, sepa tomar el camino real que me conduzca á la gloria por la observancia de los mandamientos divinos. Dirigid mis acciones con acierto, libradme de los lazos del demonio, para que con vuestra protección y amparo logre en la muerte cumplir el feliz viaje de mi peregrinación, y gozar por una eternidad en la gloria de vuestra dulcísima compañía, y de vuestro Santísimo Hijo. Amen.

 

-Aquí alentando la confianza, pedirá á la Santísima Virgen aquella gracia o favor que desea, y después para más obligarla, dirá aquella devotísima oración de San Agustín, de tanto consuelo para nuestras aflicciones y necesidades.

 

Acordaos, Virgen piadosísima, que jamás hasta ahora se ha oído, que ninguno, que ha acudido a vuestro patrocinio, ó pedido vuestro socorro, haya sido desamparado. Alentado pues con tal confianza, acudo á Vos Virgen de las Vírgenes, y Madre mía; ante Vos con gemidos y ruegos me presento, no queráis, Madre del Verbo Eterno, despreciar mis súplicas, antes bien, mostrad vuestra piedad benigna, y vuestra gran misericordia en oírme, atenderme, y despachar con felicidad mis ruegos. Amen.

 

-Todo se repite todos los días, variando la segunda oración.

 

SEGUNDO DÍA 

ORACIÓN 

Reina, y Señora de los Arcángeles, á quienes se encomiendan los negocios más graves de la gloria de Dios, y provecho de los hombres; suplicóos por los merecimientos de estos soberanos espíritus, que consigais de Dios la salud eterna de mi alma, que es el negocio más importante de los hombres, y tan del agrado de vuestro Santísimo Hijo, que no dudó dar su preciosísima sangre por este fin; y juntamente me consigáis la gracia, que pido en esta Novena, si fuere para gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

 

TERCER DÍA 

ORACIÓN 

Reina, y Señora de los Principados, los cuales cuidan de la salud de los hombres, instruyendo, alumbrando, y mandando; suplicoos, que por medio de estos excelentes espíritus, y por sus méritos instruyáis, y alumbréis mi alma, para que sepa conseguir el fin último para que fue criada; y juntamente me ayudéis con vuestro poder y amparo, para que yo, en cuanto fuese posible, según el estado, en que me hallo, alumbre, instruya, y coopere á la salud de las almas, y bien de los prójimos; y también os suplico, me alcances lo que deseo, y pido en esta Novena, si fuere para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

CUARTO DÍA 

ORACIÓN 

Reina, y Señora de las Potestades, que tienen especial poder para refrenar los demonios; suplícoos, me consigáis gracias del Señor, para refrenar el ímpetu de estos malignos espíritus, no dejándome caer en sus tentaciones, y asechanzas, antes alcanzándome fuerzas para vencerlos; y me consigáis lo que deseo, y pido en esta Novena, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amen.

 

QUINTO DÍA

ORACIÓN 

Reina, y Señora de las Virtudes, por cuyo medio ejecuta Dios tantos Milagros y prodigios; supuesto que en Vos se halla con excelencia este poder, os suplico, le empleéis en defenderme de mis enemigos visibles, é invisibles; ayudadme, para que no me deje llevar de los vicios, y depravadas costumbres, ni de mi mala inclinación, sino que, vencidos todos estos óbices procure seguir los ejemplos de vuestra humildad, y virtudes: y también os suplico me consigais lo que deseo, y pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amen.

 

SEXTO DÍA

ORACIÓN 

Reina, y Señora de las Dominaciones, que presiden a todos los espíritus, inferiores ministros de la providencia de Dios; suplícoos que por medio de tan excelentes espíritus hagáis se ejecuten en mí las altas disposiciones de la divina providencia, y todos aquellos medios que condujeren al logro del último fin, aunque no sean, según la torcida inclinación de mi apetito, y me consigáis una eterna conformidad con la voluntad divina; y lo que pido, y deseo en esta Novena, si fuera para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

 

SÉPTIMO DÍA

ORACIÓN 

Reina, y Señora de los Tronos, en quienes descansa Dios como en trono de su gloria; ya que vos sois el agradable trono de Su Majestad que nueve meses descanso en vuestras purísimas entrañas, y su infancia en vuestros Santísimos brazos: conseguid, Señora, de vuestro Santísimo Hijo, que asista con su gracia superabundante, para que mi alma pueda ser trono de su gusto, y descanso; y también lo que pide en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

 

OCTAVO DÍA

ORACIÓN 

Reina, y Señora de los Querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría; suplícoos me alcances de vuestro Santísimo Hijo la verdadera sabiduría, que es distinguir entre el bien y el mal, para que, dejado el mal, sepa abrazar el bien, y que se fije en mi corazón el santo temor de Dios, que es principio de toda sabiduría, y que yo sepa dirigir otros por la observancia de la ley divina; y juntamente lo que busco, y pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

NOVENO DÍA

ORACIÓN 

Reina, y Señora de los serafines, que aman á Dios con amor ardentísimo, suplícoos me alcancéis un amor sólido, y perfecto de vuestro Santísimo Hijo, con que despreciando las cosas temporales y caducas, sólo ponga mi amor en lo que pueda conducir á alcanzar los bienes eternos; y también lo que pido, y deseo en esta Novena, si es para gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

 

GOZOS A LA VIRGEN DE ANTIPOLO

De los cielos al compás,

y con devoción ferviente.

Saludaré reverente

á ti, Virgen de la Paz.

 

Este Santuario, Señora,

se debe à tu devoción;

y es rasgo de la oración

del gentío que te adora:

eres nuestra Protectora

contra el demonio sagaz.

 

Mucho han experimentado

los fieles de tu poder;

como bien se deja ver

en las gracias que has franqueado,

desde luego que han hallado

remedio el más eficaz.

 

¿Quién sino tú, Madre mia,

libró a Jacinto Bernardo

de la muerte con Gallardo?

rasgo de tu bizarria

como Madre, ó Virgen pia,

le diste la sanidad.

 

Con siete heridas mortales,

que en una noche le dieron,

se libertó y no le vieron!

de manos de sus rivales:

se escapó de tantos males

por tu remedio eficaz.

 

Doscientas brazas nadó

en la mar de la Laguna,

y por singular fortuna

en ella no pereció,

él así lo confesó,

con espíritu veraz.

 

También à un niño de Angono

de una tiernísima edad

hiciste de tu piedad

debajo del agua trono:

aquí se encendió el encono

del maldito Satanás.

 

Un Dominico paciente

una fuerte calentura,

por particular ventura

celebró el día siguiente:

aquí se vió claramente

tu poder tan eficaz.

 

Otro enfermo desahuciado,

como muy bien se notó,

de su enfermedad sanó,

en ti haber confiado:

por esto fué muy celebrado,

y lo vieron sin disfraz.

 

Ciegos, cojos, y tullidos

en tí han hallado remedio;

estrella brillante y medio

navegantes y afligidos;

todos digamos unidos

sin espíritu falaz.

 

Aunque distante Antipolo,

tus devotos no dejarán

de buscaré aunque viajaran

por verte de polo á polo:

pues cifran en esto sólo

su remedio y su solaz.

 

Después de cada día de la Novena una Salve por el descanso de las Ánimas benditas del Purgatorio, paz y concordia entre los Príncipes cristianos, felicidad de estas Islas, buen acierto y muerte feliz del bienhechor.

 

 

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